Tema:Ten Cuidado con las ARTIMANAS del Diablo
Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 6 viewsNotes
Transcript
Tema:Ten Cuidado con las ARTIMANAS del Diablo
Texto: 2 Tim 2:24 -26
Introducción: Para que no nos agarre, debemos mantener bien abiertos los ojos y prestar atención a las señales que nos advierten de que estamos cerca de una de ellas. En este artículo veremos cómo evitar tres artimañas que Satanás ya ha utilizado con cierto éxito: 1) las palabras irreflexivas, 2) el miedo y la presión y 3) los sentimientos de culpa.
A- LA LENGUA ES COMO UN FUEGO QUE HAY QUE CONTROLAR
¿Qué podría ocurrir si no controlamos la lengua? Ponga un ejemplo.
1. Cuando un animal se esconde en su guarida, algunos cazadores prenden fuego a la vegetación cercana para hacerlo salir y entonces lo atrapan. En cierto sentido, el Diablo se vale de una estrategia similar. Él trata de “prenderle fuego” a la congregación cristiana para hacer que abandonemos la seguridad de nuestro refugio espiritual y vayamos directamente a sus garras. ¿De qué forma podríamos entrar en su juego sin darnos cuenta?
2. El discípulo Santiago afirmó que “la lengua es un fuego” Sant 3:6-8 . Si no controlamos lo que decimos, podríamos provocar un “incendio” en la congregación. ¿Cómo? Imaginemos la siguiente situación. En una reunión se anuncia que cierta hermana se le a dado privilegio y todavia necesita mas cambios en su vida. Al terminar, dos publicadoras conversan sobre el tema.
3. La primera se alegra por la noticia y expresa sus mejores deseos para la nueva precursora.
4. La segunda cuestiona los motivos de la hermana y hasta insinúa que solo busca ser el centro de atención. ¿De cuál de las dos nos gustaría ser amigos? ¿Quién tiene más posibilidades de originar un “fuego” en la congregación con su lengua? La respuesta es obvia.
3. ¿Qué autoexamen debemos hacernos para evitar que nuestra lengua provoque un incendio?
5 ¿Cómo evitar que nuestras palabras provoquen un incendio? Jesús dijo: “De la abundancia del corazón habla la boca” ( Mat. 12:34 ). Por lo tanto, lo primero es hacernos un autoexamen del corazón. Si tendemos a desconfiar de los demás, nos convendría recordar que Satanás también puso en tela de juicio las intenciones del fiel Job (Job 1:9-11 ). En lugar de ser tan malpensados, tenemos que determinar por qué criticamos a nuestro hermano. ¿De verdad nos ha dado motivos para dudar de él? ¿O será que nuestro corazón se ha contagiado de la falta de amor que abunda en estos últimos días? 2 Tim 3:1-4
a) ¿Qué motivos pueden llevarnos a ser criticones? b) ¿Cómo debemos reaccionar si alguien habla mal de nosotros?
6 ¿Qué otros motivos pueden llevarnos a ser criticones? Tal vez busquemos que se reconozcan nuestros méritos o pretendamos estar por encima de los demás, aunque para ello tengamos que rebajarlos. O quizás estemos buscando una forma de justificar nuestra falta de esfuerzo. Si lo que nos mueve es el orgullo, la envidia o la inseguridad, las consecuencias serán desoladoras.
7 A veces podríamos pensar que tenemos buenas razones para hablar mal de alguien, como cuando un cristiano nos ofende con algún comentario irreflexivo. Además, no estaríamos haciendo la voluntad de Dios, sino la de Satanás ( 2 Tim 2:26 ). Es mejor imitar la actitud de Jesús: “Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio [...], sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia” (1 Ped 2:21-23 contribuimos a proteger “el vínculo unidor de la paz” en la congregación . Ef 4:1-3
B- SOLTANDOCE DEL LAZO DEL MIEDO Y LA PRESIÓN
1. ¿Por qué condenó Pilato a Jesús?
El animal atrapado en un lazo pierde su libertad de movimientos. De la misma forma, la persona que cede al miedo y la presión pierde como mínimo una parte del control de su vida (Prov 29:25). Examinemos los casos de dos hombres que sucumbieron al miedo y la presión, y veamos qué lección aprendemos.
. Así pues, los padres hacen bien en orar con sus hijos y ensayar lo que estos harán cuando sus compañeros los inciten a hacer algo malo (2 Cor. 13:7) 2 Cor. 13:7
C-NO DEJES QUE TE APLASTEN LOS SENTIMIENTOS DE CULPA
¿Qué le gustaría a Satanás que creyéramos sobre nuestros errores del pasado?
1 A veces, los cazadores cuelgan una piedra o un tronco grande sobre un camino por el que suelen pasar sus presas. Cuando un animal desprevenido tropieza con la cuerda, entonces el tronco o la piedra cae y lo aplasta. De forma parecida, los remordimientos por errores cometidos en el pasado pueden dejar al cristiano “aplastado hasta grado extremo” ( Sal 38:3-5,8 ). A Satanás le encantaría que creyéramos que Jehová nunca nos perdonará y que jamás lograremos cumplir sus normas.
2. ¿Cómo puede evitar caer en la trampa de sentir una culpabilidad excesiva?
¿Cómo evitar que esta trampa nos aplaste? Si usted ha cometido un pecado grave, tome medidas de inmediato para restablecer su relación con Jehová. Pídale ayuda a los ancianos (Sant. 5:14-16). Haga todo lo que esté en su mano por enmendar la situación (2 Cor. 7:11). Y si recibe algún tipo de corrección, no se desanime, pues la disciplina es una clara demostración de que Jehová lo ama (Heb. 12:6). Tome la determinación de no volver a dar los pasos que le llevaron a pecar y obre en consecuencia. Una vez que se arrepienta y regrese al buen camino, tenga fe en que el sacrificio redentor de Jesucristo realmente puede cubrir sus faltas (1 Juan 4:9, 1 Juan 4:14).
Hay quienes no dejan de sentirse culpables por errores que ya les han sido perdonados. Si a usted le ocurre eso, recuerde que Jehová perdonó a Pedro y a los demás apóstoles por haber abandonado a su amado Hijo cuando este más los necesitaba. Y también perdonó al hombre que fue expulsado de la congregación de Corinto por su escandalosa inmoralidad pero que después se arrepintió ( 1 Cor. 5:1-5 ; 2 Cor. 2:6-8 ). En la Palabra de Dios se habla de diversas personas que, aunque cometieron pecados muy graves, se arrepintieron y recibieron el perdón divino (2 Crón. 33:2, 10-13; 1 Cor. 6:9-11).
¿Qué puede hacer el rescate por nosotros?
17 Si estamos sinceramente arrepentidos y aceptamos su misericordia, Jehová perdonará y olvidará nuestros pecados. Jamás pensemos que el sacrificio redentor de Jesús no basta para limpiarlos. Razonar así sería caer en una trampa satánica. Por mucho que el Diablo afirme lo contrario, el rescate sí limpia los pecados de todo aquel que se arrepiente (Prov. 24:16). La fe en el rescate nos quitará de encima la pesada carga de la culpa y nos dará fuerzas para servir a Dios con todo el corazón, alma y mente (Mat. 22:37).
C- NO ESTEMOS EN IGNORANCIA DE SUS DESIGNIOS”
1. ¿Qué debemos hacer para no caer en las trampas del Diablo?
A Satanás le da igual usar una trampa u otra; el caso es que caigamos en alguna. Pero no tiene por qué agarrarnos desprevenidos, pues “no estamos en ignorancia de sus designios” ( 2 Cor 2:10-11). Si le pedimos a Jehová sabiduría para afrontar los problemas, el Diablo no podrá entramparnos. Santiago aconsejó: “Si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada” ( Sant 1:5). Para que Jehová nos conteste, debemos obrar en armonía con nuestras oraciones estudiando su Palabra y poniendo en práctica lo que aprendemos. Las publicaciones del esclavo fiel y discreto nos señalan con claridad cuáles son las trampas diabólicas y nos enseñan a evitarlas.
¿Por qué debemos odiar lo malo?
Cuando oramos y estudiamos la Biblia, aprendemos a amar lo bueno y —no menos importante— a odiar lo malo (Sal. 97:10). También nos ayuda mucho reflexionar en las consecuencias de entregarnos a los malos deseos (Sant 1:14-15). Así, los señuelos de Satanás no nos resultan tentadores, sino repulsivos.
Conclusion: ¡Qué agradecidos estamos de que Jehová nos ayude a evitar las artimañas de Satanás! Por medio de su espíritu, su Palabra y su organización, Dios nos libra “del inicuo” (Mat. 6:13).