SANTIAGO III LECCION I
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EL PECADO DE LA PRESUNCIÓN
EL PECADO DE LA PRESUNCIÓN
SANTIAGO III – LECCIÓN 1
EL PECADO DE LA PRESUNCIÓN – LECCIÓN 1
· Santiago 4:13-17 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. 16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; 17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Introducción: Cometemos un grave error al olvidamos incluir a Dios cuando hacemos nuestros planes, negocios u otras cosas. Santiago llama a eso soberbia, jactancia, presunción, todo esto, fruto del orgullo, lo cual es pecado – “Toda jactancia semejante es mala”.
Nuestros planes para el futuro deberían ser gobernados por el entendimiento de que la vida es incierta y que Dios todavía es el gobernador soberano del universo. Es el deber del cristiano relacionar y poner todo bajo “la voluntad de Dios”. Y no a la luz de las incertidumbres de la vida.
Objetivos de la lección:
1. uno de los propósitos de esta lección es, revelar el error de asumir que uno puede tener éxito en la vida cristiana estando apartado de la influencia Divina. – “Apartados de mí, nada podéis hacer” Juan 15:5.
2. También Identificar los errores comunes que como cristianos muchos cometemos, los cuales muchas veces nos llevan al fracaso.
3. También queremos Enfatizar la brevedad de la vida y la responsabilidad que tenemos como creyentes, para cumplir la voluntad de Dios en el tiempo que Dios nos ha otorgado.
I. EL PECADO DE LA NEGLIGENCIA – UN PECADO COMÚN
Negligencia –Descuido, omisión a hacer; hablando de manera más general; omisión habitual de aquello que tiene que ser hecho, o un hábito de omitir el hacer las cosas; sea por descuido o por algún motivo.
A. La negligencia acerca de Dios
El pecado común de muchos creyentes es el ateísmo práctico. ¿A qué me refiero? Es cuando planificamos algo sin tomar en cuenta a Dios.
Muchos hacemos planes, dándolos por hecho como si nuestra voluntad fuera absoluta y suprema.
· Versículo 13 – “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos.”
Santiago reprende el tipo de corazón que vive y hace sus planes aparte de una consciencia constante de la soberanía de Dios, y con una subestimación de nuestra propia limitación (cuando no sabéis lo que será mañana).
Santiago está hablando acerca de los hermanos que hacen planes futuros pensando sólo en la ganancia de mañana, en lugar de la ganancia eterna. Por adelantado, ellos estaban pensando en sólo un año, sin saber lo que acontecería mañana.
· Proverbios 27:1 – “No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día.”
Haríamos bien en prestarle atención al dicho. – “Trabajemos como si fuéramos a vivir para siempre. Y vivamos como si fuéramos a morir mañana.” – Las decisiones diarias conducen al éxito o al fracaso del futuro. – “El hombre es el arquitecto de su propio destino.
“La negligencia usualmente es la hija de la flojera o la pereza, y esta es la madre de los desórdenes en los negocios, y a menudo de la pobreza.”
B. La negligencia acerca de la vida
· Versículo 14 – “cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.”
Santiago nos llama a considerar lo frágil que es la vida humana, y el hecho de que vivimos y nos movemos sólo bajo el permiso de Dios. Santiago no nos desanimará de planear y hacer, solo el planear y hacer apartados de Dios.
Esta es una de las cuestiones más profundas de la vida – ¿qué es vuestra vida? – Todavía no ha sido dada ninguna respuesta científica o filosófica que sea adecuada a esta pregunta. Pero una cosa es segura, ¡la vida es breve!
La brevedad de la vida y la certeza de la muerte es ilustrada muchas veces en la Biblia.
· Salmos 102:3 – “Porque mis días se han consumido como humo, Y mis huesos cual tizón están quemados.”
· Job 7:6 – “Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, Y fenecieron sin esperanza.”
· Job 9:25-26 – “Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron, y no vieron el bien. Pasaron cual naves veloces; como el águila que se arroja sobre la presa.”
· Job 14:2 – “Sale como una flor y es cortado, y huye como la sombra y no permanece.”
Es posible que debido a la brevedad de la vida Jesús dijese:
· Mateo 6:34 – “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”.
Es algo tonto estar ansioso acerca de lo desconocido. Aun cuando ninguno de nosotros sabe del futuro, podemos saber que hay Uno que tiene el futuro en Sus manos.
II. LO NECESARIO: UN SANTO CONSIDERADO
Consideración – Es el punto de vista mental; respeto; considerar, pensamiento maduro; deliberación seria; contemplación; meditación; algún grado de importancia; un llamado a notar o considerar; un grado moderado de respetabilidad; eso que es considerado; motivo de acción; influencia; base de conducta; razón; eso que induce a una determinación.
A. Considera la duración de la vida
Deberíamos tomar en cuenta la corta duración de la vida. No tenemos ningún contrato de arrendamiento con la vida. No tenemos ninguna garantía de estar entre los vivos el día de mañana. Miles son los que mueren cada 24 horas.
· Santiago 4:14 dice que: “Nuestras vidas son como la neblina de la mañana que aparece por un momento y luego se desvanece.”
Somos personas que morimos, no sabemos en qué momento cesará nuestro peregrinaje terrenal. Ayer vivieron otros, hoy vivimos nosotros, y mañana otros vivirán.
- Ya lo dice el viejo y conocido canto de July Church: “Unos que nacen otros morirán, unos que ríen otros lloraran, aguas sin cauce ríos y mar, penas y gloria, guerras y paz”.
Jesús habló del hombre rico que buscó grandes riquezas para pudiera pasar sus años con comodidad. Pero en sus planes dejó de lado a Dios.
· Lucas 12:20 – “Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
Tal persona podría ser una persona que planifica con sabiduría y que es muy audaz al programar las cosas, todo ante los ojos del mundo, pero Dios lo llama necio.
B. Considera la voluntad de Dios en su vida
El hecho de la incertidumbre de la vida y nuestra ignorancia de lo que nos aguarda el futuro debería empujarnos a considerar la voluntad de Dios en todos nuestros caminos.
· Versículo 15 – “En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.”
No es nada más que pura jactancia lo que nos hace pensar que nosotros podemos vivir o movernos y tener nuestro ser independiente de Dios. Esta jactancia es la esencia del pecado: una independencia orgullosa, la raíz de todos los pecados, como lo fue con el caso de Lucifer (Isaías 14:12-15) y Adán (Génesis 3:5-7).
El deseo de Pablo era estar en la voluntad de Dios y del mismo modo debería ser el nuestro.
· Hechos 18:21 – “…pero otra vez volveré a vosotros, si Dios quiere…”
· 1 Corintios 4:19 – “Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere…”
La voluntad de Dios siempre es lo mejor para Sus hijos. En Romanos 12:2, Pablo lo llama la, “buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Sólo pocas personas prefieren la voluntad de Dios. Confieso que no me gustaría tener todo el mundo en mis manos y estar fuera de la voluntad de Dios.
· 1 Juan 2:17 – “Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”
C. Considera nuestros deseos en la vida
· V.16 – Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
Nuestros deseos deberían ser aquellas cosas que Dios desea para nosotros.
Jactancia o Presunción – es la Confianza ciega u obstinada; atrevimiento irrazonable; el osar emprender algo sin la posibilidad razonable de éxito, o que va en contra de las usuales probabilidades de seguridad; arrogancia; confianza irrazonable en el favor divino.
· Salmos 37:4 – “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
Si nuestros deseos nos acercan a Dios, entonces estaremos satisfechos, pero si ellos nos desvían de Dios porque son pecaminosos, debemos esperar la decepción.
La voluntad de Dios es sin lugar a dudas el secreto para la victoria en la vida cristiana y el poder para el servicio.
Este capítulo concluye con una de las definiciones más importantes y exhaustivas acerca del pecado en toda la Biblia.
· Versículo 17 – “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.”
Es posible que los hermanos que estén ahora mismo sentados sean culpables de cometer algún pecado en el momento que se sientan en el servicio de adoración. Podrías no ser culpable de hacer algo que Dios haya prohibido, pero podrías ser culpable de descuidar lo que ha ordenado.
Nuestro conocimiento de lo que es bueno nos hace culpables del pecado si no lo hacemos. Jesús dijo: –
· Juan 13:17 – “Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”.
No sólo debemos dejar de hacer lo malo, también debemos esforzarnos por hacer lo que es correcto.
Me temo que muchos creyentes perderán el encomio de Jesús:
· Mateo 25:21 – “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”.
Santiago sabe que es mucho más fácil el pensar y el hablar sobre la humildad y la dependencia de Dios que el vivirla. Aun así, conocemos lo suficiente del plan en la mente de Dios: y ahora somos nosotros los responsables de llevar a cabo esos planes.