Recurre a tus provisiones espirituales en Cristo

Colosenses 2:11–15 RVR60

11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

INTRODUCCIÓN

Como ha sido notorio desde hace un tiempo estamos predicando y enseñando sobre lo que el apóstol Pablo escribió a un conjunto de iglesias ubicadas en la antigua región de Colosas.

Actualmente nos encontramos en este pasaje de la Carta. Y me gustaría recordar que la falsa doctrina que amenazaba a las Iglesias de Colosas se componía de varios elementos: por ejemplo, el misticismo oriental, la astrología, la filosofía griega y el legalismo judío.

Ese es el elemento de la carta que Pablo trata en esta sección que leímos.

Aparentemente la falsa doctrina insistía en que los convertidos de Colosas se sometieran a la circuncisión y que se obedeciera la ley del AT.

El gnosticismo legalista, que era un poco diferente a los legalistas judíos decía, que la ley judía ayudaría a los creyentes a ser más espirituales. Si ellos eran circuncidados y si ellos seguían las dietas y observaban los días de reposo, entonces ellos podrían ser parte de la élite espiritual en la Iglesia.

Desafortunadamente algunas Iglesias de hoy tienen las mismas ideas.

Sin embargo, el apóstol Pablo dijo claramente que los cristianos no estamos sujetos al sistema legal del AT ni para ser salvos, ni para alcanzar salvación o ser del agrado de Dios.

El sistema judío del AT no puede hacerle ningún bien espiritualmente hablando a nadie que lo siga. Sólo Jesucristo es suficiente y capaz de suplir cada necesidad espiritual que tenemos, porque TODA la plenitud de la deidad está en Él.

En este pasaje Pablo explica una cuádruple identificación con el Señor Jesucristo que hace no solo innecesario sino pecaminoso que el creyente se involucre en cualquier tipo de legalismo.

Son cuatro identificaciones que los creyentes tenemos en Cristo, que de vez en cuando haríamos bien si recurrimos a ellas para alentarnos de nuestra posición y veamos lo que tenemos en Cristo.

Algunos de estos lo hemos visto, así que no nos detendremos en cada punto, lo haremos en alguno de ellos sobre todo los últimos dos.

CIRCUNCIDADOS EN ÉL

Colosenses 2:11 RVR60

11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;

Como vimos este acto era una señal del pacto de Dios con Abraham y la descendencia que le daría por medio de Isaac, es decir los judíos.

Los judíos fueron celosos o son celosos de este rito y se operaban físicamente, pero espiritualmente seguían y muchos siguen lejos de Dios, por eso Dios le mandó una y otra vez que circuncidaran su corazón, que se volvieran a Él pues le habían literalmente dejado y cambiado por baal y los ídolos.

Mucha gente comete el mismo error hoy, cuando dependen o ponen su confianza para ser salvos en los rituales religiosos como el bautismo y la Cena del Señor que son dos ordenanzas para los creyentes, no para los incrédulos y no me pueden salvar, ni me hacen más salvo o más espiritual.

Para el creyente, no es necesario someterse a la circuncisión física, porque el creyente ha experimentado una circuncisión espiritual hecha en el corazón no con manos, cuando se identificó con Cristo y le pidió que le salvase.

VIVOS EN ÉL

Colosenses 2:12–13 RVR60

12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

Pablo usa aquí la palabra bautismo que bíblicamente hablando significa sumergir, en sentido figurado Pablo habla por supuesto.

El bautismo en agua y por inmersión es un símbolo de una experiencia espiritual.

Cuando un creyente es salvo, inmediatamente es bautizado por el Espíritu Santo que lo introduce en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia de la cual Cristo mismo es la Cabeza.

Lo que significa que lo que sea que haya pasado con Cristo nuestra Cabeza le pasa al cuerpo que somos los creyentes.

Es decir, Cuando Él murió, nosotros morimos con Él, cuando Él fue sepultado, nosotros fuimos sepultados con Él, cuando Él resucitó, nosotros resucitamos con Él y eso es lo que con el bautismo en agua declaramos, dejando atrás la vestimenta de muertos espirituales, pues se nos ha dado vida juntamente con Él. Por eso el creyente ya no está muerto, ahora está vivo con Cristo y vivirá eternamente con Él, que bendición.

Todo esto tomó lugar cuando por medio de la fe creímos en Jesucristo y nos volvimos a Dios.

La aplicación practica sobre esto es clara:

Ya que por la fe hemos sido identificados con Cristo y Él es la plenitud de Dios, ¿qué más necesitamos? Si Cristo es todo lo que necesitamos para agradar a Dios, porque es que nos empeñamos a vivir atados a las cuerdas esclavizadoras de la religión?

LIBRES DE LA LEY EN ÉL

Colosenses 2:14 RVR60

14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

El Señor Jesucristo no solo cargó nuestros pecados a la cruz, sino que también tomó la ley y la clavó juntamente con Él en aquella cruz.

La ley si notas en el texto era el acta que atestaba, documentaba y atestiguaba en contra de nosotros, porque era prácticamente imposible para nosotros satisfacer sus santas demandas y todos dice la Biblia pecamos.

Pero cuando Cristo derramó su sangre en aquella cruz, no solo clavó mis pecados, sino que clavó el acta de los decretos que había en mi contra y canceló así la gran deuda que tenía por mi desobediencia a la ley de Dios.

De manera que Él tomó la ley que nos condenaba y la quitó de en medio clavándola en la cruz, para que nosotros no estemos más bajo su dominio. Pues hemos sido liberados de la ley.

Romanos 7:6 RVR60

6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

No estamos bajo la ley sino que ahora estamos bajo la gracia.

Romanos 6:14 RVR60

14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Esto no significa que no tengamos ley, y que podemos vivir como queramos, porque la justicia de la ley se cumple en nosotros cuando andamos en el poder del Espíritu.

Romanos 8:4 RVR60

4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Nuestra relación con Jesucristo nos permite, o nos capacita y nos empodera con Su Espíritu Santo, para que obedezcamos a Dios por amor y no por temor servil.

Y finalmente, la última identificación del creyente con Cristo a la que el apóstol hace referencia es que los creyentes somos:

VICTORIOSOS EN ÉL

Colosenses 2:15 RVR60

15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Cristo no solo trato con el pecado y con la ley en la cruz, sino que Él también trató con Satanás y su ejercito.

Hablando de su crucifixión Jesucristo dijo:

Juan 12:31 RVR60

31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.

Hermanos, la muerte de Cristo en la cruz que se veía como una victoria de Satanás quien incitó a las multitudes para que le crucificaran, resultó ser su gran derrota, de la cual nunca más se podrá recuperar.

Hay tres grandes victorias de Cristo que vemos en el texto.

La primera, Él desarmó a los poderes y las autoridades.

La palabra despojar en el texto tiene el sentido de desarmar y eso habla de sacar o quitar las armas, dejar a una aparente amenaza como inofensiva.

Así que Cristo en la cruz despojó a Satanás y su ejercito de cualquier arma que tuvieran en sus manos.

Satanás no puede hacer daño al creyente que no se hace daño a sí mismo, es cuando dejamos de velar y orar que Satanás puede usar sus armas contra nosotros, pues él sigue andando como león rugiente buscando a quien devorar.

Segundo, Cristo los exhibió públicamente.

Cristo hizo un espectáculo público del enemigo, exponiendo el engaño y la vileza de Satanás. Quien engañó y sigue aún engañando a los hombres.

Apocalipsis 12:9 RVR60

9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

Si usted no quiere ver que Satanás le engaña abiertamente, usted es un ingenuo y un ciego que si no se arrepiente un día abrirás los ojos en el infierno y lo lamentarás para siempre.

Cristo reivindicó a Dios y venció al diablo.

Tercero y último, Cristo triunfó sobre ellos en la cruz.

Se dice que cuando un general romano ganaba una batalla en tierras lejanas, tomaba muchos esclavos, muchos botines o ganaba territorios nuevos para el gran imperio Romano. Era condecorado y honrado en una parada militar oficial conocida como “el triunfo romano”. Y de esta manera el pueblo romano estaba confiado, sin temor de enemigos.

La idea del texto nos enseña algo similar.

Cristo triunfó sobre nuestros enemigos, el pecado, el acta de los decretos que nos era contraria y el ejercito de Satanás mismo.

Su muerte en la cruz y su resurrección ha hecho manifiesto su gran victoria sobre ellos.

De manera que los creyentes no debemos preocuparnos por un enemigo que ha sido derrotado para siempre.

Pero esto no significa que vas a vivir neciamente ignorando el consejo de Dios sobre velar, orar y usar su armadura para que podamos resistir al enemigo que aunque esta derrotado sigue insistiendo en alejarnos de Dios.

CONCLUSIÓN

Así que para concluir, estimado creyente, cuando usted se sienta desprovisto, sepa que usted tiene unos recursos que son sin igual en este mundo, recurra a ellos y tenga ánimo.

Usted es salvo, usted esta vivo en Cristo, eres libre del sistema legalista que le condenaba y señalaba culpable atestando en tu contra y por la gracia de Dios compartes con Cristo la victoria sobre Satanás.

Lo que acabamos de ver en este mensaje es para creyentes.

Si usted que está aquí, no es un creyente en Cristo, o mejor dicho usted no es salvo, entonces usted espiritualmente se encuentra muerto y eres esclavo del pecado y de Satanás.

Cristo anuló el acta que te acusa y pagó el precio de tus pecados pero eso no anula la responsabilidad que tienes de pedirle que te salve y limpie de todos tus pecados.

Por eso si usted no es salvo, ¿por qué no le pides hoy que te salve, porque vivir como un esclavo del diablo cuando puedes vivir en victoria sobre él en Cristo?

Y si usted hermano es salvo, ¿por qué sigues viviendo en esclavitud? Si Cristo es todo lo que necesitamos, porqué es que buscamos llenarnos de ritos religiosos y mandamientos de hombres?

Vivir en Cristo no es vivir como queremos, es vivir bajo el dominio del Espíritu Santo, es vivir siendo controlados por su Espíritu que ha hecho morar en nosotros, para su gloria.

¿Cómo esta usted viviendo su cristianismo?