Acercándonos 2
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EL ÚNICO
EL ÚNICO
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La semana pasada empezamos una serie sobre cómo Dios buscó acercarse y nos pide que nosotros también nos acerquemos a ÉL. Y la única condición que puso para iniciar la relación fue confiar en algo que el pueblo no entendía.
La mayoría de las religiones tienen la idea que para que Dios se agrade de mí, tengo que ser bueno, portarme de cierta manera, porque Dios me escuchará sólo si soy bueno. Por eso casi todas las religiones tienen leyes, mandamientos que son necesarios cumplir para poder acercarse a Dios. ¿De dónde salió esta idea? Que para empezar la relación con Dios, tengo que cumplir ciertas leyes.
Es verdad que Dios ha dado leyes y mandamientos, pero esos los dio después de mas de 400 años de silencio. La semana pasada vimos que los mandamientos no son una condición para la relación, son una confirmación de la relación. No son una condición para ser aceptados, son una confirmación de que ya hemos sido aceptados.
Los mandamientos se dieron a un pueblo que sólo sabía ser esclavo, pero que ahora están fuera de Egipto. Se los dio una vez que dejó bien claro que ya eran su pueblo ¡no para que fueran su pueblo!
Es igual en estos tiempos. No le ponemos reglas a los hijos de las demás personas, le ponemos reglas a nuestros hijos, y ellos no se convierten en nuestros hijos cuando aceptan las reglas, son mis hijos, no porque tienen reglas, tienen mis reglas porque son mis hijos. Fueron mis hijos desde antes que pudieran saber mis reglas.La relación precede la regla.
Estudiamos la razón de esos mandamientos y descubrimos que para tener una relación con Dios ¡no tienes que cumplirlo! Lo único que hizo el pueblo de Israel fue confiar en ÉL y obedecer la instrucción de preparar una comida de la forma como ÉL lo pidió, aunque para ellos eso de poner sangre en las puertas y ventanas ¡no tenía sentido!
Después de confiar en ÉL ¡salieron de Egipto! Cruzan el mar y los lleva al Monte Sinaí, ahí les da los mandamientos, y los primeros mandamientos no son los de no matar, no robar, no mentir, eso los pone al último.
La historia está en el libro de Éxodo y está en el capítulo 20 después que han sido liberados. Los mandamientos que veremos hoy, nos animan y al mismo tiempo nos pide que tomemos la decisión más importante, después de haber confiado y aceptado a Jesús. Si no tomas esta decisión, los demás mandamientos no van a tener sentido, serán irrelevantes. La razón por la que muchas personas ven a Dios sólo a través del lente de los mandamientos, es precisamente porque no entienden estos primeros 2 mandamientos.
“Luego Dios le dio al pueblo las siguientes instrucciones: «Yo soy el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto, donde eras esclavo. »No tengas ningún otro dios aparte de mí.” (Éxodo 20:1–3, NTV)
Lo que está diciendo es: ¡Quiero ser el Único Dios en tu vida!No quiero ser el primero de muchos, no quiero ser uno más en la lista ¡demando exclusividad! ¿Por qué dijo eso? porque los israelitas venían de una cultura en que adoraban a muchos dioses. Muchos de nosotros viene de una cultura en que hemos hecho dioses de nuestras vidas muchas cosas. No las adoramos, pero son lo que ocupa nuestra mente y corazón.
Esto que les pide, para ellos es “raro” ¡tener un sólo Dios! Cuando la costumbre local, lo que era popular, era tener muchos dioses, uno para cada necesidad.
Tenían un dios para la enfermedad, para la cosecha, para tener novio voltear de cabeza, para la fertilidad, etc. Lo que Dios está diciendo es ¡Quiero ser el ÚNICO! La única fuente de la que dependan para todo. ¿Tienen guerra, enfermedades, temores? ¡Vengan a mí! Lo que sea que necesiten ¡vengan a mí! Porque Solamente YO SOY DIOS.
Lo que sigue diciendo es ¡Quiero que me reconozcan como DIOS! Más que cumplir mandamientos, leyes, quiero ser el centro, que me reconozcan por quien YO SOY.
Si obedeces, si crees, si vives este mandamiento, todos los demás serán sólo para rellenar los huecos; si aceptan este primer mandamiento ¡todo lo demás será fácil! Esto es lo primero, el principio para que la relación con nuestro Padre funcione ¡No para que empiece!
“»No te hagas ninguna clase de ídolo ni imagen de ninguna cosa que está en los cielos, en la tierra, o en el mar.” (Éxodo 20:4, NTV)
Este mandamiento pudiera parecer una repetición del anterior, sin embargo, lo que está diciendo ahora es: Quiero ser el Único y no quiero tan siquiera que intentes hacer algo que me represente a mí. O sea, no quiero que hagan figuras, estatuas, ni nada que me quiera representa.
Una vez más, esto le está cambiando la mentalidad a toda la nación, como la sigue cambiando en nuestros días a quienes le quieren escuchar. En esa época, todas las culturas tenían una imagen para poder ir a un lugar específico y adorar. Dios les dice: YO SOY, el ÚNICO DIOS y no se atrevan hacer nada con sus manos que quiera representarme.
Ahora, mientras Moisés está recibiendo las leyes en la montaña, han pasado varios días y ¿adivina qué está haciendo el pueblo en la planicie? ¡exacto! Están haciendo un ídolo. El pueblo ve que Moisés no regresa, se desesperan, quieren adorar y le piden a Aarón que les haga algo para que puedan adorar. ¿Qué pasaba? Todo ser humano nace con la necesidad de querer adorar.
Por eso Dios les dice: “No te atrevas a hacer algo para querer representarme, porque no importa qué hagas ¡YO SOY Más grande y YO SOY Todo poderoso!
No intenten hacer nada manejable, transportable, estable, no quiero que intenten hacer algo que me represente; esto es importante por las implicaciones. ¿Cuáles son esas implicaciones? No me reduzcas, no quiero que piensen en mí como una ubicación, de modo que piensen que pueden entrar y salir de mi presencia.
Todos nosotros lo hemos querido hacer: Dios de los domingos, tú eres Dios de la iglesia, del incienso, de la ropa púrpura, de la corbata, de la horchata, eres un Dios que pide cosas que puedo hacer, eres religión, de los domingos, pero los demás días de la semana, yo puedo ser quien yo quiera y me puedo servir con la cuchara grande. Dios dice: No te atrevas a querer reducirme a algo que puedas mover a tu antojo.
Esto es asombroso, casi increíble, porque es un nuevo concepto en su forma de ver el mundo y mucho más de los judíos. No importa a dónde voy ni dónde esté ¡Ahí puedo adorar y orar al Dios invisible! Puedo saber con toda certeza que Dios está ahí. Esto es nuevo, esto no estuvo en ninguna religión y como por mil años, los judíos fueron los únicos con esta idea.
Es Dios diciendo: Quiero ser el centro de cada decisión. No me quieras reducir a un día, una regla, a un componente de tu vida.
Sabes, que si sólo hubiera estos 2 mandamientos sería suficiente. Si Dios fuera el centro de tu vida ¡no robarías! Porque confiarías en Dios para suplir todas tus necesidades.
Si Dios fuera el centro de tu vida, no tendrías nada para codiciar.
Si quitas estos dos primeros mandamientos ¡lo demás son reglas! Reglas que puedes decidir si los cumples o no.
Siempre que alguien desobedece algún mandamientos hay una excusa, una justificación. En un mundo donde tú eres el centro, puedes justificar casi cualquier cosa. Porque si quitas a Dios del centro de tu vida, lo demás son reglas que puedes romper.
Es Dios diciendo: NO se trata de robar o no, no se trata de matar o no, YO SOY DIOS, quiero estar en el centro de tu vida y no intentes reducirme a algo que puedes manejar, manipular, esconder, voltear, tal como haces con los ídolos del pasado. Esto es tan importante que le agrega una advertencia:
“No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación.” (Éxodo 20:5, NTV)
“No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios...” (Éxodo 20:5, NTV)
Tenemos una relación, ya eres mío, ya estás adentro.
“… soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses...” (Éxodo 20:5, NTV)
No me gusta competir con nada por tu vida. No quiero que le des el tiempo, la Gloria a nada ni a nadie más. Merezco la Gloria y quiero estar en el centro de tu vida. No es que Dios sea inseguro, sino que nuestras vidas van a funcionar mejor cuando ÉL está en el centro. Sabe que si nos alejamos de ÉL hacia otro dios, quién saldrá perdiendo ¡somos nosotros! Es por amor a nosotros y porque tenía un plan para ellos en el futuro, así como tiene un plan para ti y para mí.
“… Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación.” (Éxodo 20:5, NTV)
Si quieres reducirme a algo que puedes manejar, esconder, ya sea porque soy Dios de un sólo día, un lugar; si decides que no seré el único Dios en el centro de tu vida es peligroso. Claro que lo puedes hacer ¡es tu decisión! pero vas a sufrir y también tus hijos, nietos, biznietos, porque has decidido sacarme del centro de tu vida.
Quizá pienses ¡esto no es justo! Pero hasta ahora Dios no ha hablado de lo que es la justicia; la única razón que Dios dice es: ¡Porque soy celoso! Esta palabra nos pone incómodos ¿sabe que quiere decir que castigará a los hijos y a los nietos? ¡la verdad no lo sé! Ni siquiera se si esto es para nosotros o sólo para los judíos. No tengo la revelación sobre castigos generacionales.
Lo que sí sé es de las consecuencias generacionales. Algunos de ustedes está sufriendo de adulto la consecuencia de las decisiones de tus padres o de tus abuelos. Sabes que eso no es justo, pero eso no hace que las consecuencias desaparezcan.
Algunos tienen problemas por decisiones que sus abuelos tomaron, o quizá vemos que nuestros hijos o nietos sufren las consecuencias de algo que nosotros hicimos ¡esto no es justo! Quizá es verdad y no es justo ¡Pero esa es la verdad!
Lo hemos vito o lo hemos experimentado, hemos visto las consecuencias generacionales por decisiones que tomamos cuando Dios no es el centro de nuestra vida. ¡Quizá no sea justo! pero la verdadera pregunta es ¿esto sucede en la vida real? ¡claro que sí!
Si decides o guardar, obedecer estos mandamientos, si intentas ponerme en una esquina junto con otras imágenes, habrá consecuencias y no sólo para ustedes, sino para las demás generaciones; lo que quiere decir que tu vida no funcionará bien si YO no SOY el centro de tu vida, dice el SEÑOR. Y continúa:
“Pero derramo amor inagotable por mil generaciones sobre los que me aman y obedecen mis mandatos.” (Éxodo 20:6, NTV)
No sólo a 4 generaciones, Dios dice: si deciden que YO SOY el centro de tu vida y el Único Dios, YO seré la fuente para todas tus necesidades, si me dejas serlo, no sólo tú serás bendito, sino también tus hijos, nietos, biznietos, tienes el potencial de bendecir a descendientes tuyos que ni siquiera conocerás. Todo por una sola decisión: Obedecer los primeros dos mandamientos.
Y aquí no decimos: ¡no es justo! Que sólo yo reciba bendición y que mis hijos se rasquen solos.
Entonces, no se trata de robar, matar, codiciar, esos son “meros” detalles que complementan. Se trata de tomar una decisión más importante, se trata de reconocer a Dios, por quien ÉL ES, se trata de organizar nuestra vida alrededor de ÉL y no alrededor de nosotros.
Cuando se trata de ÉL, no importa si llueve, si es el único día que puedo descansar: me reuniré con mi familia de la Fe para adorar, Cuando es ÉL el centro, no hay distancias, ni motivos que me impidan reunirme para adorarlo y escuchar SU Voz en comunidad.
Esto nos lleva a la decisión más importante después de aceptar el perdón para Salvación. Se trata de lo que será central, supremo, prioritario en mi vida. Será lo que me haga tomar decisiones ¡serán mis principios! responderá la pregunta ¿qué es lo que más valoro? ¿quién es el Dios de tu vida?
Actualmente no le ponemos altares o nichos al éxito, al trabajo, negocio, familia, novia, esposa, sin embargo están ocupando el centro de nuestras vidas. No los consideramos “dioses”, pero tomamos todas las decisiones tomando en cuenta esas cosas primeramente. Son los principales valores de nuestras vidas.
Si decides ir a trabajar enfermo, pero decides no ir a la iglesia porque estás enfermo, ya sabes quién es tu dios.
Si prefieres no dar el diezmo porque ¡es mucho dinero! ya sabes quién es tu dios.
Con respecto a los dos ejemplos anteriores, no decimos ¡Dios quiero que intervengas en estas áreas! Al contrario, le decimos: Dios mantente al margen de esto, o si lo involucramos es de la siguiente manera: Dios te pido que intervengas y me ayudes con esto, porque esto es lo más importante para mí. Entonces accidentalmente estás violando el 1er mandamiento y Dios no es el centro de tu vida, lo estás poniendo en segundo o tercer lugar.
Si esto es así, vas a tener problemas, porque no estás poniendo a Dios en primer lugar, donde quiera que tengas un pequeño dios, ya sea trabajo, deporte, dinero, entretenimiento, orgullo, control, etc. Tu vida se vuelve como un carro que no le han hecho alineación y balanceo, vas por la carretera pero te cuesta mantener el control, te cuesta tenerlo en el carril correcto y vas con más tensión, vas estresado pensando que los demás no van manejando correctamente ¿sabes por qué? porque no estás diseñado para poner algo más que no sea Dios en el centro de tu vida.
“»No tengas ningún otro dios aparte de mí.” (Éxodo 20:3, NTV)
Porque la vida no funciona bien cuando tienes otros dioses antes que YO, no es que pongamos cosas malas en medio, el punto es que ponemos algo más en medio.
Más que obediencia, quiero que me reconozcas por lo que YO SOY, si no tomas una decisión al respecto, los demás mandamientos serán puntos de conflicto.
¿Sabes por qué no queremos decirle a Dios: TÚ serás el centro de mi vida? ¿por qué me cuesta decir, Tu voluntad sea hecha? Porque hemos sido enseñados por la religión que lo que Dios quiere de nosotros es que seamos buenos. Esta es la pelea eterna entre adolescentes y padres, porque para poder ser bueno de acuerdo a ti, nos vamos a perder de lo que es “bueno” para nosotros. Y, mientras creamos esto, nos vamos a seguir resistiendo.
Dios no quiere que los malos sean buenos, Dios quiere mantener a sus hijos ¡libres, libres! Dios quiere mantener a los redimidos ¡redimidos! Dios quiere mantener a lo salvos ¡salvos! Quiere que los que salen de la esclavitud, sigan ¡fuera de la esclavitud!
La ley no es para hacer a la gente mala en buena, la ley es la forma de Dios para mantenerte libre, Dios no quiere hacerte bueno, en todo caso ¿bueno comparado con quién? ¿con DIOS? Jaja, mejor me río ¡nadie puede!
Mientras pienses que Dios quiere hacerte bueno, vas a luchar porque en tu intento de ser bueno, según tú, te vas a perder de lo bueno. Dios dice: Antes de ver los detalles -los otros mandamientos-, nada de eso importa, al menos que decidas que Dios será tu único Dios; no tendremos otros dioses y tú serás el único Dios y estarás en el centro de mi vida y hoy te digo: que tu voluntad se haga en mi vida.
Dios, te entrego mis pequeños dioses, el dios del trabajo, dinero, ira, venganza, orgullo, sexualidad, poder, soberbia, alcoholismo, drogas, etc.
Esto nos asusta, es verdad, pero una vez que lo hagas, y al ver los resultados de tomar esta decisión, sentirás paz que no sabías que podías experimentar.
Sabes que hay una forma de saber quién es tu Dios, y es hacer la pregunta ¿en qué gasto mi dinero? ¿en qué invierto el tiempo? la respuesta a esas preguntas te dicen qué es lo que más valoras.
La mayoría cometemos el error de decir: esto es importante para mí: matrimonio, trabajo, y Dios. Le pides que te ayude en esas áreas porque son importantes para ti, Dios dice: ¡no! porque soy Dios celoso, además, no va a funcionar, YO merezco y quiero estar en el centro de tu vida.
La decisión más importante al ser cristiano es decir: Padre Celestial, tú serás el centro de mi vida, a partir a ahora, no voy a tener otro dios delante de mí, no trataré de reducirte ni de usarte, dejaré que seas el Único en mi vida y organizaré todo lo demás alrededor de ti.
Al tomar esta decisión, tu vida empezará a cambiar, cuando finalmente rindes todo, cuando cedes al Único Dios toda tu vida, entonces, tendrás paz.
Después, Dios pone las demás cosas, pero primero lo más importante:
No tendrás dioses ajenos delante de mí y no me reduzcas a algo que puedas manejar.
En el NT está escrito así:
“Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.” (Mateo 6:33, NTV)
Todo lo demás ÉL lo dará; si no has hecho esta decisión la puedes hacer en esta mañana. Le puedes decir: “Dios, quiero que tomes el control de toda mi vida, cada decisión que tome girará alrededor de ti, Ocupa el centro de mi vida”.
Hasta que no resuelvas este asunto, sobre ¿quién tiene el control de tu vida? todo lo demás que diga la Escritura y los mandamientos, será secundario. Algunas veces no le verás sentido porque si intentas reducir Su Verdad, con lo que piensas, La Verdad nunca tendrá su verdadero impacto en tu vida.
Cuando tengas miedo, recuerda: Dios no quiere hacerte bueno, ÉL quiere mantenerte libre, porque te Ama y ÉL dio los mandamientos aquellos a quienes Ama y ya están en una relación con ÉL.
Palabra de Dios
Oremos