Líderes 5

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Líderes 5

Continuamos con el estudio de liderazgo
Liderazgo de Disciplina y Obediencia
Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.” (Filipenses 2:5–8, NTV)
La Obediencia y disciplina de Jesús hasta la muerte.
Disciplina y obediencia van de la mano; por que a veces no será agradable obedecer y a veces no darán ganas de hacer las cosas.
Yo se muy bien que pocas personas son las 2 cosas. Quienes son disciplinados suelen ser de las personas que no les gusta recibir órdenes. Y quienes reciben bien las órdenes y lo hacen, suelen ser indisciplinados.
Por esto tomamos como ejemplo a nuestro Señor Jesús. ÉL es el ejemplo perfecto
Demostró disciplina cuando se levantaba muy de mañana, de madrugada a orar.
¿En qué otras ocasiones demostró disciplina?
Demostró obediencia, cuando
Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo según Dios me indica...” (Juan 5:30, NTV)
Y el mayor ejemplo es cuando se decide a ir a la Cruz.
Yo te di la gloria aquí en la tierra, al terminar la obra que me encargaste.” (Juan 17:4, NTV)
Les dijo: «Mi alma está destrozada de tanta tristeza, hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo».” (Mateo 26:38, NTV)
Él se adelantó un poco más y se inclinó rostro en tierra mientras oraba: «¡Padre mío! Si es posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía».” (Mateo 26:39, NTV)
Entonces Jesús los dejó por segunda vez y oró: «¡Padre mío! Si no es posible que pase esta copa a menos que yo la beba, entonces hágase tu voluntad».” (Mateo 26:42, NTV)
Líder Fuerte y Valiente
Josué caminó y sirvió a Moisés por 40 años. Fue fiel, pero siempre estuvo atrás de bambalinas. Cuando Moisés sube al monte para recibir las tablas de la ley, él se queda a las faldas de la montaña.
Entonces Moisés y su ayudante Josué salieron, y Moisés subió al monte de Dios. Moisés les dijo a los ancianos: «Quédense aquí y espérennos hasta que regresemos. Aarón y Hur se quedan aquí con ustedes; si alguien tiene algún altercado durante mi ausencia, que consulte con ellos». Luego Moisés subió al monte, el cual quedó cubierto por la nube.” (Éxodo 24:13–15, NTV)
Moisés sube sólo.
Pero llegó el momento que Moisés muere y él se queda al frente de todo el pueblo de Israel. Y de las primeras instrucciones que Dios le da es:
Sé fuerte y muy valiente. Ten cuidado de obedecer todas las instrucciones que Moisés te dio. No te desvíes de ellas ni a la derecha ni a la izquierda. Entonces te irá bien en todo lo que hagas. Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Sólo entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas. Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”».” (Josué 1:7–9, NTV)
Un corazón sano
El corazón por encima de la apariencia.
Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque éste determina el rumbo de tu vida.” (Proverbios 4:23, NTV)
No puedes ser un líder si tiene un corazón herido que no ha sanado o está en proceso de sanidad.
Un corazón herido es un lastre para el liderazgo. Porque no permite su desarrollo y/o crecimiento pleno.
¿Cuáles son algunas características de un corazón herido?
Si quieres el liderazgo sólo por las apariencia ¡serás un fracaso rotundo! Si buscas reflectores sólo para que te vean, el liderazgo cristiano no es para ti.
Cuando el profeta Samuel va a buscar a quién será el próximo rey de Israel, va sin saber quién será. Dios le ha dicho de qué familia es, pero no cómo se llama.
Cuando llegaron, Samuel se fijó en Eliab y pensó: «¡Seguramente éste es el ungido del Señor!».” (1º Samuel 16:6, NTV)
Samuel vio a Eliab y dijo ¡éste será el rey! Se fue con la finta, pero no era él. Es de los que regaña a David cuando va al campamento a llevarles el lunch. Quizá tenía un corazón amargado, sin haber sanado.
Pero el Señor le dijo a Samuel: —No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón.” (1º Samuel 16:7, NTV)
Llaman a David
Entonces Isaí mandó a buscarlo. El joven era trigueño y apuesto, y de hermosos ojos. Y el Señor dijo: —Este es, úngelo.” (1º Samuel 16:12, NTV)
O sea que David también tenía porte, o sea que la belleza no está peleada con el liderazgo, somos unos cuantos ejemplos de esto.
Podemos engañar a todos, podemos aparenta, fingir, pero no podemos engañar a Dios.
Esto es una ventaja. Porque quizá otros ven nuestro exterior y nos humillan, o quizá nosotros mismos hemos pasado tantas cosas, hemos hecho tantas cosas que nos avergüenza. Pero Dios ve nuestro corazón.
Si muchos han visto nuestro pasado, si muchos no dan nada, o en lugar de animarnos, la misma familia nos desanima o nos juzga. Esta palabra dice que ¡Dios no hace eso! ÉL ve tu corazón, ve tu deseo más profundo y quiere hacer algo contigo.
El líder persevera
porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.” (Santiago 1:3–4, NTV)
pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.” (Santiago 1:3–4, NVI)
Líder Une y Ama
»Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.” (Juan 13:34–35, NVI)
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