Génesis 3:7, 21 | Cubriendo nuestra culpabilidad.
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· 13 viewsEl capítulo 3 de Génesis, muestra la caída mortal de la humanidad por pecado, donde se muestra su esfuerzo infructuoso para ocultar su falla, pero el Dios de misericordia ofrece un medio para cubrir la vergüenza humana.
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Introducción al texto bíblico.
Tomaremos en cuenta del capitulo 3, dos versículos: el v. 7, porque allí se nos dice el momento preciso cuando el hombre se haya en la desgracia de su desobediencia, resumen de los vv 1 - 7. El versículo 21, porque ofrece la solución divina, en contraste a las ineficaces formas humanas de cubrir su culpa. Todo el capítulo gira al rededor de estos dos versículos.
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
Cubriendo nuestra Culpabilidad.
Cubriendo nuestra Culpabilidad.
Frente al Espejo Divino.
Frente al Espejo Divino.
INTRODUCCIÓN.
¿Que ha sucedido con la imagen de Dios en el hombre?
Como la imagen de un hombre frente a un espejo quebrado en mil pedazos, donde solo quedan unos cuantos; así, ahora la imagen de ese hombre se ve hecha añicos. Parece irreparable por medio de lo conocido. ¡Sien embargo, hay una solución!
El capítulo 3 de Génesis, muestra la caída mortal de la humanidad por su pecado, donde el hombre muestra su esfuerzo ineficaz para ocultar su falla. Pero el Dios de misericordia ofrece un medio para cubrir esa vergüenza, medio que el hombre debe tomar para su alivio espiritual. Medio que apunta a una sola persona, JESUCRISTO.
¿Por cuántos medios se busca ocultar el hierro del pecado en Génesis 3?
¿Cuál es eficaz y cuales no?
¿He usado uno de ellos en mi?
¿Por qué cada hombre necesita un medio eficaz para cubrir sus pecados?
Hay por lo menos tres medios que buscan ese propósito, cubrir nuestra culpabilidad.
Primeramente...
1. Cuando el hombre cubre su culpabilidad por sus propios medios, intenta callar su conciencia.
1. Cuando el hombre cubre su culpabilidad por sus propios medios, intenta callar su conciencia.
El v. 7, tiene dos grandes pensamientos principales e importantes que muestran lo que ha pasado con el hombre viviente: 1) toma conciencia de su vergüenza “conocieron que estaban desnudos”. Y 2) intentan dar solución a su nuevo estado caído “se hicieron delantales”. De ser un hombre viviente, ahora es un hombre mortal.
1.1. Porque se descubre en desgracia espiritual, por su desobediencia.
1.1. Porque se descubre en desgracia espiritual, por su desobediencia.
Han comido del fruto prohibido, con una aspiración a ser tan sabios como Dios, pensando en una mayor plenitud; El mismo planteamiento de las ideologías humanas actuales, queriendo dar una era de oro al hombre; es un engaño.
Algunos creen que [Eva] vio a la serpiente comer del árbol y que le dijo que al hacerlo había adquirido las facultades de hablar y de razonar, por consiguiente concluyó [que el fruto prohibido] tenía poder para hacerla sabia y se persuadió a creer [las palabras de aquel espíritu engañador].
Matthew Henry, Génesis, Primera edición., Comentario expositivo y práctico de toda la Biblia (Ciudad Real, España: Editorial Peregrino, 2014), 100.
Sin embargo, el texto dice que “fueron abiertos los ojos de ambos”. ¿Se refiere a los ojos naturales? No. Adán pudo ver las cualidades excelentes de cada animal para llamarlos por su nombre, y ver a Eva, su mujer para apreciar su belleza, esta es la vista que viene de Dios. Pero, aquí se refiere al despertar de la mala conciencia. El hombre fue inducido a percibir, a notar, a darse cuenta de lo que estaba sucediendo en el ámbito espiritual y moral de su vida.
Fueron abiertos sus ojos (7); pero, no en la manera en que la serpiente les había insinuado. En lugar de ascender de nivel, cayeron al más bajo.
George Herbert Livingston, «El Libro de GÉNESIS», en Comentario Bíblico Beacon: Génesis hasta Deuteronomio (Tomo 1), ed. Sergio Franco (Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 2010), 28.
Vieron la felicidad que habían abandonado y el infortunio en el que habían caído.
Matthew Henry, Génesis, Primera edición., Comentario expositivo y práctico de toda la Biblia (Ciudad Real, España: Editorial Peregrino, 2014), 103.
Hoy, bien haríamos en preguntar ¿Qué dice mi conciencia respecto a mi estado espiritual? si es que aun habla, no sea que de tanto pecar, la hallamos cauterizado.
Pues Pablo escribe:
Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros.
Escucha la voz del Espíritu, iglesia:
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Tanta es la desgracia del hombre que intenta ocultar su culpabilidad con sus propios medios...
1.2. Porque que usa su esfuerzo caído, lo cual es infructuoso.
1.2. Porque que usa su esfuerzo caído, lo cual es infructuoso.
Después que “conocieron que estaban desnudos” sintieron vergüenza. El profeta Ezequiel menciona la desnudez para hablar de vergüenza, desdicha e impureza. Y casi siempre en el Nuevo Testamento para indicar inmundicia.
La vergüenza es el signo de una mala acción que impide a quien la ha cometido presentarse «desnudo» ante quien ha sido afectado por ella; por eso busca una cobertura.
Ernesto Trenchard y José M. Martínez, El libro de Génesis, Cursos de estudio bíblico (Grand Rapids, MI: Centro Evangélico de Formación Bíblica, 1998), 97.
La palabra original traducida por “cocieron” [que es hacer una costura] solo aparece en tres versículos del Antiguo Testamento: en Génesis 3:7, en Job 16:16 y Eclesiastés 3:7. En todas ellas siempre tiene el sentido de restaurar. ¿Cómo intentan Adán y Eva restaurar su falla, su pecado, su culpabilidad? ¿con arrepentimiento? ¡NO! cociendo delantales, si fueran mexicanos diríamos que hicieron “tapa rabos”. Así de ridículos son los intentos del hombre de cubrir por si mismo sus hierros.
Afirma el profeta Isaías...
Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.
El hombre se escondió, otra evidencia más de su vergüenza, de su pecado, y de su culpabilidad. Es peligroso en este punto, pues el hombre se encuentra cercas de cruzar la linea de la necedad. Los comentaristas Esteban Voth y Ernesto Tenchard dicen, sobre esto:
En su nueva condición de “independiente”, al hombre le falta integridad para enfrentar su propia culpa.
No parece que hubiesen ganado mucho en «conocimiento» siguiendo la sugerencia de la serpiente.
porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.
Al hombre no le vasta el primer medio como recurso para tratar de solucionar su problema espiritual, utiliza uno segundo, como si ahora sí fuera a lograrlo...
2. Cuando el hombre cubre su culpabilidad por medio de la excusa, es reo del engaño.
2. Cuando el hombre cubre su culpabilidad por medio de la excusa, es reo del engaño.
2.1. Porque se esconde cobardemente. [No se pone a cuentas].
2.1. Porque se esconde cobardemente. [No se pone a cuentas].
Escuche esto:
[Aquellos que] Vieron a Dios amoroso [ahora temen verlo] provocado, [que experimentaron] su gracia y favor [ahora están] perdidos, su semejanza e imagen perdidos [igualmente].
Matthew Henry, Génesis, Primera edición., Comentario expositivo y práctico de toda la Biblia (Ciudad Real, España: Editorial Peregrino, 2014), 103.
¡No seas reo de tu pecado, del engaño del diablo, y la mentira satánica puesta en la mente de muchos, de que Dios no perdonará su pecado!
Si, te sabes pecador, perdido en el rumbo del camino de Dios, ¡No te escondas de Él! ¡No te escondas de tu única solución! Escucha su dulce voz a tu corazón, diciendo: “¿Dónde estás tú?” Dios conocía dónde estaba Adán, y Adán sabía que Dios conocía su ubicación [Dios sabe tu estado actual y tu sabes que Él lo conoce]. La pregunta es la evidencia de la iniciativa divina de buscar al hombre para darle señales de su gracia y amor. El Señor en la escena, no rechaza a Adán y a Eva a pesar de su desobediencia. Dios los aborda, mantiene la comunicación abierta con la pareja.
Piense en esto:
[el hombre pecador] debe considerar seriamente donde está: está lejos de todo bien, en medio de sus enemigos, esclavizado a Satanás, y en el camino real a la ruina total.
Matthew Henry, Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo (Miami: Editorial Unilit, 2003), 14.
Mira, como habla Dios:
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
No seas reo del engaño y del engañados, para ello apareció el Hijo de Dios.
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
¿Tienes fe en su Palabra? ¡confía y confiesa tu vida ante Él!
No como Adán y Eva, que trataron de cubrir su culpabilidad en la excusa...
2.2. Porque al culpar a otros, se usa una falsa expiación.
2.2. Porque al culpar a otros, se usa una falsa expiación.
Aquí hay un problema familiar y espiritual en el género humano; ha terminado la perfecta armonía. Adán pasó de una poesía hermosa para Eva, llamándole: “hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gn 2:23) a “La mujer que me diste por compañera”. (Gn 3:12).
La armonía con Dios también está rota. Adán insinúa que Dios tiene culpa en su desgracia, cuando dijo: “que me diste” ¿quién ha dado? ¡Dios! y Eva se excusa así: “La serpiente me engañó”. Ambos se han declarado inocentes, culpando a otros; Adán culpó a su mujer y a su Dios; Eva culpó a la serpiente y al creador.
Esto es apuntar con el dedo y decir ¡castígalo en lugar mío! o como dice el dicho popular: mientras un dedo apunta a otro como culpable, cuatro apuntan hacia a ti.
Hasta aquí, el hombre ha intentado dos formas de ocultar la culpa de su pecado, de manera trágica e ineficaz; vistiéndose con andrajos y excusándose. Es como pasar desapercibido.
ILUSTRACIÓN.
Se parece a un joven borracho, que a la vuelta de su casa busca erráticamente las llaves de su hogar, e intenta pasar desapercibido a la vista y oídos de sus padres, para no ser reprendido.
Preferimos pasar de puntillas por esos momentos oscuros de nuestro pasado y cargar con ellos secretamente en nuestra conciencia… pero es un error; el pecado nos persigue, nos tortura y nos priva de la paz. El primer paso para la sanidad espiritual del ser humano es el genuino arrepentimiento de todos esos pecados, para luego descansar en el sacrificio redentor de Cristo, que nos limpia de todos ellos y nos concede su completa paz.
Sonia Martínez, 100 ilustraciones sobre la historia de la Iglesia, ed. Tony Segar y David Vela (Bellingham, WA: Tesoro Bíblico Editorial, 2017).
Finalmente, Dios ofrece un medio eficaz, luz en medio de la desgracia y sombra del verdadero sacrificio que CUBRE NUESTRAS CULPAS, JESUCRISTO. Así que...
3. Cuando el hombre usa el medio divino, Dios cubre sus hierros eficazmente.
3. Cuando el hombre usa el medio divino, Dios cubre sus hierros eficazmente.
3.1. Porque busca su arrepentimiento y no su condenación.
3.1. Porque busca su arrepentimiento y no su condenación.
Desde el versículo 14 hasta el 24, Dios restablece el orden en la creación [que el hombre hizo caer en desgracia], donde apunta justo a la restauración del hombre:
Pone enemistad entre la simiente de la serpiente y la simiente de la mujer, donde muchos estudiosos de la Biblia vemos la primera promesa de redención de Dios para el hombre. Génesis 3:15
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
A la mujer multiplica el dolor de sus partos, y coloca una sana condición nueva “tu deseo será para tu marido”. v. 16.
Al hombre le da dolor en el trabajo, resultando en trabajo infructuoso, la consecuencia de la muerte corporal y maldición de toda la tierra. vv. 17 - 19.
Adán y Eva son sacados del huerto de Edén y no se les permite comer del árbol de la vida; lo cual sería una tragedia mayor: vivir eternamente en dolor. Siendo así, la muerte es un acto de misericordia de Dios para con el hombre, que lo hace reflexionar sobre su estado eterno y el dolor un estímulo a volver a Dios. vv. 22 - 24.
ILUSTRACIÓN.
Cuando entrenaba artes marciales en mi juventud, mi profesor dijo que un alumno preguntó en una ocasión: ¿por qué duelen los golpes? todos se rieron de aquel ignorante, el profesor pregunto ¿saben la respuesta? todos callaron y dejaron de reir, no sabían que responder. La profunda ignorancia de todos quedo al descubierto, y el ignorante brilló como el más sabio. Hoy podemos decir, que el dolor es un signo más que de castigo, una realidad que le recuerda al hombre donde hallar alivio: en Cristo Jesús; el dolor es eso, dolor, que hace surgir el deseo de sanidad y restauración.
Apocalipsis despierta nuestro anhelo sobre un estado futuro, mejor que en Edén:
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Ya no podemos oír decir a Dios: “y todo era bueno en gran manera”. Ahora, Todo esto eleva una voz que dice: ¡Mirad, Dios es bueno!
3.2. Porque expía el pecado con la vida del inocente.
3.2. Porque expía el pecado con la vida del inocente.
El v. 21, declara: “Dios hizo... túnicas de pieles”. Es muy significativo este hecho, ¿de dónde salieron esas pieles? de un animal inocente [una figura de Jesús, el cordero de Dios]. Si la muerte se hace presente en la creación, ¡la promesa divina de redención esta puesta en marcha en favor del hombre!
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo,
Si la piel de un animal inocente sacrificado cubrió la vergüenza de nuestros padres Adán y Eva, y después cada año se repetía la misma ordenanza ¿Qué vergüenza o culpabilidad humana no podrá cubrir cada extremo de la cruz, del crucificado, inocente, que estuvo muerto [una sola vez y para no volver a morir], y que ahora vive, llamado Jesús de Nazaret?
Adán manifestó su fe y esperanza en las palabras y promesas de Dios [no en Eva], sino en Dios, en el v. 20 cuando llamó el nombre de su mujer, Eva...
Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
Tanto el heb. haya [java] y la versión griega Dzoé, significan vida, que traducimos como EVA; el nombre tiene un significado poderoso de esperanza. La sentencia real y divina de “morirás”, ahora en la promesa de la boca de Dios y para los hombre de fe, se convierte en esperanza de “vida”.
¡Mire lo que dice la Simiente de la mujer!
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Dios, no solo hizo túnicas de pieles… “los vistió”. En cierta manera… para nosotros...
Nuestras ropas... no son sino la insignia de nuestra vergüenza.
Matthew Henry, Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo (Miami: Editorial Unilit, 2003), 16.
¡Pero que dignificante que Dios viste al hombre!
Dice Trenchard:
La acción de «vestir» a alguien, por parte de un rey, era signo de distinción honorable (cp. 41:42; 1 S. 17:38). Pero ¿qué honorabilidad había en Adán y Eva, ingratas criaturas que se habían rebelado contra su Señor? La pareja no saldría de su asombro. Les quedaba mucho que aprender del carácter de Dios.
Ernesto Trenchard y José M. Martínez, El libro de Génesis, Cursos de estudio bíblico (Grand Rapids, MI: Centro Evangélico de Formación Bíblica, 1998), 103.
ILUSTRACIÓN.
300 ilustraciones de sermones de Spurgeon (Temas de predicación: perdón, Dios: misericordia, culpa)
He oído hablar de un gran hombre que una vez fue llevado para ver a los galeotes franceses, y se le había dado la autoridad para liberar a cualquier hombre que encontrara en las galeras al que quisiera dar su libertad. Se dirigió a un hombre y descubrió que había estado comprometido durante diez años, y le preguntó sobre su crimen. Dijo que pensaba que había sido tratado de manera muy injusta; no sabía que había hecho mucho mal. Tal vez, una o dos veces, había tomado un poco que no era suyo; pero la tentación a la que había cedido era muy fuerte, y había hecho tanto bien de otras maneras que realmente pensó que apenas lo trataban al ser enviado a las galeras. Entonces el caballero lo pasó; era un hombre demasiado bueno para recibir un perdón gratis.
Hubo otro que dijo que era perfectamente inocente; incluso juró que era tan inocente como un bebé recién nacido de todas las acusaciones que se le habían presentado. El caballero también lo pasó de largo, porque él también era demasiado bueno para ser perdonado libremente.
Luego se acercó a otro, quien le dijo que tal vez había tropezado, pero que se hizo mucho más de lo que era cierto, y hubo mentirosos en la corte, y muchos de los testigos habían cometido perjurio contra él, y él conocía a muchos hombres, que eran dos veces más malos que él, pero estaban en libertad mientras él estaba encadenado. Ese hombre no fue el perdonado.
Finalmente, el visitante se acercó a un hombre pobre que le dijo: “Tengo una larga sentencia que cumplir, pero merezco aún más que esa sentencia; me pregunto si no me condenaron a muerte, porque si hubieran llegado a las extremidades, me habrían demostrado ser culpable de asesinato, por lo que considero que mi sentencia es mucho más ligera de lo que realmente merezco sufrir”. Entonces él, que había recibido la autoridad para perdonar a quien quisiera, dijo: “Te perdono, porque, según tu propia confesión, pareces ser el único hombre en todo el lugar que realmente está recibiendo justicia, y por lo tanto lo haré, te mostraré misericordia, para que puedas seguir tu camino como un hombre libre”.
De la misma manera, el Señor Jesucristo siempre está dispuesto a otorgar su misericordia a aquellos que confiesan que merecen la sentencia más severa de su justicia; pero si pateamos contra eso, no podemos esperar que nos mire con amor.
CONCLUSIÓN.
Por lo tanto...
He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.