Alianzas de Salomón
Enseñanza • Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 3 viewsSalomón comienza con las alianzas políticas para iniciar el proyecto de construcción del templo.
Notes
Transcript
Alianzas de Salomón
Alianzas de Salomón
1º Reyes 5:1–5
1Hiram rey de Tiro envió también sus siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre; porque Hiram siempre había amado a David. 2Entonces Salomón envió a decir a Hiram: 3Tú sabes que mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le rodearon, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies. 4Ahora Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer. 5Yo, por tanto, he determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, según lo que Jehová habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa a mi nombre.
Introducción
Introducción
David había tenido la visión de construir templo a Jehová en sustitución del tabernáculo de reunión. Pero Dios no permitió que lo construyera él, sino su hijo Salomón.
David había dejado una gran cantidad de material de hierro, bronce, madera oro, plata y piedras preciosas (1 Crónicas 22:3-4, 29:2).
Pero aun así, Salomón necesitaba más madera y piedra. Afortunadamente David había echo alianzas políticas con Hiram rey de Tiro, quien presentó sus respetos a Salomón cuando fue ungido rey.
Hiram había provisto a David de materiales para la construcción de su palacio (2 Samuel 5:11-12), ahora Salomón gozando de esa alianza solicita el material faltante para comenzar la obra de la construcción del templo.
Veremos algunas enseñanzas interesantes en este capítulo.
La amistad de David e Hiram
La amistad de David e Hiram
1º Reyes 5:1 “Hiram rey de Tiro envió también sus siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre; porque Hiram siempre había amado a David.”
La Biblia dice que Hiram amaba a David.
Debido a la corrupción moral que existe hoy en día, cuando se menciona que un hombre ama a otro hombre se interpreta como homosexualidad.
Pero eso no es así, el amor que se le tiene a un cónyuge (eros) es muy diferente al amor que se tiene por un amigo (fileo)
Proverbios 17:17 “En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.”
afecto estima
Vemos también el amor de David y Jonatán: 1º Samuel 18:1 “Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo.”
Cuando murió Jonatán, David expresó esto.
2º Samuel 1:26 “Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, Que me fuiste muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor Que el amor de las mujeres.”
En cada caso, la palabra amr se traduce de la palabra hebrea “ohed” que puede tener varios significados: amante, amigo o aliado. En este caso tener estima y lealtad por un amigo.
Cuando Casidoro de Reina tradujo del Hebreo al Español en 1569, no había la perversidad moral que hay ahora, por tanto, no sonaba mal traducir “ohed” con amor fileal o de amigo.
Pero es necesario aclararlo ahora que tanto Hiram como Jonatán tenían con David una amistad muy estrecha que despertaba un cariño sincero de amigos sin ninguna perversión. En cada caso podemos interpretarlo que se tenían mucha estima y cariño de amigos.
Es necesario clararlo hoy día porque muchos enemigos del evangelio utilizan estos textos para avalar la homosexualidad.
Paz para avanzar
Paz para avanzar
1º Reyes 5:3–4 “Tú sabes que mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le rodearon, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies. Ahora Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer.”
David no podía edificar templo porque estuvo en conflicto con otras naciones que alteraban la paz en Israel. Y la causa es que aun faltaba territorio por conquistar.
David conquistó el territorio que a sus antepasados les faltó conquistar, desde el Eufrates hasta Egipto.
Por esa razón no podía construir casa a Jehová, hacía falta culminar el trabajo que Josué había empezado.
Ahora que Israel estaba en paz bajo el gobierno de Salomón, entonces se podía continuar con la construcción del templo.
Parece que Israel estaba 500 años atrasado.
Este trabajo lo debió haber hecho el sucesor de Josué, pero ni siquiera tuvo sucesor, aunque el primer juez fue Otoniel hermano de Caleb. Pero los israelitas se corrompieron con ídolos a la muerte de Josué.
Dios tiene grandes promesas para nosotros, pero por negligencia no las hemos conquistado aun, debemos esforzarnos y creerle a Dios para alcanzarlas.
Es necesario conquistar esas áreas que aun no hemos rendido a Cristo, y que tienen que ver con nuestro carácter, personalidad, debilidades y egocentrismo.
Es decir, morir a nosotros cada día, para que la habitación del Espíritu Santo sea realidad en nosotros.
Mientras no exista paz en nosotros no podemos alcanzar la presencia de Dios.
La leva
La leva
1º Reyes 5:13–14 “Y el rey Salomón decretó leva en todo Israel, y la leva fue de treinta mil hombres, los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por turno, viniendo así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba encargado de aquella leva.”
Salomón solicitó a Hiram madera y piedra, para lo cual hicieron el trato de que Salomón proveería de trigo y aceite a Hiram, además de pagar el salario de los trabajadores de Hiram para cortar la madera, la piedra y transportarla vía marítima.
Pero además Salomón decretó leva a los israelitas. que consistía en un impuesto en forma de trabajo.
Los varones israelitas estaban obligados en trabajar en los bosques y canteras de Tiro, para lo cual reclutaron treinta mil varones.
Se formaron grupos de diez mil que debían trabajar un mes y descansar dos meses a su casa. De manera que estaba obligados a trabajar 4 meses al año.
Salomón era muy sabio, pero también muy severo, a los trabajadores de Tiro les pagaba y a los israelitas los obligaba a donar su trabajo por temporadas. 1º Reyes 5:6 “Manda, pues, ahora, que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar madera como los sidonios.”
Pero a los extranjeros que vivían en Israel los obligó a trabajar permanentemente: 2º Crónicas 2:17–18 “Y contó Salomón todos los hombres extranjeros que había en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento cincuenta y tres mil seiscientos. Y señaló de ellos setenta mil para llevar cargas, y ochenta mil canteros en la montaña, y tres mil seiscientos por capataces para hacer trabajar al pueblo.”
Esto trajo descontento a los israelitas, y más adelante lo expresaría, pues no lo hacían por voluntad como cuando Moisés pidió ofrenda al pueblo.
Cuando hacemos algo para El Señor, debe hacerse voluntariamente y no por obligación, recordemos que El Señor lo que acepta es la sinceridad de corazón y no las obras.
Mateo 23:23 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.”
Conclusión
Conclusión
Salomón tenía muy claro quien es Dios, por lo cual se esperaba mas allá de sus fuerzas para edificar una casa magnífica a Jehová.
2º Crónicas 2:5 “Y la casa que tengo que edificar, ha de ser grande; porque el Dios nuestro es grande sobre todos los dioses.”
Con esta enseñanza aprendemos que:
El servicio, las ofrendas y sacrificios que nosotros hacemos a Dios deben hacerse con buena voluntad y haciendo lo mejor para Él porque Él es el más grande por sobre todas las cosas.
Lo que hagamos para el Señor debe ser voluntario, reconociendo que Él merece lo mejor de nosotros porque ha sido bueno.
No tengas temor de hacer algo grande para Dios, pues aunque no tenemos nada, Dios proveerá para ofrecer lo mejor para Él. 1º Crónicas 29:14 “Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.”