La Sabiduría que Dios nos da:

2º Crónicas 1:1 NTV

Salomón, hijo de David, tomó firme control de su reino porque el Señor su Dios estaba con él y lo hizo muy poderoso.

2º Crónicas 1:7–12 NTV

Esa noche Dios se le apareció a Salomón y dijo: —¿Qué es lo que quieres? ¡Pídeme, y yo te lo daré! Salomón le contestó a Dios: —Tú mostraste fiel amor a David, mi padre, y ahora me has hecho rey en su lugar. Oh Señor Dios, ¡te ruego que sigas manteniendo la promesa que le hiciste a David mi padre, pues me has hecho rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra! Dame la sabiduría y el conocimiento para guiarlo correctamente, porque, ¿quién podrá gobernar a este gran pueblo tuyo? Dios le dijo a Salomón: —Por cuanto tu mayor deseo es ayudar a tu pueblo, y no pediste abundancia ni riquezas ni fama ni siquiera la muerte de tus enemigos o una larga vida, sino que has pedido sabiduría y conocimiento para gobernar a mi pueblo como es debido, ciertamente te daré la sabiduría y el conocimiento que pediste. ¡Pero también te daré abundancia, riquezas y fama como nunca las tuvo ningún otro rey antes que tú y como ninguno las tendrá en el futuro!

Salomon le pide sabiduría para poder gobernar al pueblo de Dios.

Dios le concede lo que el le pide pero tambien le añade abundancia de riquezas, fama como nunca nadie la a tenido por eso el Rey mas sabio del mundo es Salomón.

1: La Fuente de la Sabiduría

Proverbios 2:6 RVR60

Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

La sabiduría verdadera proviene de Dios, quien es la fuente de todo conocimiento y entendimiento.

Al buscar a Dios y su voluntad, podemos recibir la sabiduría que necesitamos para enfrentar los desafíos de la vida con discernimiento y claridad.

La sabiduría es como un manantial de agua fresca fluyendo de una roca, representando la sabiduría divina que nunca se agota.

2: La Solicitud de Sabiduría

Santiago 1:5 NTV

Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla.

Dios está dispuesto a concedernos sabiduría cuando se la pedimos con fe y humildad. No hay límite en la cantidad de sabiduría que Dios puede otorgarnos, y lo hace con generosidad y sin recriminarnos.

Dibujo de una persona arrodillada en oración, pidiendo a Dios sabiduría mientras rayos de luz divina descienden sobre ella.

3: El Valor de la Sabiduría

Proverbios 4:7 NTV

¡Adquirir sabiduría es lo más sabio que puedes hacer! Y en todo lo demás que hagas, desarrolla buen juicio.

"La sabiduría es la principal cosa; adquiere sabiduría, y con todos tus bienes adquiere inteligencia."

La sabiduría es más valiosa que cualquier riqueza material, ya que nos guía en la toma de decisiones correctas, nos protege de los peligros y nos lleva por caminos de justicia y paz.

Comparación visual entre una balanza con oro y una balanza con un libro de sabiduría inclinada hacia este último, resaltando su mayor peso y valor.

4: Los Frutos de la Sabiduría

Proverbios 3:13–18 NTV

Alegre es el que encuentra sabiduría, el que adquiere entendimiento. Pues la sabiduría da más ganancia que la plata y su paga es mejor que el oro. La sabiduría es más preciosa que los rubíes; nada de lo que desees puede compararse con ella. Con la mano derecha, te ofrece una larga vida; con la izquierda, riquezas y honor. Te guiará por sendas agradables, todos sus caminos dan satisfacción. La sabiduría es un árbol de vida a los que la abrazan; felices son los que se aferran a ella.

- "Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y el hombre que adquiere inteligencia [...] Sus frutos son mejores que el oro, sí, que mucho oro fino; y sus ganancias más que la plata escogida."

Aquellos que buscan y siguen la sabiduría de Dios son bendecidos con una vida plena y abundante. La sabiduría nos guía hacia la prosperidad espiritual y nos enriquece de maneras que van más allá de lo material.

Imagen de un árbol frondoso cargado de frutos dorados, simbolizando los beneficios y bendiciones que la sabiduría divina trae a nuestras vidas cuando la buscamos y la aplicamos en nuestras decisiones diarias.

Que este mensaje sobre la sabiduría que Dios nos da nos inspire a buscar diligentemente la sabiduría divina, a confiar en su provisión y a vivir de acuerdo con sus principios para experimentar una vida plena y bendecida.

Que recordemos siempre que la sabiduría de Dios es un regalo invaluable que transforma nuestras vidas y nos guía por senderos de luz y verdad.

¡Que la sabiduría de Dios sea nuestra guía y fortaleza en todo momento! ¡Bendiciones!