Después de creer

Introducción

Los fundadores de la iglesia en Tesalónica (Pablo, Silvano y Timoteo) van a escribir esta carta a la iglesia que se encuentra en esa región, la carta que estamos estudiando es de las primeras que se escribieron en el Nuevo Testamento, se cree que fue escrito en el año 51 d.C con el propósito de arreglar algunos detalles que Timoteo le ha comunicado respecto a la fe de estos hermanos.

Iniciamos esta carta con un saludo a la “iglesia”, dicho termino ya se utilizaba anteriormente con designación a cualquier reunión que se tuviera pero para Pablo, el termino “iglesia” designa una comunidad de personas que vive “en Dios el Padre y en el Señor Jesús”, esto significa que la diferencia entre otros grupos y la iglesia, es que este último está unido sobrenaturalmente por los elementos antes mencionados y que es posible permanecer en unidad siempre y cuando se mantenga arraigado a estos elementos.

“Gracia y Paz” va a convertirse en un saludo característico de Pablo, este saludo nos recuerda mucho al “alegría” de los griegos y al “shalom” de los judios, solo que ahora en el contexto cristiano, la gracia y paz provienen del Señor Jesucristo. Agustín definía a este saludo como “tranquilitas ordinis”, es decir la tranquilidad que fluye en el orden, solo en Jesucristo nuestra vida puede estar en paz porque estamos alineados en nuestra relacion con Dios, con los demás y con nosotros mismos.

Gratitud

¿Por quienes agradecen?

Solemos dar gracias por nuestra familia, por tener un buen trabajo, por tener un buen salario, por tener salud e incluso por algún acontecimiento especial, pero para los 3 remitentes de esta carta, uno de los motivos para dar gracias constantemente a Dios era por la iglesia en Tesalónica, es interesante que nuestra gratitud tenga estos tintes tan individuales y que nos olvidemos constantemente de agradecer por este milagro que Dios nos ha regalado a través de su iglesia.

Por primera vez (recuerden que es la primer carta del N.T) vemos la formula: fe, esperanza y amor. En esta carta por primera vez el apóstol Pablo manifiesta que el trabajo dentro de la iglesia tiene que estar motivado por el amor y particularmente el amor a Jesucristo asi mismo nuestro trabajo dentro de la iglesia tiene que estar asegurado con esperanza de que no trabajamos en vano (aunque asi lo parezca) puesto que tenemos certeza (fe) de que el Señor respaldará lo que hacemos.

Los hermanos de Tesalónica tuvieron la bendición de recibir el evangelio en medio de muchas dificultades, si recordamos lo narrado en el libro de los Hechos, la predicación en esta región fue sumamente difícil y requirió un compromiso fuerte asi mismo una capacidad sobrenatural de creer y afirmarse en la fe, los hermanos de Tesalónica fueron los primeros “héroes” de la fe.

¿Quienes son heroes para nosotros?

Después de creer

Justamente después de creer la iglesia debería hacer conclusiones teológicas importantes, la primera a la que Pablo llama a los tesalonicenses es a recordar que “Dios nos ha escogido”, si nosotros creemos que hemos venido al Señor y que somos nosotros quienes hemos buscado su rostro nos vamos a auto engañar, no es asi, Pablo deja claro cual es el proceso de la salvación

paso 1: Dios nos escoge y llama

paso 2: Su pueblo responde con fe y acude

Seguido de este acto de creer y aceptar la llamada de Dios los creyentes deben convertirse en imitadores del Señor

¿Cómo pueden convertirse en imitadores del Señor?

Pablo dice que en primer lugar los tesalonicenses se hicieron imitadores de ellos pero también del Señor, es importante que una comunidad de fe discipule a los nuevos creyentes no podemos delegar esta tarea al pastor y los lideres de la iglesia, al contrario, es un trabajo continuo el de ir modelando el carácter de Cristo en los nuevos creyentes, los nuevos creyentes pueden notar que lo que se está predicando y enseñando es real porque como dice Pablo, los lideres y pastores estarán “buscando siempre su bien”, un mal pastor o un falso líder rápidamente muestran el cobre cuando buscan su bien personal.

Finalmente la última enseñanza del apóstol Pablo tiene que ver con la alegria y certeza que el Espiritu Santo infunde en la vida del creyente. Nadie asegura que la vida cristiana es fácil pero el Espiritu Santo nos da la alegría para saber que para nosotros “vivir es Cristo”.

Frutos y misión

Tal y como el Señor Jesús lo ha dicho “por sus frutos los conocerán”, asi mismo con los Tesalonicenses no hay duda de que recibieron el mensaje de Cristo puede que se han convertido rápidamente en la noticia en toda la región de Macedonia y Acaya, una forma de medir los resultados en una iglesia podría ser esta

¿qué tanto saben los de alrededor que en esta comunidad se confiesa a Jesús?

El apostol Pablo menciona que tras el recibimiento con fe, esperanza y amor del mensaje de Cristo, los tesalonicenses se han convertido de ejemplo y han divulgado el mensaje del Señor de tal manera que los propios evangelistas o misioneros ya no han tenido la necesidad de decir nada. Si nuestras comunidades de fe no son capaces de en poco tiempo dar a conocer el evangelio (por todos los medios posibles) será necesario que en oración clamemos por la alegría que infunde el Espiritu Santo a nuestras vidas.

El mensaje de salvación es eficaz para que las personas dejen a los ídolos (cualquiera que estos sean) y se conviertan a servir al único Dios verdadero y vivo, nuestro mensaje podría ir con estas palabras, es hora de que te despojes de tu servidumbre inútil y te conviertas en un siervo útil al único Dios vivo y verdadero.

Las pruebas y el sufrimiento y la manera en como nosotros las sobrellevamos se convierten en un mensaje vivo y eficaz de la obra redentora de Cristo