Nacido para servir.

#4.

Nacido para servir Ro 6:15–22.

Introducción: Bajo el imperio romano, la esclavitud era muy común. Los amos tenían todo derecho y autoridad sobre sus esclavos. Tenían un mercado (tipo pulga) donde podían comprar y vender esclavos, así como se vendían las cosas o animales. Cuando un esclavo era vendido a un nuevo amo, este se sujetaba bajo toda la autoridad del nuevo amo. El esclavo no servía según su propio deseo, ni su propia voluntad, sino solamente hacía todo lo que su nuevo amo le decía. No podía contradecir nada de lo que su amo le decía.

Pasando esto hacia el terreno bíblico, la Biblia enseña que los cristiano son comprados por precio, y ese precio es la sangre bendita del cordero de Dios, nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Dios nos trasladó del reino de las tinieblas al reino de Su Hijo.

La palabra cristiano, para referirse a los seguidores de Cristo, solo aparece tres veces en el Nuevo Testamento. Dos veces en Hechos y una vez en Pedro (1 Ped. 4:16). Se usan otros términos para identificar a los seguidores de Jesús: forasteros, extranjeros, ciudadanos del cielo, y otros. Todas son descripciones de los seguidores de Jesús; pero hay una palabra que se usa con más frecuencia. Es una palabra que se ha perdido en nuestra cultura: es la imagen del esclavo.

a mediados del segundo siglo, en el reinado de Marco Aurelio (161-180 d C.), en el sur de Europa, un joven llamado Sanctus, era un diácono de Viena. Durante la persecución, se le decía reiteradamente que renunciara su fe, pero se mantuve firme hasta la ejecución. Le preguntaban quién era él, su respuesta siempre fue “soy cristiano”. En el día de su ejecución fue sometido a las bestias salvajes y a sujetarse en una silla de hierro ardiente. Durante todo este proceso él gritaba “soy cristiano”. Esa fue la respuesta de muchos cristianos durante la persecución romana. Ellos entendían lo que realmente significa ser cristiano. En nuestros días es muy fácil llamarnos cristianos, hasta cristianos culturales.

Proposición: En esta predicación vamos a ver lo que significa ser siervo de Dios; también vamos a ver que todos los seremos humanos son siervos: sea del pecado o de Dios nadie es libre que como pretende el mundo; y finalmente vamos a ver una analogía de como servir a nuestro Dios.

Propósito: mi deseo es que todos los cristianos entiendan todos somos siervos de Dios, es muy usar esa palabra “siervo” solo para pastores u otros, pero debemos entender que todos los cristianos hemos nacido de nuevo para servir. Como dijo Jesús: “no he venido para ser servido sino para servir”. Este mensaje será el punto de partida para entender nuestro dones, cada creyente sirve o deber con todas sus fuerzas usando sus dones para el crecimiento de nuestra iglesia.

I. Definición de siervo/esclavo.

Los cristianos son llamados “esclavos de Dios y esclavos de Cristo”. Para los primeros cristianos ser cristiano era ser esclavo de Jesús.

(Ro. 1:1; 1 Co. 7:22; Ef. 6:6; Ap. 1:1). En nuestra versión, la palabra “siervo” literalmente es esclavo. No la tradujeron como debiera ser por algunas razones culturales.

Diferencia entre siervos y esclavos.

Aunque las obligaciones de ambos podrían solaparse, pero la diferencia es que los siervos se contratan; los esclavos se poseen. Los siervos mantienen su estado de independencia; los esclavos no tienen derechos respecto a sus amos. Los siervos pueden elegir y cambiar de amos; los esclavos no tienen autonomía ni propia voluntad. “ser esclavo de alguien era ser su posesión, atado a obedecer su voluntad sin dudar ni argumentar” (ejemplo de Mateo 21:33-36)

“la comprensión del Nuevo Testamento acerca de la relación del creyente con Cristo no podría ser más opuesta (a la teología de la prosperidad). Él es el Amo y Dueño. Nosotros somos su posesión. Él es el Rey, el Señor y el Hijo de Dios. Nosotros somos sus objetos y sus subordinados. En una palabra, nosotros somos sus esclavos” (MacArthur)

El creyente es esclavo de Cristo. Hemos sido comprado por precio, pertenecemos a Jesús. (1 Co. 6:20; Hecho 20:28)

II. Todos somos esclavos de alguien. 16.

A. Del pecado.

17, 20. Erais esclavos. Indicativo, es decir, da por hecho. Todos los seres humanos son esclavos del pecado, a menos que Cristo nos libera, seguiremos siendo esclavos del pecado.

Esclavo. “una persona que legalmente es propiedad de otra persona y cuyo sustento entero y propósito eran determinados por su amo” (Léxico Lexham del Nuevo Testamento Griego)

Obedecer. el estado de conformidad sumisa a la ley, costumbre o práctica de una autoridad. Según el versículo 16, sea del pecado o de la justicia.

B. De Dios. 18, 22.

Libertado del pecado. Estábamos bajo un amo, pero Jesús no libertó. El creyente fue liberado bajo la pena del pecado, de modo que ya no es esclavo del pecado, ya no hay ninguna condenación en el creyente porque ya ha sido comprado.

Siervos de la justicia (esclavizar verbo de donde viene esclavo)

El creyente era esclavo del pecado, pero fue comprado por precio para ser esclavo de Dios. Fue un cambio de amo. Libres bajo la pena y condenación, pero no libre de obediencia. Si Dios es nuestro dueño, somos sus esclavos. Así como el esclavo no tenía libertad para hacer su propia voluntad, así también el creyente no es libre para vivir su propia voluntad, sino para hacer la voluntad de nuevo amo. La única responsabilidad del creyente es obedecer con amor a su nuevo amo.

“El propósito de Dios al redimir los hombres del pecado no es darles libertad para hacer lo que les plazca sino libertad para hacer lo que le agrada a Él, que consiste en vivir en justicia” (comentario MacArthur. Pág. 395)

· Somos comprados por Cristo. Nuestro nuevo amo nos ama, no nos maltrata. Nos dio una nueva identidad. Lavó todos nuestros pecados, y nos ofrece una mejor vida, nos ofrece la casa de su Padre, nos dio la ciudadanía del reino de los cielos.

· Nuestra responsabilidad ahora, es servir a nuestro Señor, nuevo amo. No deberíamos quejar con los ministerios que tenemos en la iglesia. Debemos hacer lo mejor en las áreas donde estamos sirviendo.

¿Cómo debemos servir? Nos lleva a nuestro último punto.

III. Una excelente comparación. 19.

Así como…presentar. Servir. Miembros.

19Hablo como humano, por vuestra humana debilidad;

que así como para iniquidad presentasteis vuestros

miembros para servir

a la inmundicia

y a la iniquidad,

así ahora para santificación presentad vuestros

miembros para servira la justicia.

El término traducido como miembros puede también referirse a los órganos del cuerpo y aun puede adquirir el sentido de “capacidades”

“Los creyentes deben presentar sus miembros al servicio de la justicia con el mismo gusto y la misma entrega con que los habían presentado al pecado”. Mundo Hispano

Así como continuamente y con fuerza se ofrecía al pecado, ahora debe hacerlo continuamente en servir a Dios. Debe ofrece toda su capacidad para agradar a su Señor. El Apóstol Pablo convierte el “presentasteis” en un mandato “presentad”. Ahora es un llamado, y no opcional para el creyente, para servir a nuestro Señor Jesucristo.

“Debemos pretender ser consistentes en buscar la santidad como lo éramos buscando el pecado antes de que fuéramos llamados por gracia” (Biblia Herencia Reformada).

Conclusión: habiendo entendido que todos los creyentes somos siervos, y hemos nacido de nuevo para ser esclavo de nuestro Señor, ahora nuestra responsabilidad es servir con toda la fuerza a nuestro Dios. Ahora que somos siervos de Dios, nuestro deseo debe ser tratar de agradarle a Él todos los días. No pretender servir a nuestra manera, ni a la manera de otra iglesia, sino conforme a Su Palabra. Amén.