¿Cómo denomina Pablo a los creyentes que están en Éfeso?
SANTO. Esta es la traducción que en el AT se le da a ḥāsîḏ («piadoso, bueno») y a qāḏôš («santo»). La idea básica de qāḏôš es la de separación para Dios, mientras que ḥāsîḏ acentúa la piedad basada en la recepción de la misericordia divina. La palabra en el NT es hagios («santo»), y se usa regularmente en la LXX para traducir qāḏôš.
SANTO. Un santo (lat. sanctus) es una persona consagrada y eminentemente piadosa. Sin embargo, a los creyentes por lo general se los llama “santos” (αγιοι, ágioi) en el NT (ap. 55 veces), aunque todavía sean carnales (1 Co. 6:2; 14:33; 16:1, 15). Tal santidad posicional se espera que llegue a ser verdadera santidad en vida y carácter (1:2).
SANTOS Para la etim. de este vocablo, cf. Santidad. Cuando nuestras versiones dicen santo, en la mayoría de los casos es la trad. del hebr. qadosh y del gr. hágios, los cuales indican un estado que designa a todos los creyentes por igual, por haber sido consagrados a Dios en virtud de la expiación llevada a cabo en el Calvario y por la recepción del E. Santo.
santos
El pueblo de Dios, especialmente en relación a su separación del mundo para servirle a él. Los creyentes son llamados a llevar una vida santa, digna de su llamado.
Los santos son apartados para Dios
1 Co 1:2 ser santo es ser apartado. La misma palabra griega se usa en el NT para ambos “santo”. Ver también Dt 7:6; 26:19; Sal 4:3; Ro 1:7; He 10:10
Santos (heb. qadosh, gr. hagioi, “santos”)
Usado extensamente en la Biblia para designar al pueblo santo de Dios o consagrado a Él: Israel en el AT y los creyentes cristianos en el NT. Este es uno de los títulos favoritos de Pablo para dirigirse a los cristianos en las iglesias. En el NT el término no connota una condición de elite espiritual ni un grupo de cristianos, mas bien se usa para referirse a todos los seguidores de Cristo.
La fidelidad debería ser también la característica del creyente. Es un aspecto del fruto del Espíritu (Gá. 5:22–23). Es por excelencia la cualidad que Dios demanda de nosotros, los dispensadores de sus misterios (1 Co. 4:1–2). Si somos fieles en lo pequeño, se nos confiará lo grande (Lc. 16:10–12). Es con la ayuda de Dios que el creyente podrá ser fiel hasta la muerte (Ap. 2:10) y por ella hay promesa de un rico galardón (Mt. 24:45–46).
Los hombres fieles cumplen las responsabilidades en una manera constante (Pr. 13:17); su palabra es confiable (Pr. 14:5). Al descansar en Dios, el hombre justo gana la confianza y firmeza que no tiene en sí mismo (cf. Hab. 2:4, donde la RV60 traduce ʾĕmûnāh por fe).
En el NT, un hombre fiel hace su trabajo diligentemente, como un siervo (Mt. 25:21, 23), mayordomo (Lc. 12:42; 1 Co. 4:2), o testigo (Ap. 2:13). Varios de los acompañantes de los apóstoles fueron fieles en gran manera: Timoteo (1 Co. 4:17), Tíquico (Ef. 6:21; Col. 4:7), Onésimo (Col. 4:9), Silas (1 P. 5:12). Pablo miraba su comisión divina como una prueba de su fidelidad (1 Co. 7:25; 1 Ti. 1:12) y reafirmó su completa lealtad cerca de su muerte (2 Ti. 4:7). La fidelidad en el NT tiene tanto una parte incentiva como dinámica: el ejemplo genuino de Cristo (Heb. 2:17; 3:2; Ap. 1:5; 3:14; 19:11) y el fruto del Espíritu (Gá. 5:22, donde la fuerza pasiva de pistis está de acuerdo con las otras virtudes).
En las Epístolas Pastorales hay cinco declaraciones llamadas fieles porque son completamente dignas de confianza (1 Ti. 1:15; 3:1; 4:9; 2 Ti. 2:11; Tit. 3:8). Compárese las palabras «fieles y verdaderas» de Ap. 21:5; 22:6. Esta combinación recuerda la relación que encontramos en el AT entre fidelidad y verdad. A veces (cf. Ro. 3:7; 15:8; 1 Co. 5:8; 2 Co. 7:14; Ef. 5:9), «verdad» (alēzeia) parece reflejar el antecedente hebreo y podría traducirse «digno de confianza», «confiabilidad».
FIDELIDAD, FIEL. La palabra griega πιστος (pistós) se traduce “fiel” 55 veces en el NT. Mientras que su palabra hermana, πιστις (pistis), que generalmente se traduce “fe”, con frecuencia también significa fidelidad. El testimonio heroico de Pablo: “He guardado la fe” (2 Ti. 4:7), puede ser interpretado como: (1) la fe de Dios (doctrina); (2) fe en Dios (confianza); o (3) fidelidad. La palabra se usa con los tres significados; y los tres podrían igualmente aplicarse a Pablo aquí. Solo una vez pístis se traduce “fieles” (Tit. 2:10), aunque en muchos otros casos tal traducción sería apropiada.
Si hay una diferencia entre fidelidad e integridad sería el énfasis en la exterioridad en contraste con la interioridad. La integridad es fidelidad interna y a uno mismo. Es lealtad a las convicciones, normas y compromisos propios. Fidelidad es lealtad a las personas y causas. “Se requiere de los administradores”, escribe Pablo, “que cada uno sea hallado fiel” (1 Co. 4:2). Existe en la fidelidad una tenacidad, un depender duradero, por lo cual llega a ser una de las virtudes más preciosas.