Del menosprecio al amor propio

ENTRADA:

Seguimos adelante en nuestra serie CAMBIOS PROFUNDOS.

Estas palabras del Señor no las podemos olvidar nunca.

Juan 10:10 NTV

10 El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante.

La vida plena y abundante que el Señor nos ofrece es el resultado de permitir que El Espíritu Santo quien es Dios vaya transformando nuestra vida por medio de la renovación de nuestra mente.

Romanos 12:2 NTV

2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.

Cada uno de nosotros actúa segun lo que su sistema pensamiento le dice que es correcto, si pensamos que X acción o actitud no tiene nada de malo pues lo haremos.

Tengamos claro…

Una vida plena y abundante no es una vida sin desafíos, sin adversidades, sin enfermedades, sin sufrimiento ni dolor.

Una vida plena y abundante es una vida que a pesar de toda circunstancia tiene esperanza en Dios, tiene fe en las buenas promesas de Dios, tiene la fuerza para enfrentar con serenidad los desafíos naturales de la vida.

DESARROLLO:

La vida plena y abundante no comineza con cosas externas, todo lo contrario comienza en lo profundo del alma de las personas.

La vida plena y abundante es el resultado de pedir y permitir al Espíritu Santo que haga los cambios necesarios para nuestra transformación.

Nuestra oración debe ir enfocada en la raíz (en lo profundo) y no solamente en los frutos. (el fruto es la ira pero la raíz es la frustración)

El salmista pedía a Dios “Crea en mi oh Dios un corazón limpio”

Pero hablado de cambios:

La resistencia al cambio es una actitud normal en las personas por el temor a lo incierto o desconocido.

Una vida plena y abundante requiere abandonar la negación que somos personas necesitadas de la gracia de Dios

Una vida plena y abundante comienza con la aceptación sincera de nosotros mismos en cualquiera que sea nuestra condición y a partir de ahí comenzar a dar los pasos necesarios para cambios profundos.

Si creemos que seremos felices cuando haya otra persona en nuestra vida siempre seremos infelices en la vida.

Comencemos: Del menosprecio al amor propio

Mateo 22:36–39 NTV

36 —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante en la ley de Moisés? 37 Jesús contestó: —“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. 38 Este es el primer mandamiento y el más importante. 39 Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Esto es algo muy importante que debemos entender y comenzar a obedecer.

Amarnos a nosotros mismos es un mandamiento, el segundo mas importante según Jesús.

La vida plena y abundante tambien es el resultado de vivir en obediencia a Dios y debemos poner especial atención a los dos mandamientos más importantes.

Debemos permitir que el Espíritu Santo nos ayude a cambiar esa actitud de menospreciarnos a nosotros mismos.

Es cierto que hemos cometido muchos errores, hemos hecho cosas de las que nos arrepentimos mucho, pero no podemos permitir que esas cosas determinen nuestro valor personal.

Hay personas que asisten a los templos y vivien como si Jesús no hubiese muerto en la cruz por ellos. (con la carga y la culpa del pecado y sus errores)

En otros casos hemos sufrido las consecuencias de decisiones y acciones de otras personas de manera injusta pero la vida a veces es así.

Debemos dejar de menospreciarnos por lo que hemos hecho y comenzar a amarnos y valorarnos por lo Jesús hizo por nosotros.

Romanos 5:7–8 NTV

7 Ahora bien, casi nadie se ofrecería a morir por una persona honrada, aunque tal vez alguien podría estar dispuesto a dar su vida por una persona extraordinariamente buena; 8 pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.

Romanos 5:11 NTV

11 Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios.

Si permanecemos viendo lo que hemos hecho nosotros posiblemente viviremos en menosprecio PERO si decidimos ver lo que Dios ha hecho por nosotros viviremos en amor propio.

Es una realidad que aun no somos lo que quisieramos ser pero tambien es verdad que estamos en el camino correcto procurando crecer y madurar.

Veamos lo que Pablo dice de sí mismo en una de sus cartas a los coritnios hablando de la resurrección de Jesús.

1 Corintios 15:5–9 NTV

5 Lo vio Pedro y luego lo vieron los Doce. 6 Más tarde, lo vieron más de quinientos de sus seguidores a la vez, la mayoría de los cuales todavía viven, aunque algunos ya han muerto. 7 Luego lo vio Santiago, y después lo vieron todos los apóstoles. 8 Por último, como si hubiera nacido en un tiempo que no me correspondía, también lo vi yo. 9 Pues soy el más insignificante de todos los apóstoles. De hecho, ni siquiera soy digno de ser llamado apóstol después de haber perseguido la iglesia de Dios, como lo hice.

Hay un sentimiento en Pablo como de falta de dignidad por sus acciones del pasado.

Nuestras acciones pueden llevarnos a perder la dignidad de nuestro llamado y propósito.

Lucas 15:19 NTV

19 Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’ ”.

1 Corintios 15:10 NTV

10 Sin embargo, lo que ahora soy, todo se debe a que Dios derramó su favor especial sobre mí, y no sin resultados. Pues he trabajado mucho más que cualquiera de los otros apóstoles; pero no fui yo sino Dios quien obraba a través de mí por su gracia.

Lo que AHORA soy se debe a un derramamiento de su favor especial sobre mi.

Cuando la Gracia de Dios es derramada toda nuestra maldad desaparece, somos limpiados, somos lavados.

Lucas 15:20–24 NTV

20 »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. 21 Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo”. 22 »Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies. 23 Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.

Podemos perder la herencia por nuestra necedad pero nunca perderemos su paternidad.

Este es un hijo que nos representa muy bien pues muchas veces a nosotros nos define lo que hemos hecho. Por lo que había hecho quería ser un jornalero pero lo que hacemos nunca cambiara el amor del Padre.

Hay que dar ese paso, hay que permitir el cambio del menosprecio al amor propio.

Romanos 5:5 NTV

5 Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.

Somos amador por Dios Padre y debemos ser amados por nosotros mismos.

Seguramente no podemos amarnos por lo que nosotros hemos hecho pero debemos amarnos y valorarnos por lo que Cristo hizo por nosotros y a travez de nosotros.

Es interesante ver muchas veces como le hablamos bien a los demás y como nos hablamos mal muhcas veces a nosotros mismos.

CIERRE:

El amor propio no es egoísmo, es el requisito principal para amar bien a los demás.