La importancia de Dios en el matrimonio
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INTRO
INTRO
Hoy, exploraremos la importancia de tener a Dios en el centro de nuestro matrimonio y cómo aplicar los principios bíblicos para que nuestro matrimonio funcione según el diseño divino.
Vamos a respondernos algunas preguntas:
¿Qué es el matrimonio?
¿Qué es el matrimonio?
¿Cuál es el propósito de matrimonio?
¿Cuál es el propósito de matrimonio?
¿Por qué se casa la gente?
¿Por qué se casa la gente?
¿Por qué es importante Dios en el matrimonio?
¿Por qué es importante Dios en el matrimonio?
Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.
Y si Dios no edifica el matrimonio, esta destinado a fracasar o tristemente a sobrevivir.
Entonces vamos va descubrir según la palabra de Dios cómo diseñó Dios el matrimonio, cómo debería funcionar y cuál es su propósito.
El matrimonio, diseño y creación de Dios
El matrimonio, diseño y creación de Dios
Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras éste dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida.
De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre,
el cual exclamó: «Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará “mujer” porque del hombre fue sacada.»
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.
—¿No han leído—replicó Jesús—que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer”,
y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”?
Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
El diseño requiere una forma de funcionar
El diseño requiere una forma de funcionar
Dejar a los padres
Dejar a los padres
«Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo.»
Sumisión mutua
Sumisión mutua
Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.
Para las esposas, eso significa: sométase cada una a su marido como al Señor,
porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia.
Así como la iglesia se somete a Cristo, de igual manera la esposa debe someterse en todo a su marido.
Ahora bien, quiero que entiendan que Cristo es cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es cabeza de Cristo.
Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella
a fin de hacerla santa y limpia al lavarla mediante la purificación de la palabra de Dios.
Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable.
De la misma manera, el marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo.
Nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida tal como Cristo lo hace por la iglesia.
Y nosotros somos miembros de su cuerpo.
De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.
Ser uno solo
Ser uno solo
—¿No han leído—replicó Jesús—que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer”,
y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”?
Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.
La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Yo preferiría que estuvieran libres de preocupaciones. El soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarlo.
Pero el casado se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposa;
sus intereses están divididos. La mujer no casada, lo mismo que la joven soltera, se preocupa de las cosas del Señor; se afana por consagrarse al Señor tanto en cuerpo como en espíritu. Pero la casada se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposo.
EL PROPÓSITO DEL MATRIMONIO
EL PROPÓSITO DEL MATRIMONIO
El matrimonio es representación de la relación de Dios con su pueblo y de Cristo con la iglesia.
«Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo.»
Esto es un misterio profundo; yo me refiero a Cristo y a la iglesia.
En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo.
El matrimonio de Dios con su pueblo.
El matrimonio de Dios con su pueblo.
» ”Tiempo después pasé de nuevo junto a ti, y te miré. Estabas en la edad del amor. Extendí entonces mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez. Me comprometí e hice alianza contigo, y fuiste mía. Lo afirma el Señor omnipotente.
» ”Te bañé, te limpié la sangre y te perfumé.
Te puse un vestido bordado y te calcé con finas sandalias de cuero. Te vestí con ropa de lino y de seda.
Te adorné con joyas: te puse pulseras, collares,
aretes, un anillo en la nariz y una hermosa corona en la cabeza.
Quedaste adornada de oro y plata, vestida de lino fino, de seda y de telas bordadas. Te alimentabas con el mejor trigo, y con miel y aceite de oliva. Llegaste a ser muy hermosa; ¡te sobraban cualidades para ser reina!
Tan perfecta era tu belleza que tu fama se extendió por todas las naciones, pues yo te adorné con mi esplendor. Lo afirma el Señor omnipotente.
El matrimonio de Jesús con su iglesia.
El matrimonio de Jesús con su iglesia.
Es el novio quien se casa con la novia, y el amigo del novio simplemente se alegra de poder estar al lado del novio y oír sus votos. Por lo tanto, oír que él tiene éxito me llena de alegría.
Jesús les replicó: —¿Acaso pueden obligar a los invitados del novio a que ayunen mientras él está con ellos?
Llegará el día en que se les quitará el novio; en aquellos días sí ayunarán.
El celo que siento por ustedes proviene de Dios, pues los tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo, para presentárselos como una virgen pura.
El Espíritu y la novia dicen: «¡Ven!»; y el que escuche diga: «¡Ven!» El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
Entonces, el propósito del matrimonio es representar la relación de Dios con su pueblo y la relación de Cristo con la iglesia.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Resumen:
El matrimonio según la Biblia es una unión sagrada, basada en el amor, el respeto, la sumisión mutua y la comunicación."Dios nos ha dado un modelo claro para el matrimonio en Su Palabra. Cuando seguimos Su guía, podemos experimentar una relación matrimonial que glorifica a Dios y nos bendice profundamente."
Desafío:
Invitación a poner en práctica los principios bíblicos en el matrimonio, buscando siempre la guía y la ayuda de Dios."Hoy les desafío a aplicar estos principios bíblicos en su matrimonio, confiando en que Dios fortalecerá y bendecirá su relación."