Todo lo que pidas..será hecho.

Introducción.

Que pediría usted si la persona más poderosa de la tierra te dijera con mucha seguridad “pídeme y te será hecho”.

Imagino que ud cómo yo, quizá pidamos solucionar los problemas más apremientes de la vida…quizá ud pida salud, o dinero para pagar una deuda, o pida un trabajo con buena remuneración, o pida una casa donde dejar de pagar alquiler, o un vehículo que le movilice a su trabajo...

Pues estás mismas palabras y última promesa fueron pronunciadas por Jesús camino al monte de los Olivos, antes de celebrar la última cena con sus discípulo para luego ser arrestado y posteriormente crucificado. Leemos estas palabras en el evangelio de Juan 15.7b

Aunque suena a la falsa Teología de la prosperidad, en la que dan poder a las palabras cuando se trata de pedir, (atar y desatar), se debe evitar este grave error.

Por lo que debemos leer todo el contexto de esta promesa hecha por el Señor Jesucristo, con sumo cuidado. Precisamente porque es una promesa.

Esta promesa hecha por el Señor Jesucristo, tiene ciertas condiciones y advertencias…la primera de ellas, es..

I. Estar injertados a Cristo.

El injerto es un método que consiste en unir un trozo o samiento (rama) de una planta al tallo de otra para que esta crezcan como una sola con el tallo y exhiba las mismas características.

Jesús es la vid.

El Señor Jesucristo usa una alegoría, en la que:

El Padre es el labrador.

Israel representa una vid falsa.

Jesús es la vid verdadera.

Y todo aquel que cree en Jesús es un Pámpano o rama injertada a la vid.