El trabajo, El gran ausente

Qué dice la Biblia sobre tu trabajo: El Trabajo, el gran ausente  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Reflexionar sobre el trabajo y fe.

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HABLEMOS DE LA VIDA

Hoy, en muchos países de Latinoamérica, el trabajo es visto más como una carga que como una bendición. Además, muchos ven el trabajo como un mal necesario, algo que simplemente deben hacer para sobrevivir. Incluso entre aquellos que tienen empleo, hay una insatisfacción profunda. Se estima que menos del 50% de los trabajadores en la región están satisfechos con sus empleos. El trabajo se ha vuelto rutinario, desconectado del propósito y de la pasión. Para muchos, el trabajo es solo un medio para obtener dinero, pero sin la realización personal que debería acompañarlo.
¿Y qué sucede con los cristianos? A menudo, también caemos en esta visión, separando nuestra fe de nuestra vida laboral. Vivimos nuestras vidas cristianas en la iglesia, pero en el trabajo, actuamos como si Dios no tuviera interés. El trabajo se convierte en "el gran ausente" en nuestra misión como cristianos.

ESCUCHEMOS A DIOS

1. Dios diseño el trabajo
La Biblia nos ofrece una perspectiva completamente diferente del trabajo. Desde el principio, Dios diseñó el trabajo como una bendición. En Génesis 2:15
Génesis 2:15 TLA
Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara,
Génesis 2:15 RVR60
Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
El trabajo es parte del plan perfecto de Dios para la humanidad, no es una consecuencia del pecado ni un castigo. Adán y Eva fueron llamados a cultivar y cuidar la creación, reflejando el carácter creativo y trabajador de Dios.
2. Trabajamos para Dios
A lo largo de la Biblia, vemos cómo el trabajo está vinculado con la fe. En Colosenses 3:23-24
Colosenses 3:23–24 TLA
Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente. Porque ya saben que Dios les dará, en recompensa, parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a Cristo, que es su verdadero dueño.
Colosenses 3:23–24 RVR60
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Esto significa que, aunque trabajemos para jefes terrenales, en realidad, nuestro trabajo es para Dios. No importa si nuestro jefe nos ve o no, Dios siempre está observando, y debemos hacer nuestro trabajo con integridad y excelencia.
El trabajo debe estar profundamente conectado con nuestro servicio a Dios. Él nos recuerda que la Biblia habla mucho sobre el trabajo, que ocupa al menos un tercio de nuestras vidas, y que es un factor central en nuestra felicidad. Sin embargo, el mundo del trabajo sigue siendo el gran ausente en nuestra misión cristiana. ¿Cómo podemos cambiar esta realidad?

RESPONDAMOS A DIOS

Es tiempo de alinear nuestras vidas laborales con nuestra fe. No podemos seguir viendo el trabajo como algo separado de nuestra espiritualidad. Dios nos llama a servirle en todo lo que hacemos, incluyendo nuestras tareas diarias en el trabajo. Aquí hay algunas acciones prácticas que podemos tomar: ¿A QUÉ TE INVITA DIOS?
Reenfocar nuestra actitud: Comienza a ver tu trabajo como un servicio a Dios. Haz tu trabajo con excelencia, sabiendo que no importa cuál sea tu ocupación, estás sirviendo al Señor.
Integridad en el trabajo: Haz todo con honestidad, incluso cuando nadie te esté observando. Sé un reflejo de la luz de Cristo en tu lugar de trabajo.
Orar por nuestros trabajos: Lleva tus preocupaciones laborales a Dios en oración. Pídele que te guíe y te dé sabiduría para manejar los desafíos que enfrentas en el trabajo.Influir en otros: Habla sobre tu fe en el trabajo. No de manera impositiva, sino a través de tu ejemplo y tu testimonio. Deja que la manera en que trabajas refleje tu amor por Cristo.
Frase de Desafío: Como nos recuerda John Stott: "La vocación no está centrada en lo que hacemos, sino en lo que Dios nos ha llamado a ser." Nuestra vida laboral debe estar al servicio de ese llamado divino, reflejando Su gloria en todo lo que hacemos.
Oración: Dios nos llama a ver el trabajo de manera diferente. Ya no es solo una forma de ganarse la vida, sino una oportunidad diaria de glorificar a Dios. Que podamos vivir cada día con la convicción de que nuestro trabajo es una parte esencial de nuestra misión como hijos de Dios, llevando Su luz al mundo a través de nuestras manos y esfuerzos.
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