Misionero full time /
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EL TITANIC
EL TITANIC
Un personaje presente en la historia, no era Jack ni Rose su nombre era John Harper
Un hombre nacido en escocia, en donde a las 14 años se hizo cristiano y a los 17 años empezó a predicar en las calles mientras trabajaba en un molino.
Un pastor Bautista llamado E.A. Carter de la Baptist Pioneer Mission en Londres se enteró de su predicación y le ofreció trabajar de tiempo completo en el ministerio en Govan, Escocia.
Durante ese tiempo se casó y tuvo una hija, pero poco tiempo después su esposa murió.
Gracias a su popularidad y pasión por las almas, el gran predicador Dwight L. Moody lo invitó en dos ocasiones a pasar el océano atlántico hasta su iglesia en Chicago.
Tiempo después, la iglesia de Moody le envió una nueva invitación. Harper hizo rápidamente arreglos para que él y su hija de seis años, llamada Nana, viajaran de regreso a Estados Unidos. Sin embargo, decidió retrasar su partida durante una semana, para poder navegar en un nuevo barco que estaba a punto de hacer su primer viaje. Así fue como John Harper, su hermana y su hija de seis años se encontraron Titanic.
El domingo 14 de abril de 1912, El barco golpeó un iceberg ese mismo día a las 11:40 p.m., y tras ese incidente el barco naufragó y comenzó a hundirse.
Cuando se emitió la llamada para que los pasajeros abandonaran sus camarotes, Harper envolvió a su hija en una manta, le dijo que algún día la volvería a ver y se la encargó a un familiar que viajaba con ellos.
Los sobrevivientes luego informaron que cuando el Titanic comenzó a hundirse, Harper advirtió a las personas que estuvieran preparadas para morir. Se aseguró de que su hermana y su hija estuvieran en un bote salvavidas mientras él continuaba compartiendo el Evangelio con quien quisiera escuchar.
Un sobreviviente recordó claramente haber escuchado gritar a Harper: “¡Mujeres, niños e inconversos en los botes salvavidas!”. Harper luego corrió a lo largo de la cubierta suplicando a la gente que se volviera hacia Cristo. Reuniendo a la gente a su alrededor en la cubierta se arrodilló y levantó los brazos en oración. Cuando el barco comenzó a hundirse, saltó a las aguas heladas.
Un informe dice que Harper, sabiendo que no podría sobrevivir mucho tiempo en el agua helada, se quitó el chaleco salvavidas y se lo arrojó a otra persona diciéndole: “¡Necesitas esto más que yo!”. Finalmente, cuando comenzó la hipotermia, John Harper se hundió bajo las aguas y pasó a la presencia del Señor, a la edad de 39 años.
Cuatro años después, un joven escocés llamado Aguilla Webb se puso de pie en una reunión en Hamilton, Canadá, y dio el siguiente testimonio:
Soy un sobreviviente del Titanic. Cuando estaba a la deriva solo en un mástil esa noche horrible, la marea trajo al Sr. John Harper de Glasgow cerca de mí. ‘Hombre’, me dijo, ‘¿eres salvo?’ ‘No’, dije ‘No lo soy’. Él respondió: ‘Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo’. Las olas lo llevaron lejos; pero, por extraño que parezca, lo trajeron de vuelta un poco más tarde, y él me dijo: ‘¿Eres salvo ahora?’ ‘No’, le dije, ‘no puedo decir aún con certeza que lo soy’. Volvió a decirme: ‘Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo’, y poco después él se hundió; y allí, solo en la noche, en medio de un inmenso mar alrededor de mí, creí. Soy el último convertido por la predicación de John Harper.
15 Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura.
Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio.
Algunos de nosotros parece que solo vamos por el mundo, pero sin la segunda parte de la misión.
Todo cristiano es un misionero tiempo completo.
En medio de todo lo que hace sigue siendo misionero.
Hemos visto en hechos lo que Dios ha estado haciendo y hoy vamos a ver un ejemplo más de esto a través de la vida de Felipe.
26 Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza». Este es un camino desierto.
27 Él se levantó y fue. Y había un eunuco etíope, alto oficial de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba encargado de todos sus tesoros, que había venido a Jerusalén para adorar.
28 Regresaba a su país sentado en su carruaje, y leía al profeta Isaías.
29 Y el Espíritu dijo a Felipe: «Ve y júntate a ese carruaje»
30 Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y le preguntó: «¿Entiende usted lo que lee?»
31 El eunuco le respondió: «¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe?». E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él.
32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era este:
«Como oveja fue llevado al matadero;
Y como cordero, mudo delante del que lo trasquila,
No abre él Su boca.
33 »En Su humillación no se le hizo justicia;
¿Quién contará su generación?
Porque Su vida es quitada de la tierra».
34 El eunuco le dijo a Felipe: «Le ruego que me diga, ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?»
35 Entonces Felipe, comenzando con este pasaje de la Escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
36 Yendo por el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y el eunuco dijo*: «Ahí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?»
37 Y Felipe le dijo: «Si usted cree con todo su corazón, puede». «Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios», respondió el eunuco.
38 Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, y Felipe lo bautizó.
39 Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso.
40 Pero Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.
La vida de un misionero a tiempo completo
La vida de un misionero a tiempo completo
Quién es este Felipe.
Felipe era un hombre que el capítulo 8 de Hechos nos describe como alguien que predica el evangelio
Estaba en Samaria y predicaba el evangelio y muchas personas se convertían
Se nos dice que se le llama el evangelista
Hechos de los Apóstoles 21:8 “8 Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, y entrando en la casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete, nos quedamos con él.”
Era uno de los siete seleccionados en
Hechos de los Apóstoles 6:5 “5 Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía.”
Este Felipe está cumpliendo las palabras de Jesús, vayan por el mundo y prediquen el evangelio.
Lo había predicado en Jerusalén
Lo estaba predicando en Samaria
Ahora lo vemos predicando a una persona en particular
Viendo este relato podemos encontrar muchas enseñanzas y yo quiero que veamos las forma de vida de un misionero tiempo completo.
Hechos de los Apóstoles 8:26–27 (NBLA)
26 Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza». Este es un camino desierto.
27 Él se levantó y fue.
No maneja su agenda
No maneja su agenda
A usted le gustaría que un angel del Señor le dijera, levántese y vaya hacia tal dirección, llegue a las 3pm a tal lugar?
Felipe estaba predicando a las multitudes, y las multitudes se estaban convirtiendo, estaban creyendo en el mensaje y estaban bautizándose. ¿Por qué razón Felipe se iría de ahí si está siendo efectivo?
El Angel del Señor solo le dice que se vaya, no le da ninguna otra explicación.
¿Será de Dios esto? Cómo va a ser de Dios si eso me aleja de lo que estoy haciendo que definitivamente sí es de Dios.
El se levantó y se fue.
Muchas ocasiones nosotros tenemos nuestras prioridades establecidas sin dejar espacio en nuestra agenda para lo que Dios quiere que hagamos.
La vida del cristiano le pertenece a Dios y su tiempo y sus planes le pertenecen a Dios.
Un cristiano que entiende que es misionero a tiempo completo, no maneja su agenda, sino que la dispone a Dios.
27 Él se levantó y fue. Y había un eunuco etíope, alto oficial de Candace, reina de los etíopes, el cual estaba encargado de todos sus tesoros, que había venido a Jerusalén para adorar.
28 Regresaba a su país sentado en su carruaje, y leía al profeta Isaías.
29 Y el Espíritu dijo a Felipe: «Ve y júntate a ese carruaje»
Escucha a Dios
Escucha a Dios
Es sensible para escuchar a Dios dirigiéndolo.
Es un hombre que está atento para saber que es lo que Dios quiere, Dios maneja los hilos de esta historia y uno puede vivir una vida en la que es parte de lo que Dios está haciendo en la historia, él ha dado esa oportunidad y esa misión, Integrarse en la historia de Dios ya no como enemigo sino ahora como equipo.
Esto requiere estar atento a lo que Dios quiere que hagamos.
Uno a veces anda tan enredado que quisiera que Dios le hable y le diga lo que hay que hacer para desenredarse.
Pero quiere eso y vive de otra manera, porque no busca que el señor le hable y tampoco está dispuesto a vivir de acuerdo a lo que Dios le hable.
30 Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y le preguntó: «¿Entiende usted lo que lee?»
31 El eunuco le respondió: «¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe?». E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él.
32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era este:
«Como oveja fue llevado al matadero;
Y como cordero, mudo delante del que lo trasquila,
No abre él Su boca.
33 »En Su humillación no se le hizo justicia;
¿Quién contará su generación?
Porque Su vida es quitada de la tierra».
34 El eunuco le dijo a Felipe: «Le ruego que me diga, ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?»
35 Entonces Felipe, comenzando con este pasaje de la Escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Conecta con las personas que Dios pone en su camino
Conecta con las personas que Dios pone en su camino
Felipe no fue solo a escuchar que pasaba o qué leía el eunuco, Felipe fue intencional en hablarle, en reconocer lo que hacía y en encontrar un punto en común para poder conversar acerca de Jesús.
Sabe preguntar y escuchar
Sabe preguntar y escuchar
¿Entiende usted lo que lee?
En muchas ocasiones en la pregunta correcta está la puerta para la conversación acerca de Jesús.
La pregunta que nadie se atreve a hacer, la pregunta genuina y real
Pregunta y escucha, a veces nosotros preguntamos y no escuchamos la respuesta
Como cuando a uno le presentan a alguien y le dicen el nombre pero usted no puso atención y no se sabe el nombre
Hay que preguntar y detenerse a escuchar porque todos tienen algo que responder, algo que decir y algo que puede ser valioso escuchar para poder llevar a Cristo a los corazones.
Habla lo que tiene que hablar
Habla lo que tiene que hablar
Habló lo esencial, habló lo que era necesario decir, lo que era importante.
Habló acerca de quien era el hombre sufriente y la obra de Jesucristo, además lo invitó a creer en Jesus ya bautizarse en su nombre.
Hay un tiempo para escuchar, hay un tiempo para conectar, hay un tiempo para ser amigo, pero hay un tiempo para decir lo que hay que decir. Hay un tiempo para predicar lo que hay que preguntar.
Invitar a lo que hay que invitar.
36 Yendo por el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y el eunuco dijo*: «Ahí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?»
37 Y Felipe le dijo: «Si usted cree con todo su corazón, puede». «Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios», respondió el eunuco.
38 Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, y Felipe lo bautizó.
39 Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso.
Entrega vida
Entrega vida
Los cristianos somos un equipo de rescate en un naufragio, que encuentra cadáveres pero no los entierra sino que les da vida a través de Cristo.
El eunuco continuó su camino gozoso.
40 Pero Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.
Continúa con la misión.
Continúa con la misión.
Felipe anunciaba el evangelio en todas las ciudades.
A mi esto me confronta, me golpea duro y me desafía.
¿Cuántas ciudades ha visitado usted?
¿En cuántas ha anunciado el evangelio?
Este misionero de Dios no había caminado con Jesús, no era un apóstol. No tenía una carrera en teología, no era de una posición privilegiada.
Era un ser humano, era un verdadero cristiano, un hombre con una misión
Solo tenía una cosa: Hechos 6.3
3 »Por tanto, hermanos, escojan de entre ustedes siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea.
Era un hombre lleno del Espíritu Santo.
Eso es suficiente para ser un misionero tiempo completo
Cierre:
Hechos 8 nos narra que la persecución dispersó a los cristianos, que “iban por todas partes anunciando el evangelio
Lo que vemos hoy no es la imagen de una predicación pública, sino de hablar sobre Jesucristo con todas las personas que los cristianos encontraban.
Felipe, fue sacado de un gran avivamiento dirigido por él (vv. 12–13), para darle el mensaje del evangelio a una sola persona (vv. 26–40).
Si cada cristiano ganara para Cristo a sólo una persona, se ganarían millones, ¡mucho más de las personas que gana el evangelista más importante!
HOY QUIERO Invitarlos a que comiencen a orar para que Dios muestre una persona que necesita oír las buenas nuevas de Cristo.
al escuchar este testimonio, seamos motivados en salir y compartir el evangelio de todas las maneras posibles, con todos los medios posibles, y a todas las personas que nos sea posibles.
Tenemos un mensaje hermoso que ofrecer y no es responsabilidad nuestra el resultado.
15 Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura.