1 Corintios 4.1
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Buenos Administradores del Evangelio.
Buenos Administradores del Evangelio.
I.- Un buen administrador primero se toma como Siervo.
I.- Un buen administrador primero se toma como Siervo.
1 Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.
Pablo aclara como ser recordado o reconocido por los demas. (Siervo de Cristo).
Un siervo es un sobordinado, recibe la orden y el lo cumple con diligencia.
Antes de Administrador soy Siervo.
Un buen Siervo estara dispuesto a realizar todo lo necesario para cumplir la voluntad de su amo.
En el mundo nadie quiere servir todos quieren ser servidos, el ser siervo de otros es tomado como algo de humillacion , algo decadente, algo de baja estima, sin valor.
El ser un buen Siervo requiere humillarte a los pies de Cristo y reconocer que no somos nada sin él.
Segundo .- pablo despues de Siervo quiere ser reconocido como Administrador
Administrador viene de la palabra Mayordomo.- aquel que se encraga de manejar , dirigir , cuidar, supervisa.
En este caso administradores de la palabra del Evangelio.
Servimos siendo administradores de la palabra del Evangelio.
II.- Un buen Administrador es hallado Fiel a lo que Administra.
II.- Un buen Administrador es hallado Fiel a lo que Administra.
2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.
Habia un requerimiento muy importante para aquellos que estaban predicando la palabra de Salvación y ese era Fidelidad.
Una persona Fiel es Responsable, Diligente,Confiable.
Como Siervos de Dios no podemos no ser fieles a su palabra que nos ah sido confiada para poder enseñarla y anunciarla al mundo.
La fidelidad es un buen requerimiento frente a ser siervos a Dios que nos lleva al buen manejo y responsable de las burnas nuevas.
III.- Un buen Administrador no se siente mejor que otros.
3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo.
4 Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.
5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
6 Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.