Expiación Definida

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Introducción

Hebreos 9:24–28 (RVR60)
24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;
25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan
Se cuenta la historia de una pequeña, que escuchaba atentamente al pastor mientras predicaba sobre lo que la Escritura enseña acerca del infierno.
De regreso a casa, mientras su papa conducía: Le dijo a sus padres:
Saben, El infierno suena como un LUGAR ATERRADOR.
Por su puesto! Afirmó su Padre,
Por eso nosotros NO QUEREMOS QUE TU VAYAS A ESE LUGAR.
¿Quien quisiera ir? respondió la pequeña;
Mi deseo es que NINGUNA PERSONA vaya al infierno.
Creo que de alguna manera, Cada uno de nosotros, nos identificamos con ese
MISMO SENTIR,
Como creyentes que hemos recibido el conocimiento de la verdad;
Por la Gracia de Dios, nuestro anhelo es que
TODOS CREAN EL EVANGELIO Y SE ARREPIENTAN DE SUS PECADOS.
Incluso, La escritura nos Revela que en Cierto Sentido; esa es la Voluntad de Dios;
2 Pedro 3:9 (RVR60)
9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
1 Timoteo 2:1–4 (RVR60)
1 Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;
2 por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,
4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
Esta verdad; es afirmada por el profeta Ezequiel en:
Ezequiel 18:23 (RVR60)
23 ¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?
Ezequiel 18:23 (NVI)
23 ¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el Señor, lo afirmo.
En este pasaje, de forma explicita se afirman 2 principios muy importantes:
Por una lado es MAS QUE EVIDENTE que:
DIOS NO SE COMPLACE en la muerte del Impío.
Sino todo lo contrario,
DIOS LLAMA AL PECADOR AL ARREPENTIMIENTO.
De modo, que Dios no se complace en la PERDICIÓN DEL PECADOR, sino que se Deleita en su Salvación.
Como lo expresó Cristo mismo:
Lucas 15:7 (RVR60)
7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Por medio del profeta Ezequiel, El Señor nos declara que;
EL NO SE COMPLACE EN LA MUERTE DEL IMPÍO.
Un impío es aquel que hace IMPIEDAD, una persona que no ha nacido de NUEVO, un no creyente.
Una vez muerto, YA NO EXISTE ESPERANZA DE SALVACIÓN para el IMPÍO.
Como lo dice una traducción de:
(Eclesiastés 9:4)
“Mientras hay vida hay esperanza, pues es mejor perro vivo que león muerto”
Como hemos aprendido; Dios a establecido en su soberanía;
“Que el hombre muera una sola vez, y después de esto el JUICIO.”
La oportunidad para acudir a Cristo y recibir su Salvación es hoy;
Como dice la Esritura:
“En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.”
HOY ES EL DÍA DE SALVACIÓN.
Incluso el contexto; nos ayuda a comprender la razón por la Cual Dios no se complace en la muerte del impío;
Ezequiel 18:30 (RVR60)
30 Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina.
Este pasaje, es solo uno de tantos que expresan la misma realidad;
Dios llama al hombre al arrepentimiento; como declaró el apóstol Pablo en:
Hechos de los Apóstoles 17:30–31 (RVR60)
30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia...
Sin embargo; LA REALIDAD ES:
NO TODOS ACUDIRÁN A ESTE LLAMADO.
Este es un llamado General que Dios hace a toda la humanidad;
Un llamado a Depositar su Fe en su Hijo Jesucristo, quien fue colgado en una cruz,
y fue sepultado, pero al tercer día se levantó con poder y gloria como testimonio de que su EVANGELIO ES VERDADERO.
CRISTO MURIÓ EN LUGAR DEL PECADOR
y es por esa razón que el llamado de Dios también es un llamado al arrepentimiento de nuestros pecados;
Dios: “manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”
Pero LA REALIDAD ES QUE NO todas las personas ACUDEN a este llamado;
A pesar de que se trata de un LLAMADO GRATUITO, que ofrece Salvación; El perdón de todos nuestros pecados y muchas otras bendiciones, que pudiéramos mencionar.
Son pocos, los que con Fe acuden a este llamado;
Como Cristo mismo lo declaró en:
Mateo 7:13–14 (RVR60)
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
La triste y trágica realidad es que muchos se perderán, serán condenados por sus pecados y sufrirían todo una eternidad en el infierno; debido a su incredulidad y su rechazo a Cristo.
Esta es una verdad que claramente se encuentra revelada en las Escrituras;
NO TODA LA HUMANIDAD SERA SALVA,
Sin embargo, han existido aquellos que se han atrevido a DESAFIAR LA VERDAD DE DIOS, enseñando falsamente que al final TODOS TODOS SERÁN SALVOS, que ninguna persona será condenada al infierno.
Esta postura conocida como el UNIVERSALISMO, enseña que:
Todo el mundo irá finalmente al cielo, independientemente de sus creencias o pecados. Los universalistas sostienen que un Dios amoroso y justo no condenaría a nadie al sufrimiento eterno y que la salvación es para todos. Esta creencia desafía las enseñanzas mas fundamentales sobre cielo e infierno, haciendo hincapié en el concepto de inclusividad y tolerancia divina.
Las raíces del universalismo se remontan a los primeros siglos. Orígenes, un teólogo de principios del siglo III, sugirió en su doctrina de la apokatastasis la idea de que todas las almas, incluso las condenadas al infierno, serían finalmente restauradas a un estado de salvacion. Sin embargo, estas enseñanzas fueron declaradas como heréticas por la iglesia.
Los universalistas se apoyaron en pasajes de la Escritura sacados fuera de contexto como:
Juan 3:16 (RVR60)
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
1 Juan 2:2 (RVR60)
2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
La lógica universalista plantea el siguiente argumento;
¿Si Cristo murió por los pecados de todo el mundo?
Si el pago en totalidad por las TRANSGRESIONES de toda la humanidad,
Si el absorbió absolutamente la Ira de Dios que TODOS merecíamos;
Entonces, TODOS SOMOS SALVOS. Nadie ira al infierno,
Porque Cristo murió por TODO EL MUNDO.
Lo cual significaría, que todos los pecados, de cada persona que a existido,
en TODO EL MUNDO, han sido expiados por el sacrifico de Cristo.
Los unviersalistas promueven una Expiación Universal,
Sin embargo, mas ayá de lo que los universalistas promueven o piensen,
la verdadera cuestión es:
¿Que es lo que la Escritura nos enseña?
Y es mas que evidente, al considerar el testimonio de la Escritura, que no todos serán salvos; tan solo al considerar esta carta a los hebreos,
podemos apreciar que el autor escribe con una profunda preocupación por la salvación de su audiencia, el autor no quiere que sus oyentes apostaten de Cristo porque eso resultaría en su condenación; como mas adelante lo expresa:
Hebreos 10:26–27 (RVR60)
26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
27 sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Esta carta no solo afirma la realidad de que los incrédulos serán condenados, sino que también DEFINE el alcance la muerte expiatoria de Cristo.
A diferencia de los universalistas que promueven una expiación universal, el autor de Hebreos nos presenta una expiación mas definida.
Hebreos 9:27–28 (RVR60)
27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
notemos como el autor LIMITA el alcance de la expiación del sacrificio de Cristo;
no dice que Cristo llevó los pecados de todo el mundo, sino que afirma que
“Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos”
Este no es el único pasaje en la Escritura que sugiere una expiación mas especifica, en lugar de universal:
Isaías 53:10–12 (RVR60)
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
En (Juan 10:11) Cristo declaró:
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.”
unos versículos mas adelante, nos explica quienes son sus ovejas:
Juan 10:27–28 (RVR60)
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
No todos acuden al llamado de Cristo, por que solamente aquellos que pertenecen al rebaño escogido de Dios, podrán hacerlo.
Ese rebaño en la escritura es llamado de diversas formas:
Su pueblo, Su Iglesia , Sus escogidos.
Mateo 1:21 (RVR60)
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Hechos de los Apóstoles 20:28 (RVR60)
28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Romanos 8:28–33 (RVR60)
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
Vale la pena definir y defender la doctrina de la expiación definida; porque llega al corazón mismo del evangelio.
¿Deberíamos decir: “Cristo murió para que los pecadores vinieran a Él”, o: “Cristo murió por los pecadores”? La obra de Cristo en la cruz, ¿hizo posible que los pecadores vinieran a Dios? ¿O la obra de Cristo en la cruz en efecto reconcilió a los pecadores con Dios? En otras palabras, ¿la muerte de Jesucristo hace que nuestra salvación sea posible, o en realidad nos salva?
Si la expiación no es exclusiva y únicamente para las ovejas, entonces o SOMOS UNIVERSALISTAS.
(Cristo murió en lugar de todos y, por lo tanto, todo el mundo es salvo)
O existen aquellos que sugieren que Cristo; murió por todos en GENERAL Y NADIE EN PARTICULAR.
Este grupo sugiere que la expiación definida; limita la gracia, el amor y la misericordia de Dios;
Incluso Spurgeon una vez comentó:
“A menudo se nos dice que limitamos la expiación de Cristo”,
“porque decimos que Cristo no ha hecho una satisfacción por todos los hombres, pues entonces todos los hombres serían salvos”.
Pero más bien, argumentó Spurgeon, la doctrina de la expiación que realmente limita la muerte de Cristo es la que dice que nadie en particular fue salvo en la cruz.
“Afirmamos que Cristo murió de modo que aseguró indudablemente la salvación de una multitud incontable, quienes a través de la muerte de Cristo no solo tienen la capacidad de ser salvos, sino que realmente son salvos, tienen que ser salvos, y no pueden mas que ser salvos.”
Conclución:
Hebreos 9:28 RVR60
28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Esta es la verdad que el autor de Hebreos nos presenta:
La muerte de Cristo fue para todos “en lo que respecta a la suficiencia de la satisfacción que Él logró, pero no en lo que respecta a su aplicación”. En otras palabras, la muerte de Cristo fue suficiente para expiar los pecados del mundo entero, pero la voluntad de Dios fue redimir efectivamente a aquellos y solo a aquellos que fueron elegidos desde la eternidad, y dados a Cristo por el Padre.
Gálatas 2:20 RVR60
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Martín Lutero:
La dulzura del evangelio se encuentra en los pronombres personales: “el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”
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