Orden en la Adoración, 1 Corintios 11:2-16
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Introducción:
Introducción:
Apertura- Mujeres, ¿trajeron su mantilla, su velo? ¿No es algo mandado en la Palabra de Dios? ¿No hay que cumplir con esa parte también? Hombres, ¿Cómo podrían haber dejado a sus esposas e hijas salir de casa sin cubrirse la cabeza?
Obviamente, estoy siendo algo ridículo, pero, ¿son capaces de decirme el porque?
ECC- Hay varias cosas que no practicamos hoy en día, pero el principio detrás de tal instrucción continúa siendo relevante a nuestras vidas. Vamos a explorar algunos de esos principios hoy.
Intro al pasaje-
Este pasaje hace una transición desde el tema de la práctica de la libertad cristiana hacia el orden apropiado en la adoración.
En este capítulo y los siguientes el apóstol Pablo exhorta los Corintios a mantener un orden apropiado a la adoración del Señor por medio del comportamiento de las mujeres en las reuniones, el manejo correcto de la cena del Señor, y luego en los capítulos 12-14, el uso apropiado de los dones espirituales.
Esta sección en particular se enfoca en un aspecto de la adoración cooperativa, las reuniones en la iglesia, en las cuales sucedía algo conflictivo, de mal testimonio de la iglesia, que deshonraba al Señor.
Pero a través de este pasaje, se enseñan tres principios para la vida que nos ayudan a adorar al Señor, y entender nuestro rol en Su diseño divino.
Oración objetiva: Cada creyente puede adorar más sinceramente a Dios al aferrarse a los principios enseñados en el pasaje.
El Principio de Autoridad
El Principio de Autoridad
1 Corintios 11:2–3 (RVR60)
Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
La autoridad de enseñanza, vs: 2.
El apóstol Pablo comienza con una palabra de ánimo, como les ha estado amonestando en los textos anteriores.
La palabra instrucciones es el término traducido en otras partes como “tradición”. Sin embargo, Pablo no está refiriéndose a las tradiciones de hombres, sino que se refiere a las enseñanza apostólica traspasada desde Jesús a sus discípulos, y luego a las iglesias, 2 Tes. 2:15.
2 Tesalonicenses 2:15 (RVR60)
Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
Con dos temas más luego, la cena del Señor y la resurrección, Pablo comunica esta trasmisión de enseñanza, 1 Cor. 11:23; 15:3.
1 Corintios 11:23 (RVR60)
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 1 Corintios 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
Esto es enseñanza y ejemplo del cual Cristo es la fuente y autoridad máxima, Ef. 4:20; 1 Cor. 11:1.
1 Corintios 11:1 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. Efesios 4:20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
La autoridad delegada, vs: 3.
El fundamento de la autoridad.
Definición de la autoridad.
Pablo hace uso de esta palabra cabeza, que, aparte de ser usado como la parte del cuerpo, tiene el sentido de autoridad o liderazgo.
Significa tener la responsabilidad adecuada para dirigir, y la correspondiente rendición de cuentas. Es correcto y apropiado someterse a alguien que es nuestra cabeza… Es apropiado presumir que tu jefe te pueda decir como hacer el trabajo. No tiene nada que ver con capacidad, sino de responsabilidad, es tu jefe… Estar bajo autoridad no significa tener inferioridad.
— David Guzik, DGCB: 1COR.
Autoridad no significa ser superior.
Sabemos bíblicamente que Cristo y Dios el Padre, junto con el Espíritu Santo, comparten la misma esencia y poder de Deidad.
Esencialmente, son iguales, no hay superiores en la Trinidad.
Sin embargo, cada uno tiene un rol específico dentro de la Trinidad y en la obra de la redención.
Jesús estaba bajo la autoridad de Dios Padre, Jn. 5:19; 8:28.
Juan 5:19 (RVR60)
… No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Juan 8:28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.
Sin embargo, Él es aún Dios, Jn. 1:1; 8:58; 10:30.
Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Juan 8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Juan 10:30 Yo y el Padre uno somos.
El orden divino de la autoridad.
La cabeza de Cristo es Dios Padre.
La cabeza de todo hombre es Cristo.
La cabeza de la mujer es el hombre.
Es de notar que no dice cabeza de toda mujer, sino de la mujer.
Cualquier hombre no es cabeza de cualquier mujer, sino que ciertas mujeres tienen como autoridad ciertos hombres, no es válido en todo contexto de la vida.
El contexto en el cual este orden es apropiado es únicamente en el hogar y en la iglesia.
En el hogar, el hombre/padre es responsable por su esposa e hijas, por ende, es su cabeza, Ef. 5:22.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
En la iglesia, el diseño divino del liderazgo es varonil, 1 Tim. 2:12; 3:2.
1 Timoteo 2:12 (RVR60)
Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 1 Timoteo 3:2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer…
Sin embargo, en el contexto de la escuela, el gobierno y sus respectivos brazos de la ley, las sociedades de barrios, los trabajos, es perfectamente apropiado que una mujer lidere.
Es únicamente en el contexto del hogar y la iglesia que Dios tiene este diseño divino de orden.
Algunas cosas dignas de resaltar:
No debemos tomar el concepto de la autoridad como un permiso ilimitado de mandar como se nos antoja, esperando una obediencia silenciada como la de un esclavo.
La práctica de una autoridad piadosa reconoce que,
Es responsable por el cuidado de todo lo que está bajo su autoridad.
Tendrá que rendir cuentas antes Dios, su máxima autoridad por como cumplió con esa responsabilidad concedida.
Por lo tanto, el hombre que gobierna en la iglesia o en el hogar sin amor, sin reconocer el lugar importante y vital que Dios ha dado a la mujer, no está haciendo la voluntad de Dios.
Un hombre que sólo sabe gobernar dando pisotones es mejor que permanezca soltero. Pero un hombre que sabe cómo gobernar su casa por el amor del Señor, a través de la sumisión sacrificial al Señor, es el hombre que va a hacer un marido perfecto. La mujer que no pueda someterse a una autoridad así, mejor que se quede soltera. (Redpath)
— Guzik, David. DGCB: 1COR.
Tampoco debemos traducir estar bajo autoridad como permanecer silenciados, sin derecho, o sin poder expresar opinión o desacuerdo.
Sujetarse a alguna autoridad es un acto voluntario que reconoce donde caemos bajo la autoridad de Dios.
Es lo Jesús mostró a través de Su vida en esta tierra al disponerse con una actitud hacia Dios, en sumisión voluntaria como a un igual.
Ilustración: El Principio de Autoridad.
El Hijo se somete al Padre, aún siendo igual a Dios, para poder así cumplir Su obra redentora en la cruz, Fil. 2:5-8.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
La protección bajo un paraguas.
Aplicación: El Principio de Autoridad.
La Biblia es bastante específica en cuanto a que no se ordena la sumisión general de la mujer al hombre en la sociedad, sino sólo en las esferas del hogar y de la iglesia. Dios no ha ordenado en Su palabra que los hombres tengan autoridad exclusiva en la política, los negocios, la educación, etcétera.
Tampoco significa que cada mujer en la iglesia está bajo la autoridad de cada hombre-¡ridículo! En cambio, significa que los que dirigen la iglesia - pastores y ancianos gobernantes - deben ser hombres, y las mujeres deben respetar su autoridad, no por su género, sino por su cargo.
El fracaso de los hombres para dirigir en el hogar y en la iglesia, y para dirigir de la manera en que Jesús dirigiría, ha sido una causa principal del rechazo de la autoridad masculina, y es inexcusable.
Algunos sienten que este reconocimiento y sumisión a la autoridad es una carga insoportable; que significa: "Tengo que decir que soy inferior, que no soy nada, y tengo que reconocer a esta otra persona como superior". ¡Para nada! La inferioridad o la superioridad no tienen nada que ver. Recuerda la relación entre Dios Padre y Dios Hijo: son completamente iguales en su ser, pero tienen papeles diferentes en lo que se refiere a la autoridad.
Algunos pueden decir que la iglesia no puede funcionar, o no puede funcionar bien, a menos que nos adaptemos a los tiempos y pongamos a las mujeres en posiciones de autoridad espiritual y doctrinal en la iglesia. Desde el punto de vista de lo que funciona en nuestra cultura, puede que tengan razón. Pero, ¿cómo puede una iglesia así decir que está guiada por la Palabra de Dios?
— Guzik, David. DGCB: 1COR.
El Principio de Honor
El Principio de Honor
Honor ante la cultura, vs: 4-6.
1 Corintios 11:4–6 (RVR60)
Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra.
La cabeza cubierta no habla de un velo, como en culturas islámicas que cubren todo el rostro, sino de una tela que cubre la cabeza, como una mantilla o chalina.
Esto es muy difícil relacionarnos porque estamos tan alejados del tiempo y la cultura del primer siglo de Corinto, pero la cobertura sobre la cabeza comunicaba algo específico a la cultura de los Corintios.
Para el hombre, vs: 4.
Según algunos expertos, la práctica de adoración de dioses paganos también era el de cubrir su cabeza con cabezales o sombreros ostentosamente decorados.
En costumbre judía, el hombre cubría su cabeza para orar, aún el sumo sacerdote del AT usaba una cobertura, pero interesantemente simbolizaba la aceptación del pueblo ante Dios, Ex. 28:36-38.
Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella como grabadura de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ. Y la pondrás con un cordón de azul, y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la mitra estará. Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente, para que obtengan gracia delante de Jehová.
Para los hombres cristianos en Corinto entonces, al orar o profetizar con la cabeza cubierta, era negar el rol de Cristo como su cabeza, su mediador, y su santidad ante Dios. Para el hombre cristiano, sólo se precisa a Cristo en representación ante Dios. Por ende, deshonraba la intercesión de Cristo al acercarse con cabeza cubierta.
Para la mujer, vs: 5-6.
En culturas orientales en ese tiempo, cubrir la cabeza era señal de estar bajo alguna autoridad, entonces las hijas y las esposas usaban el cabello cubierto para comunicar que estaban bajo la responsabilidad del padre (en el caso de una hija soltera), o del esposo (en el caso del cónyuge).
Con el pelo descubierto, la mujer esencialmente estaba comunicando que era una mujer “disponible y buscando”. Una mujer de carácter cuestionable.
Era una costumbre, tanto entre los griegos como entre los romanos, y entre los judíos una ley expresa, que ninguna mujer fuera vista sin velo. Esta era… una costumbre común en todo el oriente, y nadie excepto las prostitutas públicas andan sin velo. (Clarke)
Por eso, Pablo resalta que, ya que quiere declarar con sus acciones que es una mujer indecente, porque no lo lleva hasta el extremo lógico y se lo rape como una de las prostitutas religiosas de los templos paganos en Corinto. También la cabeza rapada era un castigo de una mujer culpable de adulterio.
La mujer al orar o profetizar, debía hacerlo de tal forma que comunicaba que sí, estaba respetando el diseño del liderazgo de Dios en la iglesia y en su hogar.
¿Podía la mujer profetizar en ese tiempo? La respuesta corta es sí.
A través de la Biblia, hay varias profetizas mencionadas:
María, la hermana de Moisés, Ex. 15:20.
Débora, la jueza, Jue. 4:4.
Hulda, en el tiempo del rey Josías, 2 Rey. 22:14.
Profetisa sin nombre, Is. 8:1-4.
Joel declara el tiempo en que hijos e hijas profetizarán, cumplido en el Día de Pentecostés, Jol. 2:28; Hch. 2:17.
Ana en Luc. 2:36-37.
Las 4 hijas de Felipe profetizaban, Hch. 21:9.
Debemos recordar que en los tiempos antes de completar la escritura del Nuevo Testamento, Dios comunicaba su voluntad por medio de los apóstoles y profetas, pero que ya no es necesario al poseer Su Palabra revelada completa en la Biblia.
Honor ante Dios, vs: 7-12.
1 Corintios 11:7–12 (RVR60)
Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios.
La gloria de Dios en el hombre, vs: 7a.
Otra razón por la que Pablo llama a los hombres a respetar este orden en la adoración es debido a su creación.
El hombre fue creado a la imagen de Dios y es Su gloria.
Eso significa que el hombre es, de toda la creación, lo que más glorifica a Dios, lo que más habla y apunta a la gloria de Dios, Sal. 8:4-5.
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.
La gloria del hombre en la mujer, vs: 7b-9.
Es de interés que Pablo no dice que la mujer es hecha a la imagen del hombre, pues sabe lo que dice Gen. 1:27.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Sin embargo, notamos que, la mujer sí es la gloria del hombre.
Tal como lo más magnífico de Dios que formó de la creación fue el hombre, lo más magnífico que Dios formó del hombre fue la mujer.
El orden de la creación que se menciona aquí en el vs: 8 indica esto. El diseño de Dios desde el principio, aún antes de la caída al pecado, fue el liderazgo del hombre para la familia.
Los vs: 11-12 aclaran que no es tema de valor inherente, pues ni hombres ni mujeres pueden existir sin el uno u el otro.
La frase del vs: 9 la mujer fue creada por causa del varón vuelve a los lectores a la creación misma de Eva, quién fue el complemento perfecto para Adán, Gen. 2:18.
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Solamente ella pudo ser la compañera apropiada para ayudar a Adán cumplir el propósito por el cual fue hecho.
Culturalmente hablando, la esposa o hija, al cubrir su cabeza, declaraba a todo su entorno que ella respetaba y estaba de acuerdo con el diseño de Dios en el orden dado desde la creación, que regía en el hogar y en la iglesia.
Honor ante ángeles, vs: 10.
Es interesante que una razón final que el apóstol Pablo da es porque hay ángeles observando.
Literalmente, en la reunión de adoración, hay seres celestiales observando nuestra adoración. Pablo ya los ha mencionado en 1 Cor. 4:9.
Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.
La Palabra de Dios menciona que están atentos, y que Dios está revelándoles cosas eternas por medio de Su Iglesia, Ef. 3:10-11.
para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,
Además, estos seres celestiales están para ayudarnos, Heb. 1:14. Quizás para eso están observando.
¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?
Y así nos enseña, que los ángeles buenos, que son espíritus ministradores para el bien de los elegidos de Dios, en todo tiempo tienen un ministerio especial, o al menos están más particularmente presentes, en las asambleas de la gente para el culto religioso, observando las personas, el porte y el comportamiento; el sentido de lo cual debería prevenir a todas las personas que asisten a esos servicios, de cualquier incidente y comportamiento indigno. (Poole)
Ilustración: El Principio de Honor.
Pañuelos de diferentes colores. Simbolizan algo específico a otros en nuestro entorno. Así como los pañuelos, el cubrir la cabeza también comunicaba ideologías particulares.
Aplicación: El Principio de Honor.
Es a través de la acción que mostramos lo que realmente creemos.
Aunque la mantilla para cubrir la cabeza comunicaba algo en la cultura de Corinto que realmente no se comunica hoy en nuestra cultura, el principio de honrar a Dios en respetar Su diseño para la familia y la iglesia son por encima de la cultura y el tiempo.
El Principio de Distinción
El Principio de Distinción
1 Corintios 11:13–16 (RVR60)
Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.
La distinción de la mujer es de sentido común, vs: 13.
Pablo comienza este argumento por animar a los lectores a usar su sano juicio.
Ellos mismo verían que, debido a lo que comunicaba el velo en su misma sociedad, no era apropiado que la mujer adore en la iglesia sin cubrirse la cabeza porque comunicaba a los demás que era una mujer indecente.
Esto no era algo novedoso para ellos, sabían que la forma que la mujer usaba su cabello distinguía algo acerca de ella.
En nuestra cultura contemporánea hoy, la cabeza descubierta de la mujer no comunica nada. Puede ser que hay algo detrás de estilos estilos de peinados, haciendo una conexión al feminismo extremo, pero no es siempre el caso.
Sin embargo, la forma en que se viste o en la que actúa entre hombres demuestra una pureza, o una indecencia en su carácter y creencia.
La vestimenta demasiada apretada o descubierta comunica un deseo de mostrar diferentes partes de su cuerpo.
Una actitud coqueta también comunica una búsqueda de atención inapropiada.
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
Cuando en una cultura particular, el honor apropiado a Dios y el marido no se pueden mantener sin cubrirse la cabeza, se deben usar tales coberturas (ej. ministrando en una cultura islámica. En la cultura islámica, una mujer con los hombros descubiertos es considerada promiscua). Cuando cabezas cubiertas o descubiertas y pelo largo o corto no implican nada acerca del compromiso piadoso ni la fidelidad matrimonial, el preocuparse acerca de la apariencia de la cabeza en estas formas llega a ser innecesario.— Craig Blomberg, NIVAC: 1COR
La distinción entre hombres y mujeres es natural, vs: 14-15.
El término naturaleza puede referirse a lo que es comúnmente aceptado, como es acostumbrado en general.
En casi toda cultura del mundo, una de las distinciones entre hombre y mujer se ve en como se usa el pelo. Generalmente, las mujeres han usado pelo más largo.
En la cultura Corinta, un factor posible en considerar lo que se está explicando es el culto al dios Dioniso, o Baco.
Según la mitología, fue criado como una niña para esconderlo de la furia de Hera, por ser otro hijo ilegítimo de Zeus.
El culto a Dioniso involucraba la borrachera, el desenfreno, la inmoralidad, pero también el tranvestismo.
No hubiera sido extraño que ese aspecto de la cultura de Corinto haya influenciado algo de lo que pasaba en la misma iglesia.
El término natural también puede referirse a la forma en que son las cosas, lo que es naturalmente.
Hay diferencias fisiológicas entre el pelo del hombre y de la mujer.
Aún bajo un microscopio, se puede determinar si un pelo es de un masculino o femenino.
No vas a ver muchas mujeres de edad media con calvicie de patrón masculina. Aún el nombre nos dice algo.
El punto principal de estos versículos no es para llegar a un determinado longitud de pelo para el hombre ni la mujer, sino para decir que la forma en que uno usa el pelo debe reflejar una distinción aparente entre hombre y mujer.
Nuestra cultura, tras rechazar la idea de una diferencia de roles entre hombres y mujeres, rechaza ahora la idea de cualquier diferencia entre hombres y mujeres. Las tendencias de nuestra cultura apuntan hacia hombres más parecidos a las mujeres y mujeres más parecidas a los hombres, y los estilos, la ropa, los perfumes y todo lo demás están impulsando este pensamiento.
— Guzik, David. DGCB: 1COR.
La falta de distinción es contencioso.
Pablo termina con una amonestación general.
Uno contencioso es una persona que “ama el conflicto”. — Gromacki.
“Si hay tiene un problema con esto, no se que más decir, así es como las iglesias del Señor se manejan”.
Cuando se trata de la adoración corporativa, hay directrices y parámetros no negociables. Hombres actuando como hombres redimidos y mujeres actuando como mujeres redimidas es una de esas áreas.
— Akin & Merritt, CCE: 1COR.
Ilustración: El Principio de Distinción.
Aplicación: El Principio de Distinción.
La confusión y la perversión de género impregnan nuestra cultura, especialmente en el mundo de la educación, los medios de comunicación y los deportes. No deberían tener cabida en la Iglesia. Más bien, el buen diseño de Dios debería exhibirse públicamente entre quienes han sido redimidos por Cristo y transformados por el poder del Evangelio. Los bisexuales, homosexuales, lesbianas y transexuales deben saber que les amamos y nos preocupamos por ellos, y una forma de hacer eso es dando ejemplo y diciendo la verdad. Puede que no sea lo más popular, pero es lo correcto. Después de todo, Jesús enseña en Juan 8:32: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". Hay verdadera libertad en Cristo. Hay verdadera libertad en ser quien Dios te creó para ser.
— Akin & Merritt, CCE: 1COR.