COMO LLAMA DE FUEGO

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Introducción

Apocalipsis 1:12–16 RVR60
12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; 15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. 16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Alguien una vez dijo:
No siempre lo que pensamos ver es lo que realmente es;
En otras palabras; como lo explica un articulo:
“Muchas veces creemos que lo que vemos acerca de un hecho concreto es “la verdad” y lo llamamos realidad. Sin embargo, no somos conscientes de que nuestra percepción está limitada por filtros mentales que afectan la manera en que interpretamos al mundo y a nosotros mismos.”
o como famosamente lo dijo el escritor francés:
“Bernard Werber”
“Entre lo que pienso, lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que quieres oír, lo que oyes, lo que crees entender y lo que entiendes, existen nueve posibilidades de no entenderse.”
La realidad es que nuestra mirada es limitada,
Solo podemos ver lo que esta frente a nosotros;
Nuestra percepción y conocimiento de las cosas es finito;
Ninguno de nosotros contamos con un sexto sentido o un habilidad supernatural para poder conocer el corazón y las intenciones de los demás;
Incluso muchas veces, somo incapaces de Evaluar las de nuestro propio corazón.
Y a eso, debemos de sumarle la realidad de que nuestros sentidos han sido afectados por el pecado, en otras palabras;
tendemos a INTERPRETAR LAS COSAS equivocadamente.
Es fácil exagerar los errores de los demás y minimizar los nuestros;
Como lo dijo una vez un rey:
“Soy un hombre contra quién se peca más de lo que él mismo peca”
porque nuestra mirada; no es PERFECTA, sino todo lo contrario,
ninguno de nosotros es OMNISCIENTE, solamente Dios lo es;
El conoce TODAS LAS COSAS, como bien lo Declara la Escritura:
“Dios no puede ser burlado” Nadie puede engañar a Dios;
Es posible engañar a los hombres, por que su mirada es limitada.
Es posible engañarnos a nosotros mismos, porque nuestra mirada es limitada.
Pero nadie puede engañar a Dios; por que sus
“sus ojos SON como llama de fuego”
Apocalipsis 1:14 (RVR60)
14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
Esta es la mirada escudriñadora del Señor.
Esta descripción nos expresa una vista clara y penetrante.
“Es una mirada que no se LIMITA con las apariencias, como tenemos que hacer los hombres juzgando por lo que vemos, sino que penetra al interior de las personas descubriendo todo cuanto traten de ocultar y poniendo al descubierto, no solo las acciones, sino también las intenciones que las motivaron”
Esto significa que EXISTE que si conoce a plenitud todo acerca de cada uno de nosotros, NUESTROS PENSAMIENTOS, NUESTRAS MOTIVACIONES E INTENCIONES, toda nuestra vida sin Reservas,
Existe una SER al cual es IMPOSIBLE, engañar, ni con apariencias, ni con palabras, ni con mentiras, ni manipulaciones; y ese es Dios.
Y este atributo de Dios, DE SABERLO TODO PERFECTAMENTE, a tal punto que no hay nada que pueda permanecer oculto a sus ojos, es conocido como:
La Omnisciencia de Dios.
A.W. Tozer definió la omnisciencia de Dios de esta forma: «Decir que Dios es omnisciente es decir que posee un conocimiento perfecto y, por tanto, que no tiene necesidad de aprender. Pero es más aún: es decir que Dios nunca ha aprendido y que no puede aprender».
Una definicion mas formal de diccionario es la siguiente:
El atributo de la omnisciencia se refiere al perfecto conocimiento que Dios tiene de sí mismo y de lo que ha creado.
La Biblia describe el conocimiento de Dios como ilimitado, integral y perfecto en todos los sentidos; Dios es omnisciente (el término latino scientia significa “conocimiento”, mientras que el prefijo omni- quiere decir “todo”; de ahí que omnisciente signifique “que lo sabe o conoce todo”)
Y esta es la verdad que el autor de Hebreos quiere enfatizar en el verso 13:
Hebreos 4:13 (RVR60)
13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
No hay rincón de pecado donde nos podamos ocultar de Dios,
no existen tinieblas tan densas NOS PUEDAN ESCONDER de ESA MIRADA ESCUDRIÑADORA DE CRISTO;
porque el es Omnisciente; El todo lo sabe,
De modo que la forma en que Juan nos describe la mirada de Cristo; expresa su OMNISCIENCIA.
Con eso ojos como llama de FUEGO, se nos da ENTENDER que
El lo sabe todo,
como lo explica un comentarista:
“La intención de Juan, es describir al Hijo del Hombre como un ser perceptivo, incluso omnisciente, capaz de ver, comprender y juzgar con tan solo un vistazo incluso los misterios más escondidos”
La omnisciencia es un atributo que solamente se le puede atribuir a Dios;
en otras palabras, SOLAMENTE DIOS ES OMNISCIENTE;
Así lo expresó el Salmista:
Salmo 147:5 RVR60
5 Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito.
Y a lo largo de toda la Escritura; se AFIRMA ESTA VERDAD;
1º Crónicas 28:9 (RVR60)
9 Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.
Proverbios 15:3 (RVR60)
3 Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos.
Salmo 139:1–4 (RVR60)
1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.
4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
En el contexto de esta visión; Podemos apreciar a Cristo como aquel que
SUSTENTA Y SANTIFICA SU IGLESIA;
El todo lo ve,
Como Cristo mismo lo dijo:
Mateo 10:26 (RVR60)
“porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.”
Cristo conoce la condición de su iglesia; El evalúa los frutos de su pueblo,
Como evidencia, tenemos el capitulo 2; Donde Cristo se dirige a su iglesia, y les dice:
“Yo conozco tus obras”
para luego decir:
“Pero tengo contra ti”
Esta es una verdad que como iglesia debemos de saber:
esto es a lo que se refiere el apóstol Pablo en:
1 Corintios 3:11–17 (RVR60)
11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
El fuego purifica el metal, de modo que en estos pasajes el fuego es símbolo del discernimiento infinito de Cristo y su poder Purificador o Santificador.
Como lo indica un comentario
“El fuego del discernimiento de Dios quemará la escoria y dejará lo que es puro y valioso”
Esto es el examen o evaluación final, la obra de cada uno sera examinada por esos ojos como de llama de fuego.
Esta es la mirada escudriñadora de Cristo, cuyos ojos como llama de fuego, iluminan y EXPONEN todas nuestras obras y queman aquello que haya sido edificado con materiales de poco valor (madera, heno, paja) que reflejan aquellas cosas que hicimos que no glorifican a Dios;
Jesús conoce la realidad de la obra de cada uno, no por lo que aparenta, o por lo que nosotros pensamos que es; sino por lo que realmente es
Es por esta razón que el apóstol Pablo escribió lo siguiente:
1 Corintios 4:5 (RVR60)
5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
De modo que esta verdad, debe de impulsarnos a vivir VIDAS AGRADABLES A DIOS;
El todo lo ve, su mirada LO ESCUDRIÑA TODO;
Tanto nuestras debilidades como también nuestra obediencia;
ninguna cosa que hagamos para la GLORIA DE DIOS, pasara desapercibida de la mirada de nuestro Señor;
Como lo expresa el apostol Pablo en:
1 Corintios 15:58 RVR60
58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
Como también esto debe de infundir humildad en nuestros corazones:
Como el puritano ingles Stephen Charnock expresó:
“No hay nada que haga al hombre más propenso a ser orgulloso que su conocimiento; se trata de una perfección en la que se gloría; pero si nuestro propio conocimiento de la superficie de las cosas nos envanece, la consideración de la infinitud del conocimiento de Dios debería suprimir el tumor. A medida que nuestros seres son nada en lo que se refiere a la infinitud de su esencia, así nuestro conocimiento es nada en lo que se refiere a la inmensidad de su entendimiento. Tenemos una chispa de ser, pero nada en comparación con el calor del sol; tenemos una gota de conocimiento, pero nada en comparación con el océano divino. ¡Qué cosa vana es de un arroyo poco profundo presumir de sus corrientes ante un mar cuyas profundidades son insondables! Como es vanidad presumir de nuestra fuerza cuando recordamos el poder de Dios, y de nuestra prudencia cuando pensamos en la sabiduría de Dios, así también no es menor vanidad presumir de nuestro conocimiento cuando pensamos en el entendimiento y el conocimiento de Dios”
Apocalipsis 1:14–15 (RVR60)
14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.
Que los pies de Cristo fueran semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno, es muy SIGNIFICATIVO.
“El bronce es símbolo de juicio y el fuego de ira divina”
Como lo indica un comentario:
“Los reyes en los tiempos antiguos se sentaban en tronos altos, de modo que los que eran juzgados siempre estarían bajo los pies del rey. Los pies de un rey, por tanto, vinieron a ser símbolos de su autoridad. Los pies candentes y resplandecientes del Señor Jesucristo lo describen moviéndose entre la Iglesia para ejercer su autoridad de DISCIPLINAR, listo para hacer llegar corregir, si se necesitara, a los cristianos que pecan.”
Como también se nos describe la voz imponente de nuestro Señor:
“su voz como estruendo de muchas aguas”
Hace un tiempo; tuve la bendición de visitar un lugar donde se encuentran unas de las cascadas mas grandes en Estados Unidos;
Era un escena espectacular, pero una de las cosas que mas me impactaron, fue que al acercarnos a la caída de la cascada, el sonido era IMPRESIONANTE, hasta cierto punto el sonido era Ensordecedor y era tan impactante que conforme mas me acercaba, ME EMPEZÓ A DAR TEMOR.
La fuerza con el agua golpeaba la tierra, y la potencia con la que corría, era algo ciertamente inquietante.
Pero toda aquella FUERZA no solo se podía ver sino también OÍR.
Esto es lo que el apóstol Juan nos expresa con este detalle,
Su voz expresa UN PODER INAGOTABLE, es la voz del
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES, ES UNA VOZ AUTORITATIVA,
Como la de Un juez, que ejecutará su Juicio, y no HAY NADIE QUE PUEDA DETENERLO.
Esta es la voz de Dios, como también el profeta Ezequiel lo declaro:
Ezequiel 43:2 (RVR60)
2 y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía del oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria.
Cuando Cristo habla, debemos escuchar, somos su iglesia; y el es nuestro Señor.
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”
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