Efesios 5:21 Oracion

Efesios 5:21 Oracion

21 Someteos unos a otros en el temor de Dios

"No pelees con los puños en alto. Lucha de rodillas en oración".

El Servicio de hoy nos recuerda que el matrimonio, aunque es un regalo de Dios, a menudo es desafiado por batallas espirituales. Este devocional nos anima a reconocer estas batallas y a confiar en Dios para vencerlas. Podemos construir un matrimonio fuerte y centrado en Cristo enfocándonos en Dios, eligiendo el amor, comunicándonos bien y sirviéndonos el uno al otro.

Los desafíos de la vida se sienten como ataques espirituales, que ponen a prueba nuestra fe y nuestras relaciones. Las pruebas pueden indicar que Dios tiene algo poderoso planeado. Esta conciencia es vital, especialmente en el matrimonio. Las tormentas, ya sean espirituales, financieras o emocionales, vendrán. La pregunta es: ¿Estamos preparados?

La Biblia nos muestra que el pecado y el egoísmo pueden convertir la unidad en división, como se ve en la historia de Adán y Eva. Para derribar estas barreras en el matrimonio, sugerimos:

- Buscar a Dios primero: Cuando ambos cónyuges se enfocan en Dios, naturalmente se acercan.

- Elige amar: El amor es una elección y compromiso, no solo un sentimiento. Se trata de poner las necesidades de tu cónyuge por encima de las tuyas.

- Comunícate bien: Escucha, habla con amor y maneja los desacuerdos con respeto.

- Crecer juntos: Buscar continuamente el crecimiento espiritual, emocional e intelectual juntos.

- Servir y someterse: Poner las necesidades de los demás en primer lugar, demostrando amor como el de Cristo a través de la humildad y el respeto mutuo.

Las tormentas pondrán a prueba tu matrimonio, pero si confías en Dios, puedes resistir cualquier desafío. Lucha por tu matrimonio con oración y la gracia de Dios, construyendo una relación fuerte y centrada en Cristo.

REFLEXIÓN

Tómase un tiempo esta semana para orar con tu cónyuge todos los días, pidiéndole a Dios que esté en el centro de tu matrimonio. Analicen maneras de servirse mejor unos a otros y comprométanse a un pequeño acto de amor cada día que demuestre aprecio y apoyo. Trate de escuchar más intencionalmente y hable con amabilidad, especialmente durante conversaciones difíciles. Reflexiona sobre cómo estas acciones te acercan el uno al otro y fortalecen tu relación con Dios.

ORACIÓN Mateo 19:20

"El joven le dijo: Todas estas cosas he guardado desde mi juventud: ¿qué me falta todavía?"

Jose Ramon Molina

Señor, hice lo mejor que pude para guardar tus mandamientos desde que era joven. Iba a la iglesia, leía la Biblia y oraba todos los días. ¿Qué me estoy perdiendo? ¿Qué más debo hacer? Oh, ahora, ya veo, hice todas estas cosas por obligación porque eran lo correcto. ¿Quería que la gente pensara que era una buena persona más de lo que quería conocerte? No entendía que pudiera tener una relación personal contigo. Me enorgullecía de mi buen carácter y no creía que tuviera que reconocer mi naturaleza pecaminosa. No vi ninguna necesidad de arrepentimiento hasta ahora. Perdóname por mi orgullo y autosatisfacción. Mantenme humilde. Amén.

Edilerman A Molina 8/24