8. (CMW 7) Los Atributos de Dios II - La Autoexistencia de Dios

Introducción

Damos gracias al Señor por una oportunidad más para dirigirnos a su Santa Palabra la cual es aquella fuente de toda verdad y salvación.

Hoy con la habilitación del ES, hemos de continuar en nuestro estudio de la CMW.

En nuestro anterior sermón comenzamos a meditar en la P7 que trata sobre el ser de Dios, en especial, sobre sus atributos. Vimos acerca de la Espiritualidad de Dios.

Hoy con la ayuda del Señor meditaremos en el atributo de la Auto existencia de Dios.

Los estándares de Westminster y la forma de gobierno de Westminster Lo que el hombre debe creer respecto a Dios

P.7. ¿Qué clase de ser es Dios?

R. Dios es Espíritu, en sí y por sí mismo infinito en su ser,19 gloria, bienaventuranza21 y perfección; todo suficiente,23 eterno, inmutable,25 incomprensible, omnipresente,27 todopoderoso, omnisciente,29 sapientísimo, santísimo,31 justísimo, misericordiosísimo y lleno de gracia, tardo para la ira y abundante en bondad y verdad.

Base Bíblica de la enseñanza

Éxodo 3:14 RVR60

14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.

YO SOY EL QUE SOY. Dios es lo que es.

Él no deriva ni proviene de nadie, ni para nadie.

La autoexistencia de Dios

Sumario Teológico Lexham Auto-existencia de Dios

Dios existe por sí mismo, ya que no tiene causa u origen sino que, a diferencia de todo lo demás, no ha sido creado.

Se dice que Dios es "en sí mismo y por sí mismo", no como si él le diera el ser o fuera la causa de sí mismo, pues eso implica una contradicción.

Por eso, los teólogos generalmente dicen que Dios es "en sí mismo y por sí mismo", no positivamente, sino negativamente; es decir, su ser y sus perfecciones no son derivados, no se le comunican, como todas las perfecciones finitas son comunicadas por él a la criatura.

Él no es lo que su biología, educación y cultura lo hacen ser, como ocurre con los seres humanos. Él no está hecho por Dios a la imagen de Dios.

No está hecho a partir del modelo de otra cosa, y no recibe el nombre de nadie más.

Él no es bueno, poderoso u omnisciente en relación con algún estándar externo. En vez de eso, cada nombre o propiedad que le atribuimos a Dios viene definida en relación con la naturaleza de Dios.

Él es autoexistente o independiente; y ésta es una de las más altas glorias de su naturaleza, por la que se distingue de las criaturas, que todas viven, se mueven y tienen su ser en él y a partir de él.

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque también somos linaje suyo. (Hch 17:28)

Este atributo de independencia pertenece a todas sus perfecciones. Así, su sabiduría, poder, bondad, santidad, etc., son todas independientes.

1. Dios es independiente en cuanto a su conocimiento o sabiduría.

No recibe ideas de ningún objeto fuera de sí mismo. Todas las criaturas inteligentes hacen esto y, en ese sentido, se dice que dependen del objeto; de modo que si no existiera tal objeto, no podrían tener el conocimiento o la idea de él en sus mentes. El objeto conocido debe existir antes de que podamos aprehender lo que es. Pero esto no debe decirse con respecto al conocimiento de Dios, porque las cosas que él conoce no pueden considerarse anteriores a su conocimiento.

La independencia de su conocimiento se describe elegantemente en las Escrituras: "¿Quién ha dirigido al Espíritu del Señor o, siendo su consejero, le ha enseñado? ¿A quién tomó consejo, y quién lo instruyó, y lo enseñó en el camino del juicio, y le enseñó el conocimiento, y le mostró el camino del entendimiento?"

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios e inescrutables sus caminos! Porque, ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que luego le sea pagado? (Ro 11:33-35)

2. Es independiente en su poder.

Como no recibe fuerza de nadie, tampoco actúa dependiendo de la voluntad de la criatura. “¿Quién le ha ordenado su camino?” Además, como no recibió de nadie el poder de actuar, nadie puede obstaculizar, desviar o controlar su poder, o poner fin a sus métodos de actuar.

Y todos los moradores de la tierra por nada son contados, y en el ejército del cielo y en los moradores de la tierra hace según su voluntad; y no hay quien estorbe su mano y le diga: ¿Qué haces? (Dn 4:35)

3. Es independiente en cuanto a su santidad

Odiando necesariamente el pecado, y no meramente dependiendo de algunas razones fuera de sí mismo, que lo inducen a odiarlo; porque es esencial a la naturaleza divina ser infinitamente opuesta a todo pecado, y por lo tanto ser independientemente santa.

Muy limpio eres de ojos para ver el mal, y no puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los que hacen deslealtad y callas cuando el impío destruye al más justo que él, (Hab 1:13)

4. Es independiente en cuanto a su generosidad y bondad.

Por eso comunica sus beneficios no por coacción, sino según su voluntad soberana. Así, dio el ser al mundo y a todas las cosas que hay en él, lo cual fue el primer y muy grande ejemplo de generosidad y bondad, no por coacción, sino por su libre voluntad.

Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. (Ap 4:11)

Ahora bien, para demostrar la verdad de esta doctrina de que Dios es independiente en cuanto a su ser y a todas sus perfecciones, consideremos:

1. Que todas las cosas dependen de su poder, que las trajo y las conserva en el ser. Existen por su voluntad, como su creador y conservador, y, en consecuencia, no son seres necesarios sino dependientes. Ahora bien, si todas las cosas dependen de Dios, es la mayor absurdidad decir que Dios depende de algo; porque esto sería suponer que la causa y el efecto dependen mutuamente y se derivan uno de otro, lo que implica una contradicción.

2. Si Dios está infinitamente por encima de las criaturas más altas, no puede depender de ninguna de ellas, porque la dependencia indica inferioridad. Ahora bien, que Dios está por encima de todas las cosas es cierto. Esto lo representa de una manera muy hermosa el profeta cuando dice:

He aquí que las naciones son estimadas como gota en el balde y como polvo en la balanza; he aquí que levanta las islas como cosa menuda. (Is 40:15)

Concluyamos que todas nuestras fuentes están en él, y que todo lo que disfrutamos y esperamos proviene de él, quien es el autor y consumador de nuestra fe, y la fuente de toda nuestra bienaventuranza.

Aplicaciones

¿Hemos de vernos como seres necesarios frente a Dios? Recordemos que nuestro Señor es el único ser necesario, nosotros solamente podemos y somos dependientes, esta verdad bíblica debería llevarnos a meditar lo siguiente en nuestras vidas:

Nuestra existencia misma en los términos más básicos es una gran misericordia.

Cada providencia que vivimos debe llevarnos a pensar que su voluntad está obrando en nuestras vidas de manera sabia y perfecta.

Ninguna criatura vive fuera de la existencia de Dios, por lo que no buscarlo como la fuente de todas las cosas es un terrible pecado. Lee conmigo este pasaje: Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean redargüidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sus obras sean manifiestas que son hechas en Dios. (Jn 3:20-21). ¡Oh pecador reconócelo en tus caminos!

Miremos la gran misericordia de la salvación en Cristo amados.

Nosotros por nuestra propia voluntad no ajena al conocimiento de Dios nos hemos alejado de Él, amando más el pecado.

El Señor en su misericordiosísima voluntad dió al Hijo a aquellos que por gracia serían rescatados de la masa de pecadores descendientes de Adán.

Si tu haz lavado tus pecados en la preciosa sangre de Cristo, agradece porque el Ser necesario decidió soberanamente que tu vivas. Él no te necesita pero tu si a Él.