El proceso del redíl
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Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel;
Hay un gran valor en los procesos. Es más, si algo vale la pena lleva consigo un proceso.
Lo vemos en la creación, en la liberación de Israel, en la expansión del evangelio y en el plan de salvación. Todas estas maravillosas cosas proceden de un proceso.
En estos tiempos es difícil apreciar esta bendición. Vivimos en un mundo que aprecia el éxito inmediato, pero lejos de esa realidad alterada, las cosas más grandes que una persona logrará en a través de los procesos.
La obtención de un título académico, la crianza de un hijo, la consolidación de una empresa o la madurez espiritual llevan consigo una serie de pasos dolorosos pero necesarios.
En el pasaje que leímos vemos a David siendo honrado por Dios para ser el primero de muchos reyes israelitas. Y al final de esa línea real vendría el Mesías que salvaría a Israel y a todo el mundo. Este honor, sin embargo, es precedido de la mensión de su “redil de ovejas”. Esto nos muestra que Dios no se olvida de nuestros procesos.
Pero, ¿qué significa el redil? ¿por qué debemos experimentarlo? ¿que aprendemos de él?
La iglesia es tu redíl
La iglesia es tu redíl
Existen diversos “rediles” en donde somos formados. La escuela para el futuro profesional, el taller de aprendiz para el futuro artesano, el hogar para el futuro ciudadanos, etc. Pero quisiera centrarme en la Iglesia.
La iglesia se parece mucho a un redíl real. Hay un pastor, el cual no siempre es una persona perfecta, más bien en muchas oportunidades es tosco y falto de ternura. Hay muchas ovejas, algunas dóciles y otras rebeldes. En el redíl no hay mucho espacio, todos están apretados, no siempre hay buen olor, y a veces las cosas van mal.
Pero es el lugar donde Dios te puso.
Si estás aquí es por la voluntad de Dios. Confía en el proceso.
David, antes de ser rey, tuvo que pasar por este redíl. Pero aprendió valiosísimas lecciones que le ayudaron en medio de su vida como monarca. Vamos a aprender algunas.
¿Qué aprendo en el redil?
¿Qué aprendo en el redil?
Qué no es bueno guardar rencor.
Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.
Su propio padre no creía en él, incluso puede que se avergonzará de David. Pero él nunca les reclamó, es más, cuando estuvieron en peligro fue responsable de dejarlos al cuidado del rey de Moab (1 Samuel 22:3-4).
La iglesia es el lugar donde debemos aprender a perdonar.
Qué la obediencia es imprescindible.
Se levantó, pues, David de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, se fue con su carga como Isaí le había mandado; y llegó al campamento cuando el ejército salía en orden de batalla, y daba el grito de combate.
Primero vemos que fue prudente al dejar al cuidado de otra persona las ovejas; sabía que él era el responsable. Pero también al escuchar a su padre y hacer tal y como él le mandaba.
La iglesia nos enseña que la obediencia es mejor que los sacrificios.
Qué la crítica llegará.
Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.
Su propio hermano lo trata de soberbio y malicioso. Otras versiones usan palabras como “altanería”, “insolencia” o “artimañas”; realmente es juzgado duramente. Pero David sabe quién es y por quién esta peleando. Él está peleando por Jehová de los ejércitos.
La iglesia es un lugar de críticas para moldear nuestro carácter.
Qué no debe avergonzarnos nuestra procedencia.
David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada,
Cuando le llegó la hora de destacar, David no menospreció su lugar de origen. Pues aunque era humilde y opaco, era el lugar donde Dios comenzó a formarlo. Allí aprendió a matar osos y leones para luego matar gigantes. Esa experiencia le sirvió en otras oportunidades (1 Samuel 24:3).
La iglesia te prepara para tu futuro.
Jesús es nuestro gran pastor
Jesús es nuestro gran pastor
Reconoced que Jehová es Dios;
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Todas estás valiosísimas lecciones las aprendemos porque tenemos el mejor pastor. El Señor Jesús siempre nos ha dado su mejor ejemplo y guía a la iglesia hacía la salvación eterna.
En todo este proceso que pasamos en el redíl podemos descansar en las palabras del Señor que nos dice:
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,