Salvos por gracia
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· 4 viewsReforzar nuestra doctrina, que si bien es cierto que hay personas que resisten la gracia de Dios, es mas irresistible que resistible sobre aquellos que Dios ha escogido.
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Salvos por gracia
Salvos por gracia
Efesios 2:1–10
1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Introducción
Introducción
“El Ser humano tiene la capacidad en su libre albedrío de decidir si aceptar o rechazar la gracia de Dios, pues aun tiene bondad a pesar del pecado” Esta es una afirmación de un monje británico llamado Pelagio por el año 400 d.C. Iniciando la falsa doctrina o herejía llamada pelagianismo.
Afirmaba que el pecado de Adán no afectó a la humanidad, que el hombre nace sin pecado y es en el transcurso de su vida que decide voluntariamente pecar o no pecar.
Romanos 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
Esta herejía afirma que la salvación depende de la decisión de la persona sin ninguna intervención de Dios.
Parte de esta doctrina es aceptada por muchas religiones, y es llamado semi-pelagianismo:
Catecismo de la iglesia católica
405 Aunque propio de cada uno (cf. ibíd., DS 1513), el pecado original no tiene, en ningún descendiente de Adán, un carácter de falta personal. Es la privación de la santidad y de la justicia originales, pero la naturaleza humana no está totalmente corrompida: está herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte e inclinada al pecado (esta inclinación al mal es llamada "concupiscencia").
Ellos creen que el bautismo borra el pecado original, pero afirman que el pecado sigue en su naturaleza, con el cual deben combatir para ser salvos.
Creer que el hombre tiene capacidad para obrar su salvación, o colabora con Dios para alcanzar la misma, rechaza la salvación por gracia.
La falta de información y conocimiento conducen a que muchos acepten la herejía del pelagianismo sin darse cuenta.
La gracia de Dios
La gracia de Dios
Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.”
Pablo afirma categóricamente que somos salvos por gracia, no por obras.
La gracia de Dios es manifestada en su bondad, está dispuesto a dar bendición sin condición: Mateo 5:45 “para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” Dios no reclama ninguna retribución por estos beneficios.
También es la demostración de su amor cuando nos salvó sin merecerlo: Romanos 5:7–8 “Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Es un regalo que tenía preparado desde la eternidad para los que ha escogido para salvación.
Efesios 1:4 “según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él.”
Dios no le dará el regalo de la salvación al que lo rechaza, no obliga a nadie a recibirlo. Mateo 7:6 “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.”
Por tanto, la salvación es un regalo inmerecido por la gracia de Dios, dado a aquellos que Dios quiere dar, y que decidió antes de la fundación del mundo.
No hay manera que una persona decida por voluntad propia aceptar a Cristo, pues aun la fe necesaria para la salvación es un don de Dios: Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;”
La gracia de Dios o el regalo de la salvación se recibe por:
Por El Espíritu Santo: Juan 16:8 “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.” Solo el Espíritu Santo puede abrir el entendimiento de las personas para que conozcan su condición y necesidad, y venga a Cristo arrepentidos.
Por la Palabra de Dios: Santiago 1:18 “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” Es la Palabra de Dios la que muestra nuestra condición.
Por la fe provista por Dios: Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.”
De manera que no hay ningún mérito humano en la salvación.
Por tanto, recibir la gracia de Dios es un acto que Dios por su misericordia da al hombre.
Juan 6:44 “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.”
El hombre es esclavo muerto
El hombre es esclavo muerto
Efesios 2:1 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,”
El hombre sin Cristo está muerto y no tiene la capacidad de buscar a Dios por sus propios medios. Ezequiel 37:4 “Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová.” Ezequiel profetizó a los huesos para que el aliento de vida de Dios viniera sobre ellos.
También es esclavo: Juan 8:34 “Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.” No tiene la libertad de hacer su voluntad, sino la voluntad de carne contaminada de pecado.
No está en la naturaleza del hombre buscar a Dios y tampoco quiere aun cuando escucha la verdad:
Romanos 3:10–12 “10Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”
(Muy contrario a la doctrina pelagiana.)
De ninguna manera el hombre puede buscar voluntariamente a Dios, si Él no le trajere: Juan 6:44 “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.”
De tal manera que cuando aceptamos a Cristo, resucitamos de muerte a vida: Efesios 2:6 “y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,”
Buenas obras
Buenas obras
Efesios 2:10 “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Ahora hemos nacido de nuevo, somos adoptados hijos de Dios, por eso el texto declara: “Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús”.
La naturaleza santa de Dios ahora es imputada a nuestra vida. Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
Somos transformado en nueva criatura “para buenas obras”, de manera que no somos salvos por obras, pero las buenas obras son evidencia del nuevo nacimiento.
Las buenas obras están en la naturaleza del cristiano, las practica con mucho entusiasmo, con amor y sin condiciones (aunque las intenciones solo las puede ver Dios, como Ananias y Safira Hechos 5).
Estas buenas obras Dios las preparó de antemano, las cuales son las que Cristo Jesús realizó en la tierra: Juan 5:36 “Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.”
De manera que las buenas obras no están preparadas de antemano para que las hagamos sino para que andemos en ellas porque Cristo ya nos puso el ejemplo, trazó el patrón por el que debemos conducirnos.
Seguimos el ejemplo de Cristo, Él es nuestro parámetro de comparación.
Conclusión
Conclusión
Concluimos que la salvación no se obtiene de ningún mérito humano y tampoco de las buenas obras: Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;”
ningún hombre puede venir a Dios si Él no le trajere: Juan 6:65 “Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.”
Aunque no somos salvos por obra, somos hacedores de buenas obras por la naturaleza de Cristo en nosotros. Santiago 2:17 “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
La salvación es el regalo más valioso que podemos recibir, superior a todas las riquezas de este mundo, y Dios nos lo ha confiado por amor.
Seamos agradecidos y cuidemos nuestra salvación con temor.