Servicio de Adoracion Domingo 15 de Julio
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Transcript
Texto: 1 Juan 2:1-2
Título: La Abogacía de Cristo
Proposición: Jesucristo, el Justo, aboga de manera única, necesaria y suficiente delante de Dios en favor de los hombres.
Bosquejo:
I. Sus Defendidos
II. Su Oficio
III. Su Atributo
IV. Su Obra
Hermanos, hoy quiero reflexionar con ustedes sobre la seguridad de la gracia y la salvación, tal como lo presenta la confesión de Westminster.
Primero, debemos ser conscientes de que hay quienes, sin haber sido verdaderamente transformados por el Espíritu, se engañan con falsas esperanzas de salvación. Estos individuos, aunque crean estar en el favor de Dios, están en peligro de ver perecer sus esperanzas. Sin embargo, aquellos que realmente creen en Jesucristo y lo aman sinceramente, pueden tener la seguridad de estar en el estado de gracia y vivir con la esperanza de la gloria de Dios. Esta es una esperanza sólida, una que nunca nos avergonzará.
Es crucial entender que esta certeza no es una mera suposición o una esperanza infundada. Se trata de una seguridad infalible, basada en las promesas divinas de salvación, y evidenciada por las gracias internas que el Espíritu Santo cultiva en nosotros. El Espíritu nos confirma que somos hijos de Dios, garantizando nuestra herencia eterna y sellándonos para el día de la redención.
Esta seguridad no viene automáticamente con la fe. A menudo, los creyentes deben enfrentar muchas dificultades y dudas antes de alcanzarla. Pero, mediante el uso correcto de los medios ordinarios de gracia y la obra del Espíritu Santo, podemos lograr esta certeza. Por ello, es vital que seamos diligentes en asegurar nuestro llamamiento y elección. Al hacerlo, nuestro corazón se llenará de gozo y paz en el Espíritu Santo, y nuestra vida producirá frutos de obediencia y gratitud a Dios.
Finalmente, la seguridad del creyente puede ser sacudida por diversos factores, como el pecado, la negligencia o las pruebas intensas. Sin embargo, la verdadera semilla de Dios nunca se pierde completamente en el corazón del creyente. El Espíritu Santo continúa obrando, renovando y sosteniendo nuestra fe, impidiendo que caigamos en total desesperación.
En resumen, la seguridad de la gracia y la salvación es un don divino. Se fundamenta en las promesas de Dios y la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Nos llama a vivir en gratitud, obediencia y una constante búsqueda de confirmar nuestra relación con Dios. Que esta reflexión nos anime a confiar más plenamente en las promesas de nuestro Señor y a vivir vidas que reflejen Su gracia y amor.
Reflexión para Niños
Hola, niños. Hoy vamos a hablar sobre un amigo muy especial que tenemos en el cielo: ¡Jesús! Vamos a entender cómo Jesús nos ayuda siempre delante de Dios. ¿Están listos?
I. Sus Defendidos
Primero, hablemos sobre a quiénes defiende Jesús. ¿Alguna vez han tenido problemas y necesitaron ayuda de alguien? Jesús nos defiende a todos nosotros, los que creemos en Él. Somos como sus amigos y Él siempre está listo para ayudarnos. Cuando hacemos algo mal, Jesús está ahí para decirle a Dios que nos perdone porque somos sus amigos.
II. Su Oficio
Ahora, ¿saben cuál es el trabajo de Jesús? En la Biblia, Jesús es como un abogado. ¿Saben lo que hace un abogado? Un abogado ayuda a las personas cuando están en problemas. Jesús, como nuestro abogado, le dice a Dios que nos perdone cuando cometemos errores. Él siempre está hablando con Dios sobre nosotros y pidiéndole que nos cuide.
III. Su Atributo
Jesús tiene algo muy especial que lo hace perfecto para este trabajo: Él es justo. Ser justo significa que siempre hace lo correcto y es muy bueno. Porque Jesús nunca hizo nada malo, Él puede ayudar a otros de una manera que nadie más puede. Él es el mejor abogado que podríamos tener porque nunca falla.
IV. Su Obra
Finalmente, hablemos sobre lo que hizo Jesús por nosotros. Jesús hizo algo muy grande: murió en la cruz para que todos nuestros pecados fueran perdonados. Pero no se quedó muerto, ¡resucitó! Y ahora vive en el cielo, siempre ayudándonos y hablando con Dios por nosotros. Su trabajo no terminó en la cruz; sigue ayudándonos todos los días.
Entonces, niños, recordemos que Jesús es nuestro amigo, nuestro defensor, nuestro abogado, y siempre está ahí para nosotros. Podemos confiar en Él y hablar con Él en cualquier momento. ¡Qué bendición tener a Jesús de nuestro lado!
¿Quién está feliz de tener a Jesús como su abogado? ¡Yo sí! ¿Y ustedes?
Luis Fernando Loaiza
Candidato ministerial / licenciado en las iglesias Heritage Reformed Congregations de Norteamérica.
Amados hermanos:
Nuestro Señor Jesucristo, antes de ascender a los cielos, dejó una orden muy clara y precisa: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado" (Mateo 28:19-20). Esta orden es conocida como la Gran Comisión y es fundamental para entender la importancia del bautismo en la vida cristiana.
## Relación entre el Bautismo y el Evangelio
Jesús ha relacionado estrechamente el Bautismo con la predicación del Evangelio de su Reino. Esto significa que el Bautismo no es solo un ritual externo, sino una parte integral del mensaje de salvación que proclamamos. El agua del Bautismo simboliza la purificación de nuestras vidas pecaminosas por la sangre y el Espíritu de Cristo, así como el agua limpia las impurezas del cuerpo.
## Privilegio del Bautismo
El Bautismo nos otorga el privilegio de ser identificados con el trino Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En este acto:
- **El Padre** nos adopta como sus hijos y herederos.
- **El Hijo** ha pagado completamente por nuestros pecados con su sacrificio en la cruz, justificándonos ante Dios.
- **El Espíritu Santo** nos hace partícipes de las bendiciones de Cristo, renovándonos y capacitándonos para servir al Señor.
## Permanencia del Bautismo
El Bautismo, administrado una sola vez, tiene una validez permanente en nuestras vidas. Este sello divino de Cristo nos conduce a un arrepentimiento continuo y profundo, centrándonos más en Él, quien es la única fuente de nuestra purificación y bienaventuranza. El Bautismo nos llama a abandonar nuestros caminos pecaminosos y a permanecer en Cristo y su amor, recordándonos el pacto eterno que Dios ha establecido con nosotros.
## Inclusión de los Niños en el Pacto de Gracia
Así como en el Antiguo Testamento los niños eran circuncidados como señal del pacto, en el Nuevo Testamento se administra el Bautismo a los hijos de los creyentes. Esto se debe a la rica misericordia de nuestro Señor, que incluye a los niños en el pacto de gracia. Dios prometió a Abraham: "Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti" (Génesis 17:7). Jesucristo, quien derramó su sangre también por los hijos de los creyentes, bendecía a los niños (Mateo 19:13-15).
## Responsabilidad de los Padres
Los padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos en el temor del Señor y serles ejemplo en el camino de la vida eterna. Este compromiso se reafirma durante la ceremonia del Bautismo, donde los padres responden a preguntas clave sobre su fe y su promesa de enseñar y ser ejemplo para sus hijos.
## Oración de Apertura
"Misericordioso Dios y Padre, alabamos la maravilla de tu amor al entregarnos a tu Hijo Unigénito, el Cordero de Dios que por su sangre nos ha lavado de todos nuestros pecados y nos ha hecho un reino de sacerdotes. Te rogamos también que Tú incorpores a este niño que recibirá el bautismo a tu Hijo Jesucristo, y le hagas partícipe de los dones del Espíritu; y que tu congregación, aquí reunida, se goce nuevamente al considerar tu redención. Fortalécenos en la fe para tenerte a ti en vida y muerte como Padre misericordioso, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén."
## Preguntas a los Padres
Para asegurar que los padres desean sinceramente el bautismo de su hijo, se les hace las siguientes preguntas:
1. ¿Creéis que la verdad de Dios, revelada en el Antiguo y Nuevo Testamentos, y confesada en los artículos de la fe cristiana, enseñada en esta iglesia, es la única y completa doctrina de salvación?
2. ¿Confesáis que nuestros hijos, aunque han sido concebidos y nacen en pecado, y por tanto sometidos a toda suerte de miseria, aún más, a la condenación misma, no obstante son santificados en Cristo, y que por tanto, según su ordenanza, deben ser bautizados?
3. ¿Prometéis enseñar y hacer enseñar, al máximo de vuestra capacidad, a este niño la verdad de Dios, y serle ejemplo en el camino de la vida cristiana?
La respuesta esperada de los padres es un claro "Sí".
## Administración del Bautismo
El ministro procede a bautizar al niño diciendo: "N..., te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
## Oración de Gracias
"**Todopoderoso y eterno Dios, te damos gracias porque Tú nos has purificado, a nosotros y a nuestros hijos, de todos nuestros pecados por la sangre de Jesucristo, tu Hijo amado; y porque nos has aceptado como hijos por tu Espíritu Santo, sellando y confirmándonos esto por el Santo Bautismo.**
**Te rogamos que, por tu Espíritu Santo, este niño crezca en el conocimiento del Señor Jesucristo, se adhiera a Él con verdadera fe, firme esperanza y ardiente amor, y, siguiéndole, lleve su cruz con alegría. Que este niño te sirva durante toda su vida con gozo y gratitud; luche perseverante contra el diablo y todas sus huestes; triunfe sobre éstos; para que, al abandonar esta vida, consolado y sin temor comparezca ante el tribunal de Cristo.**
**Otorga también a los padres la dirección de tu Espíritu para que eduquen a su hijo cristianamente. Y el Dios de los padres, sea también el Dios de los hijos. Continúa en nosotros la obra de la gracia y perfecciónala hasta el día de nuestro Señor Jesucristo. A ti sea la alabanza en la Iglesia, por todas las generaciones, en la tierra y en el cielo, ahora y en la eternidad. Amén.**"
En resumen, este formulario no solo guía la administración del Bautismo, sino que también enfatiza la rica teología y las profundas implicaciones del sacramento, recordándonos el pacto de gracia que Dios ha hecho con su pueblo y la responsabilidad de los padres y la iglesia en la crianza espiritual de los niños.