Esdras 1:5 Recontruction- oracion

Esdras 1:5

"El avivamiento comienza cuando eliminamos lo viejo para hacer espacio para lo nuevo".

El devocional diario de hoy se basa en la historia del regreso del pueblo de Dios del cautiverio babilónico y persa. Guiados por el decreto del rey Ciro de Persia, los exiliados viajan de regreso a su tierra natal para reconstruir el templo y restaurar sus vidas. Sin embargo, a medida que Zorobabel lidera el esfuerzo para reconstruir el templo, se enfrenta a la oposición y la desunión entre los israelitas, revelando que no solo la ciudad sino también sus corazones necesitaban restauración.

Escritura

Entonces se levantaron los jefes de las familias de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes, y los levitas, con todos aquellos cuyo espíritu Dios había levantado, para subir a edificar la casa del Señor que está en Jerusalén.

Esdras 1:5 Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y levitas, todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios para subir a edificar la casa de Jehová, la cual está en Jerusalén.

¿Alguna vez has sentido la atracción de volver a casa después de una larga ausencia? Los exiliados de Judá experimentaron esto profundamente cuando regresaron de Babilonia para reconstruir sus vidas y su templo. El decreto de Ciro, influenciado por las historias del Dios de Daniel, les permitió regresar. Pero el verdadero trabajo comenzó una vez que pusieron un pie en su tierra natal. ¿Qué significa reconstruir no solo un lugar, sino una comunidad? Zorobabel dirigió el esfuerzo para limpiar las ruinas y sentar las bases para un nuevo templo. Sin embargo, encontró resistencia y discordia entre su pueblo. En lugar de unidad, había división. Esto pone de manifiesto que la restauración física es solo una parte del viaje. Los exiliados necesitaban arreglar sus corazones y también sus relaciones. ¿Cómo podemos reconstruir nuestros propios 'templos' hoy? Considera las áreas de tu vida que necesitan restauración. Tal vez haya relaciones que requieran sanación o heridas personales que necesiten el toque de Dios. La historia de los exiliados nos enseña que la reconstrucción no se trata solo de estructuras, sino del corazón y el alma de una comunidad. ¿Hay partes de tu corazón que se sienten como escombros?

El viaje de los exiliados nos recuerda que Dios está con nosotros en el proceso de restauración. Puede tomar tiempo y esfuerzo, pero con Su guía, podemos reconstruir lo que estaba roto y crear algo aún más hermoso. Reflexiona sobre tu propia vida. ¿Qué hay que limpiar para que se pueda construir algo nuevo? Al meditar en esto, recuerde que la promesa de Dios a los exiliados es también Su promesa para usted. Él es fiel para completar la obra que ha comenzado en ti.

REFLEXIÓN

Reflexiona sobre las áreas de tu vida que se sienten rotas o que necesitan ser restauradas. ¿Hay relaciones que necesitan ser reparadas o desafíos personales que requieren el toque sanador de Dios?

Tómese el tiempo para orar por la guía de Dios en estas áreas, pidiendo la fuerza para reconstruir y la sabiduría para buscar la unidad y la paz.

Comprométete a limpiar los escombros de las heridas y decepciones del pasado, y confía en la fidelidad de Dios para ayudarte a construir un corazón y una vida más fuertes y unificados.

ORACIÓN: Esdras 3:7 Y dieron dinero a los albañiles y carpinteros; asimismo comida, bebida y aceite a los sidonios y tirios para que trajesen madera de cedro desde el Líbano por mar a Jope, conforme a la voluntad de Ciro rey de Persia acerca de esto.

Padre Celestial, en este momento me presento ante Ti y te pido que hagas un diagnóstico de mi vida. Examíname y escudriña mi corazón para que cualquier lugar en mí que se haya endurecido a través de la decepción y las derrotas vuelva a la carne como los corazones de los israelitas en los libros de Esdras y Hageo. Cuando me sienta rechazado por aquellos que están construyendo Tu Iglesia, dame la perspectiva adecuada para saber que pertenezco y que has llamado a todas las personas de todas las naciones a participar en Tus Gloriosas bendiciones de Perdón y novedad. A medida que aumenta el anhelo de más de Ti en mi vida, miraré con expectativa a Tu Palabra, porque es en Tu Palabra que me señalas el amor y la aceptación más grandes jamás conocidos, el amor de Jesús. Por lo tanto, mi corazón permanecerá en reposo incluso cuando otros me alejen, porque en Ti Señor tengo pleno acceso y aceptación. Pertenezco a Tu Templo, tengo la tarea de ayudar a construir la casa del Señor y pertenezco al cuerpo de Cristo, que es Tu Iglesia. En el Nombre de Jesús, Amén.