Salmo 19
Salmo 19 • Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 15 viewsNotes
Transcript
Salmo 19
Salmo 19
Después de tener una serie larga sobre La Familia, hoy vamos a estudiar sobre el Amor de Dios que es tan profundo por nosotros, que decidió revelarse, mostrarse a todo aquél que está dispuesto a ser objetivo y verlo.
Una pareja de ancianos casados por 60 años, lo compartían todo, sin secretos, excepto uno, la esposa tenía una caja de zapatos que, cuando se casaron la puso en un armario y le hizo prometer a su esposo que nunca la miraría y no preguntaría. Él lo prometió y lo cumplió por 60 años. Un día la esposa enfermó y fue al hospital. El marido guardó sus cosas y encontró la cajita, la llevó al hospital y le pidió permiso a su esposa para abrirla. Ella aceptó. Abrió la caja y sólo vio 2 muñecas tejidas por ella y unos 200 mil pesos. Ella le dijo: “cuando nos casamos mi abuela me dio esa caja con un consejo: si te peleas con tu esposo o tienen una diferencia, busca reconciliarte tan pronto como puedas, si no puedes reconciliarte, no digas nada, ni una sola palabra, lo que harás es ir a tu recámara y tejer una muñeca. Así que, eso hice, dijo la esposa. El esposo vio que sólo había 2 muñecas y se enterneció, lágrimas asomaron sus ojos cuando le dijo a su esposa: me doy cuenta que después de 60 años de matrimonio, sólo hemos tenido 2 conflictos sin resolver. Ve el dinero y le pregunta ¿y esos 200 mil pesos?, ella responde, cada vez que tejía una muñeca, la vendía en la tienda de artesanías y ese es el dinero de las ventas.”
Sin duda esta pareja tenía una falla en la comunicación, un hombre insensible y una mujer con frustraciones reprimidas por 60 años. Pero con dinero.
En esta época es más evidente esa falta de comunicación efectiva. Podemos tener una reunión familiar en que cada uno está metido en su celular o tableta. La comunicación es remplazada por un silencio.
Muchas personas sienten lo mismo con respecto a Dios: ¡Dios háblame! ¡di algo! El profeta Isaías dijo:
“ ¡Oh, si irrumpieras desde el cielo y descendieras!...” (Isaías 64:1, NTV)
¿Cuántos hemos sentido algo así en algún momento de la vida? Pues el Salmo 19, un salmo de David, nos dice que Dios ha hablado y sigue hablando. David dice que Dios se revela en la naturaleza, se revela en las Escrituras y en el Carácter. Podemos ver a Dios, con sólo ver arriba en los cielos, lo podemos ver, viendo hacia abajo en las Escrituras y viendo hacia adentro de nosotros. En estos 3 lugares Dios continúa hablando.
A veces le decimos a Dios: ¡Por favor dime algo! ¡háblame! Dios nos diría: ¡Escucha algo! ¡Escucha cuando te hablo! En los cielos, Dios Revela SU Gloria, en las Escrituras Dios revela SU Grandeza y en nuestra alma Dios revela SU Gracia.
Veamos los primeros versos,cómo Dios nos habla por medio de los cielos.
“Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento despliega la destreza de sus manos. Día tras día no cesan de hablar; noche tras noche lo dan a conocer. Hablan sin sonidos ni palabras; su voz jamás se oye.” (Salmo 19:1–3, NTV)
“Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra y sus palabras, por todo el mundo. Dios preparó un hogar para el sol en los cielos, y éste irrumpe como un novio radiante luego de su boda. Se alegra como un gran atleta, ansioso por correr la carrera. El sol sale de un extremo de los cielos y sigue su curso hasta llegar al otro extremo; nada puede ocultarse de su calor.” (Salmo 19:4–6, NTV)
David dice que los cielos están hablando, están diciendo algo. David como pastor de ovejas pasaba mucho tiempo acampando, mirando las estrellas. Quizá escribe este salmo cuando el sol empezó a ocultarse en el mar muerto. Está en Belén, sale el sol cuando el va con sus ovejas buscando pastos verdes, está recostado, el sol a punto de meterse y escribe: “Los cielos están diciendo algo ¿qué me dices Señor?”
Desde el principio la humanidad se ha preguntado ¿hay alguien arriba? si es así ¿quién? Sabes que en Green Bank, Virginia del Oeste, está el radio telescopio más grande del mundo, es tan grande que en su interior cabe un estadio para 60 mil personas. Fue diseñado para escuchar ondas de radio del espacio; en un radio de varios km a su alrededor no se puede usar teléfono celular, wi-fi, radio. Un trabajador dijo: “al estar escuchando el espacio, empiezas a preguntarte ¿cómo llegaron todas esas estrellas allí? ¿por qué están ahí? ¿de dónde vienen? y eso lleva a preguntarte ¿de dónde vengo?
Todas son preguntas válidas y esas preguntas son las que provocan ver el cielo. David dice que los cielos están diciendo, hablando, declarando algo, están predicando algo.
“Los cielos proclaman la gloria de Dios...” (Salmo 19:1, NTV)
No proclaman la gracia de Dios, ni el Amor, Misericordia o el juicio d Dios, están hablando de ¡la Gloria de Dios! El glorioso diseño del universo nos habla del glorioso diseñador detrás de ese diseño.
EN filosofía hay una palabra media rara: Teleología, que busca explicar el propósito o la finalidad de las cosas. La idea es que todo en el mundo, universo, tiene un propósito o una meta hacia la cual se dirige. Esto del diseño/diseñador, es el argumento Teleológico en apologética. Es el argumento que dice que cuando ves algo diseñado, esperas que haya un diseñador. Un diseño habla de un diseñador. Cuando miras el arte que cuelga en los cielos te obliga a pensar: “Si así son los cielos de glorioso ¡cuánto más debe ser el artista! El arte glorioso habla de un artista glorioso. El sermón que David menciona ¡sigue ahí!
“Día tras día no cesan de hablar; noche tras noche lo dan a conocer.” (Salmo 19:2, NTV)
Somos capaces de observar los movimientos, rotaciones, patrones todos los días, todas las noches, semanas, meses, años. Hay quienes dicen que todo esto que podemos observar es producto de un accidente, o de una generación espontánea, o casualidad, un hecho fortuito.
Pero veamos, ¿qué hecho fortuito de la casualidad da por accidente que la superficie solar de unos 6650 grados C y que nuestro planeta esté a unos 152 millones d Kms de distancia? ¿Por qué digo esto? porque si nuestro planeta estuviera un poco más lejos como marte nos congelaríamos y si estuvieramos más cerca nos quemaríamos. No podríamos tener el tipo de vida que tenemos, pero, claro, algunos dirán, todo esto fue por casualidad.
Otra casualidad es que la pequeña esfera en la que estamos gira sobre su eje 365 veces a medida que hace su viaje alrededor del sol ¿por qué no gira 30 veces? si girara 30 veces sobre su eje, los días, las noches serían 10 veces más largos y habría congelación y enfriamiento alternos y la vida basada en el carbono, tal como la conocemos ¡no podría vivir en el planeta! Pero claro, algunos dirán, todo esto fue por casualidad.
Además la casualidad que la tierra está inclinada 23 grados y un tercio sobre su eje, es lo que hace posible las 4 estaciones de cada año ¡qué coincidencia! Además la atmósfera tiene un equilibrio perfecto de 79% oxigeno, 20% nitrógeno y 1% gases variantes. ¿Por qué no 50/50? Si fuera así ¡no existiríamos! Pero claro, algunos dirán, todo esto fue por casualidad.
La proporción agua /tierra en el planeta es perfectamente equilibrada. El 71% de la superficie son océanos ¿Sabes que si el océano fuera al mitad de tamaño, sólo tendríamos una cuarta parte dela lluvia que tenemos? ¿Cómo sería este lugar? ¡no existiría así como lo conocemos! Si los océanos fueran una 8va parte más grande, tendríamos 4 veces más la cantidad de lluvia y al tierra sería una zona de inundación. Pero claro, algunos dirán, todo esto fue por casualidad.
Y resulta que un accidente cósmico nos tiene aquí, o quizá, podemos ser un poco más humildes y sabios y reconocer ¡hay un diseño en toda la Creación! por lo tanto ¡debe haber un diseñador detrás de todo!
Algunos dicen que venimos de la generación espontánea de una sola bacteria, el astrónomo Sir Frederick Hoyle dijo: “La probabilidad de la generación espontánea de una sola bacteria, es la misma probabilidad de que un tornado barriera un depósito de chatarra y como resultado ensamblara un avión boeing 747.”
No es casualidad, lo podemos ver en ¡Los cielos que cuentan la Gloria de Dios! Es un mensaje universal, en todas partes de la tierra se ven estrellas, en todas partes de la tierra se ve la luna, en todas se ve un amanecer y un atardecer. Por esta razón el apóstol Pablo dijo que lo ves a tu alrededor es suficiente para hacerte responsable de creer en Dios. Es suficiente para que la gente sepa que Dios existe.
“Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.” (Romanos 1:20, NTV)
Si le decimos a Dios ¡háblame! Quizá diría: ¡ya lo hice, te hablo cada día! pero no estás escuchando.
“… Dios preparó un hogar para el sol en los cielos, y éste irrumpe como un novio radiante luego de su boda. Se alegra como un gran atleta, ansioso por correr la carrera. El sol sale de un extremo de los cielos y sigue su curso hasta llegar al otro extremo; nada puede ocultarse de su calor.” (Salmo 19:4–6, NTV)
Es una forma poética de decir que el sol sale por la mañana y se pone por la tarde, como un novio o un atleta. Cuando sales a la calle, el sol da en tu rostro, calienta tu cabeza, eso es por la radiación que emite el sol. ¿Sabes que la radiación que desprende el sol se produce por la pérdida de parte de su masa? ¿sabes que el sol pierde 4,200 millones de toneladas de su masa cada segundo y sólo recupera 1/200 de lo que pierde? ¿qué quiere decir esto? El sol se está agotando y si se está agotando, quiere decir que ¡debe haber tenido un comienzo!
“Los cielos proclaman la gloria de Dios...” (Salmo 19:1, NTV)
Así hablan los cielos, así habla Dios en los cielos. David continúa:
“Las enseñanzas del Señor son perfectas,
reavivan el alma.
Los decretos del Señor son confiables,
hacen sabio al sencillo.
Los mandamientos del Señor son rectos,
traen alegría al corazón.
Los mandatos del Señor son claros,
dan buena percepción para vivir.
La reverencia al Señor es pura,
permanece para siempre.
Las leyes del Señor son verdaderas,
cada una de ellas es imparcial.” (Salmo 19:7–9, NTV)
De pronto David se da cuenta que el Universo habla, pero no dice toda la historia, hay algunas cosas que el universo no pueden decirte acerca de Dios. No te puede decir de Su Amor, o de Su Gracia, o de Su Misericordia, no puede hablarte de Su Juicio.
Al ver las Escrituras tenemos una revelación más especial. Es un discurso específico, en las Escrituras Dios te habla de la vida, de la muerte, de lo que sucede después de tu muerte, del Amor, las relaciones y del futuro.
“Las enseñanzas del Señor son perfectas,
reavivan el alma.
Los decretos del Señor son confiables,
hacen sabio al sencillo.” (Salmo 19:7, NTV)
La primera línea es el título de la verdad de Dios, la 2a, es un atributo de esa verdad y la 3a es el resultado.
Los títulos que vemos de Dios son: “Enseñanzas, mandamientos, Leyes del Señor”, todos estos son sinónimo de las Escrituras.
Los atributos son: “Perfecto, confiables, rectos, claros, pura, verdaderas, imparcial.”
¿Qué quiero decir? Yo reo que la Biblia es la misma Palabra de Dios, que no tiene error en sus documentos originales, creo que tenemos la mente completa de Dios en las Escrituras. Quizá tú no lo has meditado lo suficiente o dado la importancia necesaria. Si te pregunto ¿tienes descargada la Biblia en tu celular? ¿la lees cada día? Si tu respuesta es: pues no la leo cada día, porque no la entiendo, además, cada domingo la escuchamos. Si es así, es posible que no tengas a la Biblia en alto concepto.
Al leer las Escrituras serás llevado a la persona de Jesús, el Jesús histórico, y al saber que es el Hijo de Dios, Dios mismos, vas a querer saber todo lo que ÉL dijo: Por ejemplo, Jesús dijo que las Escrituras no serán quebrantadas:
“… y la Escritura no puede ser quebrantada,” (Juan 10:35, NVI)
Eso es algo alto, importante. También dijo:
“»No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento.” (Mateo 5:17, NVI)
“Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido.” (Mateo 5:18, NVI)
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.” (Mateo 24:35, NVI)
Esto es ver a las Escrituras como muy importantes. Al leer la Biblia puedes saber que estás escuchando la misma Voz de Dios. Jesús vio y creyó acerca de las Escrituras que es la Voz y la Palabra de Dios. Ahora, al leer las Escrituras ¿qué harán por ti? David responde:
“La ley del Señor es perfecta: infunde nuevo aliento...” (Salmo 19:7, NVI)
Reavivan el alma, te dan nuevo aliento cuando sientas que te has cansado, cuando estés desanimado. Te dio aliento la primera vez que llegaste a ÉL y fuiste Salvo y lo hará una y otra vez más.
La Biblia es como un pozo que refresca, infunde nuevo aliento a tu alma, te alinea con SU propósito. Vas a un médico por las necesidades de tu cuerpo, a la universidad por las necesidades de tu mente, pero sólo puedes ir a las Escrituras por las necesidades de tu alma. ¡Refresca tu alma cada día!
Lo segundo que hará por ti es que te va a desafiar:
“… El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo.” (Salmo 19:7, NVI)
No a una personas sencilla con ingenua. La palabra sencillo también significa: de mente abierta a la instrucción. Quizá al leer la Biblia encuentres conceptos difíciles de entender o manejar, son tan grandes que las lees y dices ¿en serio? Pero aunque no lo entiendas, verás que si la sigues leyendo y lo aplicas, tu mente se irá aclarando. En la Biblia, aunque aparentemente hay contradicciones no es así. La gente no rechaza la Biblia porque se contradice a sí mismo, sino que la rechazan porque los contradice.”
Algo más que hace en tu carácter la lectura de las Escrituras es:
“Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al corazón...” (Salmo 19:8, NVI)
Cuando permites que te moldee, el resultado es agradable, trae alegría a tu corazón. Jeremías dijo:
“Al encontrarme con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón...” (Jeremías 15:16, NVI)
La lectura de la Palabra Aclara tu visión.
“… El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos.” (Salmo 19:8, NVI)
Las Escrituras son como el sol que ilumina el callejón más oscuro y puedes ver con claridad para no tropezar. La Biblia nos da luz sobre la vida, la familia, la política, las relaciones, el matrimonio, las finanzas, etc.
La lectura de la Palabra Estabiliza tu futuro.
“El temor del Señor es puro...” (Salmo 19:9, NVI)
David está describiendo el efecto de la verdad escrita de Dios en ti. El efecto de exponerte a la Verdad de Dios, es que dentro de ti producirá un respeto asombroso por Dios. Eso es el temor del Señor y esa Palabra, por ser la Verdad de Dios es pura y...
“El temor del Señor es puro: permanece para siempre...” (Salmo 19:9, NVI)
La verdad que te ayudó ayer, es la misma verdad que te ayudará mañana, funcionó en el pasado y funcionará mañana, si funcionó en ese entonces, está funcionando ahora y estará ahí en el futuro. Además bendecirá toda tu vida:
“El temor del Señor es puro: permanece para siempre. Las sentencias del Señor son verdaderas: todas ellas son justas. Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal...” (Salmo 19:9–11, NVI)
Una de las cosas que la Biblia hace es que te advierte en el camino y de sus peligros. Te dice la verdad que el mundo esconde, que la cultura no quiere que veas. El mundo, la cultura no te dice la verdad sobre las decisiones que tomas, sólo te dice ¡hazlo, todos lo hacen, no pasa nada! La Biblia te dirá: “lo puedes hacer, pero quiero advertirte sobre esto”.
“...Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa.” (Salmo 19:9–11, NVI)
La revelación de la Gloria de Dios significa que me veo a mí mismo como realmente soy. Al ver la Gloria de Dios en los cielos, me doy cuenta de la grandeza de Dios, veo la necesidad de Su gracia en mi alma, en mi vida.
Esta es la razón por la que debemos darle a Dios acceso sin restricciones a nuestra conciencia, lo que proclaman los cielos y lo que dicen las Escrituras ¡es lo que mi alma debe procesar!
Así que la próxima vez que le digas a Dios ¡Por favor háblame! ¡di algo! Hoy David te dice ¡Dios ya te ha hablado! ¡ha estado hablando durante mucho tiempo! y te sigue hablando hoy. Dios habla en los cielos, habla en las Escrituras y habla en tu propia alma.
Termino con este último verso de este salmo 19:
“Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi roca y mi redentor.” (Salmo 19:14, NTV)
Palabra de Dios
Oremos