Paz en la tormenta
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· 10 viewsLa adversidades que sufrió Pablo sirvieron para abrir puertas para la predicación del evangelio.
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Paz en la tormenta
Paz en la tormenta
Hechos de los Apóstoles 28:3–5
3Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. 4Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. 5Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.
Introducción
Introducción
Cuanto más te dispones a consagrarte y servir a Dios, más se agravan los problemas.
Pablo por predicar el evangelio fue acusado falsamente de perturbar la paz y predicar falsas enseñanzas en el pueblo judío, y como si fuera poco, sufrió un naufragio y una víbora mordió su brazo.
Injusticia
Injusticia
Pablo había sido retenido y agredido en el templo de Jerusalén, acusado de predicar en contra de la ley de Moisés, por judíos que venían de Asia. (Hechos 21:17)
Fue necesaria la intervención de los soldados romanos para que no lo mataran.
Pablo sabia que esto iba a suceder, fue advertido por el profeta Agabo. (Hechos 21:10-11)
Fue llevado a la fortaleza romana y por ser ciudadano romano, gozó de un juicio, pues los judíos buscaban la oportunidad de matarlo.
Pasado el tiempo (+2 años) y viendo que las autoridades romanas querían agradar a los judíos (Felix - Festo), Pablo no quizo ser juzgado en Israel, por lo que apeló a César.
Pero toda esta tribulación eran parte del plan de Dios:
Hechos de los Apóstoles 23:11 “A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.”
Esta Palabra debió fortalecer y tranquilizar a Pablo, pues esta sufriendo injustamente las mentiras y calumnias de compatriotas que por envidia querían matarlo.
Llegó el tiempo en el que Pablo fue llevado prisionero a Roma, salieron en barco desde Cesarea y llegaron a Buenos puertos con dificultad.
Debido a que se había ganado la simpatía del centurión romano, tuvo la confianza de advertirle que era peligroso seguir navegando.
Pero no hicieron caso y zarparon rumbo a Creta, sin embargo, fueron alcanzado por el huracán Euroclidón.
El cual golpeó la nave con violencia haciéndolos naufragar y casi los mata a todos.
Pablo fue el instrumento que Dios usó para preservarles la vida. Hechos de los Apóstoles 27:22–25 “22Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave. 23Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, 24diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo. 25Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.”
Hasta el momento, Pablo no renegó y se quejó por todas las desgracias que estaba sufriendo. Sabía que su vida estaba en las manos de Dios y eso le daba confianza y esperanza.
Filipenses 1:21 “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”
La serpiente
La serpiente
Después de varios días, llegaron a la isla de Malta, donde los habitantes los trataron bien.
Pablo teniendo la actitud de servicio, se dispuso a recoger leña para el fuego.
Pero fue mordido por una serpiente.
Todas estas malas experiencias hubieran podido desanimar a Pablo y quejarse, pues estaba sufriendo injustamente. Pero Pablo confiaba en Dios, sabía que todo lo que sucedía estaba dentro de Su propósito.
Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Sobre esta desgracia debió soportar los señalamientos de la gente: Hechos de los Apóstoles 28:4 “Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir.”
Esta es una mala experiencia que sufriremos cuando pasemos dificultades, seremos acusados falsamente y señalados.
Salmo 79:4 “Somos afrentados de nuestros vecinos, Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.”
Ante esta situación Pablo no renegó, ni se quejó, tampoco se desanimó.
Simplemente sacudió la serpiente en el fuego y continuó como si nada, sin prestar atención a las críticas.
Hechos de los Apóstoles 28:5 “Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.”
Pablo creía en las promesas de Dios:
Lucas 10:19 “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.”
La corta visión del hombre
La corta visión del hombre
Hechos de los Apóstoles 28:6 “Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.”
En nuestra visión terrenal, juzgamos según lo que vemos y sacamos conclusiones a la ligera.
Sufriremos señalamientos injustos cuando estemos pasando una crisis, pero eso no debe desanimarnos.
También nos enseña a que no saquemos conclusiones a la ligera cuando alguien esté atravesando una crisis.
Los habitantes de Malta señalaron a Pablo de homicida sin conocerlo, pero al ver que no moría, concluyeron que era un dios.
En todo caso, si te critican te dañan y si te alaban en exceso también te dañan.
Sin embargo, la fe, las convicción y la madurez de Pablo no le hacía estar firme en lo que él era y de quien dependía.
Herodes Agripa no tenía la madurez de Pablo, cuando fue alabado por la gente cayó en la trampa de la arrogancia. Hechos de los Apóstoles 12:22–23 “22Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! 23Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.”
Tanto las criticas como las adulaciones pueden causarnos daño sino tenemos la fe, las convicciones firmes y la madurez espiritual necesaria.
Conclusión
Conclusión
¿Qué causaba que Pablo estuviera tan confiado y en paz?
Pablo creía en las promesas de Dios.
2 Timoteo 1:12 “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.”
Pablo tenía la seguridad de llegaría bien a Roma, el enemigo se esforzó en quebrantar su fe, pero en lugar de estorbarle, las adversidades abrieron puertas.
El acontecimiento con la serpiente le permitió a Pablo tener la atención de la gente para testificarles del amor de Cristo y para mostrar el poder de Dios.
Hechos de los Apóstoles 28:8–9 “8Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó. 9Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;”
No tea aflijas de las adversidades que enfrentas, sigue adelante sin desmayar pues Dios tiene propósitos para tu vida.
Cree a la Palabra: Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Romanos 8:37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”
Afirma tus convicciones, aférrate a tu fe y ten paciencia, muy pronto verás el fruto de tu paciencia.