La consecuencia de quebrantar un pacto

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Esta historia nos revela la importancia de guardar las promesas porque no son olvidadas por Dios.

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La consecuencia de quebrantar un pacto

2º Samuel 21:1–6
1Hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos. Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por causa de Saúl, y por aquella casa de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas. 2Entonces el rey llamó a los gabaonitas, y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del resto de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel habían hecho juramento; pero Saúl había procurado matarlos en su celo por los hijos de Israel y de Judá.) 3Dijo, pues, David a los gabaonitas: ¿Qué haré por vosotros, o qué satisfacción os daré, para que bendigáis la heredad de Jehová? 4Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis, haré. 5Ellos respondieron al rey: De aquel hombre que nos destruyó, y que maquinó contra nosotros para exterminarnos sin dejar nada de nosotros en todo el territorio de Israel, 6 dénsenos siete varones de sus hijos, para que los ahorquemos delante de Jehová en Gabaa de Saúl, el escogido de Jehová. Y el rey dijo: Yo los daré.

Introducción

Esta historia narra la injusticia cometida por Saúl al quebrantar el pacto de los Gabaonitas con Josué, unos 400 años atrás.
Saúl asesinó a varios Gabaonitas, creyendo que con esto estaba agradando a Dios. (2…Saúl había procurado matarlos en su celo por los hijos de Israel y de Judá.)
Sin embargo, había un pacto que estos había echo con Josué cuando conquistaban la tierra prometida.
En esta historia veremos que las promesas que hacemos son tomadas en cuenta delante de Dios, y nos pedirá cuenta sino cumplimos.

La sequía

Hubo un tiempo en el reinado de David que hubo sequía en Israel, y ya había transcurrido tres años.
Esto preocupó a David porque sabía que Dios prometió dar lluvia a su tiempo.
Deuteronomio 11:14yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.
David entendió que algo estaba mal, que había un pecado que impedía la bendición de Dios. Levítico 26:20Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto.
David por tanto consulta a Dios para conocer el problema.
Dios le responde: 2º Samuel 21:1Hubo hambre en los días de David por tres años consecutivos. Y David consultó a Jehová, y Jehová le dijo: Es por causa de Saúl, y por aquella casa de sangre, por cuanto mató a los gabaonitas.
Saúl había cometido un pecado que afectó a todo el país, ¿Por qué?
Porque el pacto que quebrantó Saúl lo había hecho Josué en representación de todo el pueblo de Israel.
Porque Saúl siendo el representante del pueblo de Israel, el pueblo cometió el pecado en Saúl.
Antes de continuar debemos saber quienes eran los Gabaonitas y cuál era el pacto.

Los Gabaonitas

Josué 9:1–61Cuando oyeron estas cosas todos los reyes que estaban a este lado del Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa del Mar Grande delante del Líbano, los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, 2se concertaron para pelear contra Josué e Israel.
3Mas los moradores de Gabaón, cuando oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai, 4usaron de astucia; pues fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados, 5y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestidos viejos sobre sí; y todo el pan que traían para el camino era seco y mohoso. 6Y vinieron a Josué al campamento en Gilgal, y le dijeron a él y a los de Israel: Nosotros venimos de tierra muy lejana; haced, pues, ahora alianza con nosotros.
Los Gabaonitas eran habitantes de Canaán cuando entró Josué a conquistarla, a diferencia de los reyes de la tierra que se unieron para pelear contra Josué, los Gabaonitas fingieron ser un pueblo lejano para hacer alianza con Israel.
Josué creyó su mentira e hizo pacto de no hacerles daño o matarlos, sin consultar a Dios.
Tres días después se descubrió que mentían, por lo tanto Josué los hizo esclavos, eran encargados de suministrar leña y agua para los israelitas.
Este pacto que hizo Josué con los Gabaonitas lo hizo sin consultar ni tomar en cuenta a Dios. Pero aún así, al descubrir su mentira, Josué sabía que no podía quebrantar el pacto, pues traería maldición sobre el pueblo.
Las promesas, juramentos y compromisos que hacemos, son tomados en cuenta por Dios, aun cuando no tenga nada que ver con las cosas espirituales y no lo hayamos tomado en cuenta a Él.
Es más delicado cuando hacemos promesa a Dios: Eclesiastés 5:4Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.

La solución

2º Samuel 21:3–63Dijo, pues, David a los gabaonitas: ¿Qué haré por vosotros, o qué satisfacción os daré, para que bendigáis la heredad de Jehová? 4Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis, haré. 5Ellos respondieron al rey: De aquel hombre que nos destruyó, y que maquinó contra nosotros para exterminarnos sin dejar nada de nosotros en todo el territorio de Israel, 6dénsenos siete varones de sus hijos, para que los ahorquemos delante de Jehová en Gabaa de Saúl, el escogido de Jehová. Y el rey dijo: Yo los daré.
David se pone en contacto con los Gabaonitas para resarcir la injusticia de Saúl.
Ellos al principio no pidieron nada: 2º Samuel 21:4Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis, haré.
Sin embargo, debía cumplirse la ley para romper la maldición.
Éxodo 21:23–24Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie
Los gabaonitas piden siete hijos de Saúl para asesinarlos en compensación por los gabaonitas que Saúl mató.
Esto parece cruel e inhumano, sin embargo, es el precio del pecado: “la muerte”. Romanos 6:23Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Saúl ya había muerto, por tanto, cobran la deuda con sus hijos y nietos:
2º Samuel 21:7–97Y perdonó el rey a Mefi-boset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el juramento de Jehová que hubo entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl. 8Pero tomó el rey a dos hijos de Rizpa hija de Aja, los cuales ella había tenido de Saúl, Armoni y Mefi-boset, y a cinco hijos de Mical hija de Saúl, los cuales ella había tenido de Adriel hijo de Barzilai meholatita, 9y los entregó en manos de los gabaonitas, y ellos los ahorcaron en el monte delante de Jehová; y así murieron juntos aquellos siete, los cuales fueron muertos en los primeros días de la siega, al comenzar la siega de la cebada.
David se aseguró de guardar la vida de Mefi-boset por el juramento que hizo con Jonathan su padre.
Pero entregó dos hijos de Saúl que tuvo con una concubina: Armoni y Mefi-boset.
Además, cinco nietos hijos de Mical, pero en realidad son hijos de Merab hija de Saúl. 1º Samuel 18:19Y llegado el tiempo en que Merab hija de Saúl se había de dar a David, fue dada por mujer a Adriel meholatita.
Mical no tuvo hijos. 2º Samuel 6:23Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.
La única explicación es que es posible que Mical estaba a cargo de mantener a los hijos de Merab.
Es necesario enfatizar que, aunque esto parece cruel, los Gabaonitas ni David actuaron con maldad o resentimiento, solamente hicieron cumplir la ley para resarcir la injusticia cometida por Saúl.
Hoy en día no estamos en esa ley, sin embargo, sufrimos consecuencias cuando no honramos nuestras promesas y compromisos.

Conclusión

En esta historia, Josué hizo pacto con los gabaonitas en representación del pueblo. Saúl quebrantó el pacto en representación del pueblo.
Hoy día nuestras autoridades nos representan. Romanos 13:1–2Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
Los países tienen los gobernantes que merecen, pues estos salen del mismo pueblo, son un reflejo de la ética y moralidad que hay en la sociedad. No vale decir “no tengo presidente”, el presidente en turno será tu representante ante Dios, te guste o no, si este comete faltas delante de Dios, afectará al país.
Por lo tanto es importante orar constantemente por nuestras autoridades, pedir perdón por los pecados de nuestro país y clamar misericordia. 1 Timoteo 2:1–2Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
Muchas de las desgracias y dolor que existe en el mundo, aunque parece injusto, es consecuencia del pecado.
El hombre no quiere reconocer esta verdad y muchos culpan a Dios, pero no están dispuestos a humillarse y clamar misericordia.
2º Crónicas 7:14si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
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