Llamados a corregir el Timón

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Exordio

Hace algunos años un hombre se aventuro a darle la vuelta al mundo en un velero, pero cuando cruzaba por el estrecho de Magallanes el timón del velero se reventó por las fuertes corrientes y tormentas que hay en el estrecho, pues en este punto las corrientes que cruzan el planeta se estrechan formando fuertes remolinos y corrientes encontradas, al igual que las enormes tormentas por el cruce de los vientos.
El piloto había perdido la esperanza de sobrevivir, fue arrastrado por las fuertes corrientes y luego de 3 meses de búsqueda fue encontrado, ya casi para morir. Y todo, por haber perdido su timo.

Planteamiento del problema

Una de nuestras experiencias al llegar al evangelio es de un emoción, hemos llegado a los pies del cristo de la Gloria, se nos ha revelado de una manera sobre natural, ahora, al conocerle, nuestros ojos se han abierto, todo parece más claro. “AHORA SOMOS HIJOS DE DIOS”.
Pero… cuando comenzamos a conocerlo por medio de las denominaciones, las cosas se van complicando un poco. El hombre va colocando sus prejuicios, las arandelas al evangelio, en vez de ser luz, comenzamos a ser piedras de tropiezo.
Los que debería ser maduros en la fe, se han convertido en los jueces en la iglesia, surgen los susurraros, los chismes de corredor, comenzamos a prejuiciar a los recién llegados, hablamos sin ni siquiera conocer el contexto e los integrantes que han llegado a la iglesia, lanzamos inmediatamente frases hirientes en contra de la religión o la fe que profesaban, en contra de sus líderes. No tenemos sabiduría ni permitimos que el Espíritu Santo haga su obra.
Nada raro que la mayoría de las personas que llegan nuevas a la iglesia ligerito se van decepcionados de los miembros de la misma iglesia.
Como vemos no hay sabiduría, no estamos dispuestos a instruir con amor, corregir con paciencia, juzgar con sabiduría.
Todo es hecho bajo EL PRISMA DE LA RELIGIOSIDAD.
Bien dice el refrán que existía en el cristianismo hace algunos años.
Iglesia pequeña, Infierno grande”
De hecho nosotros pasamos por eso y creo que valla que sí lo conocemos y sabemos que es cierto.
Pero… Esto no es de ahora, esto ha sido de toda la vida. Cuando vemos al apóstol Pablo exhortando a la iglesia de corintios, aborda estos mismos problemas.
1 Corintios 1:10–12 RVR60
10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
2 Corintios 12:20 RVR60
20 Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes;
El problema requirió 2 cartas del Apóstol para abordar el tema, pues al parecer, la iglesia no había corregido el tema. ¡Seguían en sus pecados!
Este es un tema que ha afligido la iglesia atravez de la historia de la iglesia.
Esto ha reflejado la carencia de madurez en los miembros de la iglesia, la falta de compromiso por solucionar las cosas.
Viene a mi mente cuando yo me congregaba en una iglesia denominacional aquí en Medellín, como líder fui a visitar una de las iglesias hermanas. Recuerdo al pastor, un hombre muy entregado y muy amoroso de Dios, centrado en la palabra. Llegan dos hermanas con un problema al hermano, ambas necesitaban que el problema fuera corregido, pero… cuando se estaba conversando con el pastor al respecto, las hermanas se agarraron literalmente del pelo en medio de la iglesia y frente a todos los hermanos de la iglesia.
Pobre siervo de Dios, no me gustaría estar en sus zapatos. Él no sabía que hacer ante semejante caso de intolerancia en medio de la iglesia.
Lo que hizo al respecto luego, No lo se. Lo que si se es que ambas fueron expulsadas de sus labores como líderes de la iglesia. No se si se quedarían en la iglesia o si se fueron.
Pablo, refiriéndose a los religiosos de la época, los que se habían convertido de los judíos, que conocían la ley los confronta fuertemente en la carta de los romanos que estamos estudiando.
Romanos 2:17 (RVR60)
17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
Cuando una persona dice: “Yo soy judío”, queriendo significar: “Por eso soy mejor que tú. Escúchame con cuidado y haz todo lo que te digo”, entonces esa persona está poniendo su confianza en sí mismo, no en Dios.
Recordemos que estos mismos que se enorgullecen de ser judíos y que se glorían en la ley, fueron los mismos que mataron a los profetas, persiguieron a Elías para asesinarlo, crucificaron a Cristo Jesús. Muchos de los que ahora “se habían convertido” fueron los que una vez estaban gritando a todo pulmón delante Poncio Pilato “Crucifíquenlo, crucifíquenlo” Algo similar a muchas denominaciones. Hace algún tiempo vimos una escena muy triste de dos pastores muy religiosos que nos juzgaban a nosotros y como casi se agarran en la calle ellos dos, sin importar que los estuvieran viendo, peor aún, acabando de salir de un congreso de pastores.
“… y confías en (la) ley.” Nuevamente aquí hay que tener en cuenta que hay un sentido en que confiar o descansar en la ley de Dios es lo correcto. ¿No es la ley de Dios la norma por la cual debe regularse la conducta de la persona? ¿Y no se “deleitaba” el salmista en la ley de Dios? Léase el Salmo 119.
Sin embargo, los judíos que Pablo tenía en mente cometían un doble error en lo referente a su confianza en la ley:
1) la mera posesión de la ley y su instrucción en la misma les daba un sentido de seguridad y superioridad; y
2) creían que por medio de un esforzado y continuado esfuerzo por obedecer esa ley ellos podían, de alguna manera, alcanzar la salvación.
“… y te jactas de tu relación con Dios”: ¡como si esta relación—aun en el caso que la hubiera—hubiese sido ocasionada por buenas obras!
Esto es lo que caracteriza la Denominación, “El orgullo de pertenecer a la iglesia del pastor tal o pascual. No en la relación personal con su VERDADERO SALVADOR, CRISTO JESÚS.
Jeremías 9:24 RVR60
24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Recordemos que esto era lo que oraba el fariseo en Lucas
Lucas 18:11 RVR60
11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
Tristemente esto es lo que vemos en la mayoría de denominaciones. Esto es una realidad. fallamos por que “creemos que estamos sentados con Dios a su diestra” “Somos perfectos y conocemos tanto que tenemos el privilegio de poder reprender o darle garrotes a otros o a juzgar aún la misma iglesia, cuando como iglesia es que estamos fallando.
Recordemos lo que dice Tito
Tito 3:5–7 (RVR60)
5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Romanos 2:18–20 (RVR60)
18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad.
Ahora bien, ¿Eran conocedores de la Palabra de Dios? ¡Claro que si!
¿La entendían? ¡No la entendían porque había un velo que les impedía ver la revelación de Dios, es por esto que no pudieron entender y mucho menos comprender la voluntad de Dios, por esto, al igual que la iglesia de hoy, se revelaban una y otro vez contra la voluntad de Dios, el velo estaba allí y era el velo de la religiosidad con la que tomaron la ley y que muchos judíos en la actualidad aún lo siguen teniendo, y sobre todo, por su peculiaridad con la que interpretan la ley de Dios, muy delicado, lo hacen por medio” DEL CABALA” y lo triste, así como en la carta de los romanos, hoy muchos miembros de la iglesia han vuelto y están volviendo a la esclavitud de la ley.
Romanos 2:21–23 RVR60
21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? 22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? 23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
Romanos 2:24 RVR60
24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.

Conclusión

Como hemos visto, tanto los dudíos como el resto de la iglesia nos hemos vueltos jueces y verdugos en muchos de los casos, es por esto que nuestro juicio debe ser conforme a la revelación del espíritu de Dios, conforme a su Palabra aplicada a nuestras vidas, antes de entrar en juicios indiscriminados contra otros, estamos llamados a ser restauradores de portillos y restauradores de calzadas, al que está caído, es nuestro deber levantarlo, al que está hambriento de Dios, debemos ser guías de ellos y llevarlos a la fuente de vida, Cristo Jesús. Esa es nuestra tarea y nuestra responsabilidad, ser padres y madres que están dispuesta consolar, guiar, enseñar e instruir, pero comenzando desde la aplicación de la palabra a nuestras vidas.
Isaías 58:12 RVR60
12 Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.
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