Sermón sin título (14)
Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 27 viewsNotes
Transcript
Presentación del Sermón: Factores Claves para una Predicación Efectiva
Presentación del Sermón: Factores Claves para una Predicación Efectiva
Habiendo discutido la preparación del sermón, ahora abordaremos la presentación en sí misma. Aquí están los factores cruciales para una presentación efectiva:
1. Usted Mismo: Aspectos Personales y Espirituales
1. Usted Mismo: Aspectos Personales y Espirituales
Preparación Personal
Preparación Adecuada: La preparación es esencial. La Escritura nos instruye en 2 Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” La predicación es una tarea seria que requiere una preparación meticulosa. No deje la preparación para el último minuto; comience a trabajar en el sermón con antelación para estar listo y confiado al predicar.
Vida Espiritual
Confianza en la Gracia: En 2 Corintios 12:9, Pablo dice: “Pero él me dijo: Bástate de mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” Aunque enfrentemos debilidades, debemos confiar en la gracia de Dios para que Su Palabra sea eficaz. No permita que la duda o la culpa le desvíen; predique con la confianza de que Dios lo ha llamado y capacitado.
Aplicación Personal
Vivencia del Sermón: En Romanos 2:21 se nos recuerda: “Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?” Antes de compartir el mensaje con otros, asegúrese de que el sermón le haya impactado personalmente. La predicación debe ser una extensión de lo que Dios está haciendo en su vida.
Aspecto Físico
Manejo del Estrés y Cuidados de la Voz: En 1 Corintios 9:27, Pablo afirma: “Sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre.” Maneje el estrés y cuide su cuerpo, incluida su voz. Evite alimentos y bebidas que puedan afectar su garganta y ajuste el volumen de su voz para evitar problemas vocales a largo plazo.
Aspecto Personal/Aseo
Vestimenta: Aunque la vestimenta no determina la eficacia del sermón, en 1 Timoteo 2:9 se nos enseña: “Asimismo que las mujeres se arreglen de manera decorosa, con pudor y modestia.” Esto aplica a todos los predicadores; vista de manera que muestre respeto por la responsabilidad de predicar y que honre a Dios.
2. Oratoria: Comunicación Efectiva
2. Oratoria: Comunicación Efectiva
Caminar al Púlpito
Confianza y Respeto: En Hebreos 4:16 se nos exhorta: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia.” Su caminata al púlpito debe reflejar esa confianza y reverencia. Debe demostrar que está preparado y consciente de la importancia del mensaje que va a compartir.
Uso de la Voz
Proyección y Claridad: Isaías 58:1 dice: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta.” Asegúrese de que su voz sea clara y audible. Utilice técnicas para proyectar su voz sin forzarla, y pronuncie las palabras de manera que todos puedan entender.
Tono de Voz
Variación y Emoción: Nehemías 8:10 nos recuerda: “No os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.” Varíe el tono de su voz para reflejar el contenido del sermón. Emocione a su audiencia con la verdad del evangelio y la victoria de Cristo. Evite el tono monótono que puede desinteresar a la audiencia.
Gestos y Expresiones
Gestos Naturales: En Salmo 33:1 se nos dice: “Regocíjate, oh justo, en Jehová; en los íntegros es hermosa la alabanza.” Los gestos deben ser naturales y reflejar el contenido del mensaje. Si está hablando de alegría, sus gestos y expresiones deben coincidir con esa emoción. Evite gestos exagerados o artificiales; mantenga una comunicación auténtica.
Variación y Movimiento
Diversidad en la Presentación: La variación es crucial. En Eclesiastés 3:1 se nos dice: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.” No sea predecible en su predicación. Cambie su postura y muévase de manera que refleje la emoción y el contenido del mensaje. Si el texto lo lleva a moverse o a saltar, hágalo. Evite parecer rígido o monótono; la variación en su movimiento puede mantener la atención de la audiencia y ayudar a que no se duerma.
Sentimientos y Emoción
Alineación con el Mensaje: En Romanos 12:15 se nos instruye: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.” Debemos reflejar el tono emocional del mensaje que estamos predicando. No podemos estar alegres con un sermón triste o tristes con un mensaje de esperanza. Ingrese al texto, viva el texto y permita que sus sentimientos se alineen con el mensaje.
Fervor y Denuedo
Valentía en la Predicación: En Hechos 4:31 se describe: “Y cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.” Su fervor debe reflejar su confianza en el mensaje de Dios. Este fervor, respaldado por el Espíritu Santo, influye en cómo la audiencia recibe el mensaje. La pasión y la valentía en la predicación hacen que el mensaje sea más convincente y poderoso.
Contacto Visual
Conexión con la Audiencia: En Lucas 22:61, se nos dice: “Y volviéndose el Señor, miró a Pedro.” El contacto visual es esencial para conectar con su audiencia. Mire a las personas a los ojos, no solo a una sección de la congregación. Esto despierta el interés y hace que el mensaje sea más personal y relevante. Sin embargo, evite mirar a una sola persona de manera intensa, especialmente cuando haga afirmaciones directas. Haga contacto visual con varios miembros de la congregación para mantener la conexión.
Salida del Púlpito
Impacto de la Conclusión: La forma en que termina su predicación es tan importante como el inicio. Su salida del púlpito debe reflejar la seriedad y la confianza en el mensaje que ha compartido. En 1 Corintios 15:58, Pablo dice: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” Muestre que está convencido de la eficacia del mensaje y que ha dado lo mejor de sí. Su actitud al final también cuenta; transmita satisfacción y disposición para interactuar con la congregación.
Advertencias sobre la Oratoria
Advertencias sobre la Oratoria
Antes de profundizar más en la oratoria, es crucial recordar que:
La Oratoria no es Más Importante que el Mensaje: La predicación debe centrarse en la verdad de la Palabra de Dios. 1 Corintios 2:1-2 nos recuerda: “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues nada me propuse saber entre vosotros sino a Jesucristo, y a este crucificado.”
Evite la Oratoria Artificial: La predicación nunca debe ser artificial o meramente técnica. Mateo 6:7 advierte: “Y al orar, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.” La autenticidad es esencial; no permita que una oratoria mecánica o estudiada desvíe la atención del mensaje.
La Oratoria no Debe Ser Mundana: La predicación no debe adoptar el estilo de un artista o político. En 1 Juan 2:15 se nos advierte: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo.” Mantenga la oratoria enfocada en la verdad y no en técnicas mundanas que pueden atraer más a la audiencia que al mensaje.
Oratoria Natural es la Mejor: La oratoria debe fluir de manera natural y auténtica. 1 Pedro 4:11 dice: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios.” La habilidad para hablar con denuedo es un don de Dios que debe ser usado con humildad, evitando el orgullo y la soberbia.
Cuidado con el Orgullo y el Tropiezo: La oratoria puede causar orgullo o convertirse en un tropiezo. Proverbios 16:18 advierte: “Antes del quebranto es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.” No permita que la habilidad oratoria eclipse el mensaje o cree divisiones en la audiencia.
Dios Puede Usar Su Palabra Sin Importar la Oratoria: Finalmente, recuerde que Isaías 55:11 nos asegura: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” La eficacia del sermón no depende de la perfección oratoria, sino del poder de la Palabra de Dios
Estamos en la segunda sección principal de nuestra conferencia. Tras haber abordado la preparación del sermón, nos adentramos ahora en el crucial tema de la presentación. Consideremos algunos factores fundamentales que influirán en cómo se recibe el mensaje.
1. Usted mismo
El primer y quizás más importante factor en la presentación es usted mismo. Como predicador, su presencia y actitud juegan un papel crucial en cómo se recibe el sermón. Recuerde que la oratoria, aunque importante, no debe eclipsar el mensaje. La autenticidad y la humildad deben prevalecer, y la exposición debe fluir de manera natural y genuina.
2. La congregación
El siguiente factor a considerar es la congregación. Debemos predicar con discernimiento, ajustando el mensaje a las necesidades y características de quienes nos escuchan. Marcos 4:33 nos recuerda que Jesús enseñaba a las multitudes según su capacidad de entender.
Niños: Si la mayoría de los oyentes son niños, adapte su lenguaje, tema e ilustraciones a su nivel. Repetir conceptos y mantener la simplicidad son claves para su comprensión.Jóvenes: Al dirigirse a los jóvenes, tenga en cuenta sus desafíos y rebeliones. Utilice ilustraciones relevantes y enfoque su mensaje con compasión y empatía.Inconversos: Cuando predique ante una audiencia con muchos inconversos, asegúrese de que el sermón tenga un claro tono evangelístico.Creyentes maduros: Si su congregación es madura en la fe, profundice en aspectos doctrinales, pero no olvide que a menudo lo más útil es volver a las bases de la cristiandad.Congregación hostil: Si enfrenta una audiencia hostil, sea breve y enfóquese en presentar el evangelio claramente, orando para que Dios cambie los corazones.Audiencia invisible: Al predicar en medios como la radio o en internet, tenga en mente una audiencia diversa y dinámica. Sea conciso y mantenga el mensaje claro y al punto, ya que los oyentes pueden cambiar de canal rápidamente.
3. El tipo de culto
Otro factor crítico es el tipo de culto. Consideremos cómo varía la presentación dependiendo del contexto:
Culto de adoración: Generalmente, un sermón para un culto de adoración no tiene límite de tiempo o tema específico. Aproveche la flexibilidad para profundizar según sea necesario.Bodas: En las bodas, el enfoque debe estar en la pareja y no en la novia. Sea breve y prudente con las ilustraciones y el contenido. Evite temas inapropiados como el adulterio o el Armagedón.Funerales: Sea breve y respetuoso. Evite chistes y no exagere sobre el estado espiritual del fallecido. Muestre empatía y participe en el duelo de la familia.Eventos especiales: Para aniversarios o inauguraciones, mantenga un tono alegre y breve, enfocándose en la celebración y exaltando a Dios, no a los líderes.
4. Condiciones del lugar
Finalmente, considere las condiciones del lugar:
Acústica: Asegúrese de que su voz sea audible. Verifique el micrófono y practique en el lugar para ajustar el sonido según sea necesario.Púlpito: Evalúe el pulpito por su comodidad y funcionalidad. Asegúrese de que sea adecuado para sus notas y que tenga elementos prácticos como un reloj y espacio para un vaso de agua.Iluminación: Confirme que hay suficiente luz para leer las Biblias y que no hay deslumbramiento que pueda distraer.Comodidad de los oyentes: Verifique que los asientos sean cómodos y adecuados para la duración del sermón.Temperatura: Asegúrese de que el ambiente sea confortable en cuanto a temperatura. Recuerde la anécdota de Spurgeon, quien rompió ventanas para mejorar la ventilación en su lugar de predicación.
5. La obra del Espíritu Santo
Finalmente, el factor de factores es la obra del Espíritu Santo. Sin la unción del Espíritu, todo esfuerzo humano es en vano. El Espíritu Santo ilumina nuestra preparación, abre los corazones de la congregación, regenera a los inconversos, santifica a los creyentes y puede usar incluso un sermón débil para Su gloria. Clamemos como Juan Calvino: “¡Ven Espíritu, ven Espíritu!”
En resumen, podemos prepararnos minuciosamente, pero es el Espíritu Santo quien da vida al mensaje. No confíe en su habilidad o elocuencia; dependa completamente de la obra soberana de Dios.
Estamos entrando en la segunda sección principal de nuestra conferencia. Tras haber explorado la preparación del sermón, ahora abordaremos el aspecto crucial de la presentación.
1. La Preparación Espiritual
Antes de subir al púlpito, es fundamental que nos acerquemos con un espíritu de oración. Aunque ya has orado durante la preparación, ora aún más. Esta oración no solo refleja nuestra dependencia de Dios, sino que también le da toda la gloria a Él.
2. Establece una Rutina Efectiva
Desarrolla una rutina que te ayude a comenzar sin tropiezos. Por ejemplo, yo suelo pedir a la congregación que se ponga de pie para leer el pasaje, luego oro, y después hago que se sienten para comenzar con la introducción. Esta rutina me permite tener un flujo organizado y prepara a la congregación para recibir la Palabra de Dios. Encuentra tu propio método que te ayude a estar cómodo y a mantener la atención de tu audiencia.
3. Comienza con Tono Apropiado
Inicia tu sermón con un tono serio pero alegre. La primera impresión cuenta, y un tono reverente y positivo establece una expectativa positiva en la congregación. Evita comenzar con saludos informales o comentarios triviales que puedan disminuir el impacto de tu mensaje.
4. Introducción del Sermón
Asegúrate de comenzar con la introducción de tu sermón, en lugar de desviarte hacia anuncios o saludos. Los anuncios y saludos pueden distraer y romper el ritmo. Mantén el enfoque en introducir el tema de manera clara y directa.
5. Controla el Volumen y el Ritmo
Evita comenzar con un tono muy alto o rápido. Esto puede poner en riesgo tu voz y desviar la atención. Habla de manera natural, adaptando el volumen y ritmo según lo que el texto demande. El poder del sermón radica en la presencia del Espíritu Santo, no en los decibeles.
6. No Llames la Atención Sobre Ti
No llames la atención sobre ti mismo con comentarios como "Estoy nervioso" o "Miren mi nueva corbata". Estas distracciones pueden afectar el espíritu del sermón y desviarlo del mensaje central.
7. Flexibilidad en el Bosquejo
Sigue el orden de tu bosquejo, pero mantén la flexibilidad para adaptarte si el Espíritu Santo te guía en una dirección diferente durante la predicación. No temas ajustar el contenido según las necesidades del momento o las condiciones de la congregación.
8. No Te Desanimes
No te desanimes por la respuesta de la gente o por tus propios sentimientos negativos. Recuerda que Dios bendice Su Palabra, y a veces los sermones que consideramos menos efectivos son los que más impactan.
9. No Cambies el Sermón por la Audiencia
No modifiques tu sermón en función de una persona específica que esté presente. Mantén el enfoque en el mensaje que Dios te ha dado para ese día, sin dejarte influir por la audiencia.
10. No Escuches las Acusaciones del Diablo
Durante la predicación, el diablo puede intentar recordarte tus pecados pasados. No prestes atención a estas acusaciones. Recuerda que tus pecados han sido perdonados por la sangre de Cristo y enfócate en el mensaje del evangelio.
11. Uso de Palabras Técnicas
Evita usar palabras hebreas o griegas a menos que sea absolutamente necesario. El uso excesivo de términos técnicos puede distraer a la congregación y dar una impresión de orgullo.
12. Predica con Reverencia
Recuerda que tanto los hombres como los ángeles están presentes, y lo más importante: el Señor está allí. Esta verdad debe infundir reverencia y fervor en tu predicación.
13. Presenta el Sermón como un Mensaje de Dios
Haz que tu sermón sea claramente un mensaje de Dios. Usa Su Palabra y dirige a la congregación a ver el mensaje como un directriz divina. Creer en 1 Tesalonicenses 2:13 te ayudará a mantener esta perspectiva.
14. Dirige el Sermón a Cristo
Siempre guía tu mensaje hacia Cristo. Cualquier tema que trates, conéctalo con la obra de Cristo. Si predicas sobre temas como el enojo o las genealogías, muestra cómo Cristo es la solución y el cumplimiento de todas las promesas.
15. Cuidado con las Tentaciones al Final
Al finalizar el sermón, ten cuidado con las tentaciones del orgullo, ya sea por halagos excesivos o críticas. Mantén la humildad y deja los resultados en manos de Dios. Cree en Su soberanía y en Sus promesas para la predicación de Su Palabra.
Puntos Misceláneos
Antes de concluir, veamos algunos puntos adicionales que pueden surgir. Imaginemos algunas preguntas comunes y sus respuestas:
1. ¿Qué pasa con la repetición de sermones?
No hay problema en repetir sermones a tu misma congregación, siempre y cuando los estudies nuevamente y estés verdaderamente preparado para volver a predicarlos. Evita confiarte y presentar un bosquejo escueto, ya que esto puede resultar en una predicación deficiente.
2. ¿Qué ocurre al predicar sermones de otro hermano?
Puedes usar sermones de otros, pero es esencial que informes a la congregación que el material no es tuyo y, si es posible, avísale al hermano autor. Esto debe ser una excepción, no una práctica habitual. Copiar sermones de internet puede ser tentador, pero recuerda que muchas personas escuchan sermones en línea y se darán cuenta si has plagiado.
3. ¿Qué hacer después del sermón?
Después de predicar, ora y pide a Dios que use Su Palabra. Es probable que necesites tiempo para descansar y desconectar. Algunas personas encuentran útil leer, jugar ajedrez o caminar para relajarse. Ten cuidado con las tentaciones, especialmente después de predicar. El diablo puede intentar llevarte a la depresión, la sensualidad o a bajar la guardia. También puede usar a miembros de la congregación para distraerte o desanimarte.
4. ¿Cuánto material escrito llevar al púlpito?
Lleva el material necesario para predicar eficazmente. Algunos predicadores usan notas mínimas, mientras que otros llevan bosquejos más detallados o incluso el sermón completo escrito. La clave es encontrar un equilibrio que funcione para ti. Escribir el sermón completo puede ayudarte a memorizar y estructurar mejor tus ideas. Sin embargo, escribe de manera que suene natural al hablar. Leer el sermón en voz alta puede ayudarte a asegurarte de que suena como una predicación y no como un texto escrito. También, si no escribes tus sermones, considera grabarlos para evaluar y mejorar tu estilo.
5. ¿Es necesario aprender inglés para prepararse bien?
El inglés no es esencial para predicar, pero puede ser muy útil. Muchas herramientas de estudio y literatura teológica están disponibles solo en inglés. Aprender inglés te puede abrir acceso a más recursos, pero si no puedes, pide más sabiduría a Dios y utiliza las herramientas que tienes.
6. ¿Qué pasa con los títulos de los sermones? ¿Son importantes?
Aunque en la Biblia no encontramos predicadores anunciando títulos para sus sermones, en la práctica moderna los títulos son importantes. Los títulos deben ser breves, memorables, realistas y atractivos. Evita títulos demasiado largos, poco realistas o que intenten ser cómicos a expensas del contenido. Un buen título captura la esencia del sermón y atrae la atención de la audiencia.
¿De dónde sacamos la motivación para prepararnos y presentar bien nuestros sermones?
Hermanos, ¿cuál es nuestra verdadera motivación? ¿Es nuestra reputación, salario, diezmos o fama? El apóstol Pablo advierte sobre los que toman la piedad como fuente de ganancia, un pecado grave. La verdadera motivación debe ser mucho más elevada y pura.
1. Motívate para la gloria de Dios
Nuestra principal motivación debe ser la gloria de Dios. Todo lo que hacemos, ya sea comer, beber o predicar, debe ser hecho para glorificar a nuestro Dios. Él nos ha creado, protegido, provisto y, lo más importante, nos ha salvado y llamado al ministerio. La lectura y predicación de la Palabra son parte de nuestra adoración a Dios. Siguiendo el ejemplo de David, ofrezcamos a Dios algo que nos cueste trabajo y hagamos que nuestra predicación sea una forma de adoración a Dios.
2. Motívate por amor a la congregación
El amor a la congregación es esencial. Si no amas a tu congregación, tus esfuerzos serán en vano. Aunque puedas predicar bien, sin amor serás como un metal que resuena o un címbalo que retiñe. Prepárate y ora por la bendición de Dios con el deseo de edificar a tu congregación, ayudándola a madurar en la fe y a ser perfecta ante Dios.
3. Motívate por compasión hacia las almas perdidas
Nuestra compasión por las almas perdidas debe impulsarnos. No somos hipercalvinistas; creemos que Dios usa medios, y nos usa a nosotros para alcanzar a los perdidos. Al ver a las personas como ovejas sin pastor, debemos compartirles el glorioso evangelio de Cristo y Su amor.
4. Motívate por obediencia al mandato ministerial
Recuerda que tienes mandamientos que cumplir. En 1 Timoteo 4:13-16 se nos instruye a ocuparnos en la lectura, la exhortación y la enseñanza, y a no descuidar el don que se nos ha dado. Persistir en el ministerio es vital para tu crecimiento espiritual y el de quienes te escuchan. Así como Pablo se lamentaba si no predicaba el evangelio, debemos sentir la misma urgencia por cumplir con nuestro llamado.
5. Motívate por el desafío de predicar a huesos secos
Al predicar, recuerda que estás tratando con hombres muertos en sus delitos y pecados. Esto requiere preparación dinámica, estar lleno del Espíritu y un esfuerzo continuo para ser usado por Dios para traer vida a los muertos espirituales.
6. Motívate por el poder del evangelio
Tu orgullo en el poder del evangelio debe ser una gran motivación. En Romanos 1:16, Pablo afirma que el evangelio es el poder de Dios para salvación. Esta verdad debe emocionarnos y motivarnos a prepararnos y predicar con valentía y pasión.
7. Motívate al ver al Invisible y Su galardón final
Finalmente, predica como quien ve al Invisible y anticipa el galardón final. En Hebreos 11:24-27, vemos que Moisés perseveró al ver al Invisible. Al subir al púlpito, imagina la presencia de Dios y Su gloria. Esto te dará la fuerza y la inspiración para predicar con poder, sabiendo que al final escucharás: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor”.
Libros recomendados:
Principios de Interpretación Bíblica – Luis BerkhofLecturas a mis estudiantes – Charles SpurgeonProclame la Verdad – Albert Mohler, Jr.Predicando con Frescura – Bruce MawhinneyEl predicador: pláticas a mis estudiantes – TreviñoHermenéutica: Reglas de la Interpretación de las Sagradas Escrituras – Dr. E. LundEl Sermón Eficaz – Crane¿Qué está fallando con la predicación de hoy? – A.N. Martin
Para los que saben inglés:
Pastoral Theology – FairbairnThe God-Centered Preacher – ReymondThe Christian Pastor’s Manual – John BrownChrist-Centered Preaching – ChapellPreaching with Power – Douglas KellyThe Work of the Pastor – William StillOn the Character of a True Theologian – WitsiusSharpening the Focus of the Church – GetzLife in the Father’s House – Mack y SwavelyA Pastor’s Sketches Vol. 2 – SpencerThe Pastor in the Sick Room – WellsHow to Improve Your Preaching – JonesPreaching with Spiritual Vigour – Murray CapillOn the Preparation and Delivery of Sermons – J.A. BroadusThe Minister’s Self-Watch – Charles SpurgeonPreaching with Biblical Passion – Gabriel GrossiSpeaking God’s Words – Peter AdamThe Pastor’s Public Ministry – Terry L. JohnsonPublic Speaking Made Easy – FormanThe Power of the Pulpit – Gardiner SpringThe Preacher’s Portrait – John StottHow to Prepare Bible Messages – James BragaPreaching and Preachers – Lloyd-JonesIntercessory Prayer – Eugene BradfordA Plea to Pray for Pastors – Gardiner SpringA Tearful Farewell from a Faithful Pastor – Edward GriffinSacred Rhetoric – R.L. DabneyShepherding God’s Flock – Roger O. BeardmoreThe Reformed Pastor – Richard BaxterPreaching: The Centrality of Scripture – R. Albert MohlerProtestant Biblical Interpretation – Bernard RahmThe Preacher’s Library – PM MastersPreaching with Purpose – Jay E. AdamsPrepared to Preach – A.N. MartinLectures to My Students – SpurgeonThe Polity of the Churches – J.L. SchaverAn Earnest Ministry – John Angell JamesSecrets of Successful Speakers – WaltersAshamed of the Gospel – John MacArthurLectures on Preaching – BrooksChrist-Centered Preaching – ChapellThe Ministers Self-Watch – SpurgeonPreaching Sermons That Connect – LoscalzoPreaching From Prophetic Books – BlackwoodThe Supremacy of God in Preaching – John PiperWhat’s Wrong With Preaching Today? – A.N. MartinThe Relevance of Preaching – MarcelThe Preacher and Preaching – Samuel LoganDear Timothy, Letters on Pastoral Ministry – AscolOne Thousand Windows – ShannonOn the Preparation and Delivery of Sermons – Broadus y WeatherspoonMessage and Mission – NidaPreaching with Purpose – Jay E. AdamsPreaching to the Heart – Jay E. AdamsBetween Two Worlds – John StottEssays on Biblical Preaching – Jay E. AdamsStudies in Preaching Vol. 1 – Jay E. AdamsStudies in Preaching Vol. 3 – Jay E. AdamsLight and Heat: The Puritan View of the Pulpit – Dr. Bruce BickelFeed My Sheep – Soli Deo GloriaThoughts on Preaching – J.W. AlexanderIn Defense of Parity – Waldron, Nichols, Hufstetler, ChanskiSpirit Empowered Preaching – Arturo G. AzurdiaThe Imperative of Preaching – John CarrickAn All-Round Ministry – Charles SpurgeonPreaching Christ – Charles P. McIlvaineUsing Illustrations to Preach with Power – Bryan ChapellThe Art of Prophesying – William PerkinsBiblical Preaching – RobinsonExpository Preaching – John MacArthur
ADVERTISEMENT
Related Media
See moreRelated Sermons
See moreErnesto Alvarez • 23 views