LLENOS DEL ESPIRITU SANTO
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
PEDRO – Antes y después de ser lleno del Espíritu Santo, y finalmente con la llenura plena del Espíritu Santo.
Pedro era parte del círculo íntimo de los discípulos de Jesús, junto con Jacobo y Juan. El estuvo presente cuando Jesús resucitó a la hija de Jairo (Marcos 5:37).
En varias ocasiones, Pedro se mostró impetuoso hasta el punto de ser imprudente. Por ejemplo, fue Pedro quien dejó la barca para caminar sobre las aguas hacia Jesús (Mateo 14:28-29), y rápidamente quitó sus ojos de Jesús y comenzó a hundirse (versículo 30).
Fue Pedro quien tomó aparte a Jesús para reconvenirle por hablar de Su muerte (Mateo 16:22), y fue rápidamente corregido por el Señor (versículo 23). Fue Pedro quien sugirió levantar tres enramadas para honrar a Moisés, Elías y Jesús (Mateo 17:4), y se postró sobre su rostro con gran temor ante la gloria de Dios (versículos 5-6).
Fue Pedro quien desenvainó su espada y atacó al siervo del sumo sacerdote (Juan 18:10), e inmediatamente se le dijo que metiera su espada en la vaina (versículo 11).
Fue Pedro quien se jactó de que nunca abandonaría al Señor, aunque todos los demás lo hicieran (Mateo 26:33), y más tarde negó tres veces que conocía al Señor (versículos 70-74).
A través de todos los altibajos de Pedro, el Señor Jesús siguió siendo su amoroso Señor y fiel guía. Jesús reafirmó a Simón como Pedro, la "Roca", en Mateo 16:18-19, prometiendo que él sería fundamental en el establecimiento de la iglesia de Jesús.
Después de Su resurrección, Jesús específicamente nombró a Pedro como alguien que necesitaba escuchar las buenas nuevas (Marcos 16:7). Y, repitiendo el milagro de la gran pesca, Jesús hizo una observación especial para perdonar y restaurar a Pedro y volver a comisionarlo como apóstol (Juan 21:6). Pero hasta aquí el mostraba que actuaba en su carne, voluntarioso como era. (Juan 21:21-22)
En el día de Pentecostés, Pedro fue el orador principal a la multitud en Jerusalén (Hechos 2:14), y la iglesia comenzó con una afluencia de cerca de 3,000 nuevos creyentes (versículo 41). Más tarde, Pedro sanó a un cojo que pedía limosna (Hechos 3) y predicó audazmente ante el sanedrín (Hechos 4). Ni siquiera el arresto, los golpes y las amenazas, pudieron amortiguar la determinación de Pedro de predicar a Cristo resucitado (Hechos 5).
Sin embargo Pedro no era perfecto. Con todo y haber sido lleno del Espíritu, aún como apóstol, Pedro experimentó algunos quebrantos mientras maduraba. Al principio, se había resistido a llevar el evangelio a Cornelio, un gentil.
Otro episodio de crecimiento en la vida de Pedro tiene que ver con su visita a Antioquía, donde disfrutó del compañerismo de los creyentes gentiles. Sin embargo, cuando algunos judíos legalistas llegaron a Antioquía, Pedro, para apaciguarlos, se retiró de los cristianos gentiles. El apóstol Pablo vio esto como hipocresía y se lo dijo así en la cara de Pedro (Gálatas 2:11-14)
Conforme avanzó en su madurez cristiana, fue mostrando la llenura del Espíritu Santo en su vida. Pedro fue realmente una columna de la Iglesia, y antes de su martirio en Roma, nos dejó dos bellas cartas: 1 y 2 Pedro, que están llenas del mensaje evangélico, llenas de Cristo. Cartas que han edificado la Iglesia por siglos.
¿LLENO O LLENURA?
¿LLENO O LLENURA?
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
Dr. Billy Graham afirma: «Dos palabras que usa con frecuencia el Nuevo Testamento suelen confundir y perturbar a los cristianos; esas dos palabras son lleno y llenura. Hay quienes establecen una clara diferencia entre ambos vocablos. Coincidimos en que puede haber una diferencia entre ellos, pero es solamente una diferencia de matices».
En el libro de los Hechos, Lucas usa los conceptos de ser «lleno» y «llenura» en maneras relacionadas, pero distintas. Esa distinción se puede ver en el uso de las palabras en el idioma original y en el contexto, no siempre en la traducción al castellano.
La primera frase, LLENO, tiene que ver con la capacitación otorgada por el Espíritu Santo en ocasiones y con el propósito (en Lucas y Hechos) de la proclamación verbal autoritativa facilitada por Él.
La segunda frase LLENURA tiene que ver con el carácter santo de personas que viven en obediencia al Señor en el poder del Espíritu Santo.
LLENO – capacitación otorgada con un propósito
LLENO – capacitación otorgada con un propósito
porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
LLENURA - el carácter del cristiano
LLENURA - el carácter del cristiano
Esta faceta de la llenura del Espíritu esta mas relacionada con el carácter que Dios quiere formar en nosotros.
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.
Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
PROCUREMOS LA LLENURA
PROCUREMOS LA LLENURA
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Someteos unos a otros en el temor de Dios.
El cristiano recibe un solo bautismo con el Espíritu, es decir es lleno del Espíritu Santo. Y puede experimentar muchas llenuras, es decir ocasiones en las cuales el creyente capta más de las realidades espirituales que disfruta como creyente y/o ocasiones en que el Espíritu Santo lo capacita de manera especial (más allá del poder siempre provisto para la obediencia cristiana) para servicio, ministerio, y adoración.
DONES Y MADUREZ ESPIRITUAL
DONES Y MADUREZ ESPIRITUAL
De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
Con referencia a la relación entre los dones y la madurez espiritual, el Dr. Billy Graham escribe: «Nos parece que la iglesia en Corinto fue una de las más tristes y más trágicas iglesias del primer siglo. Sus miembros habían sido bautizados con el Espíritu; habían recibido muchos de los dones del Espíritu; por lo tanto, mucho es lo que podría decirse de ellos. Sin embargo, Pablo dijo que eran carnales y no espirituales».
Por tanto, no existe una relación automática entre poseer dones y alcanzar madurez espiritual. No obstante, no debemos pensar que la iglesia jamás produjo buenos resultados. En la carta 2 Corintios el Apóstol Pablo expresa su regocijo por el arrepentimiento de los Corintios y la demostración de esa transformación.
Cuando somos renovados por el Espíritu Santo y estamos llenos de Él, nos volvemos un manantial de aguas que “salta para vida eterna”, como le explica Jesús a la mujer samaritana.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Nuestra vida es ahora un canal de bendición para otros. ¡Ahora somos el río de Dios!
PARTICIPANTES DE LA NATURALEZA DIVINA
PARTICIPANTES DE LA NATURALEZA DIVINA
Antes de concluir este breve sermón veamos el efecto de la llenura del Espíritu Santo en la vida del apóstol Pedro. Como hemos visto al inicio su vida como discípulo de Cristo era guiado por su ímpetu de líder nato, buscando colaborar con sus propias fuerzas en el ministerio de Jesús, pero lograba poco y aún era piedra de tropiezo. El cambio radical vino cuando fue lleno del Espíritu Santo, predicando con poder el evangelio, sanando enfermos, y aun resucitando muertos, como el caso de Tabita (Hechos 8:36-42).
Sin embargo habrían de pasar varios años en que la llenura del Espíritu Santo fue cada vez mas firme. El supo que había un camino que seguir, que algunos llaman la escalera del cristiano.
Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia; y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos. En vista de todo esto, esfuércense al máximo por responder a las promesas de Dios complementando su fe con una abundante provisión de excelencia moral; la excelencia moral, con conocimiento; el conocimiento, con control propio; el control propio, con perseverancia; la perseverancia, con sumisión a Dios; la sumisión a Dios, con afecto fraternal, y el afecto fraternal, con amor por todos.
En esta última carta que escribió poco tiempo antes de ser martirizado por orden del emperador Nerón, también hay una advertencia, en los siguientes versos.
Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
La llenura del Espíritu es a la vez la unción del poder soberano de Dios para un propósito especial y el Espíritu que nos llena de Su propio carácter.
Si nada de esto está ocurriendo en nuestra vida, es el momento de preguntarnos: ¿realmente le hemos entregado nuestra vida a Cristo?
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Aquel que ha sido lleno del Espíritu Santo tiene el llamamiento para cumplir la Gran Comisión, su corazón anhela compartir el mensaje de salvación a los que le rodean. Y la llenura se va manifestando en el desarrollo del carácter cristiano en madurez, paciencia, benignidad, dominio propio, es decir, el fruto del Espíritu Santo.
Si este anhelo aún no está en nuestro corazón, si solo nos contentamos de vivir una vida religiosa, de cumplir un rito dominical, si aún no anhelamos llenar nuestra mente de Su Palabra, cada día, entonces es momento que nos examinemos para volvernos a Dios de todo corazón.
OREMOS