Contextos Histórico - Cultural Social
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Hacia una compresión del mundo alrededor del texto
En las semanas anteriores hemos visto parcialmente cómo descubrir el texto mas original en griego. Ahora, para poder entender un texto bíblico necesitamos entrar en el ambiente cognitivo de los autores/editores y sus primeras audiencias. Eso lo hacemos desde varios ángulos. Resulta vital poder tratar de entender el mundo alrededor del texto que analizemos lo más que podamos. Si no hacemos el esfuerzo por acercarnos a ese mundo del texto corremos el serio riesgo de importar nuestro propio ambiente cognitivo al texto. De esa manera volvemos relevante el texto pero introduciendo la información contextual nuestra en lugar de la que rodeó el origen del escrito bíblico. Hoy veremos dos ángulos clave: el análisis histórico y el análisis cultural.
Análisis Histórico (detrás del texto)
Análisis Histórico (detrás del texto)
En la clase de Hermeneútica se aprendió a tomar nota de los detalles históricos del texto, el autor, la fecha, destinatarios, etc. Para poder acceder a esa información tenemos varias fuentes. El texto bíblico es nuestra fuente principal. ¿Quién es el autor? ¿Qué circunstancias rodean el escrito? ¿a quiénes escribe? ¿Qué circunstancias rodean a los destinatarios? Para eso debemos agudizar nuestra vista y realizar un análisis exhaustivo tras las pistas que la Biblia misma nos entregue. Para eso antes de explicar un pasaje determinado debemos leer completo el libro bíblico para tratar de ver qué información nos da. Lo podemos comparar con información que obtenemos de otros libros de las Escrituras. Luego nos enfocamos en el pasaje específico para ver qué pistas nos entrega. Eso nos permite tener una visión panorámica, pero no exhaustiva del contexto histórico. Para eso necesitamos echar mano a otras fuentes.
Además debemos recurrir a otras fuentes para tratar de entender detalles históricos, geográficos, políticos, etc. que nos ayuden a entender nuestro pasaje en estudio. Una vez que hemos agotado nuestro análisis del texto debemos buscar información en diccionarios, libros de historia, geografía bíblica, etc. Con el advenimiento del Internet el mundo de investigación se nos ha abierto ante nuestros ojos. Nuevos softwares bíblicos nos permiten manejar de manera eficiente mucha información de trasfondo, en menos tiempo. El ideal sería consultar directamente las fuentes primarias del primer siglo tanto judías (Josefo, literatura rabínica temprana, Qumrán, la Pseudoepígrafa, los libros deuterocanónicos, la Apócrifa, literatura apocalíptica, la LXX, etc) como greco-‐romanas (literatura griega, historia de los césares, Suetonio, Tácito). También debemos echar mano a los diccionarios, enciclopedias, comentarios de costumbres (Keener).
Lo que buscamos debe ser relevante, arrojar luz al texto que estamos tratando de interpretar. Si no contribuye a mi entendimiento del pasaje, será mera información. Entonces, ¿qué cosa buscamos? Blomberg sugiere que busquemos cosmovisiones (valores, manera de ver, detalles de los personajes, lugares, situaciones mencionadas en el texto), estructuras sociales (matrimonio y patrones familiares, roles de género, asuntos raciales), características físicas (clima, estructuras de vida u hogar, riqueza y pobreza, esclavitud, movilidad económica), ambiente político (sus estructuras, lealtades y personal), patrones de comportamiento (vestimenta y costumbres), prácticas religiosas (los centros de poder y convicciones explícitas, rituales o afiliaciones). Claro, no todo esto será relevante en cada pasaje. El pasaje mismo debe ser nuestro guía en ver que información del contexto es más saliente, contribuye más a nuestro entendimiento. El contexto así entendido es dinámico. Cada pasaje tiene sus propios “gatilladores” de nuestra búsqueda.
Análisis cultural (al mismo nivel del texto)
Análisis cultural (al mismo nivel del texto)
En los análisis clásicos la pregunta metodológica que guía el estudio suele ser ¿qué es lo que el texto significaba entonces y ahora? Los acercamientos sociales a los estudios bíblicos nos han permitido mirar el texto desde otro ángulo, hasta ahora descuidado. Buscan preguntar ¿cómo y porqué el texto fue diseñado para funcionar y cómo puede haber impactado sus receptores y autor a la luz de su derredor social, económico, político y cultural?
Algunos temas sociales clave hay que tenerlos en cuenta cada vez que estudiamos el texto bíblico. Entre ellos resulta vital tener una noción clara de:
1. Parentescos. Cuáles eran los roles, demandas, expectativas sociales de cada persona en una familia.
2. Las relaciones clientelares. ¿Qué rol juegan las personas en las relaciones patrón-‐cliente? ¿Benefactor-‐receptor? En muchas cultura latinoamericanas vivimos muy de cerca estos temas. Hay obligaciones sociales asociadas a los favores. El clientelismo político se hace patente. Pues estas dinámicas están también presentes en el texto del NT.
3. Honor y vergüenza. ¿Qué cosas promueven el honor de una persona, un grupo social, una familia, qué cosas causan vergüenza? Estas dinámicas cambian de cultura a cultura. Aquí también tenemos algo de ventaja. Muchas dinámicas de honor-‐vergüenza presentes en América Latina se ven también en el texto bíblico. Pero debemos estar atentos para poder observarlas (Ej. La mujer samaritana, Jn 4; la celebración de la mesa del Señor en 1 Co 11).
4. Códigos de pureza y contaminación. También cada sociedad tiene sus códigos de pureza y contaminación expresado en ámbitos religiosos pero también en los siclos de vida, sexualidad, vida pública vs. vida privada, etc.
Perderemos mucho de las implicaciones y lenguaje implícito del texto bíblico si no ponemos atención a estos temas. Puede mirar por ejemplo el libro de Jerome Neyrey, Honor y vergüenza: Lectura cultural del evangelio de Mateo. Salamanca: Sígueme, 2005.