Estudio de Leviticos

Levítico 16

El Día de la Expiación: Cómo tratar adecuadamente el pecado y la impureza ante el Santo SEÑOR.

La Idea Principal del Capitulo:

Este capítulo enseña que los pecados e impurezas del pueblo del SEÑOR deben ser expiados apropiadamente para que puedan continuar en comunión con él. Enfatiza que deben tratar con ellos seria y regularmente, que el SEÑOR provee limpieza para la impureza y un intermediario para quitar la carga letal de su pecado y llevar su responsabilidad, y que su pueblo debe humillarse ante Él para experimentar los beneficios de la expiación que tan bondadosamente provee.

Este capítulo consta de tres secciones principales:

La primera comienza con una visión general de la ceremonia y los preparativos (16:1-10) y luego detalla todo lo que debe hacer el sumo sacerdote (16:11-28).

La segunda sección se dirige desde los sacerdotes al pueblo (16:29-31), describiendo las formas en que deben arrepentirse y humillarse ante el Señor.

OT: Levítico 16:29 “Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros.”

La sección final mira hacia el futuro (16:32-34), ordenando que los futuros sumos sacerdotes sigan los pasos de Aarón mediante la realización de esta ceremonia con regularidad para que se haga expiación continua por Israel.

OT: Levítico 16:30–31 “Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová. Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo.”

NT: Hebreos 10:8–10 “Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.”

Dos Temas de la Primera Sección:

La Purificación del Sumo Sacerdote y de su Casa, del Tabernáculo y del Pueblo de Israel.

Tras llevar a cabo la preparación cuidadosa, Aarón está dispuesto para llevar a cabo los rituales que constituyen el centro del día. Todos han salido de la tienda de reunión (Levítico 16:17 “Ningún hombre estará en el tabernáculo de reunión cuando él entre a hacer la expiación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la congregación de Israel.”) y permanece allí, sin ayuda, como el único representante del pueblo, haciendo expiación ante Dios, por sí mismo, por su casa y por toda la asamblea de Israel . En la misma línea, vemos en 1 Timoteo que Cristo mismo, que una vez fue tipificado por el Sumo Sacerdote del Levítico, también debe ser el único mediador ante Dios (1 Timoteo 2:5–6 “5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.”), excepto que Él media en nombre de toda la humanidad que haya sido salvada por Él, mientras que el sumo sacerdote sólo podía hacerlo para el pueblo de Israel y debía hacerlo periódicamente. Cristo pagó el ultimo precio una vez y para siempre.

El propio Tabernáculo necesitaba expiación. Esto se debía al contacto constante con el pecado y la impureza de aquellos que utilizaban el tabernáculo para permanecer cerca de Dios. Por lo tanto, el espacio material debía purificarse una vez al año para que Dios pudiera habitar en el Lugar Santísimo.

Nosotros, los santos salvos, lavados con la sangre expiatoria de nuestro Señor Jesucristo, debemos identificarnos como un tabernáculo viviente, y podría decirse que sería sabio tratarnos con el mismo respeto que se daba al tipificado tabernáculo del Israel del Antiguo Testamento. 2 Corintios 6:16 “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.”

El Chivo Expiatorio.

Una vez que la ofrenda de pecado ha limpiado la tienda de reunión, desde el altar más profundo hasta el atrio más externo, Aarón debe presentar el macho cabrío vivo y poner sus manos sobre su cabeza como acto simbólico de transferencia y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel y todas sus transgresiones (v. 21). Entonces el macho cabrío se entrega a un hombre preparado para esto (21), quien lo lleva fuera de la tienda y del campamento hasta las tierras que había más allá del campamento, y lo deja en libertad en el desierto. Lo que se había llevado a cabo en privado, solamente entre Dios y Aarón, ahora se hacía público para que todos lo vieran. El simbolismo de esta ceremonia es transparente.

Echando un vistazo al Nuevo Testamento, observamos que el chivo expiatorio tipificó al Señor Jesús, y que Él también fue exhibido pública y transparentemente al llevar nuestros pecados, transgresiones y rebeliones fuera de entre nosotros. Esto ha hecho imposible negar Su sacrificio que destierra el mal que Dios nunca quiso que impregnara nuestras almas.

1 Juan 3:5 “Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.”

Juan 1:29 “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”

2 Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”

Mucho tiempo después de que se establecieran los estatutos levíticos, el profeta Isaías recordaría el lenguaje de esta parte de la ceremonia del Día de la Expiación para describir al siervo sufriente, que cargó con la responsabilidad de la pena del pecado en nombre del pueblo de Dios. Isaías dice que el siervo, como el macho cabrío, cargará con los pecados del pueblo y asumirá su responsabilidad para que ellos no tengan que hacerlo.

Exposición de la 'Función y Necesidad del Chivo Expiatorio' en Levítico y de su relación con el Mesías que cargó con nuestros pecados e iniquidades como se profetizó en Isaías.

(Lev 16:21a): “y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades ([עָוֹן] awon) de los hijos de Israel, todas sus rebeliones ([פֶּשַׁע] péša), y todos sus pecados”

(Isa 53:5a) “Mas él herido fue por nuestras rebeliones ([פֶּשַׁע] péša), molido por nuestros pecados ([עָוֹן] awon)”

(Lev 16:22): “Y aquel macho cabrío llevará ([נָשָׂא] naśa) sobre sí todas las iniquidades ([עָוֹן] awon) de ellos a tierra ([אֶרֶץ] ˒éreṣ) inhabitada ([גְּזֵרָה] gezerah)”

(Isa 53:8b, 11–12): “fue cortado ([נִגְזַר] nigzar) de la tierra ([אֶרֶץ] ˒éreṣ) de los vivientes.… llevará las iniquidades ([עָוֹן] awon) de ellos.… habiendo él llevado ([נָשָׂא] naśa) el pecado de muchos....”

Conclusión del Capítulo:

A estas alturas del Levítico ha quedado claro que los israelitas deben tratar adecuadamente su pecado e impureza ante su santo SEÑOR. La ceremonia del Día de la Expiación pone un punto de exclamación en la necesidad de hacerlo y proporciona una tremenda seguridad de que el SEÑOR ha proporcionado generosamente una manera de hacerlo. Levítico 16:30“Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová.” En su gran amor por nosotros, el SEÑOR proporciona una manera de tratar con nuestros errores para que podamos estar bien con él.

El Antiguo Pacto era un rito continuo para el antiguo israelita, que exigía un trabajo constante y minucioso para mantenerse en conformidad con todos sus requisitos, y si bien esto era una bendición para ellos a fin de mantener una relación más estrecha con Dios, el Nuevo Pacto en el que vivimos diariamente es mucho más libre y mucho más cercano al Señor nuestro Salvador, que rasgó el velo y nos restauró plenamente al Padre. Mateo 27:50–51 “Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;”

Levítico 17

Leyes del Pacto sobre el Sacrificio y la Alimentación Adecuados de los Animales y sobre el Uso Correcto de su Sangre Vital.

La idea Principal del Capítulo

Este capítulo explica la forma en que los israelitas deben sacrificar y comer a los animales y manejar su sangre vital. Al utilizar la sangre de los animales según las instrucciones de Dios, los israelitas lo reconocían como el Rey de la vida; al ofrecérsela sólo a él, lo reconocían como el único centro de su culto. El capítulo también subraya que el SEÑOR les permite usar la sangre de un animal sólo para la expiación, que es como un acto de justicia y misericordia, motivado por el amor, que elimina la culpa y restaura temporalmente la relación de un pecador con el SEÑOR.

¿Por qué son importantes estas leyes?

Porque el Señor es el Rey de la vida, debemos mostrar respeto a la vida en todas sus formas.

Porque el SEÑOR es nuestro Rey y nuestro compañero de pacto, sólo a Él debemos adorar.

Por su gran amor por nosotros, el Señor hace posible el perdón aunque le hayamos traicionado.

Entonces Levítico 17 aborda temas significativos que son esenciales para comprender la santidad requerida en el culto y la vida de los israelitas. He aquí los temas principales del capítulo:

La Centralización del Sacrificio

La Centralización del Sacrificio enfatiza que todos los sacrificios deben ser llevados al santuario central, el Tabernáculo, y ofrecidos por los sacerdotes. Esto era para evitar que los israelitas se involucraran en prácticas de adoración paganas. Además, esta norma garantizaba la supervisión de los rituales para asegurarse de que los elementos sacrificados se manipulaban correctamente.

Levítico 17:4 “y no lo trajere a la puerta del tabernáculo de reunión para ofrecer ofrenda a Jehová delante del tabernáculo de Jehová, será culpado de sangre el tal varón; sangre derramó; será cortado el tal varón de entre su pueblo,”

1 Corintios 3:16 “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”

Efesios 2:19–22“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.”

La Santidad de la Sangre

Otro tema subraya el carácter sagrado de la sangre, ya que es la vida de la carne. La sangre debe usarse exclusivamente para la expiación en el altar y no debe consumirse.

Levítico 17:11 “Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.”

Hebreos 9:22 “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.”

Mateo 26:28 “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”

Prohibición de Comer Sangre

Comer sangre está estrictamente prohibido porque la vida de la criatura está en la sangre, y es dada para expiación.

Génesis 9:4–6 “Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.”

Levítico 17:14 “Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado.”

Hechos de los Apóstoles 15:20 “sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.”

La Santidad de la Comunidad

El capítulo también aborda la importancia de mantener la santidad de la comunidad siguiendo los mandamientos de Dios sobre los sacrificios y el consumo de sangre.

Levítico 17:10 “Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo.”

1 Corintios 10:21 “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.”

Estudio de Palabra; Santidad en Hebreo - קֹדֶשׁ [qódeš]

apartamiento, santidad, sacralidad, separatividad

separación, sacralidad, santidad

de Dios

de los lugares

de las cosas

Estos temas de Levítico 17 destacan la importancia del culto apropiado, la santidad de la sangre y la santidad comunitaria exigida por Dios, todo lo cual encuentra eco en las enseñanzas del Nuevo Testamento.

Levítico 18

Leyes del Pacto contra diversas prácticas sexuales y de culto religioso.

La idea Principal del Capítulo

El Señor ordena a los israelitas que sigan sus leyes y no las prácticas de las naciones, para que puedan experimentar su bendición y evitar su juicio. Más concretamente, deben obedecer sus leyes para incorporar sus valores, mostrar al mundo su bondad, disfrutar de una relación vivificante con Él y evitar la justicia que Él aplica a quienes destruyen el mundo de bendición que desea para la humanidad. Esta obediencia debe manifestarse especialmente en el culto apropiado, la pureza sexual y la protección de los sexualmente vulnerables.

Asi que el Levítico 18 aborda las leyes referentes a la moralidad sexual y prohíbe diversas prácticas inmorales. A continuación se exponen los temas principales del capítulo:

El Llamamiento a la Santidad

El capítulo empieza con un llamamiento a los israelitas para que vivan según las normas de Dios y no sigan las prácticas de los egipcios y los cananeos. Se hace hincapié en la santidad y la obediencia a los mandamientos de Dios

Levítico 18:3–4 “No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco, ni andaréis en sus estatutos. Mis ordenanzas pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos. Yo Jehová vuestro Dios.”

1 Pedro 1:15–16 “sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”

Prohibición de las Relaciones Incestuosas

Dios prohíbe estrictamente las relaciones sexuales con parientes cercanos, delineando relaciones familiares específicas que deben ser honradas y preservadas en pureza.

Levítico 18:6 “Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová.” **(La Razon, el Porque, “Yo Jehova”)**

1 Corintios 5:1 “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.”

Prohibición de las Relaciones Adúlteras

Se prohíbe el adulterio, subrayando la santidad del matrimonio y la fidelidad que se espera de él.

Levítico 18:20 “Además, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.”

Hebreos 13:4 “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.”

Prohibición de los Actos Homosexuales

El capítulo prohíbe explícitamente los actos homosexuales, afirmando el punto de vista bíblico de que las relaciones sexuales son entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio.

Levítico 18:22 “No te echarás con varón como con mujer; es abominación.”

Romanos 1:26–27 “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.”

Prohibición de la Bestialidad

El Padre Dios condena la bestialidad, manteniendo la distinción entre humanos y animales en la conducta sexual.

Levítico 18:23 “Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión.”

Judas 7 “como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.”

Consecuencias de la Desobediencia

La sección concluye con una advertencia sobre las consecuencias de profanar la tierra mediante estas prácticas prohibidas, que tienen como consecuencia que la propia tierra vomite a sus habitantes.

Levítico 18:28 “no sea que la tierra os vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que la habitó antes de vosotros.”

Gálatas 6:7–8 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”

Estos asuntos de Levítico 18 ponen de relieve la importancia de mantener la santidad en las relaciones personales y comunitarias, alinearse con los mandamientos de Dios y comprender las graves consecuencias de la desobediencia.