Infancia Espiritual

1. Los niños no tienen valor

Cuando todos quieren ser los más importantes, Jesús les muestra el camino para ser grande ante Dios, hacerse pequeño ante el mudo, porque lo que el mundo ama y tiene por grande es abominado por Dios.

Los niños no tienen valor en estas culturas, como tampoco la mujer, y sin embargo Dios les dice si no se hacen como niños, no entraran en el reino de Dios.

Les llama a aprender de los valores de los niños, no de sus vicios…

Los niños por lo general, cuando son educados bien, son inocentes, es decir siguen la máxima del mundo que dice piensa mal de otros para adivinar…

No son rencorosos, olvidan pronto las ofensas, etc.

En contraste cuando nos hacemos adultos, todo nos irrita, somos menos pacientes, queremos que las cosas sean a nuestro modo, porque de fondo esta nuestra soberbia, queremos que los demás se adecuen a nuestro modo de ser.

Nos hacemos viejos cuando nos dejamos llevar por la soberbia, nos hacemos niños cuando practicamos la humildad.

Absoluta confianza y abandono en Dios.

Pero en lo que destacan los niños es en la total dependencia de Dios, en eso más que otra cosa nos tenemos hacer como niños, como un niño confía en sus padres, que todo lo cree, que todo lo espera.

Nadie como Santa Teresita aprendió esto, nos mostró camino de la infancia espiritual

“reconocer su nada, esperarlo todo del buen Dios, como un niño pequeño lo espera todo de su padre, es no inquietarse de nada, no buscar fortuna.

Practica constante de la humildad.

Ser pequeño, es también no atribuirse a sí mismo las virtudes que uno practica, creyéndose capaz de alguna cosa, antes bien reconocer que el buen Dios pone este tesoro de la virtud en la mano de su pequeño hijo para que se sirva de él cuando lo necesite; pero siempre es el tesoro del buen Dios”

“Jesús se complace en mostrarme el único camino que conduce a este divino horno, así es el abandono del niño pequeño que se duerme sin miedo en los brazos de su Padre. "

Hacerse como niños significa dejar a Dios las riendas de mi vida, que el me lleve del mando por donde quiera…

Father Dolindo Ruotolo

Y cuando los debo llevar por un camino diverso del que ustedes ven, Yo los adiestro, los llevo en mis brazos haciéndolos encontrar en la otra ribera ,como niños dormidos en los brazos maternos. Aquello que los angustia y les hace un inmenso mal es su razonamiento, su pensamiento atormentado y continuo, el querer resolver ustedes mismos todo aquello que los aflige. Cuantas cosas obro YO cuando el alma se vuelve hacia MI en sus necesidades tanto espirituales como materiales y me dice “Ocúpate Tu”. Cierra los ojos y reposa! Obtienen pocas gracias cuando se confunden para producirlas ustedes mismos, obtienen muchísimas cuando la oración y la confianza en Mí son completas.

Agranda la puerta, padre,

porque no puedo pasar;

la hiciste para los niños,

yo he crecido a mi pesar.

Si no me agrandas la puerta,

achícame, por piedad;

vuélveme a la edad bendita

en que vivir es soñar.

Si todos los días llamamos a Dios padre, realmente comportémonos como niños delate de Él, total confianza, total abandono…