La Iglesia Nace
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
En nuestro estudio pasado vimos como el día de Pentecostés Pedro expuso su primer sermón el día de Pentecostés.
Fue un sermón bastante fuerte porque directamente acusó a los judíos de haber sido culpables de crucificar al Mesías de Dios.
36 »Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Cristo»
Hace menos de dos meses que muchos de los que estaban allí fueron testigos o conocieron a alguien que fue testigo de la crucifixión de Jesús de Nazaret.
Pedro les dice a todos los oyentes que ellos mismos lo crucificaron - y lo peor de todo es que crucificaron a aquel que fue exaltado por Dios puesto que es Señor y Cristo (el elegido / el mesías).
El día de hoy veremos cual fue la respuesta de la gente y como la reacción de los oyentes dio lugar al nacimiento de la Iglesia de Dios en Jerusalén. Hoy veremos:
Nace la iglesia
La vida de la iglesia
Nace la iglesia
Nace la iglesia
¿Qué respuesta esperamos de los oyentes?
No olvidemos la parábola del sembrador que salió a sembrar.
Parte de la semilla cayó sobre buena tierra pero una mayor parte cayó sobre lugares donde la semilla no pudo germinar y ni echar raíz.
En este caso vemos la reacción de la gente:
37 Al oír esto, conmovidos profundamente, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: «Hermanos, ¿qué haremos?».
¿Pueden escuchar la desesperación de algunos?
Fueron confrontados con la realidad de que ellos mismos participaron de la crucifixión de Jesús o por lo menos ni hicieron nada para evitarlo.
Por tanto, quieren saber, ¿qué pueden hacer al respecto?
¿Acaso hay alguna solución a esta gran ofensa que han cometido contra Dios?
Pedro responde con la única solución:
38 Entonces Pedro les dijo: «Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
39 »Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame»
La clave para resolver su culpa, su pecado, su maldad ante Dios es arrepentirse.
Esta palabra tiene la idea de parar en el camino y dar la media vuelta e ir en dirección opuesta.
En el caso de ellos, fueron cómplices de la crucifixión de Jesús.
Pues ahora debían arrepentirse, es decir dejar de rechazar a Jesús y creer en él, creer que Jesús es quien dijo ser - el Mesías, el Salvador, el buen pastor que da su vida por las ovejas.
Ahora notemos que al arrepentimiento debe seguir el bautismo.
El bautismo es sumergir a una persona en agua.
Es un lavamiento completo de la persona.
Mediante este acto el ser humano testifica públicamente que es una persona arrepentida y que su vida a sido unida al Cristo resucitado.
El bautismo no es lo que concede el perdón de los pecados.
El perdón de los pecados lo concede Dios al ser humano que se ha arrepentido.
El bautismo más que nada es una señal visible de lo que Dios ha obrado en la vida espiritual de la persona.
La consecuencia del arrepentimiento es doble:
Recibir perdón de los pecados
Recibir el don del Espíritu Santo.
Dios ha prometido dar el poder de su Espíritu Santo a todo creyente.
Un don es un regalo, un obsequio que se recibe sin costo.
Dios da su Espíritu Santo a todos los creyentes, a todos los arrepentidos.
¿Por qué es que necesitamos el Espíritu Santo?
Lo necesitamos porque es el poder de Dios que nos permite ser testigos de él hasta los confines de la tierra.
No existen cristianos que no se han arrepentidos así como no existen cristianos que no tienen el don del Espíritu Santo.
Todos los cristianos son gente arrepentida así como todo cristiano tiene el don del Espíritu Santo en su vida.
Notemos como Pedro explica que Dios tiene una promesa que no es solamente para ellos (los que han de creer) sino es la misma promesa que Dios tiene para sus hijos, para los que vienen de lugares lejanos (ya que estaban las 15 naciones reunidas), y para cuantos Dios habrá de llamar en tiempo futuro.
Estas son las marcas más básicas de aquellos que formaron parte de la Iglesia naciente - gente arrepentida que se ha identificado públicamente con Jesús mediante el bautismo, en quienes mora el Espíritu Santo de Dios.
No debemos pensar que lo único que habló Pedro ese día fueron los vv. 17-36.
40 Y Pedro, con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: «Sean salvos de esta perversa generación»
Estos vv. solo presentan un resumen de todo lo que Pedro habló aquel día.
El mensaje principal fue: sean salvos de esta perversa generación.
Nótese que Pablo nos les dice “sálvense a sí mismos”.
El hombre no puede salvarse a sí mismo.
No podemos hacer nada para poder librarnos de la condenación.
La exhortación es a que sean salvos - algo fuera de ellos tiene que venir a salvarlos, a librarlos, a concederles vida y perdón.
Fueron estas Palabras de un pescador de Galilea que Dios usó para salvar a 3,000 personas:
41 Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas.
42 Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.
Fueron 3,000 personas las que se arrepintieron, creyeron en Jesús como el Mesías de Dios, y demostraron su compromiso con Dios mediante el bautismo.
A partir de ese momento dedicaron su tiempo para:
Conocer las enseñanzas de los apóstoles
La comunión (koinonia) - no es un mero convivio sino confraternidad espiritual entre gente distinta que tienen en común la experiencia de la salvación.
El partimiento del pan que se puede referir a la celebración de la cena del Señor.
A la oración - la búsqueda de Dios mediante la oración .
Este es el resumen de la vida como Iglesia.
No vemos programas.
No vemos proyectos.
No vemos estrategia, modelos, planes, etc.
Vemos una vida sencilla, una organización muy básica entre aquellos primeros creyentes.
La vida de la Iglesia
La vida de la Iglesia
Los vv. 43-47 nos ayudan a ver un poco más de cómo fue la vida cotidiana de los creyentes del primer siglo.
43 Sobrevino temor a toda persona; y muchos prodigios y señales se hacían por los apóstoles.
Aquí notamos que había temor de Dios. La gente tenía una sana reverencia del Dios eterno que los había librado de la culpa de haber crucificado a su Mesías.
Pero ahora vemos como los apóstoles fueron usados por Dios para obrar prodigios y señales.
Esto nos recuerda:
22 »Hombres de Israel, escuchen estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio de ustedes a través de Él, tal como ustedes mismos saben.
Dios autentificó el ministerio de Jesús mediante milagros y prodigios.
Ahora vemos a Dios hacer lo mismo en la vida de los apóstoles.
Dios hizo milagros por medio de ellos para demostrar que él los había envidado.
Es una de las razones por las cuales sabemos que la gente de la actualidad que dicen ser apóstoles o son llamados apóstoles realmente no lo son porque no les acompañan los prodigios y milagros.
Finalmente vemos una acción de los primeros creyentes muy curiosa:
44 Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común;
45 vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno.
Muchos ven en esto una forma de vida comunal o comunismo.
El comunismo es cuando todos los bienes les pertenecen al gobierno quien los distribuye a la gente “según la necesidad”.
Pero, en este caso vemos que los creyentes vendían sus bienes de forma voluntaria y no por obligación - para que de esta manera pudieran compartir con aquellos que no tenían los medios ecónomicos.
No olvidemos que muchos creyentes ponían en riesgo su economía solo por el hecho de creer en el evangelio.
El principio es que los primeros creyentes no eran solo un grupo de personas con una fe común sino que realmente se miraban a sí mismos como familia, una nueva familia en Cristo.
¿Qué hace una familia cuando uno de los suyos tiene necesidad?
Se apoyan.
Ven por la necesidad del débil.
Dan sin ver si alguien más dio.
Dan sin que alguien les pida.
Conclusión
Conclusión
Fue maravilloso el nacimiento de la Iglesia de Jesús.
Dios tomó un grupo de personas que fueron cómplices de la crucifixión de Jesús quienes ahora se han arrepentido.
Dios los ha añadido a su pueblo, les ha concedido su Espíritu Santo, les ha conferido el perdón de sus pecados.
Y ahora:
46 Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
47 alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.
Notemos, siguen en el templo.
Ellos no creían que estaban inventando una nueva religión.
Ellos seguían reuniendo en el templo porque creían que su fe en Jesús era lo más lógico que podían hacer aquellos que creían en los escritos de Moisés y los profetas.
Pero veamos lo que caracterizaba su vida:
El gozo, la alegría, la comunión, el deseo de estar juntos.
Y a este pueblo Dios seguía añadiendo cada día más y más gente que compartiría esta vida de comunión con los demás.
Y de la misma manera mientras nosotros nos mantengamos firme sobre esta vida como iglesia, poniendo énfasis en:
42 Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.
…Dios ha de añadir a nosotros los que van siendo salvos.