UNA BOCA SANA
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Anuncio de Lacer.
Lo normal en un creyente es que cada vez se consagre más. El crecimiento en el conocimiento de Dios debe derivar en una vida práctica que glorifique a Dios en todas las áreas de nuestra vida. Un área muy importante es como utilizamos nuestra lengua, nuestra boca, como hablamos, que hablamos.
CUERPO
CUERPO
1.¿Como usas tu boca, tu lenguaje?
1.¿Como usas tu boca, tu lenguaje?
He observado que a menudo las personas cometemos el error de decir palabras de las que luego nos arrepentimos. Toda palabra que sale de nuestra boca debe ser para bien, para edificar y no para destruir.
Nueva Traducción Viviente Capítulo 4
No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan.
30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención.
31 Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. 32 Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
Nueva Traducción Viviente Capítulo 5
4 Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros no son para ustedes.
DEPENDIENDO DE COMO HAGAMOS USO DE ELLA NOS IRA BIEN O MAL.
Mateo 15:11–20 “Lo que entra por la boca no es lo que los contamina; ustedes se contaminan por las palabras que salen de la boca». Entonces los discípulos se acercaron y le preguntaron: —¿Te das cuenta de que has ofendido a los fariseos con lo que acabas de decir? Jesús contestó: —Toda planta que no fue plantada por mi Padre celestial será arrancada de raíz, así que no les hagan caso. Son guías ciegos que conducen a los ciegos, y si un ciego guía a otro, los dos caerán en una zanja. Entonces Pedro le dijo a Jesús: —Explícanos la parábola que dice que la gente no se contamina por lo que come. —¿Todavía no lo entienden? —preguntó Jesús—.Todo lo que comen pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca, pero las palabras que ustedes dicen provienen del corazón; eso es lo que los contamina. Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia. Esas cosas son las que los contaminan.
Finalmente, lo que sale de nuestra boca es lo que hay en nuestro corazón. Mat 12:34 ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Explicación Teológica
En una ocasión a Jesús le preguntaron porque comían sin lavarse las manos. En las costumbres judías era obligatorio lavarse y los escribas y fariseos le atacaron con esto. Lo que dijeron fue que habían traspasado la tradición de los ancianos; pues no se habían lavado las manos para comer pan. Con esto no estoy diciendo que no hay que lavarse las manos para comer, claro está debemos guardar una higiene. Pero como mucho pillaremos una gastroenteritis o algún virus. Jesús fue más allá, pues él mira el corazón.
Aplicación
Muchas personas solo piensan en la limpieza exterior, pero descuidan lo interior. Debemos guardar nuestro corazón, porque así también guardamos nuestra boca de pecar y de dañar a otros y a nosotros mismos. Debemos poner filtros a nuestra lengua, pensar antes de hablar para no ofender ni al E.Santo ni al oyente ni dañarnos a nosotros mismos contaminándonos.
Nueva Traducción Viviente (Capítulo 12)
Mateo 12:37 Les digo lo siguiente: el día del juicio, tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho. Las palabras que digas te absolverán o te condenarán».”
A veces pensamos que nuestra conversación es pasada por alto por Dios, pero nada más lejos de la realidad, tendremos que dar cuenta de cada palabra inútil delante de Dios.
Es cierto que todos cometemos muchos errores. Pues, si pudiéramos dominar la lengua, seríamos perfectos, capaces de controlarnos en todo sentido.
Podemos hacer que un caballo vaya adonde queramos si le ponemos un pequeño freno en la boca. También un pequeño timón hace que un enorme barco gire adonde desee el capitán, por fuertes que sean los vientos. De la misma manera, la lengua es algo pequeño que pronuncia grandes discursos.
Así también una sola chispa, puede incendiar todo un bosque. Y la lengua es una llama de fuego. Es un mundo entero de maldad que corrompe todo el cuerpo. Puede incendiar toda la vida, porque el infierno mismo la enciende.
El ser humano puede domar toda clase de animales, aves, reptiles y peces, pero nadie puede domar la lengua. Es maligna e incansable, llena de veneno mortal. A veces alaba a nuestro Señor y Padre, y otras veces maldice a quienes Dios creó a su propia imagen. Y así, la bendición y la maldición salen de la misma boca. Sin duda, hermanos míos, ¡eso no está bien! ¿Acaso puede brotar de un mismo manantial agua dulce y agua amarga? ¿Acaso una higuera puede dar aceitunas o una vid, higos? No, como tampoco puede uno sacar agua dulce de un manantial salado.
Aplicación teológica
El caballo lo dominamos con el freno en la boca, el barco con un timón pequeño en relación a lo que es un barco de tamaño es dirigido en el mar.
El ser humano puede domar animales pero que difícil es domar la lengua, las palabras que pronunciamos.
Debemos como hijos de Dios cuidar lo que hablamos, no podemos hablar de cualquier manera, de nuestra boca no pueden salir groserías, ni blasfemias e incluso cualquier tontería. Tampoco chistes verdes, bromas fuera de lugar o fuera de tono. Recordemos que el Espíritu Santo habita en nosotros y se puede entristecer con nuestra manera de hablar. Todo eso es un freno para nuestro crecimiento de Dios y en nuestras relaciones con los hermanos y con los de afuera, osea los no creyentes.
2. Hemos de crecer
2. Hemos de crecer
Ahora bien, en hebreos 5 nos dice lo siguiente:
Heb 5:12 Al cabo de tanto tiempo, ustedes ya deberían ser maestros; en cambio, necesitan que se les expliquen de nuevo las cosas más sencillas de las enseñanzas de Dios. Han vuelto a ser tan débiles que, en vez de comida sólida, tienen que tomar leche.
Heb 5:13 y los que se alimentan de leche son como niños de pecho, incapaces de juzgar rectamente.
Heb 5:14 La comida sólida es para los adultos, para los que ya saben juzgar, porque están acostumbrados a distinguir entre lo bueno y lo malo.
El resultado de consumir la leche de la Palabra de Dios debe ser el crecimiento espiritual de los creyentes. Así como una madre constantemente busca evidencias de crecimiento en su niño, del mismo modo Dios quiere ver un continuo crecimiento espiritual en sus hijos. Necesitamos alimento espiritual tanto como cualquier otro alimento, y con la misma regularidad.
Recuerdo cuando conocí a Dios, cuando me convertí, ese primer amor…como deseaba aprender de la palabra, de los pastores, era como una esponja. Me apuntaba a un bombardeo y me pasaba las tardes en la iglesia, que por cierto me pillaba lejos e iba en un ciclomotor. Pero había hambre, deseo de buscar a Dios, deseo de crecer en él, de servirle y estaba tan agradecido por lo que estaba haciendo en mi….
A estas alturas ya deberíais ser maestros, por todo el tiempo que ha pasado desde que escuchasteis el Evangelio por primera vez; y, sin embargo, todavía necesitáis que se os digan los sencillos elementos del principio del Mensaje de Dios. Os habéis sumido en un estado en el que necesitáis leche en lugar de alimento sólido; porque, está claro que, si alguien está en la etapa de la lactancia, no puede saber de veras qué es la integridad cristiana, porque no es más que un bebé. Pero el alimento sólido está para los que han alcanzado la mayoría de edad, para los que, por el desarrollo de la debida clase de hábito, ya han llegado a la etapa en que tienen la percepción entrenada para distinguir entre el bien y el mal.
Crecer en conocimiento.Son mayores en edad y en otras cosas, pero se dan por contentos con una estatura espiritual que no ha desarrollado. Son cristianos bonsáis. O también como decía aquel, cristianos con la cabeza gorda, llena de conocimiento, pero con escasez de práctica.
Hay personas que no han crecido en conducta. Se le puede perdonar a un chaval que se chupe el dedo o que coja una rabieta; pero hay muchos que tienen aspecto de adultos y muchas cosas de niños. Sería bueno que todos pudiéramos hacer nuestras las palabras de Pablo: «Cuando me hice mayor, dejé las cosas de niño» (1 Corintios 13:11)
Los casos de falta de desarrollo son patéticos; y el mundo está lleno de gente cuya vida espiritual se ha detenido. Dejaron de aprender hace años, y su conducta espiritual es la de un niño. Peter Pan es un personaje encantador de cuentos; pero la persona que se niega a crecer da grima, da pena y debería tener temor de Dios. Cuidémonos de no seguir en la infancia espiritual cuando ya deberíamos haber alcanzado la mayoría de edad en la fe.
¿Sabes qué?, lo normal sería que un creyente recién convertido empiece bebiendo leche, las enseñanzas básicas y las vaya poniendo en práctica y con el tiempo, pase por medio de la obediencia y el discernimiento espiritual de la experiencia de esa relación con Dios diaria a poder consumir un alimento más sólido, esto a la larga traerá la bendición de Dios ha su vida y el propósito de Dios cumpliéndose activamente en su vida.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
La lengua es algo muy importante para nuestra vida cristiana, no podemos hablar cualquier cosa ni de cualquier manera, si controlamos esto nos irá mucho mejor, Dios bendecirá nuestra vida.
Si por el contrario no lo hacemos, podemos ocasionar un desastre a nuestro alrededor, no ser de testimonio para otros y traer condenación a nuestras propias vidas.
No podemos, ni debemos hablar como el mundo. A mi me hace mucho daño cuando escucho de otros groserías, tacos, blasfemias, etc.
Debemos aplicar lo que conocemos, solo así podemos crecer, de lo contrario nos volvemos bonsais, cristianos con conocimiento pero sin vivencia, lo cual además.
La voluntad de Dios es nuestra santificación, nuestra consagración. Si estás estancado déjame decirte que no es bueno, el agua estancada se contamina y empieza a oler mal. Del mismo modo si nos estancamos, vamos a peor. Tenemos que ser como ese agua viva que corre por los ríos caudalosos, o los que están en las montañas, con agua cristalina y turquesa.
No importa el tiempo que lleves en la iglesia, aplica la palabra. Cuanta más obediencia y vivir una vida coherente con la palabra de Dios, tendremos más luz.
Una boca que habla lo justo y necesario es mejor que otra que habla demasiado y peca.