Líderes 6

Jesús modela cómo un pastor puede invertir su vida en doce hombres y construir una comunidad sólida.

Como líderes podemos tomar este ejemplo para entender cómo se puede coordinar los trabajos en la iglesia, reflejando el carácter de Cristo como Profeta, Sacerdote y Rey.

El profeta tiene la visión y la comparte a los miembros de la iglesia para reunirse y profundizar en sus necesidades espirituales a través de una relación más cercana con Cristo y entre sí.

El sacerdote proporciona cuidad pastoral a la iglesia, procurando relaciones de oración y rendición de cuentas.

El rey administra, coordina programas y actividades que suplen las necesidades de la congregación.

El pastor cumple todas sus funciones ayudando a los creyentes bajo su cuidado a comprender el propósito de Dios para ellos y para la iglesia.

Esta búsqueda del propósito o misión guiado inspira a hombres y mujeres mientras ayudan al pastor a integrar sus 3 roles.

El pastor sirve como profeta durante las predicaciones los domingos, luego sirve como sacerdote para la iglesia que son atendidos pastoralmente durante la semana.

En su papel profético el pastor también puede seguir el modelo de Lucas

“Después el Señor escogió a otros setenta y dos discípulos y los envió de dos en dos delante de él a todas las ciudades y los lugares que tenía pensado visitar.” (Lucas 10:1, NTV)

Inspirar a otras personas a ir a la comunidad, formar un grupo de ancianos o líderes que ayuden al pastor con la función de rey y sacerdote para que las exigencias administrativas no abrumen al pastor.

El pastor como profeta, sacerdote y rey, debe recordar siempre la importancia del discipulado, los pastores en primer lugar, tienen el llamado a hacer discípulos.

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PROFETAS, SACERDOTES Y REYES

Jesús no sólo califica a los obispos, o líderes de la iglesia, sino que también nos da la descripción del trabajo. Hay dos pasajes clave de las Escrituras que nos orientan sobre los líderes de la iglesia. El apóstol Pedro escribe a los líderes de la iglesia primitiva:

“cuiden del rebaño que Dios les ha encomendado. Háganlo con gusto, no de mala gana ni por el beneficio personal que puedan obtener de ello, sino porque están deseosos de servir a Dios. No abusen de la autoridad que tienen sobre los que están a su cargo, sino guíenlos con su buen ejemplo.” (1 Pedro 5:2–3, NTV)

En el libro de los Hechos, Pablo se dirige a los líderes de la iglesia en Éfeso:

“»Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios —su iglesia, comprada con su propia sangre— sobre quien el Espíritu Santo los ha designado ancianos.” (Hechos de los Apóstoles 20:28, NTV)

La idea principal es que el Jesús el buen pastor nombra a líderes para proteger y cuidar a Su rebaño. Dios promete una gran recompensa para quienes cumplan fielmente esta tarea:

“Así, cuando venga el Gran Pastor, recibirán una corona de gloria y honor eternos.” (1 Pedro 5:4, NTV)

Todo esto que hemos leído nos dice de la ¡gran importancia del liderazgo cristiano!

El AT describe 3 oficios de liderazgo humano: profetas, sacerdotes y reyes.

El profeta habló las Palabras de Dios al pueblo, el sacerdote ofrecía sacrificios, oraciones y alabanzas a Dios en nombre del pueblo; y el rey gobernaba sobre el pueblo como representante de Dios. (Wayne Grudem).

Estos 3 roles trasladados al NT con el ministerio de Jesús, lo veríamos así:

Como el profeta Jesús nos revela a Dios y nos habla las palabras de Dios; como sacerdote, ofrece un sacrificio a Dios en nuestro nombre y es ÉL mismo el sacrificio que se ofrece; y como rey, gobierna sobre la iglesia y también sobre el universo”.

Este es sólo un modelo, una forma para organizar a los líderes de la iglesia, no es algo que la Biblia ordene, pero podemos obtener sabiduría y una forma un poco más clara de entender y practicar nuestras habilidades de liderazgo.

El ejemplo es nuestro Señor Jesús, el perfecto profeta principal, Sumo Sacerdote y Rey de reyes. Y como portadores de la imagen de Dios y todos discípulos de Cristo, cada uno de nosotros reflejará aspectos de SU carácter de diferentes maneras.

ÉL proporciona a la iglesia hombres y mujeres que pueden liderar y sus habilidades específicas generalmente tenderán hacia: profeta, sacerdote o rey.

Claro que todos los líderes de la iglesia deben realizar fragmentos de cada área dependiendo de la situación.

Estas descripciones son sólo con fines informativos y académicos, no describen cómo uno debe percibirse a sí mismo.

En general cada líder será más fuerte en un área particular y un grupo de líderes es una iglesia es más efectivo cuando se complementan entre sí en los roles, para cumplir la Gran Comisión.

A un profeta le corresponde la labor de proclamar la noticia del reino para que más personas puedan recibirlas y ser bautizados. Es el líder principal, el predicador bíblico y el visionario.

Al sacerdote le corresponde el trabajo de cuidar al pueblo del reino, hacer discípulos y enseñar a la familia de Dios cómo disfrutar una nueva vida en Jesús. El sacerdote es un consejero, maestro de clases, líder de grupo pequeño. Una iglesia suele tener más de un sacerdote.

A un rey le corresponde organizar y supervisar que se ejecuten las tareas. Adopta la visión del pastor principal y organiza la operación y el buen funcionamiento de las instalaciones, coordinación de los programas y eventos. Se le da la organización y delegar responsabilidades.

La iglesia empieza con un profeta que comparte la Palabra, así nació la iglesia en el libro de los Hechos, cuando los discípulos empezaron a predicar.

Por definición la iglesia es un grupo de pecadores que reconocen su necesidad de un Salvador. Cuando un grupo así se reúne, la carga de casos de consejería, enseñanza, discipulado crecen. Y hay sacerdotes que cumplen esa función.

Cuando la iglesia crece más es cuando se hace evidente la necesidad de tener líderes con características de reyes, para organizar y ver que toda la iglesia sea atendida. Ve las necesidades y ofrece soluciones para evitar que el pastor principal muera de agotamiento.

¿Cuáles son tus dones?

Dios nos ha dado a nosotros: la iglesia, la tarea sagrada de su reino: La Gran Comisión. Con la ayuda de líderes adecuados, podemos aprovechar al máximo las oportunidades, el tiempo, los recursos, las instalaciones y las personas que Dios nos ha dado para lograr lo que ÉL nos ha encomendado.

¿Hacia qué oficio te inclinas y qué dones tienes? ¿ves una necesidad en la que te gustaría intervenir?

PROFETA:

Líderes enfocados en el mensaje, la enseñanza.

ATRIBUTOS:

Lidera a través de la comunicación

Visionario

Predicación

Es visible

Se siente cómodo ante grandes audiencias

Su arma es la oración

DONES ESPIRITUALES

Enseñanza

Conocimiento

Predicación

DEBILIDADES

Duro o severo

Frío

Moralista con el conocimiento

SACERDOTE

Líderes enfocados en las personas

ATRIBUTOS:

Lidera a través de las relaciones

Cuida y pastorea

Se siente cómodo en pequeñas audiencias

Su arma es estar en el “terreno”

DONES ESPIRITUALES

Animar

Misericordia

Relaciones

DEBILIDADES

Tolera el pecado

Falta de verdad

Moralista con la compasión o amor.

REY

Liderazgo enfocado en las tareas

ATRIBUTOS

Lidera por medio de estrategias

Implementa la visión

Se siente cómodo atrás del escenario

Crea sistemas, organiza

Administra los recursos

Logística

DONES ESPIRITUALES

Liderazgo

Administración

DEBILIDADES

Rígido

Legalista o metódico

Moralista con las políticas