Modelos de identidad

Pensamientos

Jesús le pide a sus discipulos que no se contaminen con la levadura de fariseos y con la de Herodes, esta puede ser la necesidad de marginar y separar y la necesidad de controlar por medio del poder.

Los discipulos continuan sin entender, Jesús los confronta:

Ojos que no ven

Oidos que no oyen

Mente que no recuerda

Estos elementos han sido tema recurrente en el evangelio, los confronta además con lo que sobra y finalmente les pregunta ¿y todavia no entienden? Llevandolos a la tarea de que en ambos milagros había algo que enseñarles.

Sentidos

Si los oidos del sordo necesitaban ser abiertos los ojos del ciego necesitaban restablecer su claridad. Tanto el sordo como el ciego estaban imposibilitados para ver y oir el reino de los cielos, a este tipo de milagro le llamaremos milagros de comunicación.

El milagro del ciego está contado en 2 partes, en primer lugar ve pero no claramente y en segundo tiempo recobra la vista claramente como lo menciona el verso 25.

Que Jesús haya decidido sacar al ciego fuera de la aldea le permite establecer una relación personal e intima con el ciego, estos milagros nos recuerdan la misión de Jesús y de la Iglesia, traer palabra y luz.

¿Quién es el Señor?

Mientras Jesús va con sus discipulos en el camino decide preguntarles ¿Quién es Él? Jesús está preparando a sus discipulos quienes todavia no comprenden la magnitud de su llamado y en esta preparación necesita afirmar su identidad.

Marcos nos ha dado a conocer algunas cosas que los demás decían de Jesús:

Un blasfemo: Mark 2:7 “«¿Por qué habla éste así? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecado!

Un loco: Mark 3:21 “Cuando se enteraron sus parientes, salieron a hacerse cargo de él, porque decían: «Está fuera de sí.»”

un simple artesano: Mark 6:3 “¿No es acaso el carpintero, el hijo de María y hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban a causa de él. Por tanto, Jesús les dijo:”

El santo de Dios: Mark 1:24 “—¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!”os sino sólo Dios?»”

Es el Señor: Mark 7:28 “—Sí, Señor—respondió la mujer—, pero hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan los hijos.”

Hijo del altisimo: Mark 5:7 “—¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?—gritó con fuerza—. ¡Te ruego por Dios que no me atormentes!”

Marcos rescata en la confesión de sus discipulos el hecho de que ellos lo ven como un profeta tan importante como Juan el Bautista o como Elias y aunque el narrador desde un principio conoce la identidad de Jesús en Mark 1:1 “Comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios.” no sabe en que sentido es Jesús el Hijo de Dios, tenemos que hacer un rastreo en lo que llevamos de este evangelio para encontrar como Jesús es el hijo de Dios, El ungido.

¿Quién era Jesús? ¿Cómo podía su nombre estar asociado con el de los profetas?

Jesús inicia su ministerio anunciando “las buenas nuevas” del Reino de Dios, en seguida llama a los primeros discipulos, hombres insignifcantes y seguramente carente de estudios, tambien ha librado a las personas del poder de los demonios y aunque su ministerio parece enfocado en anunciar la palabra tambien es cierto que eso no le impide ver y sanar a los enfermos, ver y sanar a los marginados como el leproso o al hombre paralitico.

Jesús no anuncia buenas noticias que incluyan primero el arrepentimiento de los pecados, si esto fuera asi la historia del paralitico y la de Levi no tendrian cabida en Marcos, sin embargo, Levi sufre una transformación a partir de su contacto con Jesús y de su inclusión en la familia de Él.

Jesús nos ha liberado de las costumbres farisaicas que segregan y dividen, busca que su iglesia se parezca mas a Él y participe de su ministerio de reconciliación. Nadie puede ejercer control sobre Él, ni siquiera los que parecían que ya le conocían a la perfección como su madre y hermanos.

La parabola del buen sembrador nos recuerda que para el Reino de los cielos, la lógica del crecimiento no es igual que la nuestra, en el momento menos pensado, el Señor operará el cambio y tendremos una cosecha maravillosa.

Jesús es el Señor.