Organización de los levitas (Crónicas)

Organización de los levitas

1º Crónicas 23:1–6

1Siendo, pues, David ya viejo y lleno de días, hizo a Salomón su hijo rey sobre Israel.

2Y juntando a todos los principales de Israel, y a los sacerdotes y levitas, 3fueron contados los levitas de treinta años arriba; y fue el número de ellos por sus cabezas, contados uno por uno, treinta y ocho mil. 4De éstos, veinticuatro mil para dirigir la obra de la casa de Jehová, y seis mil para gobernadores y jueces. 5Además, cuatro mil porteros, y cuatro mil para alabar a Jehová, dijo David, con los instrumentos que he hecho para tributar alabanzas. 6Y los repartió David en grupos conforme a los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari.

Introducción

David fue un rey visionario, los proyectos que se trazó fueron a un plazo más allá de sus años de vida.

Pero todos los planes eran inspirados por El Espíritu Santo, que le guiaba a tomar las desiciones correctas y plantearse los proyectos conforme a la voluntad de Dios.

Anteriormente vimos que David dejo preparado los materiales para la construcción del templo, aun cuando no tenía autorizado por Dios construirlo, pues era un proyecto que le apasionaba.

Ahora organiza anticipadamente el servicio de los levitas conforme a sus familias, para atender la obra del templo y la administración de la ley y la justicia.

1º Crónicas 23:1 “Siendo, pues, David ya viejo y lleno de días, hizo a Salomón su hijo rey sobre Israel.”

La semana pasada vimos que Dios escogió a Salomón como rey sucesor de David, así que ya no comentaremos sobre el versículo uno.

Los levitas

1º Crónicas 23:2 “Y juntando a todos los principales de Israel, y a los sacerdotes y levitas”

¿Quienes eran los levitas?

Dios escogió a Abraham para formar una nación para Él, le dio un hijo de la promesa llamado Isaac…

Isaac tuvo dos hijos: Esaú y Jacob, de los cuales Dios escogió a Jacob a a quien cambió su nombre a Israel.

Jacob tuvo doce hijos (El doce es el numero de la perfección de gobierno).

Estos son los patriarcas que formaron las doce tribus de Israel.

Cuando los israelitas adoraron al becerro de oro en el desierto, fueron los levitas quienes no adoraron al becerro, por lo cual fueron consagrados para Dios (Éxodo 32)

Los primogénitos: Dios demanda que toda primicia o primogénito le pertenece a Él: Lucas 2:23 “(como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor)” Santo es apartado para Dios.

Los animales primogénitos debía ser ofrecidos en ofrenda al Señor, de los animales impuros se debía pagar un rescate.

En el caso de los varones primogénitos, no podía ser sacrificados, pero si entregados para el servicio a Dios.

Pero Dios dice escoger a la tribu de Levi en sustitución de los primogénitos para su servicio. Números 3:12 “He aquí, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los primeros nacidos entre los hijos de Israel; serán, pues, míos los levitas.”

Todos los varones de la tribu de Levi estaban apartados para el servicio a Dios, ellos no recibieron un territorio como herencia, aunque las otras tribus les cedieron ciudades y parcelas para vivir, conforme a la orden de Dios.

Durante el peregrinaje en el desierto, Dios ordenó tareas para los levitas, que estaban divididos en tres familias: Gersón, Coat y Merari. Algunas tareas tenían sentido para el peregrinaje en el desierto, pues el tabernáculo debía ser armado y desarmado.

Cuando Israel se estableció en la tierra prometida, ya no era necesario estas tareas, pues el tabernáculo se estableció permanentemente en Silo (Josué 18:1).

Durante 500 años muchos levitas no presentaron servicio a Dios, porque las tareas asignadas a sus antepasados ya no eran necesarias. Incluso algunos levitas se convirtieron en sacerdotes del culto pagano.

Pero ahora David, asigna nuevas tareas que deberán cumplir hasta el cumplimiento de la dispensación de la ley. Esta es una inspiración de Dios así como se la dio a Moisés.

Funciones

1º Crónicas 23:3 “fueron contados los levitas de treinta años arriba; y fue el número de ellos por sus cabezas, contados uno por uno, treinta y ocho mil.”

En 2 Samuel 24 estudiamos que David cometió pecado al cesar al pueblo. En esa ocasión se contó 1,300,000 hombres, padres de familia.

Ahora vuelve hacer un censo de levitas, pero esta vez dirigido por Dios. El resultado fue 38,000 levitas. 1º Crónicas 23:4–5 “De éstos, veinticuatro mil para dirigir la obra de la casa de Jehová, y seis mil para gobernadores y jueces. Además, cuatro mil porteros, y cuatro mil para alabar a Jehová, dijo David, con los instrumentos que he hecho para tributar alabanzas.”

El trabajo del templo sería muy arduo, pues debían atender a los que presentaban ofrendas y sacrificios, el ambiente en el templo debió ser concurrido y con olor a sangre. Eran muchos animales que eran sacrificados.

Además se debían administrar las ofrendas, llevar controles contables del dinero pero también del oro y la plata, así como los diezmos y ofrendas de granos y animales.

Todo esto debían hacerlo con temor y mucho cuidado, siguiendo las instrucciones de Dios en la ley para que no murieran como Nadab y Eliub (Levítico 10).

El capítulo 25 detalla la asignación de levitas músicos para ministrar alabanza, se organizaron en grupos de doce que se turnaban.

Esta es una nueva tarea que no fue dada a a Moisés, pero ahora Dios se la revela a David.

Además habían porteros, levitas encargados de cuidar que las personas que entraban al templo, cumplieran los requisitos de la ley (calvos, leprosos, extranjeros), ellos eran responsables de velar el orden y la santidad en el templo. También funcionaban como policías.

Todos estos grupos debían ser dirigidos por funcionarios que coordinaban todo el servicio y que solucionaban problemas que surgieran.

Los sacerdotes

Dentro de los levitas había un linaje principal dentro de la familia de Coat: los sacerdotes, de donde pertenecían Moisés y Aarón, Dios escogió a Aarón como sumo sacerdote y toda su descendencia para siempre. Éxodo 40:13–15 “Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote. Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas; y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones.”

Los sacerdotes eran la máxima autoridad religiosa, los que representaba al pueblo delante de Dios, ofrecían sacrificios en nombre del pueblo para el perdón de pecados.

Eran los únicos que podían atender las tareas del lugar santo, encender las lamparas, colocar los panes y la ofrenda del incienso.

De ellos el principal era el sumo sacerdote, que una vez al año ofrecía un sacrificio especial por los pecados propios y del pueblo. Llevaba la sangre del animal sacrificado al lugar santísimo para rociarla sobre el propiciatorio.

Como era el único que podían entrar al lugar santísimo, sus vestiduras tenían campanas en el ruedo, se le ataba una cuerda a su cintura, pues si se presentaba al lugar santísimo sin ser digno, moría inmediatamente.

En esa dispensación el pueblo no podía entrar a la presencia de Dios, debía haber un intercesor, y este era el sumo sacerdote quien ofrecía sacrificios por los pecados y llevaba la sangre a la presencia de Dios para aplacar su ira.

Cristo con su sacrificio abolió este ritual, pues Él se ofreció a si mismo en sacrificio, y presentó su sangre ante el Padre para limpiarnos perpetuamente de los pecados. Hebreos 10:12 “pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,”

Conclusión

Los levitas eran apartados para Dios en sustitución de los primogénitos.

La separación de los levitas y los primogénitos ya no se aplica ahora para la iglesia.

Ahora nosotros, los que aceptamos a Cristo como Señor y Salvador, somos los primogénitos apartados para Dios: Santiago 1:18 “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.”

Gozamos de ser escogidos por Dios para su gloria, pero también de los beneficios de la primogenitura. Romanos 8:17 “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”

Pero también gozamos de los privilegios del sacerdocio, pues tenemos el privilegio de entrar a la presencia de Dios: Apocalipsis 1:6 “y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.”

Tanto en el Deuteronomio como en 1 Crónicas aprendemos que Dios espera que hagamos las cosas en orden y disciplina. Dios es de orden, no de confusión: 1 Corintios 14:40 “pero hágase todo decentemente y con orden.”

Para servir a Dios con excelencia, es necesario someternos a la autoridad delegada por Dios y hacer el trabajo con amor, dedicación y disciplina, esto agrada a Dios y envía bendición sobre sus hijos que le obedecen.