EL PODER TRANSFORMADOR DEL REINO DE DIOS: De lo Ordinario a lo Extraordinadio
MATEO 13 • Sermon • Submitted • Presented
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Síntesis de los 2 sermones anteriores
Síntesis de los 2 sermones anteriores
Hemos estado estudiando y predicando sobre el capítulo 13 del evangelio de Mateo, en el cual leímos la Parábola del Sembrador (Mt. 13:1-9;18-23), que nos muestra la respuesta variada de las personas al mensaje del Reino y que no todos recibirán el mensaje del Reino de la misma manera: Algunos lo rechazarán, otros lo aceptarán superficialmente y otros no permanecerán fieles, y solo un grupo producirá fruto.
También hemos escuchado la Parábola del Trigo y la Cizaña (Mt. 13:24-30, 36-43) que complementa a la del sembrador; en ella, Jesús nos enseña que pesar del crecimiento del Reino, el mal coexiste con el bien hasta el día de la cosecha final puesto que el Reino de Dios se desarrolla en un mundo caído y no se purificará completamente hasta el final de los tiempos. Ahora les invito a que meditemos en lo que nos dice Mateo 13:31-33 (RVR1960).
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
En el contexto de las parábolas anteriores vemos que el crecimiento y el avance del Reino de Dios no está exento de dificultades; pero a medida que avanzamos en este capítulo observamos cómo el Reino de Dios era un misterio porque no era comprendido pero ahora está siendo revelado por Jesús utilizando elementos de uso común: como el grano de mostaza y la levadura.
Mateo 13:11 (NTV) “...A ustedes se les permite entender los secretos del reino del cielo...”. Ahora este reino es comprendido por quienes escuchan de él; no por su inteligencia o capacidad, sino porque Dios ha decidido revelárselos a través de estas parábolas, en las cuales las ideas centrales son el poder transformador y el crecimiento sobrenatural del Reino de Dios en este mundo, ilustrando su desarrollo y su expansión inevitable a pesar de que sus comienzos parecieran pequeños, insignificantes y hasta invisibles.
Proposición
Proposición
Hermanos, aunque parezca que nuestra predicación no es importante y que no tenemos resultados favorables, que no causa el efecto que deseamos en aquellos que nos escuchan; no debemos desanimarnos, porque al final el Reino de Dios transformará todo lo que toca y su crecimiento será inevitable, porque la semilla del evangelio que estamos sembrando dará su fruto al 30, 60 y ciento por uno ¡Aleluya!
Oración Transicional
Oración Transicional
En estas parábolas se describen algunos símbolos o imágenes que trataré de analizar para una correcta interpretación. Veamos…
I. EL REINO DE LOS CIELOS ES COMO UN GRANO DE MOSTAZA
I. EL REINO DE LOS CIELOS ES COMO UN GRANO DE MOSTAZA
El grano de mostaza: Pequeño e insignificante en sus inicios.
El grano de mostaza: Pequeño e insignificante en sus inicios.
Es una de las semillas más pequeñas, pero tiene el potencial de convertirse en una planta considerablemente grande. De igual manera, Jesús comenzó la predicación del Reino con un grupo pequeño de seguidores, y este mensaje se ha extendido hasta nuestros días, impactando a innumerables personas.
Las ramas: Crece y se expande.
Las ramas: Crece y se expande.
La mostaza crece y se desarrolla hasta ser un árbol que proporciona refugio y protección a las aves del cielo. Las "aves del cielo" que se posan en sus ramas representan el refugio y la vida que el Reino de Dios ofrece a todas las naciones, donde sin distinción alguna, pueden encontrar la seguridad en Dios. Hermanos, no despreciemos las acciones pequeñas por insignificantes que parezcan, porque con ellas Dios tiene el poder de hacer cosas grandes y maravillosas.
Las aves: Cuando el Reino de los cielos crece y se expande,
Las aves: Cuando el Reino de los cielos crece y se expande,
Las personas de todas las naciones encuentran refugio y bendición en la familia de Dios; pero también viene el enemigo (las aves del cielo) y se introduce en él para causar confusión. Hay 3 cosas que las aves producen y que son semejantes a lo que los malos hacen dentro del Reino:
a. Producen ruido. Son gentes conflictivas, que están en permanentes luchas y auténticas batallas unos contra otros. Nunca tienen paz porque no viven en comunión con Dios.
b. Producen basura y ensucian. Se la viven criticando y murmurando. Su lengua está siempre presta para destruir la vida de cualquier inocente que caiga en sus garras, y producen a la iglesia más daño que cualquier otra acción diabólica.
c. Deterioran el fruto e impiden fructificar. No sólo lo comen, sino que con sus continuos conflictos destruyen el fruto que queda. Ellos no llevan y procuran impedir que otros fructifiquen estorbando en su ministerio cuanto pueden.
Así que ¡cuidemos nuestra hortaliza!
II. EL REINO DE LOS CIELOS ES COMPARADO CON LA LEVADURA
II. EL REINO DE LOS CIELOS ES COMPARADO CON LA LEVADURA
Jesús también compara el Reino con la levadura que una mujer esconde en tres medidas de harina. Prestemos atención a estos dos elementos: La levadura y la harina.
1. La Levadura. Aunque es solo un pequeño ingrediente, trabaja de manera silenciosa y se expande a través de la masa hasta afectarla toda. Pero invariablemente en toda la Escritura la levadura representa o simboliza algo malo. Por lo que el Señor, no pudo utilizarla en esta parábola en un sentido contrario a todo el que tiene en la Escritura. Jesús nos dijo en Mateo 16:6
6 Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
a. Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos... “La levadura de los fariseos era la formalidad o falsa religiosidad, que era una preocupación extrema por lo externo en la religión. Hoy esto es igual al legalismo eclesiástico, lo cual no es bueno, pero tampoco el libertinaje.
b. Mirad, guardaos de la levadura…de los saduceos. La levadura de los saduceos es el escepticismo o el racionalismo, es la negación de lo sobrenatural.
c. Mirad, guardaos…de la levadura de Herodes.
Marcos 8:15 (RVR60)
“...guardaos de la levadura...de Herodes”.
La levadura de Herodes era una sensualidad degradante, el fruto de las dos anteriores. El apartarse de Dios y de su palabra dan como resultado el secularismo y la complacencia en los deseos mundanos, que son la calamidad de este tiempo. La levadura de Herodes consiste en el poder y la grandeza basados en la posesión de bienes materiales.
2. La masa de harina. representa el alimento sano de una doctrina limpia, sin contaminar. Por eso, cualquiera que enseña la Palabra de Dios, está llamado a alimentar sanamente a los creyentes para nutrirlos espiritualmente. 1 Ti. 4:6
6 Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.
Así que hermanos ¡cuidemos lo que enseñamos!
Hermanos, la interpretación más certera con las mismas Escrituras es esta: La buena masa representa la doctrina sana que alimenta a los creyentes; la levadura es símbolo de corrupción que se introduce entre la sana doctrina y corrompe a los creyentes que la siguen; y la mujer es un símbolo de una acción del mal. Y si la levadura escondida en la harina representa lo que sucede cuando se introducen enseñanzas erróneas junto con la verdad bíblica, produciendo un estado de corrupción generalizada ¡Evitemos a toda costa dar lugar a la levadura del diablo! No permitamos que contamine la fe genuina que hemos depositado en Cristo, porque una vez que entra en nuestra vida su efecto es profundo y difícil de vencer.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Pero ¡no nos pongamos tristes, que no todo es malo! Debemos ser conscientes de que el Reino de Dios existe en un mundo caído donde el mal todavía está presente, y hasta que sea plenamente consumado siempre habrá oposición y desafíos dentro y fuera de él. Sin embargo, este reino siempre será inclusivo, y ofrecerá salvación y refugio a todos los que lo buscan, sin importar su condición. Pero mientras esto pasa, como iglesia somos desafiados a ser parte del crecimiento y la expansión del Reino de los Cielos, siendo refugio y luz en medio de este mundo en oscuridad, aun a pesar de que no seamos perfectos ni estemos libres de. Pues, así como el grano de mostaza nuestra vida puede pasar de lo ordinario a lo extraordinario para la gloria de Dios.
Hermanos, ustedes y yo somos llamados a ser parte de este Reino que tiene un poder transformador; somos llamados a seguir sembrando esas pequeñas semillas del Reino como la justicia, el amor, la misericordia y la verdad eterna en todos los aspectos de la vida. Conscientes de que cada pequeño acto de bondad, cada palabra de esperanza, cada semilla de fe plantada tiene el poder de impactar poderosamente a quienes nos rodean. Sabiendo que tal vez nuestro crecimiento no sea inmediato, pero creyendo que debemos confiar en el proceso de Dios y en Su tiempo, y Él hará de lo ordinario algo extraordinario para su gloria y para bendición de otros. Amén.