EL ENEMIGO
VUESTRO ADVERSARIO EL DIABLO
DIABLO (διάβολος, diabolos; “difamador, diablo”). El adversario de Dios.
El diablo en el Antiguo Testamento
Διάβολος (Diabolos)-que significa “difamador, adversario” (Xenophon Agesilaus 11.5; Núm 22:22, 32 LXX; 1 Tim 3:11; 2 Tim 3:3; Tit 2:3)—fue utilizado sistemáticamente para traducir שָׂטָן (satán) como “acusador, satanás” en la Septuaginta (1 Crón 21:1; Job 1–2; Zac 3:1–2 LXX).
El nombre diablo no aparece en el Antiguo Testamento, pero la figura de Satanás se menciona específicamente en 1 Crónicas, en Job, y en Zacarías. Satanás es utilizado como nombre propio solamente en 1 Crón 21:1 porque carece de artículo. En cada libro, el Satanás al que se hace referencia es presentado como acusador de los santos de Dios, tales como David, Job, y Josué el sumo sacerdote.
El origen de Satanás como un ángel perfecto que se rebeló contra Dios antes de la creación se puede hallar en una lectura teológica de Isa 14:12–15 y Eze 28:12–19, pero no en una lectura histórica. El referente histórico de estos pasajes no es Satanás, sino los reyes malvados de Babilonia y de Tiro. No obstante, el lenguaje hiperbólico parece describir a alguien más que humano (Isa 14:13–14; Eze 28:12–14).
El diablo en la literatura del segundo templo
En el período del Segundo Templo, el diablo pasó de ser un adversario acusador en la corte celestial a ser una personificación del mal. Este cambio se pudo haber dado por el fervor apocalíptico de resolver el problema de la bondad de Dios y la presencia del mal en el pueblo de Dios. En este período, el diablo se convierte en el gran adversario de Dios y su pueblo.El libro de la Sabiduría de Salomón indica, “la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo” (Sabiduría 2:24). Tal vez el primer relato del origen de la caída de Satanás viene de la obra Vida de Adán y Eva, escrito hacia fines del primer siglo d.C. (comparar 2 En. 29.4; 31.3).
El diablo en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, Mateo usa el nombre diablo con mayor frecuencia, mientras que Marcos no usa el término en absoluto.
Otros nombres de Satanás incluyen:
• el maligno (Mat 5:37)
• dragón (Apoc 12:3)
• serpiente (2 Cor 11:3)
• el tentador (Mat 4:3)
• Belial (2 Cor 6:15)
• príncipe de este mundo (Juan 12:31; Efe 2:2)
El origen de Satanás y su caída no se discute directamente en el Nuevo Testamento, pero podría haber alusiones a ello en algunos pasajes (Juan 8:44; Luc 10:18; 1 Tim 3:6–7; Apoc 12:3–4). En el Nuevo Testamento, el principal objetivo del diablo es frustrar el plan soberano de Dios (Mat 4:1–11; 16:21–23) y destruir al pueblo de Dios (Luc 22:31–32; Efe 6:10–12; 1 Ped 5:8; Apoc 12:10).
Al diablo se lo describe como:
• quien gobierna sobre un reino (Mat 12:24; Luc 11:18; Efe 2:2; Col 1:13).
• quien enceguece la mente de los incrédulos (2 Cor 4:4).
• quien tiene poder sobre la muerte (Heb 2:14).
• quien tiene al mundo entero bajo su control (1 Jn 5:19).
• quien Dios lo aplastará bajo sus pies (Rom 16:20).
quien tiene poco tiempo (Apoc 12:12), que Cristo lo ha derrotado y le ha quitado el poder al condenarlo en la cruz (Juan 12:31; 16:11; Col 2:15; Heb 2:14; 1 Jn 3:8; Apoc 12:7–9). Después del regreso de Cristo y su reino milenial, el diablo será arrojado a un lago de fuego, donde será atormentado día y noche por los siglos de los siglos. (Mat 25:41; Apoc 20:10).
καταπίνω tragar, pasarse, devorar, absorber