Genesis 37:24 Oracion

Genesis 37:24 y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.

"Los celos nos ciegan a la belleza de Dios; la gratitud nos abre los ojos a la bondad de Dios".

celos

El devocional de hoy se basa en los celos de los hermanos de José en Génesis 37. Sus hermanos lo resienten por ser el favorito de su padre y por sus sueños de grandeza, por lo que lo venden como esclavo. Esta historia muestra los peligros de los celos y la importancia de confiar en Dios, incluso cuando se siente traicionado.

¿Alguna vez te has encontrado comparando tu vida con la de otra persona? ¿Qué sentimientos surgieron dentro de ti, contentamiento o envidia? En Génesis 37, vemos una imagen vívida del poder destructivo de los celos a través de la historia de José y sus hermanos. Los hermanos de José permitieron que el favoritismo de su padre y los sueños de grandeza futura de José los consumieran con envidia. En lugar de celebrar los regalos de José, conspiraron para deshacerse de su hermano. Los celos son como una prisión, que nos atrapa en la amargura y nos impide ver el plan mayor de Dios. ¿Alguna vez has dejado que la envidia dicte tus acciones, solo para descubrir que te lleva por un camino de arrepentimiento? La decisión de los hermanos de vender a José como esclavo parecía una victoria para sus corazones celosos. Aun así, comenzó un viaje para revelar el propósito final de Dios. El plan de Dios no puede ser frustrado, ni siquiera por nuestras emociones más oscuras. La historia de José es un recordatorio de que lo que otros pueden tener la intención de hacer daño, Dios puede usarlo para bien. Hoy, reflexiona sobre las áreas en las que los celos podrían haber echado raíces. ¿Estás mirando los éxitos de los demás con resentimiento, o puedes confiar en que Dios tiene un plan diseñado exclusivamente para ti? En lugar de ser consumidos por lo que otros tienen, confiemos en la fidelidad de Dios, sabiendo que Él hace todas las cosas para nuestro bien en Su tiempo.

REFLEXIÓN

Reflexiona sobre las áreas de tu vida en las que los celos pueden afectar tus relaciones o actitudes. ¿Te estás aferrando a la envidia de una manera que limita tu paz o alegría? Al igual que los hermanos de José, los celos pueden aprisionar nuestro corazón y llevarnos al arrepentimiento y a la separación.

Tómate un momento para orar por la capacidad de dejar ir, confiando en que el plan de Dios para ti es único y perfecto. Elige celebrar los éxitos de los demás mientras confías en tu propio camino hacia adelante con la guía de Dios.

Hebreos13: 5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; 6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.

ORACIÓN: Señor, ayúdame a aceptar tu propósito para mi vida y a estar contento. Guárdame de envidiar a otros que tienen mayores bendiciones materiales, o de anhelar una plataforma más pública. Ayúdame a gobernar mis conversaciones y a bendecir a los demás. Guárdame de los celos y la negatividad. Ayúdame a ser agradecido, soy tu hijo y me has dado el regalo más grande de todos: la vida eterna. Siempre estás conmigo y nunca me dejarás. Tengo todo lo que necesito en ti. Enséñame a caminar humildemente contigo y a buscar tus recompensas eternas. Este mundo no es mi hogar, tú lo eres. Amén.