Conocidos por Dios
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· 9 viewsLa salvación es producto del nuevo nacimiento, ser conocido por Dios para caminar en las buenas obras preparadas de antemano.
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Conocidos por Dios
Conocidos por Dios
Mateo 7:21–23
21No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Introducción
Introducción
La sociedad en general admite la existencia de Dios, su vocabulario es cristiano y parece tener buenas intenciones en lo que dicen o hacen, lo que hace pensar que son cristianos piadosos genuinos.
Aunque procuran conducirse en el bien, sus acciones están basadas en sus opiniones, creencias y moralidad propia, y no en la obediencia a la Palabra de Dios. Su parámetro de conducto son su propia opinión y no la Biblia.
Ante la religiosidad, El Señor aclara: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos…”
La voluntad de Dios
La voluntad de Dios
El Señor declara que entrarán en el reino de los cielos los que hacen la voluntad de Dios.
¿Cuál es la voluntad de Dios?
1 Tesalonicenses 4:3 “pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación”
La voluntad de Dios es que te apartes de pecado, renuncies a el y lo aborrezcas.
La voluntad de Dios es que santifiques tu vida, porque el pecado te aleja de Dios: Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.”
Solo en Cristo encontrarás libertad del pecado: 1 Pedro 1:18–19 “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.”
Conducirnos rechazando el pecado es hacer la voluntad del padre.
Acciones de gracias: 1 Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
La voluntad de Dios es que seas agradecido, pues si reconoces el favor de Dios, procurarás agradarle en todo lo que hagas o digas.
Hacemos la voluntad de Dios cuando nos dejamos guiar por el Espíritu Santo: Romanos 8:14 “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”
Las obras
Las obras
Mateo 7:22 “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
El Señor no quiere que creas que:
Tener estos dones es malo.
Que los que tienen estos dones se van al infierno.
Que no procures usar estos dones.
El Señor quiere que entendamos que los dones no son méritos para alcanzar la salvación.
Todos estaremos delante del Señor para rendir cuentas, en este texto nos presenta el Señor que no vale poner delante de nosotros nuestras buenas obras.
Profetizar es proclamar el mensaje de Dios, puede ser enseñar o predicar, pero también declarar una palabra inspirada por el Espíritu Santo. 1 Corintios 14:3 “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.”
La profecía es válida y necesaria para la iglesia: Proverbios 29:18 “Sin profecía el pueblo se desenfrena; Mas el que guarda la ley es bienaventurado.”
Pero debemos ser prudentes y con discernimiento pues existe la falsa profecía.
Pero lo importante de este texto es que el tener en don de profecía no es pretexto para relajarse y descuidar la vida espiritual.
Echar fuera demonios: El Señor nos ha dada autoridad sobre los demonios en su Nombre, no hay nada que sustituya el nombre de Jesús, ni las cruces, ni el agua bendita, tampoco el aceite.
Realmente solo los que están en el poder de Dios tienen la autoridad de echar fuera demonios, Satanás no puede echar fuera a Satanás: Mateo 12:26 “Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?” Aunque existen falsos exorcismos, solo los empoderados por el Señor puede echar fuera demonios.
Los hijos de Esceva quisieron echar fuera demonios por su iniciativa pero fueron avergonzados. Hechos de los Apóstoles 19:15 “Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?”
Jesús le ha dado autoridad para echar fuera demonios a sus hijos: Marcos 16:17 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.”
Alguien que no es salvo no puede echar fuera demonios.
Pero echar fuera demonios no es garantía de salvación.
Lucas 10:20 “Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.”
Hacer milagros: Dios puede obrar milagros a través de nosotros, pero Satanás también tiene poder para obrar milagros, los hechiceros de faraón pudieron también hacer los milagros de Moisés.
Este tema es aun más delicado, pues es aquí donde Satanás se disfraza como ángel de luz.
El punto de esto es que, procuremos más producir frutos de salvación, de arrepentimiento, más que frutos de buenas obras.
El Señor nos está enseñando que la obediencia es más valiosa que todos los dones. Pero no podemos obedecer a Dios sino le amamos.
Destino
Destino
Mateo 7:23 “Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”
Este texto revela que habrá un día de juicio, donde daremos cuenta a Dios.
En ese día los que fueron lavados por la sangre de Cristo serán justificados para salvación.
Pero los que rechazaron a Cristo, serán juzgados por sus obras, pero estas obras por muy buenas que sean a los ojos humanos, no serán suficientes para salvación.
1 Corintios 13:1–3 “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”
Aquellos que serán rechazados no perdieron su salvación porque nunca fueron salvos, porque el Señor declara que nunca los conoció.
Hay muchos personas en la iglesia, pero no todos son salvos, El Señor enseñó que en el Reino de los cielos hay trigo y cizaña, y será revelado en el día final. Mateo 13:24-30.
Por eso, aquellos que se apartan del evangelio para revolcarse en los placeres del pecado sin ningún remordimiento, nunca fueron salvos.
1 Juan 2:19 “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.”
No tuvieron comunión con Dios, por tanto no vivieron una vida piadosa.
Aunque se auto-justificaron como buenas personas en esta vida, El Señor los declarará como hacedores de maldad.
Conclusión
Conclusión
Este mensaje debe hacernos meditar en ocuparnos de procurar obedecer a Dios, para que seamos conocidos por Él.
Poseer dones puede hacer que nos confiemos y descuidemos nuestra comunión. 1 Corintios 10:12 “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”
Mi objetivo es predicarles la Palabra para presentarlos al Señor como una iglesia santa, sin mancha.
Que vivan en santidad por que sin ella no verán al Señor. Que crezcan en fe porque sin ella es imposible agradar a Dios.
Que no vivan alejados del pecado, pero no me refiero solo a los pecados que también desaprueba el mundo, sino los pecados de orgullo, mentira, vanagloria, rebeldía, indiferencia, sobre todo desobediencia.
Romanos 13:13–14 “13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
El Señor constantemente nos invita a depender de Él, nosotros no tenemos la capacidad de hacer la voluntad de Dios porque nuestra vida está contaminada de pecado.
Necesitamos a Cristo cada día, vencer los deseos de la carne que no quieren tener comunión con Dios y disponernos a someternos a Él para que podamos ser hallados dignos del reino de Dios.