Participantes de la naturaleza divina

Iglesia Bautista Victoria

Reunión de oración los miércoles por la noche, 18 de septiembre

Gracias.... por dirigir nuestro tiempo de adoración musical del culto. Una vez más, me gustaría agradecerles a todos por la amabilidad mostrada hacia mi familia y su espíritu de bienvenida. Todos ustedes esperaron pacientemente a que llegáramos. Jennifer y yo estamos ansiosos por servirles. Nos hemos disfrutado mucho viendo la transmisión de los cultos desde que nos llamaron a ser su pastor.

Con un nuevo pastor es normal esperar cambios. Creo que a todos nos gustan algunas formas de cambio, pero también hay cambios que nos resulta difícil. Me gustaría hacer un pequeño cambio en nuestro Culto de Oración de los miércoles. Creo que es un cambio lógico y no es algo difícil. Como el nombre de este servicio lo indica, es un culto dedicado a la oración. Quiero que ese sea el plato principal de este tiempo de aquí en adelante. Todos sabemos que Dios honra a una iglesia que ora fielmente. La historia eclesiástica nos muestra que la oración ferviente de grupos de creyentes precedió obras increíbles y avivamientos. Para lograr este cambio, necesitaremos dedicar más tiempo a orar en este culto y menos tiempo a la música y al devocional.

Nuestro tiempo de canticos se limitará a dos canciones y mi devocional será más corto. Nuestro tiempo de oración, por otro lado, no será algo que agreguemos al final del servicio, sino el plato principal. Aquí en Perú, nuestro plato principal suele incluir ¿qué categorías? (Carbohidratos, carne, verduras) Al igual que un plato principal, nuestro tiempo de oración tendrá diferentes sabores agradables. Me gustaría enfatizar nuestra necesidad de alabar a Dios por sus obras maravillosas (esa es la carne), hacer peticiones (esas son las verduras) y dar gracias por las peticiones contestadas (esos son los carbohidratos que nos mantienen en marcha). Terminaremos cada Culto de Oración juntos con una oración juntos con el énfasis de fidelidad.

Sé que este cambio también puede tomar un tiempo para acostumbrarse, pero creo, como su pastor, que esto es algo saludable para nosotros. Gracias por tener paciencia conmigo con este cambio.

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Ahora, me gustaría invitarlos a tomar sus Biblias y buscar 2 Pedro 1:4:

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;

El devocional de esta noche es una adaptación parcial de un devocional que Charles Spurgeon dio en una reunión de oración un miércoles por la noche.[1]Con él, me gustaría centrarme en la frase "participantes de la naturaleza divina". A través de Jesucristo, los creyentes han recibido poder, entendimiento y dones preciosos y grandes ¿con qué fin? De ser "partícipes de la naturaleza divina".

¿Qué significa esta participación? Ser partícipe de la naturaleza divina no es, por supuesto, convertirse en Dios. Eso no puede ser. La esencia de la Deidad no puede ser participada por la criatura. Entre la criatura y el Creador debe haber siempre un abismo con respecto a la esencia; pero, así como el primer hombre, Adán, fue hecho a imagen de Dios, así nosotros, por la renovación del Espíritu Santo, somos hechos a imagen del Altísimo y somos partícipes de la naturaleza divina. Somos, por gracia, hechos como Dios.

¿Cómo es esa participación? ¿Y cómo podemos vivir esta naturaleza divina? Aquí hay algunos ejemplos:

"Dios es amor"; nos convertimos en amor: "El que ama, ha nacido de Dios".

Dios es la verdad; Nos convertimos en verdaderos, y amamos lo que es verdadero.

Dios es bueno, y nos hace buenos por su gracia, para que lleguemos a ser puros de corazón.

Además, llegamos a ser partícipes de la naturaleza divina en un sentido aún más elevado que éste. ¿No nos convertimos en miembros del cuerpo de la divina persona de Cristo?

Sí, la misma sangre que corre en la cabeza (Cristo, la cabeza de la iglesia) corre en la mano: y la misma vida que da vida a Cristo, vivifica a su pueblo, porque como dice Colosenses 3:3: "Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios".

Y si esto no fuera suficiente, estamos casados con Cristo. Él nos ha desposado consigo mismo en justicia y fidelidad, y todos los que son salvos por el Señor son un solo espíritu.

¡Qué misterio tan maravilloso! ¿Quién puede entenderlo? ¡Uno con Jesús, tan uno como el pámpano es con la vid- así nosotros somos parte del Señor, atado a nuestro Salvador y nuestro Redentor!

Mientras nos regocijamos en esto, recordemos que aquellos que son hechos partícipes de la naturaleza divina se manifestarán en sus relaciones con los demás, y harán evidente por su caminar y conversación diaria que han escapado de la corrupción que hay en el mundo.

Y así, al orar unos con otros en la iglesia, imitamos a Cristo, que en perfecta unión con el Padre oró muy a menudo. Vemos esto en las Escrituras. Nuestro tiempo de oración es un recordatorio del quebrantamiento que nos rodea, y tenemos que huir de los que no cuadran con nuestra participación en la naturaleza divina. También nos hace recordar de nuestra completa dependencia en nuestros Dios tri-uno, de quien procede esa naturaleza divina.

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Ahora, pasemos al plato principal. Tengo hojas de oración; si algunos hombres pudieran ayudarme a repartirlas por favor. Quiero hacerles recordar que las hojitas de oración son para que puedan orar intencionalmente en casa. Llévalas a su casa y toman tiempo de orar como familia.

[1]Spurgeon, C. H. 1896. Mañana y tarde: lecturas diarias. Londres: Passmore y Alabastro.