La Ofrenda de David

Enseñanza  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 9 views

La pasión de David por Dios y su obra, lo motivan para preparar materiales para la construcción del templo, a pesar de que Dios le prohibió construirlo.

Notes
Transcript

La ofrenda de David

1º Crónicas 22:2–5
2Después mandó David que se reuniese a los extranjeros que había en la tierra de Israel, y señaló de entre ellos canteros que labrasen piedras para edificar la casa de Dios. 3Asimismo preparó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho bronce sin peso, y madera de cedro sin cuenta. 4Porque los sidonios y tirios habían traído a David abundancia de madera de cedro. 5Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia.

Introducción

El libro de Crónicas se enfoca en presentar las genealogías de los linajes de las tribus de Israel, así como obras administrativas del trabajo de David como rey, a diferencia de 2 Samuel que presenta eventos de la vida personal de David, Crónicas presenta únicamente el pecado del censo porque su desenlace es la asignación de la colina de Arauna para la construcción del templo.
Ahora veremos como David prepara materiales para la construcción del templo que construirá su sucesor.
Esta enseñanza mostrará el amor de David por la obra de Dios, por lo cual lo bendijo y lo prosperó en gran manera.

La madurez emocional y espiritual de David

David fue respaldado por Dios durante su reinado, fue prosperado, Dios le permitió construir su palacio en Jerusalén.
Cuando se vio prosperado, sintió el compromiso y deseo de edificar templo a Dios, pues aun usaban el tabernáculo construido por Moisés hacía unos 500 años.
2º Samuel 7:1–3Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor, dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas. Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo.
El deseo de David era noble y admirable, no permitió que las riquezas y el poder lo volvieran codicioso o egoísta, no nubló su amor y temor a Dios.
Pero Dios no le permitió construir el templo, sino que sería su hijo sucesor.
2º Samuel 7:12–13Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.
Dios asigna a otra persona el proyecto que nació en corazón de David.
Esto pudo causarle tristeza y desanimo , pues el reconocimiento de construir un magnifico templo al Señor sería para su hijo sucesor.
La decisión de Dios no afectó a David porque sus intenciones no eran producto de la vanagloria, no buscaba reconocimiento personal sino que era producto de su gratitud y amor por Dios.
A veces sucede que Dios escoge a otra persona para realizar algo que está en nuestro corazón.
Si no tenemos madurez emocional y espiritual, seremos manipulados por el resentimiento, el enojo y el desanimo.
Pero si tenemos madurez y amor por Dios y su obra, nos alegraremos, pues ya sea por nuestro medio o por medio de otro el nombre de Dios será glorificado.
Dios no permitió que David construyera porque fue un soldado que derramó mucha sangre, y quien edificara la casa de Dios sería un hombre de paz.
1º Crónicas 22:6–8Llamó entonces David a Salomón su hijo, y le mandó que edificase casa a Jehová Dios de Israel. Y dijo David a Salomón: Hijo mío, en mi corazón tuve el edificar templo al nombre de Jehová mi Dios. Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.
Ante todo esto David no actuó con envidia o resentimiento, no hizo berrinche porque Dios no le permitió hacer lo que deseaba.
Se sujetó a la voluntad de Dios e hizo algo sorprendente.

La ofrenda de David

Dios no le permitió a David construir el templo, tampoco le pidió que ofrendara materiales. Pero esto no impidió que David preparara una abundante ofrenda para la construcción.
1º Crónicas 22:14–16He aquí, yo con grandes esfuerzos he preparado para la casa de Jehová cien mil talentos de oro, y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin medida, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás. Tú tienes contigo muchos obreros, canteros, albañiles, carpinteros, y todo hombre experto en toda obra. Del oro, de la plata, del bronce y del hierro, no hay cuenta. Levántate, y manos a la obra; y Jehová esté contigo.
David no se desentendió del proyecto, siguió involucrado hasta donde Dios se lo permitía.
La ofrenda que David preparó era más de lo que poseía el mismo, lo reunió con grandes esfuerzos.
La cantidad de oro que reunió equivale a noventa millones de dólares.
David tomo muy enserio reunir los materiales para la construcción del templo, lo tomó personal como su fuera un proyecto para beneficio propio.
No lo hizo por interés sino con amor y con mucha alegría. 1º Crónicas 22:5Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia.
David había entendido que la acumulación de riquezas no eran el fin del hombre. Lucas 12:15Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Dios no quiere quitarnos nuestras posesiones materiales, al contrario Él quiere darnos: Salmo 34:10Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
Pero cuando nosotros aprendemos a conocer al Dios Jiré (nuestro proveedor), no tendremos ningún problema en ofrendar voluntariamente en abundancia y con alegría para la obra del Señor.
David había entendido que todo lo que tenía lo había recibido de Dios: 1º Crónicas 29:14Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.

El hijo elegido

David tuvo en total 19 hijos de matrimonio que podían aspirar al trono (no se cuentan los hijos de las concubinas).
Su primer hijo Amnón fue asesinado por Absalón, de su segundo hijo no se sabe (Queliab o Daniel), Absalón el tercero murió por su rebeldía.
Por derecho el sucesor de David sería Adonías el cuarto hijo.
Pero Dios escogió al décimo, Salomón: 1º Crónicas 28:5Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel.
Salomón fue hijo de Betsabé, con quien David cometió adulterio: 2º Samuel 12:24Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con ella; y ella le dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová.
Por lógica humana, Salomón no merecía el trono, por ser hijo de una relación que trajo desgracia a la familia real como a Israel. También por haber seis candidatos antes que él.
Pero Dios en su sabiduría y justicia escogió a Salomón: Romanos 9:16Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
No debemos despreciar o envidiar a quien Dios levante, creyendo que nosotros somos mejores, pues si Dios levanta a alguien es por su soberana voluntad y su perfecto conocimiento de todas las cosas.

Conclusión

David es un hombre admirable que nos enseña humildad y sumisión, no se enojó ni se desanimó cuando Dios designó a su hijo para llevar a cabo su proyecto.
En lugar de eso participó hasta donde Dios se lo permitió ofreciendo ofrenda abundante.
También nosotros demos gloria a Dios si levanta a alguien en algún ministerio que nosotros hemos estado pidiendo, al final será para la gloria de Dios y no la gloria nuestra. 1 Corintios 13:4–6El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Related Media
See more
Related Sermons
See more