Una Iglesia que Discipula

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Mateo 28:18–20 “18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

I. Las tres partes de la gran comisión

(también son las tres partes de la misión)

Evangelizar

Enseñar

Enviar

Hoy nos concentraremos en la parte de “enseñar”. A esta parte también la llamaremos “discipular”.

Preguntas importantes acerca del discipulado:

¿Qué esperamos de las personas que se convierten?

¿Para qué enseñamos la Palabra a los creyentes?, ¿Qué esperamos de ellos?

II. Los que dice la Palabra de Dios acerca del discipulado.

¿Qué dice la palabra de Dios dice acerca del Discipulado?

1. Colosenses 1.24-29

Colosenses 1:24–29 RVR60

24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios,26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

Aquí aprendemos la primera verdad acerca del discipulado:

“El propósito del discipulado es que los creyentes crezcan en semejanza a Cristo”

Esto el apóstol Pablo también lo expresa en otros textos:

Gálatas 4:19 “19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,”

Volviendo al texto de Colosenses:

¿Qué es lo que aprendemos acerca de cómo debemos discipular?

Es necesario establecer como meta principal que los creyentes crezcan en la semejanza de Cristo, v.28…a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre…

Esta semejanza se logra buscando diversas maneras de enseñar, v. 28… a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría…

Se requiere estar dispuesto a hacer el trabajo, v.29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

2. Hebreos 10.23-25

Hebreos 10:23–25 RVR60

23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

La verdad central que este texto nos enseña es que:

“El crecimiento en la semejanza a Cristo se logra por medio de la edificación mutua entre todos los creyentes”.

Esto es lo que Pablo dice también en su carta a los colosenses:

Colosenses 3:16 “16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”

Por tanto, en este texto de Hebreos aprendemos lo siguiente:

Es necesario que cada creyente se interese por el crecimiento de sus hermanos, v.24 …considerémonos unos a otros…

Como creyentes debemos desechar lo que no edifica para concentrarnos en lo que sí edifica, v.24 …para estimularnos al amor y a las buenas obras…

La iglesia debe proveer oportunidades para la edificación mutua, v.25…no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos…

Debemos tener presente la venida del Señor para alentarnos en la tarea de edificar a nuestros hermanos, v.25..sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Resumen:

Discipular es ayudar a los creyentes a crecer en la semejanza de Cristo.

Esta semejanza se logra por medio de la edificación mutua de todos los creyentes.

Desafío:

Desde hoy, empieza a hacer cambios en tu manera de llevar la iglesia, de modo que el propósito de crecer en la semejanza a Cristo sea uno de los pilares que guíen todo tu ministerio.

Ora para que el Señor te ayude y haz arreglos en tu vida para dejar de concentrarte solo en ti mismo, y así puedas ser de ayuda a tus hermanos en su crecimiento a la semejanza de Cristo.