APÁRTATE DE MI VISTA OPOSITOR

SATANÁS = OPOSITOR, ADVERSARIO.

Texto.

Mateo 16:23 (RVR60)

23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Observemos que había expresado pedro.

Mateo 16.16 “16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”

Y JESÚS EXPRESA LO SIGUIENTE

Mateo 16.21-22 “21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.

Consideremos que Pedro fue un «Satanás» para Jesús:

v.22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.”

La palabra griega de la cual se traduce «a reconvenirle» que literalmente sería «a reprender».

Pedro estaba corrigiendo al Señor, llamándole la atención para que desistiera de su propósito, estaba obstaculizando el plan divino.

El Señor Jesús le contestó a Pedro: «¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres»

Pedro, sin darse cuenta, estaba haciendo el trabajo de Satanás, al tratar de alterar la agenda mesiánica de Jesús. En este sentido, Pedro se hizo un «Satanás» para el Señor.

«¡Vete de mi vista, Satanás!» En su sentido literal sería: «¡Ponte detras de mí, Satanás!»

Mateo 16.23 “23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.”

1.Dicha expresión en el griego se traduce: «¡Vete de mi vista, Satanás!» En su sentido literal sería: «¡Ponte detras de mí, Satanás!»

2. Según Orígenes el mensaje de Jesús a Pedro era: «Pedro, tu lugar es detrás mío, no delante. Tu lugar consiste en seguirme en el camino que yo elijo, no en conducirme por el camino que tú quisieras que yo siguiera.»

3. El Señor invitó a Pedro a reconocer su lugar de sujeción, de seguidor, de admitir que estaba equivocado, de ser un discípulo y de ocupar el lugar que verdaderamente le correspondía.

El creyente nunca debe altercar con el Señor.

Tampoco se le debe adelantar a su voluntad. Siempre debe recordar quién es él y quién es Jesús. Al Señor no le podemos mandar, el que manda es Él.

Nunca seamos un adversario para obstaculizar el que la voluntad de Dios