¿Cómo saber la voluntad de Dios? 2
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Propósito 2
¿Cómo saber el plan de Dios para tu vida? Si no crees en Dios ¿Cómo sabes tu propósito para esta vida? Si te has hecho esa pregunta ¡Sabes que hay propósito para tu vida! En donde vivir, qué estudiar, el trabajo, otro trabajo, otra casa, los hijos vienen, los hijos van, la esposa se va otra viene, la salud se va. Y parece que la vida se repite, pero la diferencia es que ahora estás más viejo.
Si te has hecho esa pregunta, es evidencia de que hay una respuesta ¡Sí, hay algo más! Esa pregunta es exclusiva de los seres humanos; en la casa tenemos lombrices de composta y no creo que se pregunten ¿Qué será de mi vida? ¿Así será siempre? Comiendo fruta y descomponiendo estas cosas? ¡No creo!
Algo en ti se pregunta si hay algo más. En el cristianismo está la respuesta. ¡Sí, hay algo más para ti! Dios tiene un plan para tu vida ¿Sabes por qué decimos eso?
Si quisiera persuadirte: ¡Tu vida no tiene sentido! No hay plan, ni propósito, no hay esperanza; por eso trabaja, come, duerme y muere- aunque te citara estadísticas, algo en ti sabe que ¡No es así! No me creerías, porque algo en ti sabe que la vida sí tiene propósito. Puede que aún no sepas cuál es, pero crees que hay algo más.
Los cristianos creemos que eso es como la huella de Dios en ti ¡Hay propósito para tu vida!
Empezamos a hablar de esto la semana pasada; la importancia de orar: ¡Dios cuál es tu plan para mi vida! ¿Cuál es tu propósito para mi vida? En la escuela, trabajo, con quién me casaré, cómo educar a mis hijos, ser mejor padre, abuelo.
Al empezar a orar verás algunas cosas; te darás cuenta de cómo el plan de Dios es evidente o real en tu vida.
Una forma de descubrir el propósito de Dios para tu vida es ver y usar las habilidades que Dios te dio; usar esas habilidades, tu personalidad, carácter; para saber cómo te hizo Dios y en qué se pueden usar esas habilidades.
Hoy hablaremos sobre el trabajo. Como pastor diría que la mayoría de las veces que platico con alguien sobre la voluntad de Dios; lo quiere saber del trabajo, profesión ¿Qué hago con mi vida? Frecuentemente cuando alguien pregunta la voluntad de Dios, es sobre el trabajo.
Es algo que la Biblia enseña de cómo Dios nos guía, especialmente en el trabajo, la profesión; muchas veces es algo que pasamos por alto y no lo queremos ver.
Siendo adolescente y al orar a Dios, que quiero tener su gracia ante ÉL y los hombres además de saber su Voluntad para mi vida. Ahora puedo ver con claridad algunas cosas que pasaron en mis 17’s. Cuando le pedía algo a mi papá su respuesta era: ¡Trabaja! Pero papá ¿No debemos orar por mi trabajo? ¿Que Dios me diga en dónde? Su respuesta ummm pero sal a buscar.
Un hermano de la iglesia me ofreció trabajo -no saben lo agradecido que estuve con ese hermano-. El trabajo era cortar la maleza con machete ¡Sabía que no era la voluntad de Dios para mi vida! Lo más pesado que había tenido en las manos era Archipiélago Gulag de Solyenitzin. En chiapas llueve mucho el ‘zacatón’ parece bambú, que verde, es casi imposible cortar, a menos que tengas práctica y la técnica adecuada.
Aprovechar esa oportunidad me puso frente a otra oportunidad.
El mismo hermano se compadeció de mí y me dice que mejor lo acompañe a su trabajo; vendedor de calendarios de la Lito Offset Nacional para los comercios que regalan calendarios.
Aprovechar esa oportunidad me puso frente a otra oportunidad.
Me regalaron un método para aprender Ingles, el cuál aproveché, fue un sólo cuadernillo y de manera auto didacta aprendí inglés.
Aprovechar esa oportunidad me puso frente a otra oportunidad.
Mi maestro de filosofía de la prepa se enteró de que trabajaba porque a veces llegaba tarde; él también era maestro de inglés en una escuela particular, la única de Huixtla. Por un cambio de domicilio ya no pudo seguir dando clases y me recomienda para dar clases de inglés. Tenía 17 años. Empecé dando clases a primaria, después se va la maestra de secundaria y yo la suplo; después a dar clases a preescolar. La niña que me decía Bugs Bunny.
En esa época no tenía muy claro qué sería de mí, pero aprovechar esas oportunidades me puso frente a otras oportunidades, a los 17’s marcó mi vida.
¿Cuántos de ustedes han estado en un trabajo que odiaron? Pero al ver atrás en el tiempo agradeces lo que aprendiste estando ahí.
Hablaremos de cómo Dios nos guía en el trabajo. Dios nos guía en el trabajo, la profesión, por medio de oportunidades.
Dios usa la oportunidad actual que tienes para conectarla con la oportunidad que te llegará en el futuro. Dios nos lleva a nuevas oportunidades que están relacionadas con la oportunidad actual.
Si eres nuevo en el cristianismo, estás en un trabajo y has orado para que Dios te lleve a un nuevo trabajo, la tendencia es decir ¿Dios dónde quieres que trabaje? A decir ¡Ayúdame! Pero esperamos que Dios intervenga de manera milagrosa, mística, con luces y truenos, voz audible, para dirigirnos. Y Él lo puede hacer ¡Pero esa no es la regla!
Lo que muchas veces Dios hace, esto lo has visto, es que nos guía por medio de oportunidades, nuevas oportunidades llegan y esas nos llevan a otras oportunidades futuras; aunque no te guste lo que actualmente haces. O sea, lo que haces con la oportunidad que tienes en este momento, aunque no te guste, te prepara para las nuevas oportunidades. Lo que haces con la oportunidad que tienes -aunque sabes que es temporal- es muy importante para la oportunidad que vendrá después.
Si lo que haces no te gusta, porque pagan poco; debes saber que Dios te guía por medio de esas oportunidades. Esto lo sabes.
Muchas historias son así, van de oportunidad en oportunidad; nadie empieza en grande -hay excepciones- la mayoría vamos avanzando de oportunidad en oportunidad. Alguien empieza vendiendo ropa en una comunidad; alguien empieza a grabar con su computadora en casa, etc.
Como cristianos debemos poner mucha atención a las oportunidades que tenemos, porque eso se cruza con la voluntad de Dios ¡Dios que usa todo! Por eso es importante que uses bien esas oportunidades que tienes enfrente, para cuando vengan las nuevas oportunidades que Dios decida poner frente a ti.
Quizá no nos guste, pero así es. Al leer la Biblia te das cuenta de algo: aun en las historias de la Biblia que sabemos que Dios está haciendo algo, en esas historias que vemos a Dios haciendo cosas increíbles: crear una nación de una persona; ahí también vemos a Dios usando las oportunidades, muchas veces no son milagros, sólo son oportunidades ¡Dios las usa!
David; fue un pastor y hay algo que leemos de él pero no le damos mucho énfasis; ser pastor no era la mejor profesión; la familia se olvidada de él; era responsable de cuidar ovejas. La amenaza a su trabajo eran los leones; si estas cuidando ovejas y llega el león, tu dices: ¡Ni modo perdimos las ovejas! Pero no David; él se tomó en serio su responsabilidad, fue responsable; la Biblia dice que cuando un león se acercaba, David lo perseguía hasta matarlo. Lo leemos y decimos ¡Ah que bonito! Lo que sigue. Pero era un león, no sabemos el tamaño; pero si era pequeño, seguro había uno más grande cerca.
En otra ocasión, llegó un oso y David no corrió; era su responsabilidad y mató al oso ¿Cómo matas un oso? ¡No lo sé, pero lo hizo!
Un día va a visitar a sus hermanos al campo de batalla; en una montaña dividida por un valle profundo; del otro lado están los filisteos. Un gigante se paraba cada día a desafiar a los israelitas: una lucha uno a uno; si me gana seremos sus esclavos, si le gano, ustedes serán nuestros esclavos. David llega a ese lugar, ve al gigante y dice: he matado un león, un oso, seguro que puedo contra este.
Va con Saúl, y éste le quiere poner una armadura -algo que no era su habilidad-, no está acostumbrado, se la quita. Mata a Goliat. Era algo que había practicado, lo había hecho antes, no lo vemos así, pero es lo que la historia nos dice: una oportunidad lo llevo a otra y a otra. Esta última lo llevó a ser héroe nacional ahora está en el palacio ¡Donde Dios lo quería tener! Dios uso la oportunidad, más otra nueva oportunidad para llevar a David a dónde ÉL quiere. David es el siguiente Rey de Israel.
Dios usa las oportunidades actuales, y las conecta con oportunidades futuras; no es que Dios intervino en todo el proceso de manera sobre natural; sino que aprovechó las oportunidades, los eventos de su vida que David aprovechó, para llevarlo a otras nuevas oportunidades y finalmente ser rey de Israel.
Así trabaja Dios. Él usa la oportunidad que tienes para darte nuevas.
La historia de José es otro ejemplo extremo; si crees que tu trabajo es ingrato, a José le va peor. Lo venden sus hermanos, es esclavo en Egipto. Pero José tenía habilidades como administrador ¿José en qué eres bueno? Me gusta excel, planear. Como esclavo llega a casa de Potifar y hace buen trabajo.
No te gusta tu trabajo, porque no pagan bien, las cosas no van bien; pero cuando menos no eres esclavo en Egipto.
José hace un buen trabajo con las habilidades que Dios le dio ¡Dios honra eso! Después de hacer bien su trabajo de manera injusta termina en un calabozo. Pues aun ahí sigue haciendo lo que sabe hacer ¡Organiza el calabozo! Y el guardia le tiene simpatía.
José fue parte importante en lo que Dios haría. José usó las oportunidades que le dieron; aunque está en el calabozo sigue haciendo lo que sabe hacer. Tiempo después está frente a Faraón quien lo pone como administrador de todo Egipto. Hace lo que sabe hacer, aprovecha las oportunidades que se le presentaron.
Dios uso a José para preservar a Su pueblo, pero ¿Cómo sucedió? Porque José uso sus habilidades, aprovechó las oportunidades que se le presentaron; hizo lo mejor que pudo y eso lo conecto con las oportunidades futuras.
Recuerdo que de niño no quería ser pastor, pero si predicar. En ese tiempo no había muchas oportunidades para alguien de 16 años de hablar en público, mucho menos de predicar. Por eso entre a todo concurso de poesía en la escuela, obras de teatro (Bruno Traven); concurso de canto con las del Buki.
Hasta que mi papá un día me dijo: quiero que el domingo des a los adultos la escuela dominical; recuerdo que me preparé como nunca ¡No sabía si tendría otra oportunidad! La ventaja de dar clases a los adultos, es que casi todos se duermen.
Lo hice porque quería aprovechar la oportunidad que se me dio; sin saber me estaba preparando para el futuro. Lo que quiero decir es que he visto la mano de Dios de manera milagrosa, pero también he aprovechado las oportunidades que la vida me dio, sin saber que era la forma como Dios trabaja.
¿Cuáles son las oportunidades que tienes? ¿Te quejas de las que tienes? Sabes que ahí donde estás tienes oportunidades ¿Qué vas a hacer con ellas? Quizá dices: es que estoy demasiado preparado para lo que quieren; pero ¡Esas son tus oportunidades! ¿Qué harás? ¡Aprovecha cada oportunidad! Haz tu mejor esfuerzo, porque no sabes lo que Dios hará ¡Así diseñó Dios que el mundo funcione!
Veo mi vida en Huixtla, un pueblito donde aprendí inglés; practique la oratoria, aprendí a relacionarme con personas bien humildes y apreciarlo; doy gracias a Dios por esa oportunidad. Quizá al ver tu vida atrás puedas decir: no sabía lo que ahora sé, pero puedo ver que eso fue un eslabón, y Dios lo uso para lo que ahora estoy haciendo o viviendo ¿Qué haces con las oportunidades que tienes?
Muchas historias son así. Oportunidad, tras oportunidad. La pregunta es ¿Qué haces con tus oportunidades? Así empezaron muchas personas, aprovecharon su oportunidad de estudiar, de ganar experiencia, y aunque al principio era algo temporal, lo hicieron porque era lo que había para hacer. Pero de ahí surgió la oportunidad de hacer algo más.
Si tu ya quieres salir de tu situación y hacer algo más; no quieres estar donde estás porque no te gusta. En lugar de enfocarte en lo que quieres, la pregunta es ¿Qué haces con la oportunidad que tienes en tus manos? Porque eso es importante en saber ¡Cuál es el plan de Dios para tu vida!
Veremos unos versos en Colosenses; lo que te dije es el contexto para ver estos versos; Pablo habló sobre lo difícil de las relaciones entre los esposos; el amo y esclavo; hijos y padres; habla sobre como responder a la autoridad en situaciones difíciles, cómo tratar relaciones complicadas y al terminar nos da un mandamiento o un principio general.
Colosenses 3:23 “Hagan lo que hagan...”
De otra manera: lo que hagas, lo que eres. Si eres esclavo peleando con tu amo; si eres hijo discutiendo con tu padre fuera de control; si eres padre tratando con su hijo; esposo hablando con tu esposa fuera de control.
Hagan lo que hagan tiempo presente, lo que hagas en este momento, las circunstancias en las que estás en este momento. Sé que quieres estar en otro lado, te quieres ir de Oaxaca, ya no quieres hacer lo que haces, el trabajo te quedó chico.
Colosenses 3:23 “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana...”
Pon tu mejor esfuerzo; literalmente quiere decir: pon tu corazón en ese trabajo. Quizá estás pensando: ¡Te diré mi historia! Para quien trabajo. Pero antes de que sigas, escucha la historia de estos primeros cristianos; la mayoría eran esclavos, no tenían elección; en el 1er siglo la gente no se quejaba de su trabajo ¡No tenían!
Eso de quejarse es muy del ser humano, pero más los latinos, vivimos en una cultura de la máxima gratificación con el mínimo de esfuerzo. Pablo dice: aunque sea difícil lo que haces, trabaja de buena gana, con todo lo que tienes para dar.
Colosenses 3:23 “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo....”
Recibe las oportunidades como algo que Dios te da; el trabajo es algo que Dios te da; mira la oportunidad que tienes en las manos ¡Te fue dada por Dios!
Pablo dice: trabaja con todas tus ganas, como si Dios te dijo: te doy este trabajo de medio tiempo; te doy esa oportunidad en ese negocio; te pongo en ese lugar que nadie más quiere; te lo doy a ti, quiero que cumplas como si Dios te lo da. Porque muchas veces Dios usa las oportunidades presentes para encadenarlas con las oportunidades futuras.
Las nuevas oportunidades están conectadas, enlazadas con las oportunidades actuarles. Trabaja con ganas, como para Dios y no para nadie en este mundo.
Colosenses 3:24 “...conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. ”
Pablo creyó que había una consecuencia eterna, una recompensa, basada en tu respuesta a las oportunidades que Dios te da; lo que haces en esta vida, tiene eco en la eternidad. Palabras de Máximo en el Gladiador. Lo que hacemos en esta vida tiene una ramificación eterna; cómo aprovechamos las oportunidades que Dios nos pone enfrente.
Colosenses 3:24 “Ustedes sirven a Cristo el Señor..”
Ahora usa la palabra servir; como un esclavo a un amo; nos dice a los cristianos; tu le perteneces a Cristo. Él es tu amo; no te perteneces. Eres esclavo de Dios y haces lo que ÉL te manda hacer. Jesús es tu amo a donde sea que vayas o lo que hagas lo haces por ÉL. En esa cultura si un esclavo tuyo va a trabajar a otra casa, ese esclavo sigue siendo tuyo aunque trabaje en tu casa. Y es como si yo lo hiciera.
O sea que cualquier oportunidad que se te da, cada oportunidad que tienes de hacer algo, por esa, darás cuentas a Dios. Porque le perteneces. Lo que hagas hazlo con todo tu corazón, como para el Señor, porque Él te da la oportunidad.
La semana pasada vimos la Voluntad Providencial de Dios, la Voluntad Moral de Dios; y la VMD es que en el trabajo lo que hagas lo hagas con todas tus ganas.
Cuando le digas: Dios muéstrame tu voluntad para mi trabajo; la respuesta a esa pregunta es otra pregunta ¿Cómo te estás portando en la oportunidad que te he dado en este momento? ¿Lo haces con todas tus ganas? Y dices ¡No quiero hablar de eso! Sino de lo que viene después, de lo que sigue.
Y Dios te dice: precisamente, no puedo mandarte nada, si no estás usando bien lo que te di.
Resumiendo paso #1 al descubrir la voluntad de Dios para el trabajo: haz con todas tus ganas lo que haces; como para Dios. Su voluntad es que, lo que hagas lo hagas como para ÉL ¿Por qué? Porque el trabajo, las oportunidades actuales las conecta con las oportunidades futuras.
Claro que hay excepciones, pero son eso ¡Excepciones! Y como tu no sabes cuales son las excepciones ¡Haz con ganas todo lo que haces! Dios quiere que hagas con todas tus fuerzas lo que haces, en lo que estás ahorita.
Si batallas en tu trabajo, en lo que haces, no esperes un milagro, la mano en la pared porque ¡Te está hablando en este momento! Como los que después del sermón se acercan al predicador ¡Déme una Palabra de Dios para mi vida! ¡Es lo que acabo de hacer!
La pregunta #1. Por la manera como has aprovechado la oportunidad que tienes ¿Te confiarías una nueva y mejor oportunidad? Si supieras de ti lo que sólo tu sabes de ti, y te pudieras dar una mejor oportunidad ¿Te la darías? Nadie sabe el tiempo que pierdes en WEB, nadie sabe a que hora te levantas; pero si aceptas la Biblia como Palabra de Dios, y sabes que la oportunidad que tienes es de Dios y ÉL te quiere dar una mejor oportunidad ¿Estás haciendo lo mejor que puedes?
Pregunta #2. ¿Te estás preparando para la siguiente oportunidad o la estás sólo esperando? Señor este trabajo no me merece, así que me salgo. Y esperas a que Dios te llame con el nuevo trabajo. ¿Te estás preparando o estás esperando? Si fueras el jefe ¿A quién le darías la siguiente oportunidad? Al que se queda esperando o al que se prepara, para cuando le den la otra oportunidad.
Pregunta #3. ¿Qué puedes hacer ahí donde estás para prepararte para la siguiente oportunidad? Deberías terminar la prepa; leer más libros y ver menos TV, hay cursos de casi todo en internet ¿Qué puedes hacer ahora para prepararte para la siguiente oportunidad.
Quizá tienes una oportunidad pero no la aprovechas porque pagan poquito; pero si no trabajas ¡No ganas nada! No la aceptas porque estás por encima y eso es muy poca cosa para ti. Debes saber que José es de las personas más importantes en el AT, pero no fue sino hasta los 30’s que empezó s figurar; antes de eso fue el mocito de la casa, ayudante en el calabozo. Pero Dios lo uso de manera muy importante.
Escucha: no te estoy diciendo qué debes hacer, sólo que te detengas a pensar, a meditarlo; ora y después actúa (Clase del miércoles).
El asunto es, comprométete con la oportunidad que tienes, hasta que llegue otra. En lo que esperas, en lo que oras, debes hacer tu mejor esfuerzo, porque Dios usa las oportunidades para conectarlas con otras oportunidades futuras; y por más que no te guste, o que te guste, es lo que Dios te dio. Hazlo con ganas porque no sabes lo que ÉL hará.
Una excepción esto no aplica en el matrimonio. No es que Dios te esté preparando para el siguiente matrimonio; ahí comprométete y quédate, porque ese matrimonio también te lo dio Dios.
Trabaja sabiendo que Dios te dio ese trabajo, trabaja con todas tus ganas.
Oremos.