EL EJEMPLO DE UNA MUJER PIADOSA
Notes
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Introduccion
Introduccion
1 Pedro 3:5–6 “5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; 6 como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.”
Se puede tener una boda perfecta? Testimonio de nuestra boda.
Francamente, dudo que alguien haya tenido alguna vez la ceremonia de boda perfecta. Ya sea que se haya dado cuenta demasiado tarde de que escribió mal el nombre de su abuela en el programa de bodas o, como me enteré de que le pasó a alguien, puso la cita Bíblica equivocada en el programa. Lo bueno es que la pareja se dio cuenta a tiempo; si no, su primo no hubiera leído un pasaje sobre el amor de Dios, sino un pasaje sobre el anticristo, o se va la luz, o se llevan el equipo de sonido, los musicos llegan tarde..
Un amigo me dijo que esperaba que la luna de miel fuera mejor que la boda ya que la boda no salio com oesperaba , .
No existe tal cosa como una ceremonia de boda perfecta.
Y la verdad es que, incluso si tuvo una ceremonia de boda casi perfecta con buen clima y nadie se desmaye y el nombre de todos estuvo escrito correctamente y la niña de las flores y el portador del anillo hicieron exactamente lo que les indicaron, la boda perfecta pronto fue reemplazada por un matrimonio no tan perfecto.
Y eso es porque el matrimonio es la unión de personas imperfectas. El matrimonio es dos pecadores, unidos en un pacto delante de Dios.
Y eso es porque el matrimonio es la unión de personas imperfectas. El matrimonio es dos pecadores, unidos en un pacto delante de Dios.
Desde la primera pareja en la historia humana, hasta los matrimonios del día de hoy, todavía necesitamos respuestas a las mismas preguntas básicas sobre el matrimonio. Y todas las preguntas giran en torno al mismo problema: ¿cómo se supone que funciona esto? Cuales son los ingredientes?
Y el apóstol Pedro ha estado presentando la respuesta inspirada por el Espíritu Santo en su primera carta. Le invito a abrir su Biblia allí. 1 Pedro capítulo 3.
El apóstol Pedro comenzó dirigiéndose a las esposas, y el tema giró en torno al concepto de la sumisión.
Luego, Pedro habló de la apariencia, el comportamiento y las actitudes internas de una esposa piadosa.
Pedro está en el proceso de revertir las ideas contemporáneas del mundo, ya que como hemos visto el pecado distorciono el diseno de Dios en cuanto al matrimonio , distorciono los roles, distociono lo que es el verdadero amor en el matrimonio.
Una de las cosa PEDRO 1 Pedro 3:4 “4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”
Deja en claro que la verdadera belleza no tiene nada que ver con que hacer que todos se den la vuelta y la miren mientras camina por la alfombra roja.
La verdadera belleza no es externa, la belleza es de adentro hacia afuera, y el adorno de la belleza genuina es un espíritu afable y apacible. Una mujer piadosa se viste de adentro hacia afuera.
Una mujer amable, llena de paz.
Pedro ha dedicado varios versículos para entregar instrucción y motivación a las esposas, y a las mujeres en general. Ahora, Pedro da una ilustración.
Ejemplos de Sumisión
Ejemplos de Sumisión
Retomemos nuestro estudio allí, en los versículos 5 y 6. Note, 1 Pedro 3:5.
Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.
Este seguramente es el versículo favorito de su esposo, ¿no? Sara obedecía a Abraham, llamándolo señor.
Hablaremos de lo que se trata el “llamarlo señor” en un minuto; pero primero, volvamos al hecho de que Pedro, continúa enfatizando este tema de la sumisión.
Comenzó en el versículo 1, diciendo, “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos…” y ahora vuelve a tratar este tema al final de este párrafo – versículo 5 – estando sujetas a sus maridos.
Pedro es un hombre casado, y Quizás se pregunte, ¿está Pedro enfrascado en este tema porque tal vez su esposa se está portando mal? Probablemente no.
Él está entregando lo que cada generación necesita bajo la inspiracion del E.Santo. Esta es una cátedra sobre los temas centrales de la vida matrimonial.
Ahora, como ya hemos aprendido en nuestro estudio, la palabra griega para sumisión aquí significa “estar voluntariamente debajo”.
Puede referirse a vivir, obrar y servir voluntariamente con gentileza y respeto.
La palabra es un término administrativo, que conlleva la idea de asistir voluntariamente para llevar algo término.
IMPORTANTE
Dios creó el papel de la esposa para servir como una asistente divinamente asignada para su esposo. De hecho, Dios dijo en el Jardín del Edén cuando estaba a punto de crear a Eva, y llevarla por el pasillo hasta Adán; Dios dice: “Le haré una ayuda idónea para Adán”.
Génesis 2:18 “18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”
“¡Voy a darle a Adán una ayudante!” Esa es otra forma de decir: “¡El hombre realmente necesita ayuda!”.
Y todos los maridos dicen con entusiasmo: “¡Amén!”
Un autor que cité anteriormente señaló que una esposa que adopta esta perspectiva de glorificar a Dios comprende que cuando se somete voluntariamente a su esposo, en realidad lo está completando.
Ella lo está ayudando a cumplir con sus responsabilidades; ayudándolo a convertirse en el hombre, el esposo, el padre, el líder que Dios quería que fuera.
Se dan cuenta cuanto valor son.
El problema es que, si menciona la idea de la sumisión hoy, el mundo cree que es machista y discriminador.
Se cree que la idea de sumisión es prehistórica en el mejor de los casos; y equivalente a la esclavitud, en el peor de los casos.
Pero Dios lo llama poder. Como aprendimos en nuestro ultimo estudio, esta es una mujer de poder, bajo control.
1 Pedro 3:4 “4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”
Entonces solo recapitulando.
Someterse a una persona que tiene una posición de autoridad no significa que una mujer tenga menos valor.
De hecho, tenga en cuenta que la sumisión no tiene nada que ver con tener menos valor o carácter, sino con la estructura y función en el hogar.
Ejemplo: Ese policía que me para en la calle por ir por encima de la velocidad maxima o por hablar por telefono – les pasa todo el tiempo quien dice amen– Ese plocia tiene una autoridad única que yo no tengo, y no tiene nada que ver con el carácter ni con la santidad ni con el valor personal; simplemente ocupa un papel que yo no tengo.
La sumisión en el matrimonio no significa que una esposa sea inferior como persona a su esposo.
la sumisión no significa obediencia ciega.
La idea de Dios de una esposa sirviendo como ayuda idónea de su esposo significa que ella tiene cosas para contribuir y agregar y mejorar e incluso corregir y advertir, como veremos en un momento en el siguiente pasaje.
CONTEXTO
CONTEXTO
Para las mujeres que escucharon esta carta en la iglesia del primer siglo, uno de sus grandes desafíos habría sido el hecho de que no había conferencias sobre el matrimonio y la familia, Ni talleres como el que daremos los 5 lenguajes del amor, manana desde las 6 pm ; la iglesia era joven y recién ahora se estaban escribiendo materiales para la iglesia.
No solo la iglesia era relativamente joven, sino que no se publicaban libros sobre cómo ser una esposa. Simplemente métase a internet y encontrará miles de libros solo sobre el matrimonio. Y no todos esos libros lo harán bien.
Y en este contexto inmediato, esta instrucción está dirigida a mujeres que están en matrimonios muy difíciles con incrédulos – casadas con hombres que Pedro describe en el versículo 1 como desobedientes a la palabra
1 Pedro 3:1 “1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,”
OJO– una expresión de incredulidad, pero tal vez lo suficientemente amplia como para incluir a hombres que afirman conocer a Cristo, pero viven vidas impías.
Para las mujeres creyentes esparcidas por todo el Imperio Romano, habían pocos ejemplos para imitar, por lo que Pedro les recuerda del Antiguo Testamento que habrían conocido bien.
Versículo 5 otra vez –
Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos.
En resumen, Pedro les está diciendo que la sumisión no es nueva, y lo que es aún más alentador, estas mujeres no están solas.
De hecho, él les recuerda que las mujeres creyentes a lo largo de la historia estaban adornadas con estas mismas cualidades sumisas de amabilidad y compostura. Espiritu afable y apacible vs 4
¿Y notó como las describe aquí en el versículo 5?
Pedro proporcionan dos descripciones.
1 Pedro 3:3–4 “3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”
Primero, son mujeres santas. Eso no significa que fueran mujeres perfectas; la palabra santo significa apartado para la gloria de Dios. En otras palabras, estas mujeres vivieron sus vidas para la gloria de Dios.
En segundo lugar, esperaban en Dios: “es decir, miraban a Dios como su fuente de fortaleza.”
En la ilustracion Pedro argumenta lo siguiente
1 Pedro 3:5 “5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;”
Ellas dependieron en Dios por su provisión y por su valor y propósito en la vida.
Su esperanza, su firme convicción en Dios, no estaba determinada por su cultura o por sus compañeros o incluso por sus maridos
Eran mujeres santas que esperaban en Dios.
Estas fueron mujeres de la antigüedad que vivieron sus vidas para la gloria de Dios; dependiendo cada día del poder de Dios. ¡Su esperanza estaba en Dios!
Ahí está su roca, ahí está su fortaleza. Él es su torre fuerte y refugio seguro.
Pedro escribe que, en siglos pasados, estas mujeres eran conocidas por su carácter, santidad y confianza. No eran inferiores, débiles o cobardes.
Pedro escribe que, en siglos pasados, estas mujeres eran conocidas por su carácter, santidad y confianza. No eran inferiores, débiles o cobardes.
"Pedro no menciona por nombre a estas mujeres de valor y carácter santo, pero es fácil imaginar que muchas de las lectoras de su carta comenzaron a pensar en mujeres destacadas del Antiguo Testamento, recordando algunos ejemplos que les eran especialmente significativos."
Tal vez hubieran pensado en Abigail, la mujer llena de gracia y compostura que estaba casada con un granjero necio y arrogante llamado Nabal.
1 samuel 25 que animo a que lo lean se narra , La historia de Abigail y David se En este pasaje, Abigail, la esposa de Nabal, interviene para evitar un conflicto entre su esposo y David, quien estaba en camino para tomar venganza contra Nabal. Abigail actúa con sabiduría y diplomacia, y su intervención evita un derramamiento de sangre. Luego, Abigail se convierte en esposa de David después de la muerte de Nabal.
David y sus hombres protegen a Nabal: Mientras se escondían del rey Saúl, David y sus tropas estaban en la propiedad de Nabal. Durante su estancia, cuidaron de los rebaños y siervos de Nabal, protegiéndolos de ladrones y animales salvajes.
Solicitud de provisiones: Cuando David y sus hombres necesitaban comida, David envió un mensaje a Nabal pidiendo provisiones. Nabal respondió con arrogancia, se burló de David y se negó a ayudar.
Plan de venganza: Enfurecido por la respuesta de Nabal, David planeó vengarse, decididos a atacar.
Intervención de Abigail: Abigail, la esposa de Nabal, se entera de la situación y actúa rápidamente. Prepara comida y se dirige a encontrarse con David antes de que él llegue a la finca.
Resolución sabia: Abigail llega a David y sus hombres, y con sabiduría y humildad, les ofrece comida y provisiones. Su intervención evita el conflicto y salva a su esposo.
Revelación a Nabal: Al regresar a casa, Abigail le cuenta a Nabal lo que sucedió y cómo su necia decisión casi le cuesta la vida. La conversación es tensa y, al oír la verdad, Nabal sufre un infarto y muere.
Lección aprendida: El punto de la historia no es que Nabal murió, sino que Abigail actuó con valentía y sabiduría, enfrentando la situación con gracia y verdad. La historia completa se puede leer en 1 Samuel 25.
La razón por la que pensé en Abigail es el hecho de que su testimonio de valentía y fe resonaría con estas mujeres en este contexto específico – mujeres que estaban casadas con hombres incrédulos.
Pedro está dándole a la iglesia una ilustración: estas mujeres en la antigüedad que estaban vestidas con esta clase de carácter y gracia y fuerza y valor, también estaban vestidas de sumisión a sus propios maridos.
Es decir, estaban dedicadas a apoyar, animar y ayudar a sus maridos
El Ejemplo de Sara
El Ejemplo de Sara
Ahora Pedro cambia su enfoque a una mujer en particular. Note el versículo 6,
como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor.
Pedro se refiere a ese momento de su matrimonio en el que los visitantes le anuncian al anciano Abraham que él y su anciana esposa, Sara, van a tener un hijo. Por cuestión de tiempo no vamos a ir allí, pero el evento se detalla en Génesis 18.
Cuando escucha el anuncio de que tendrá un hijo, Sara se ríe, porque, en realidad, era bastante ridículo dado que ella tenía 90 años en ese momento y Abraham tenía 100.
La Biblia dice en Génesis 18:12,
Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
Aquí es donde se usa esa expresión, mi señor. Inmediatamente, muchos se toman de esta frase sin entenderla y dicen que la biblia es machista y el concepto de sumisión equivale a esclavitud.
Pero todo lo que tiene que hacer es leer el texto sobre su matrimonio y descubrirá que Sara no es la sirvienta de la casa.
Ella no se está de rodillas besándole los pies.
Sara no era una mujer cobarde, apocada, débil, oprimida y definitivamente no era una esclava.
“Mi señor” era simplemente una expresión de respeto.
Y cuando Pedro describe su actitud, como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor.
usa un verbo participio en tiempo presente. En otras palabras, este tipo de respeto era constante.
Había un patrón de respeto en su corazón y vida por su esposo;
era una actitud constante y fundamental de consideración y estima hacia su esposo.
De hecho, en el mundo antiguo y hasta hace unos pocos siglos, mi señor era una de las expresiones que podía usar para mostrar respeto y cortesía.
Solo tenga en cuenta que esto es “señor” con “s” minúscula, no “S” mayúscula.
Y si observa de cerca su matrimonio, lo que descubre es que Sara, más de una vez, desafió a su esposo a pensar y actuar de manera diferente – el tema era hacerlo de manera correcta.
Ahí radica el desafío para cualquier esposa piadosa: cómo tratar con sabiduría los cambios y mejoras que verá que su esposo necesita
aprender a ser un instrumento en las manos de Dios para ofrecer sabios consejos y ayudarle a cambiar para mejor con gracia, sin faltarle el respeto o hiriéndolo.
Sara definitivamente creó una serie de problemas. Algunos de sus consejos fueron egocéntricos y no estaban influenciados por la Palabra de Dios. Y combinado con la falta de liderazgo espiritual de Abraham, a veces, terminaron yendo en la dirección equivocada.
Pero El Señor ilustra la sumisión con la vida de Sara, en esta carta de Pedro, no porque ella fuera perfecta, ni porque tuviera un matrimonio perfecto, ni porque tuviera un esposo perfecto.
¡Ella fue elegida a pesar de eso! No vivió perfectamente, pero siguió un patrón de cooperación y ayuda sumisa, fue su ayuda idonea.
¡Ella fue elegida a pesar de eso! No vivió perfectamente, pero siguió un patrón de cooperación y ayuda sumisa, fue su ayuda idonea.
De hecho, fue por su fiel sumisión y apoyo a su marido, siguiéndolo a un territorio desconocido por obediencia al llamado y las promesas de Dios, atravesando con fe los desafíos de la vida, que ella termina inmortalizada en Hebreos 11 como uno de los héroes de la fe.
1 Pedro 3:6 “6 como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.”
Note nuevamente el versículo 6: de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien.
Un mejor entendimiento de lo que dice Pedro es que usted demuestra que se ha convertido en su hija cuando hace lo correcto. Tiene este parecido familiar esta resaltando.
Y luego note lo que sigue: sin temer ninguna amenaza.
SEAMOS HONESTOS DAMAS A veces, seguir a su esposo da temor. A veces, es una sensación aterradora seguir su liderazgo sabiendo que puede cometer errores, por eso es dificil, si tu conocieras a mi marido, es tan compulsivo, etx.
Así que Pedro les recuerdea su esperanza, su confianza está, en última instancia, en la soberanía de Dios que la cuida.
Y en este contexto inmediato, estas mujeres eran acosadas e intimidadas por sus esposos incrédulos, junto con una cultura que tenía poca paciencia con el evangelio.
Pedro está aconsejando a las mujeres a no dejarse intimidar por la obstinación de un esposo o las presiones de una cultura incrédula. No deben permitir que estos obstáculos las alejen de su fe o las hagan negar a su Salvador.
Conclusión
Conclusión
Antes de concluir este mensaje, es posible que se esté haciendo la pregunta: “¿Qué puedo hacer si tengo un esposo que no es salvo o que es espiritualmente desobediente?”
Permítame ofrecer cuatro sugerencias prácticas:
Primero, encuentre una mujer piadosa que pueda convertirse en su mentora – una mujer como Sara.
Si está casada con un esposo que no la guía, no la ama ni la cuida, entonces necesita una mujer que pueda darle consejos sabios y ayudarla descansar en los brazos del Señor para mantener el equilibrio, en lugar de amargarse.
Tito 2:3–5 “3 Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.”
Segundo, pídale a un pequeño círculo de amigos que oren por su esposo. Esto no es para que usted diga “Adivina lo que acaba de hacer mi esposo”, sino “oren para que mi esposo confíe en Cristo, o comience a caminar genuinamente con Cristo”.
Tercero, manténgase comprometida en su propio estudio de la Palabra y en su vida de oración. Solo el Espíritu de Dios puede consolarla, sanarla y ayudarla a manejar las presiones que a veces son tan abrumadoras en su vida
FINALMENTE
Para las esposas que se someten a sus maridos por obediencia a Dios – para las esposas que desean honrar a sus esposos y ayudarlos y alentarlos y confrontarlos con gracia y aconsejarlos con sabiduría: ustedes son parte de una hermandad de mujeres de fe . Usted está demostrando que es una hija de Sara.
Para el bien de sus esposos, y de la iglesia, y del evangelio, y de usted misma, junto con muchas otras mujeres santas, espere diariamente en el Señor. Confíe en Jesucristo y ayude a su esposo con la actitud correcta.
De esa manera usted estará actuando como lo que es, una hija de Sara, una mujer preciosa y amada a los ojos de Dios.